Sabes perfectamente el efecto que vas a provocar, y joder si lo provocas… Ese coñito peludo, pero tan cuidado, esa línea perfecta entre los labios, esa alzada de culo que pide ser agarrada con fuerza… Me tienes la polla como una puta piedra, Librera. Y unas ganas de hundirme ahí, con la lengua… y no solo la lengua, en esa rajita caliente, hasta dejarte temblando con las piernas bien abiertas.