Al notar cama, automáticamente, mi mujer abrió completamente de piernas, tenía el coño rosa, totalmente babado
El joven se puso encima de ella, y la penetró a la primera hasta el fondo, pude oír el gemido de mi esposa y ver su mano apretando la nalga del toro contra ella, como para querer metérsela más profundamente aún
El macho empezó a embestirla a buen ritmo, y ella, a gemir, desde el primer momento, deshaciéndose en besos y halagos hacia él. Notaba que intentaba arañarle la espalda, y tirarle del pelo, agarrarle las nalgas, y hasta tocarle los huevos con una mano, aunque veía poco más que el culo del macho y su coño, porque estaban en el misionero frente a mí.
Por suerte no estuvieron mucho en esta posición creo que él solo quería hacer la primera entrada, soltarla a ella un poco, así que la incorporo para ponerla a cuatro patas, le dió la vuelta y la puso mirando para mí
lo más cerca que tenía mi polla, era la cabeza de mi mujer, y después su culo en pompa, detrás el macho, que empezó a meterla, mientras mi mujer ponía cara de placer, y se le iban los ojos hacia arriba, abría la boca, como si le faltase el aire, y gemía, se estremeció completamente
“Jo-der!” Y paso de mirar el techo, a mirar el suelo. El macho retrocedió, y pronto la embistió con fuerza, haciendo la vibrar la cabeza de mi mujer y su pelo liso, otra vez hacia el techo, intentando mirarle a él, que se había ido hacia atrás, Y antes de que pudiese reaccionar otra fuerte vestida, que la hizo vibrar aún más escapándosele un alarido
Entonces mi mujer sí que fijó su mirada en mí: “ Ves cómo me folla cornudo? Lo ves? mira como me folla!”
Esto parece que envalentonó al ternero, que empezó a darle duro duro duro
Parecía que mi mujer se fuese a descomponer
Estaba colorada, con la cara desfigurada por el placer, la boca muy abierta, y los ojos vidriosos que no sabían nada dónde mirar. Toda ella vibraba, las tetas se bamboleaban
En una de estas, el macho, que se la estaba follando a buen ritmo, la incorporó un poco sobándole las tetas. Con ella de rodillas, y él detrás se acercó a su oído y le dijo “estoy a punto”
“Joder! Córrete en mí, cabrón” Dijo ella
Entonces él le pegó la cara al colchón, y levantó su culo, todo lo que pudo
“ Damela dentro, que te vea mi cornudo” Dijo mirando hacia atrás, mirando a los ojos de la vaquilla, y luego clavó su mirada en mi
El macho empezó a follarsela otra vez duro, a cuatro patas, mi mujer me miraba, el macho me miraba, y ambos iban acelerando el ritmo y gemidos. Mi esposa agarraba con fuerza, las sábanas, intentando aferrarse algo firme y el toro, a sus caderas, a las que empujaba con todas sus fuerzas…
Jamás olvidaré la cara de mi mujer, roja roja, y un hilo de baba que se le caía de su boca abierta mientras gemía. Todo su cuerpo se estremeció, y noté como le daban dos espasmos fuertes, que incluso descolocaron un poco al macho que se la seguía follando a un ritmo de locos, demencial
Su cara era todo un poema!
Y entonces pasó
De pronto, el macho empezó a perder ritmo, pero a aullar más fuerte que un lobo
Mi mujer se dió cuenta, e intentó acompañarlo, para darle todo el placer posible. Además, vi que pasaba una de las manos por debajo, como intentando acariciarle las pelotas
Era evidente que aquel maromo se estaba corriendo mi mujer, muy quieto, con la polla muy dentro, agarró del pelo, mi esposa, y tiró por ella para atrás, incorporándola un poco, y haciendo que ella se quedase mirando el cielo!
Tensos. Ambos gemían, acompasados, a la vez
Mi mujer, en una postura imposible hacia atrás, buscaba su boca, él tenía la mirada perdida, estaba terminando… Hasta que se dejó caer, y ambos se vinieron hacia delante. Ella aplastada por él, y él encima con todo su cuerpazo.