Yo voy muchas veces con braguita, es muy facil, la braguita la llevo debajo del bañador, llegas a la playa tiendes las toalla o mejor una hamaca de playa baja de esas que quedan a ras de la arena, sombrilla imprescindible te reserva muchísimo, gafas de sol, gorrita, camiseta grande a ser posible, te quitas discretamente el pantalón de baño y ya estás en braguita ante una multitud, solo te verá quien tu quieras que te vea, la camiseta y la sombrilla desvían la atención, con pequeños movimientos se fijará quien tu quieras que lo haga.
Si te quieres bañar te pones el bañador y te quitas la camiseta, cuando estés en el agua te vuelves a quitar el bañador y te quedas en braguita, te situas en una zona intermedia donde al romper la ola y volver se veran tus braguitas para los las que estén cerca, eso a mi personalmente me da mucho morbo, nadie te puede decir nada.
Puede parecer muy farragoso, pero el placer que ello produce a los que nos gusta exhibirnos es único.
Lo que más morbo me da de todo esto es ese punto en el que eres descubierto, una mirada se cruza y si es persistente, he conseguido mi propósito.
Vas de compras, te pones un tanguita, un pantalón de chándal que permita que al agacharte se vea lo que llevas debajo y el morbo que creas es impactante sobre todo en las mujeres; aconsejable braguita blanca o tanga de encaje, que sea visible.
Te puedes poner el pantalón de chándal un poco caído y como por descuido la mano en la cintura subiendo un poco la camiseta, en este caso negra para que se distinga la braguita blanca entre la camiseta y el pantalón.
Tengo mil maneras de enseñar las braguitas y otras cosas, tengo un master en ello, las grandes superficies son ideales, los espacios naturales son también muy aptos para ello.
Pero sobre todo hacerlo cuando vas con tu mujer y la tira del tanga, bien tenso, se te mete en el culo.
Recuerda, siempre hay alguien que mira...y los disfrutones gozamos.
