Vamos a levantar de nuevo un poco el hilo con una historia de escuchar aunque no de ver.
La semana pasada celebramos la cena de empresa y, como somos muchos, lo hicimos en un gran restaurante de carretera, un poco viejo pero amplio. Nuestro salón estaba en la planta baja y al lado había unos baños, pero en un momento de la noche (nos quedamos ahí de fiesta) estaban bastante ocupados, así que yo subía a unos de la planta de arriba, más chiquititos pero tranquilos. El caso es que ahí los baños de tíos y tías estaban pared con pared y se oía con bastante claridad lo que pasaba al lado ya que había como una especie de hueco en una esquina donde estaba un pequeño ventanuco.
Total, que estando yo en el retrete, oí que llegaba alguien al baño de chicas. Les podía oír hablar y pronto les reconocí la voz. Eran dos de las más guapas de la empresa: en torno a los 35 años las dos, una rubia y delgadita, muy mona de cara, la otra pelirroja, un poco más rellenita pero con mucho pecho. Creo que solo una meó, no sé quién, pero pude oír bien el chorrazo. Mientras tanto les escuchaba conversar, creo que al bajarse la falda la que meó (las dos iban con falda), le comentó que se había puesto bragas en vez de tanga. También les oí cotillear algo de un compañero que estaba tirando la caña a otra trabajadora. En fin, no pasó de ahí, pero tuvo su punto de morbo.