Creo que en ese talud hay nidos de alondras. Me gustaría protegerte de ellas y, para eso, pediría a tu marido que se pusiera frente a ti, cogiendo tus manos, y tapando con su espalda los nidos del colorido pajaro.
Y así tal cual, cogidos esposo y esposa de la mano, me gustaría entrarte por la...