Tu chica se pone un vestido, ¿eh? Uf, sin ropa interior, sin duda. Ese toque atrevido, la tela rozando su piel, dejando poco a la imaginación... es puro fuego. Con esa vibra, el vestido se vuelve una invitación descarada, ¿no crees? Solo de pensarlo, la cosa se pone caliente. ¿Tú qué dices, con...