Ahora yo como corneador

jupi

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En otro hilo he explicado mis sospechas sobre unos posibles cuernos que me haya podido poner mi mujer, ahora me toca contar cuando yo se los puse a ella.

Esto pasó hace 12 años, llevábamos como 4 casados. Era la cuñada de un amigo mío. Yo soy muy bueno con los números y esta había empezado a trabajar en una empresa y tenía alguna duda con algún tema contable, y el amigo mío le dijo que hablara conmigo que seguro que podía ayudarla, él me llamó antes y le dije que por supuesto.

Antes de nada, yo tenía 33 años y ella unos 40. Es morena, muy exuberante en curvas y vestía siempre muy apretada con minifaldas o escotes, estaba muy buena, casada y con 2 hijos pequeños.

Después de hablar con ella, me dio las gracias y esas cosas y le dije que si necesitaba algo más que no dudara en llamarme para lo que necesitara. Volvió a llamarme varias veces y así poco a poco fuimos cogiendo confianza, en un momento dado nos dimos el ******** y empezamos a interactuar por el messenger del facebbook.

Por ahí hablamos mucho, siempre mensajes sin carga sexual, a ella le encantaba cocinar y muchas de las veces que hablábamos me decía que acababa de hacer tal o cual plato.

Por resumir un poco, ya que esto fue mucho más lento, un día le dije que me tenía que invitar a comer o cenar porque siempre me hablaba de esos platos tan ricos y me dejaba con los dientes largos, ella dijo que cuando quisiera, como el tonteo ya era más que evidente, un día se cumplían todos los requisitos, el marido se había ido con sus hijos alpueblo de sus abuelos y ella iba a estar dos días solas.

Entonces me autoinvite, le dije que ese era buen día para que cenáramos, a mi mujer por otro lado le dije que tnía que cerrar un negocio y que iba a cenar con esa gente y que como acabaría tarde me quedaría a dormir en otra ciudad (donde tenemos un chalet), así tenía la noche cubierta.

Fui a casa de ella a la hora de la cena y le llamé y le dije que estaba abajo, me abrió, subí a su casa y para mi sopresa ella ya había cenado porque se pensaba que lo de la cena era una broma, así que ya que fui me preparó lo que pudo de cena y cené yo solo con ellla allí.

Cuando acabamos de cenar, nos sentamos a tomar una copa en el salón, allí tenía un sofá pero en el suelo una especie de pufs para estar a la altura del suelo, al principio nos sentamos ahí pero yo estaba incómodo y me subí al sofá y ella permaneció abajo, después d ebeber y habalr mucho la empecé a masajear la espalda fui subiendo al cuello como se dejaba hacer besé su cuello intente besarla pero me dijo no podemos yo le dije solo es un beso nadie nos ve, me dijo que era muy malo pero me dejó hacer.

La estuve morreando un buen rato, poco a poco fui desnudándola, besándola por todas partes, yo tambiñen me iba desnudando y quedamos yo totalmente desnudo y ella en tanga. Termanmos yo tumbado encima de ella en el sofá besándola comiédnola las tetas pero con el tanga puesto.

Yo se lo intentaba bajar para follarla pero ella no me dejaba, decía que ya habíamos llegado muy lejos y que eso ya era mucho, así que seguí con los magreos, los besos rozando mi polla en su coño por encima del tanga, claro, ellla cada vez iba más y más cachonda, hasta que ya no pudo más y dijo una expresión que me hizo mucha gracias: "a tomar por culo la pandereta", se quitó el tanga y dijo métemela, ahí ya la follé a fuego, ni puse condon ni pensé en él, la follé un par de veces, iba tan cachondo que me corrí y al minuto volví fue ppolvazo .

Me corrí dos veces dentro de ella.

Me está quedando muy largo este post, en otro momento sigo con la historia, si os gusta.
 
Continúo con la historia.

Nada más que acabamos de follar, le digo, puff lo siento me he corrido dos veces, ¿qué hacemos ahora? Ella riendo me dijo, llevo diu, ¿te piensas que te hubiera dejado hacerlo si no? Entonces, quedamos dormidos los dos en el sofá, no lo dijo, pero tuve la sensación de que no quería que fuésemos a su cama.

A la mañana siguiente nos levantamos, desayunamos y, mientras desayunábamos me dijo que eso no podía volver a repetirse, que nunca más, le dije que vale.

Cuando terminamos me dijo que iba a ducharse, yo le dije que si podía ducharme yo también, ella me dijo que claro, que cuando ella terminara, se fue a la ducha y nada más que sentí el grifo me despeloté y allí entré.

Ella me dijo que qué hacía, yo la dije que ducharme, que pensaba que ya había terminado, ella me dijo que tenía mucha cara, pero no me hecho. Entonces empecé enjabonarla, la decía que la ayudaba a ducharse pero, claro aprovechaba para sobarla tetas y culazo.

Se fue calentando y me dijo que qué parte no entendía de lo que había dicho, yo le dije que todo, pero como había dicho que nunca más quería aprovechar hasta el último momento con ella, entonces, se rió y me dejó hacer. Empecé a sobarla a comerla la boca las tetas, cuando ya estuvimos los suficientemente calientes salimos de la ducha, tiré una toalla al suelo y empecé a follarla, debía de estar la toalla mal doblada que en un momento dado me dijo que se hacía daño, entonces yo la dije pues date la vuelta se me puso a 4, y, ha pasado mucho tiempo, pero la visión de ese culazo en ppompa aún no se me ha olvidado, la follé así a 4 hasta que me corrí.

Cuando terminamos, volvimos a la ducha juntos, ya más relajados pero yo la seguía comiento la boca y acariciando.

Pero, todo no terminó ahí, la historia continuó y añadiré más sobre ella en otro momento.
 
Continúo con la historia. Ella me habia dicho claramente que no se podía volver a repetir, pero el cuerpazo que tenía, como follaba, el morbazo que me daba, hacía imposible que me resignara, así que, pasado el fin de semana, volví a hablarla por el messenger del Facebbook, le hablaba en plan tonteo y aunque no me daba pie a nada, seguía hablando conmigo.

El marido estaba fuera, trabajaba entre semana en otra provincia, por lo que ella entre semana estaba sola, entonces a mitad de semana se me ocurrió presentarme sobre las 10 de la noche en su casa (a mi mujer le había dicho que trabajaría hasta tarde, cosa que no era extraña) y le mande un mensaje, decía algo así como mira pasaba por aquí cerca y estoy aquí abajo de tu casa, invítame a tomar algo anda. Ella me contestó que no me abría pero yo le insistí ¿me vas a dejar aquí tirado? Al final dijo que me abría pero que me tenía que ir rápido.

Subí y, claro, hubo algo en lo que no caí, el marido no estaba, pero sí los hijos, eran pequeños, tendrían como 4 y 7 años, por suerte, dormían. Así que, me hizo pasar pero me dijo que no hablara alto y me llevo directamente a la terraza, me ofreció tomar algo y estuvimos tomando un par de cervezas mientras hablábamos.

En un momento dado, fui a besarla, se quitó y me dijo ¿qué habíamos hablado? Yo le dije que solo era un beso nada más, la hizo gracia y seguimos hablando, al rato le di un piquito y no se quitó y me dijo que conmigo era imposible. Así que seguimos charlando y dándole piquitos.

Los piquitos se fueron transformando en morreos y las manos iban tocando, la cosa se fue calentando así que por quitarnos de la terraza me dice vamos al salón anda, fuimos al salón, pero ella antes de ir pasó por las habitaciones de los niños para comprobar que siguieran dormidos, vino al salón cerró la puerta y puso una silla justo delante de la puerta y se desató la pasión.

No la llegué a quitar la parte de arriba, sólo la quite pantalones y braguitas y allí la follé, en el sofá, recuerdo que ella ahogaba los gemidos con los cojines del sofá, fue tal el ímpetu que empezamos en el sofá y terminamos follando en el suelo.

Cuando terminamos me dijo te voy a matar, y yo a ver ¿no lo pasamos bien? Y me contesta, sí pero mis hijos ahí durmiendo y tú y yo aquí chingando. Me vestí, quedamos en que ya hablaríamos, pero al salir me giré y nos morreamos como si fueramos dos quinceañeros, ahí me di cuenta que la cosa iba a seguir.
 
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