Ofidio
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Son las que más cachondo me ponen, mejor si son grandes, pero también las más pequeñas.
Acariciarlas, masajearlas, lamerlas, mamarlas, morderlas, correrse en ellas, y llegado el caso y en pleno delirio erótico,mearlas. Todo esto y más, haría yo, y sin la menor prisa, con las generosas y caídas tetas de una mujer madura; con tacto suave, blando y caliente; con sus deliciosos pezones y grandes areolas rosáceas o más pigmentadas y rugosas, mmm. Sólo imaginarlo ya me la pone dura.
¿Alguien comparte mis gustos?
Alguna vez he visto a mi vecina del frente ducharse a través de la ventana del baño, el cristal translúcido deja ver más de lo que ella (supongo) imagina, y a veces secar su cuerpo con la ventana entreabierta. Me excita pensar que quizá lo haga adrede, para que la vea a escondidas. Rondará está señora los 70 años, (vive sola, pero tiene novio) su cuerpo entrado en carnes y sus grandes y blandas tetas me ponen a mil al verlas bambolearse en la ducha.
Yo también he correspondido alguna vez, duchándome con la ventana entreabierta y poniendo mi polla un poco a tono y juraría haberla visto merodear detrás del visillo en alguna ocasión.
Después, el trato con ella como vecina es cordial y sin la menor insinuación erótica, (vivo con mi mujer e hija...) pero intuyo que en otras circunstancias más favorables, podríamos haber tenido festival más de una vez. Cosa que me niego, a pesar de todo, a descartar.
Creo que he debido de soltar algún litro de lefa sumando las pajas que me ha inspirado mi vecina a lo largo del tiempo.
Acariciarlas, masajearlas, lamerlas, mamarlas, morderlas, correrse en ellas, y llegado el caso y en pleno delirio erótico,mearlas. Todo esto y más, haría yo, y sin la menor prisa, con las generosas y caídas tetas de una mujer madura; con tacto suave, blando y caliente; con sus deliciosos pezones y grandes areolas rosáceas o más pigmentadas y rugosas, mmm. Sólo imaginarlo ya me la pone dura.
¿Alguien comparte mis gustos?
Alguna vez he visto a mi vecina del frente ducharse a través de la ventana del baño, el cristal translúcido deja ver más de lo que ella (supongo) imagina, y a veces secar su cuerpo con la ventana entreabierta. Me excita pensar que quizá lo haga adrede, para que la vea a escondidas. Rondará está señora los 70 años, (vive sola, pero tiene novio) su cuerpo entrado en carnes y sus grandes y blandas tetas me ponen a mil al verlas bambolearse en la ducha.
Yo también he correspondido alguna vez, duchándome con la ventana entreabierta y poniendo mi polla un poco a tono y juraría haberla visto merodear detrás del visillo en alguna ocasión.
Después, el trato con ella como vecina es cordial y sin la menor insinuación erótica, (vivo con mi mujer e hija...) pero intuyo que en otras circunstancias más favorables, podríamos haber tenido festival más de una vez. Cosa que me niego, a pesar de todo, a descartar.
Creo que he debido de soltar algún litro de lefa sumando las pajas que me ha inspirado mi vecina a lo largo del tiempo.
