Nieggy
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Soy N, del hilo Aventuras de Nieggy. Voy a ir publicando relatos que no son ficticios, son relatos basados en los encuentros que tenemos M y yo. Espero que os gusten y os pongan tan cachondos cómo a nosotros al revivirlos...
Despertando a la zorra:
Hay personas que pueden despertar de todo en alguien. Pueden despertar amor, ternura, pasión... Él, M, despierta todo eso y mucho más. Pero es mucho más experto en despertar a la zorra que soy, la zorra que llevaba años dormida por culpa de alguien que no sabía quien era ni valoraba poder disfrutar de un cuerpo que se ofrecía siempre.
M, despierta a la puta que me habita y que siempre arde de deseo por él.
No se me ocurre una mejor tarde que cuando coge mi mano y vamos de camino al placer, a nuestro rincón del Sex shop, o cualquier hotel si viajamos y hacemos realidad nuestras fantasías.
Somos dos llamas que prenden de la nada solo con tocarnos o besarnos, no hay química más potente qué la que desprendemos cuando nos desnudamos.
Llegar a ese rincón oscuro donde se escuchan mil gemidos, videos porno y olor a sexo puro y duro.
Allí somos dos adictos al cuerpo de cada uno de nosotros, adictos a los fluidos de nuestros sexos y a disfrutar de cada centímetro, perdiendo el control.
Agarra mi cuello haciéndome saber que soy suya por completo, dejo de ser yo para ser su putita obediente. Agarra mi cuello y lo aprieta con esas manos que saben bien lo que hacen. Me desnuda, me muerde, me hace sangrar el labio, me vuelve a morder y me lanza sobre el colchón rojo, tan rojo cómo el deseo que nos lleva a gemir de locura.
Su lengua es maestra, sus dedos son maestros... mi coño se moja, se empapa al sentirlos, al sentir su lengua acariciando mis labios, el clítoris.
Penetra con sus dedos mi coño a punto de estallar y brota todo el deseo que despierta en mí. Se pone sobre mí, me escupe en la boca y saboreo la saliva, me folla con fuerza, su polla dura entra y sale de mí y lo escucho gemir, le encanta follarme dominando, le gusta hacerme disfrutar y gritar. Agarra mis piernas y me da la vuelta. Abro mis nalgas y besa cada pliegue de mi culo, del ano, mete su lengua en el y lo saborea. Noto su dedo en mi culo, me vuelve loca... Azota con fuerza, con una fuerza de bestia mis nalgas hasta hacerlas sangrar, deja las manos señaladas, deja su señal para que todos sepan que soy de él, que solo él me domina y folla. Nos volvemos bestias salvajes, gemimos, mete su polla y penetra poco a poco hasta que le pido que me folle con fuerza, cada vez más fuerte hasta que me rompa el culo. Sus embestidas me ponen cada vez más zorra y no paro de correrme, provoca en mí tantos orgasmos que creo morir. Vuelve a agarrarme del cuello mientras me folla el culo, tapa mi boca y se acerca a mi oído, gime en el, noto cómo se excita, me pone a mil...
La zorra está despierta y tiene hambre, la zorra no quiere parar y necesita su leche...
Deja de embestirme y se tumba. Su polla sigue con ganas de juego y yo quiero darle caña.
Su polla es mi vicio, podría mamarla a cada rato sin cansarme...
La agarro con ambas manos y empiezo a acariciarla. Está dura, sus venas delatan que quiere explotar en mi boca de nuevo. Noto la humedad y cómo palpita... vuelvo a excitarme y la meto en mi boca, la beso, beso su glande mojado, deseoso de que lo succione. Mi lengua acaricia su dureza y saboreo con placer desesperado. Subo y bajo, subo y bajo, mis dedos ayudan a masturbarlo, a llevarlo al éxtasis.
Bajo y sus huevos están en mi boca, jugueteo con ellos, los lamo, muerdo con cuidado... gime, noto sus contracciones de placer absoluto y sigo chupando, lamiendo, absorbiendo... Saca la polla de mi boca y la sacude en mi cara, gime con fuerza y se corre en mí, en mi cara de zorra hambrienta. Me levanta , agarrando el pelo y vuelve a besarme, a morderme y mirarme con hambre, mientras con mis dedos limpio su corrida y la saboreo cómo un caramelo, no dejo ni una gota.
Somos dos animales en celo y nos gusta. Soy una zorra en sus brazos y lo sabe y lo provoca...
Despertando a la zorra:
Hay personas que pueden despertar de todo en alguien. Pueden despertar amor, ternura, pasión... Él, M, despierta todo eso y mucho más. Pero es mucho más experto en despertar a la zorra que soy, la zorra que llevaba años dormida por culpa de alguien que no sabía quien era ni valoraba poder disfrutar de un cuerpo que se ofrecía siempre.
M, despierta a la puta que me habita y que siempre arde de deseo por él.
No se me ocurre una mejor tarde que cuando coge mi mano y vamos de camino al placer, a nuestro rincón del Sex shop, o cualquier hotel si viajamos y hacemos realidad nuestras fantasías.
Somos dos llamas que prenden de la nada solo con tocarnos o besarnos, no hay química más potente qué la que desprendemos cuando nos desnudamos.
Llegar a ese rincón oscuro donde se escuchan mil gemidos, videos porno y olor a sexo puro y duro.
Allí somos dos adictos al cuerpo de cada uno de nosotros, adictos a los fluidos de nuestros sexos y a disfrutar de cada centímetro, perdiendo el control.
Agarra mi cuello haciéndome saber que soy suya por completo, dejo de ser yo para ser su putita obediente. Agarra mi cuello y lo aprieta con esas manos que saben bien lo que hacen. Me desnuda, me muerde, me hace sangrar el labio, me vuelve a morder y me lanza sobre el colchón rojo, tan rojo cómo el deseo que nos lleva a gemir de locura.
Su lengua es maestra, sus dedos son maestros... mi coño se moja, se empapa al sentirlos, al sentir su lengua acariciando mis labios, el clítoris.
Penetra con sus dedos mi coño a punto de estallar y brota todo el deseo que despierta en mí. Se pone sobre mí, me escupe en la boca y saboreo la saliva, me folla con fuerza, su polla dura entra y sale de mí y lo escucho gemir, le encanta follarme dominando, le gusta hacerme disfrutar y gritar. Agarra mis piernas y me da la vuelta. Abro mis nalgas y besa cada pliegue de mi culo, del ano, mete su lengua en el y lo saborea. Noto su dedo en mi culo, me vuelve loca... Azota con fuerza, con una fuerza de bestia mis nalgas hasta hacerlas sangrar, deja las manos señaladas, deja su señal para que todos sepan que soy de él, que solo él me domina y folla. Nos volvemos bestias salvajes, gemimos, mete su polla y penetra poco a poco hasta que le pido que me folle con fuerza, cada vez más fuerte hasta que me rompa el culo. Sus embestidas me ponen cada vez más zorra y no paro de correrme, provoca en mí tantos orgasmos que creo morir. Vuelve a agarrarme del cuello mientras me folla el culo, tapa mi boca y se acerca a mi oído, gime en el, noto cómo se excita, me pone a mil...
La zorra está despierta y tiene hambre, la zorra no quiere parar y necesita su leche...
Deja de embestirme y se tumba. Su polla sigue con ganas de juego y yo quiero darle caña.
Su polla es mi vicio, podría mamarla a cada rato sin cansarme...
La agarro con ambas manos y empiezo a acariciarla. Está dura, sus venas delatan que quiere explotar en mi boca de nuevo. Noto la humedad y cómo palpita... vuelvo a excitarme y la meto en mi boca, la beso, beso su glande mojado, deseoso de que lo succione. Mi lengua acaricia su dureza y saboreo con placer desesperado. Subo y bajo, subo y bajo, mis dedos ayudan a masturbarlo, a llevarlo al éxtasis.
Bajo y sus huevos están en mi boca, jugueteo con ellos, los lamo, muerdo con cuidado... gime, noto sus contracciones de placer absoluto y sigo chupando, lamiendo, absorbiendo... Saca la polla de mi boca y la sacude en mi cara, gime con fuerza y se corre en mí, en mi cara de zorra hambrienta. Me levanta , agarrando el pelo y vuelve a besarme, a morderme y mirarme con hambre, mientras con mis dedos limpio su corrida y la saboreo cómo un caramelo, no dejo ni una gota.
Somos dos animales en celo y nos gusta. Soy una zorra en sus brazos y lo sabe y lo provoca...
