El Confesionario: Cuenta tu experiencia sexual en el trabajo

Lenon

Miembro muy activo
Desde
14 Sep 2023
Mensajes
165
Reputación
398
Hola foreros:
Aprovechando que he entrado en otro foro para repescar un mensaje del que soy autor y que he querido compartír con FOROPORNO, he recuperado otro tema que seguro tiene más experiencias que vosotros podéis "ilustrarnos".

Quería proponeros que escribamos casos reales que nos hayan ocurrido dentro del entorno laboral.

Y para romper el hielo voy a compartir una experiencia que ocurrió ya bastante tiempo atrás. NUNCA , NUNCA se lo he contado a nadie personalmente (solo en el foro al redactarlo y de forma anónima).

He tenido otras historias pero esta es diferente. No destaca por su carácter sexual pero si que fue una experiencia morbosa, peligrosa y cautivadura de mi juventud.

Animaros y contar las vuestras que seguro son interesantes y mejores...
 
Trabajaba yo en una entidad que contaba con tres instalaciones separadas por zonas ajardinadas unas de otras. Yo tenía 25 años y mi despacho estaba en el edificio principal. Ella trabajaba en otro departamento. Ingeniera de vasta formación a pesar de su juventud. Tenía 27 tacos y su despacho estaba en el otro edificio. Intelectualmente era muy atractiva, físicamente, sin ser un pibón estaba muy bien. Un poco más alta que yo, delgada y de pechos pequeños proporcionados. Sin ser guapa era atractiva. Verla entrar en el hall del edificio con su cautivadora sonrisa era estimulante. Sus labios -con el tiempo lo supe- eran de tipo "masajeador". Era la manzana de "Adán y Eva". Una tentación en toda regla.

Mi relación con todo el personal era magnífico y con ella de los mejores. Coincidíamos en reuniones, a la hora de comer, tomando un café, etc.. Siempre bromeábamos y ella entraba a trapo. Es más, me superaba con las bromas de carácter sexual. El coqueteo y la complicidad era manifiesta. Divertida y sensual pero sin llegar a perder los papeles.

Poco a poco nuestra complicidad en la jornada de trabajo fue "incresccendo". Cualquier oportunidad era buena para ponerte la mano en el hombro, quedar a tomar un café, compartir gustos por tal libro o aquella película...En grupo, y ya fuera del trabajo, habíamos quedado con nuestras parejas que se conocían.

Siempre en el trabajo ella tomaba la inciativa. Se repetían las llamadas de teléfono y los mensajes de e-mail (había una mensajería interna y trabajábamos en Red) subidos de tono. Imaginaros yo en mi despacho con una visita y recibir una llamada con una voz sensual diciendo: "seguro te estás poniendo cardíaco con mi tono de voz..." y yo contestando de forma comprometida.. "si claro, es tal cual lo estás comentando"... y te colgaba con un sonoro y sensual beso. Al momento sonaba en tu PC un "clink", y recibías un mensaje de email que decía "Espero esté yendo bien la reunión con tu buen hacer y la erección que acabas de experimentar". Yo entre cara de acongojado y asombro, eliminaba el mensaje como el chavalín que esconde una revista porno por si le pillan sus padres.

Ahora no detallo experiencias pero se sucedieron las semanas: comida de tetas en el coche cerca del trabajo, baños desnudos en el mar, espumosas duchas. Torridas conversaciones. Recuerdo un viernes despues del trabajo, en una Cafetería en la playa, y justamente cuando servía la camarera, me confesó la inquietud que tenía de experimentar un lésbico. No se cortaba, buscaba siempre la provocación, mía y de la camarera. Hoy pasado el tiempo estoy convencido que lo habrá experimentado. Era una tia superlanzada a todo, en el trabajo y en el sexo.

Me invitaba a su casa y nos enrrollabamos en su habitación mientras su hermana estaba en otra estancia de la casa.

Pero lo más fuerte y atractivo de ella no era el sexo. Era el morbo, el jugar al límite, el provocar situaciones de tensión y el grado supremo de esta situación lo viví en un viaje de 4 días que hicimos con nuestras parejas. Imaginaros

COCHE: Su pareja dormida, ella -sentada detrás del asiento del conductor- se acercaba a los asientos delanteros para hablar con mi pareja y conmigo. Y yo que iba conduciendo notaba su mano se desplazaba por detras, me estremecía como me tocaba acariciaba el costado de mi cuerpo.
CALLE: Íbamos los cuatro y cuando veía un despiste o alguna situación me rozaba el culo o la mano libre mientras yo iba con mi pareja.
RESTAURANTE: Estábamos comiendo los cuatro en una mesa y de repente notar su mano en mi muslo.
HOTEL: Habitaciones contiguas y en un momento, en situaciones que nuestras parejas estaban cerca pero no nos veían, te soltaba un furtivo y rápido morreo.


Al poco me surgió un cambio de trabajo irrechazable y dejé de verla. Le perdí el contacto. A través de un compañero de trabajo sé que ella no solo cambió de pareja y trabajo, sino que de país. Ya no he vuelto a saber de ella.

Es lo que os he confesado. No fue importante la experiencia desde el punto de vista de sexo, fue el morbo y el ver como estábamos siempre al límite. Al filo de la navaja. Ese era su atractivo. Ese era su peligro.
 
Hola foreros:
Aprovechando que he entrado en otro foro para repescar un mensaje del que soy autor y que he querido compartír con FOROPORNO, he recuperado otro tema que seguro tiene más experiencias que vosotros podéis "ilustrarnos".

Quería proponeros que escribamos casos reales que nos hayan ocurrido dentro del entorno laboral.

Y para romper el hielo voy a compartir una experiencia que ocurrió ya bastante tiempo atrás. NUNCA , NUNCA se lo he contado a nadie personalmente (solo en el foro al redactarlo y de forma anónima).

He tenido otras historias pero esta es diferente. No destaca por su carácter sexual pero si que fue una experiencia morbosa, peligrosa y cautivadura de mi juventud.

Animaros y contar las vuestras que seguro son interesantes y mejores...
Es una buena temática si seño, a ver esa historia
 
Yo ya he contado en algun otro hilo q trabajo en centros de estetica desde los 20 años, obviamente no voy a decir el centro donde trabajo actualmente...y bueno, aunque no es el dia a dia como alguien pueda pensar...en todo este tiempo admito haber tenido mis historias...
 
Yo ya he contado en algun otro hilo q trabajo en centros de estetica desde los 20 años, obviamente no voy a decir el centro donde trabajo actualmente...y bueno, aunque no es el dia a dia como alguien pueda pensar...en todo este tiempo admito haber tenido mis historias...
Hola aliena_87:
He leído algunos de tus interesantes mensajes sobre tu experiencia profesional y el mundo genital de tus clentes... :aplausos1::aplausos1:

No sé si se me ha pasado o hay otros hilos pero ¿has tenido alguna relación sexual derivada de tu profesión y en tu centro de trabajo?
 
Yo ya he contado en algun otro hilo q trabajo en centros de estetica desde los 20 años, obviamente no voy a decir el centro donde trabajo actualmente...y bueno, aunque no es el dia a dia como alguien pueda pensar...en todo este tiempo admito haber tenido mis historias...
Cuéntanos más por favor
 
Yo ya he contado en algun otro hilo q trabajo en centros de estetica desde los 20 años, obviamente no voy a decir el centro donde trabajo actualmente...y bueno, aunque no es el dia a dia como alguien pueda pensar...en todo este tiempo admito haber tenido mis historias...
Buenos días Aliena. He leído que por motivos de trabajo has depilado a hombres y se han excitado. Es el motivo por el que no me hago una depilación permanente. ¿Qué se hace o has hecho e esos casos? Supongo que en algunos casos, te resultará muy excitante. Es un tema muy morboso. Gracias y saludos 🤗.
 
He follado con 2 compañeras en 2 trabajos. Con una hace casi 20 años. Y con la otra antes de la pandemia. Con una estuvimos follando de continuo. Y con la otra fue un polvo dd una noche.
Gracias por comentar. Se merece dos posts distintos para comentar con un poco más de detalle en cada uno de tus trabajos. Anímate ;)
 
Pues yo tengo una experiencia muy morbosa y excitante en el trabajo, duró algunos años, 3 ó 4, hasta que cambié de localidad.

De todas esas experiencias os voy a contar la que más me excita recordar.

Os pongo en situación, Trabajaba en un instituto de profesor y la administrativa de secretaría estaba tremenda, era bajita, pero tenía un cuerpo diez, además se había operado los pechos y los tenía precioso y, sobre todo, era una provocadora nata, iba vestida siempre con mini, minivestidos o con leggin que le marcaban toda la raja del coño. Siempre iba con taconazos, por lo que aún provocaba más. Al principio sólo fue una buena amistad, pero poco a poco, con mensajes por whatsapp y tiritos cuando estábamos solo, la cosa se calentó y empezamos a meternos manos y al final a follar como locos, siempre en el instituto, ya os contaré en que sitios, pero era super morboso.

No me demoro más y os cuento la experiencia. En una de nuestras charlas picantes, le comento que me encanta el sexo anal, pero que a mi mujer no mucho por lo que apenas disfruto de él. También le comenté que a mí me gustaba también que me tocaran el culo y que jugaba con objetos y me los metía. Ella se sorprendió mucho y se excitó, la cuestión era que, aunque ella había tenido alguna que otra aventura, su culito era virgen, imaginaros como me puso. Decía que le daba susto, pero yo seguía insistiéndole y contándole experiencias. Poco a poco fue dejándome hacer y empecé a comerle el culito, la tía gemía como una perra y en otras, me chupaba un dedo y se lo metía, me decía que le dolía, que parara, pero la sujetaba fuerte y la obligaba a doblarse, exponiendo aún más su culito y metiendo el dedo, al final siempre terminaba gimiendo.

Un día, antes de irnos para casa, le mandé un mensaje diciéndole que viniera preparada al día siguiente que me iba a comer ese culito. Solíamos vernos a primera hora, normalmente ella estaba sola en la oficina del instituto, hasta la siguiente hora no llegaba nadie y dentro tenían un almacén pequeñito, sin ventana y con alguna mesa y silla que usábamos. Cuando entraba, disimuladamente echaba la llave a la puerta y nos quedábamos los dos solos y nos metíamos en el almacén.

Ese día cuando llegué a la oficina de la secretaria a primera hora, estaba ella sentada en su silla giratoria y, al verme entrar, gira el sillón hacia mi y abre sus piernas, la tía venía sin bragas, imaginaros como me puso. Enseguida la cogía de la mano y me la llevé para el almacén. Empezamos comiéndonos la boca, yo le sobaba con una mano las tetas y bajaba hasta su culito. No quería precipitarme y quería excitarla al máximo para que me dejara hacer.

La senté en la mesita que había y empecé a comerle el coño, la tía no hacía más que gemir y mi polla crecía por momentos.

Después de un rato así, la bajé y la puse de espaldas a mí, le obligué a apoyar su cuerpo sobre la mesa y así tenía todo su culito a la vista. Me puse de rodillas y empecé a pasar mi lengua por la rajita del culito desde arriba, cuando llegué a su ojete, se lo acaricié con la lengua pero muy suavemente, para que deseara que se la metiera dentro. Dio un gemido y temblaba de placer, así que empecé a comerle el culito bien, le metía un poco la lengua, bajaba hasta su clítoris y volvía a subir.

Cuando vi que estaba super excitada, me levanté y mientras con una mano le pajeaba su clítoris, me chupé un dedo de la otra y se lo llevé a la entrada de su culito. Primero se lo rozaba, se lo presionaba un poco y lo separaba. Ella se movía deseosa, así que empecé a meterle el dedo despacito, tenía todo su ojete ensalivado y el dedo también, pero me costaba un poco, ella se quejaba un poco pero yo seguía y el hecho de que estuviese con su clítoris también, ayudaba a que siguiera dejándome jugar con su culito.

Después de estar un ratito con mi dedo dentro de su culito, se lo saqué y me lamí dos dedos y empecé a presionarle el culito con ellos e intentar metérselos. Me pidió que parara, que le dolía, pero no le hice caso, seguí despacio metiéndoselos, ella quejándose, pero dejándose hacer.

Consiguieron entrar y poco a poco se los sacaba y volvía a meterlos, como si estuviese follándola. Cuando vi que se le estaba relajando el ojete, fui a por el tercero. Los saqué, me chupé tres y los dirigí hacia su culo. Ya me decía que no podía más que le dolía, que se los sacara, pero, como supondréis, no le hice caso, le follé el culito con mis tres dedos. Yo estaba que me iba a correr solo y no quería, quería follarme ese culito. Así que me puse justo detrás de su culito, me bajé los pantalones (no llevaba yo tampoco ropa interior) y una mano le separé los cachetes como pude y con la otra cogí mi polla y se la acerqué a la entrada de su culito. Cuando la sintió, me dijo que le daba susto, pero le susurré que le había metido en su culito tres dedos y que se lo había follado, ahora le tocaba a mi polla. Ella se resignó en ese momento, no sabía lo que le venía aún.

Empecé a apretar mi polla en su ojete y, aunque me costaba avanzar, mi polla fue entrando poco a poco, ella empezó a quejarse más y me pedía que parar, yo le contestaba que se relajase, que estaba entrando. Mi polla poco a poco, con mi flujo seminal y ensalivada que la tenía también, consiguió entrar casi entera, me acerqué a su oído y se lo dije, la tienes ya dentro, enterita zorra ¿Te gusta verdad? Casi no podía hablar, pero me dijo que si muy flojito y jadeando y quejándose.

Lo cierto es que no pude aguantar mucho, a los pocos movimientos de mi polla en su culito solté toda mi lecha dentro. Por cada espasmo de mi polla, ella daba un pequeño quejido, entre dolor y excitación.

Cuando terminé se la saqué y ella se relajó. Me preguntó dónde estaba mi lefa y le contesté que la llevaba en su culito. Nos pusimos bien la ropa y ella se fue al servicio, supongo para sacarla fuera.

Ese día no pude verla más, pero al día siguiente, en un momento que nos cruzamos por un pasillo, se me acercó y me dijo al oído: Me he acordado de ti toda la tarde de ayer, tenía el culito irritado, pero me encantaba esa sensación.

Uff, me puso otra vez a cien, pero ese día no pudimos hacer nada.

Bueno, un poco larga, pero os puedo asegurar que es real, igual que otras que ya os contaré, me costó mucho irme de ese instituto, porque me lo pasaba muy bien, pero la vida es así.

Un saludo.
 
¿Repetirste muchas veces con ella?
 
Hace unos 15 sños así encontré un trabajo de conductor de vehículo adaptado fines de semana y festivos. De acompañante tenía a una divorciada cincuentona de muy buen ver. Morena con buen culo y tetas ni grandes ni pequeñas.
Enseguida hicimos buenas migas y a veces entre semana cuando ambos librabamos quedábamos a tomar algo.
Yo le hacía favores en plan ayudarla con montar unos muebles de Ikea, o alguna chapucilla doméstica.
Una de las veces un viernes me invito a cenar y fuimos de bocatas. Después nos fuimos de marcha. En uno de los bares estaban poniendo la canción de la gasolina. Y empecemos a bailar la medio en broma. Pero a medida que avanzaba la canción nos fuimos juntando más, quedando a unos pocos centímetros.
Entonces puse mis manos en sus nalgas y la acerque contra mi de forma que su coño se restregaba contra mi polla al ritmo de la musica. Se terminó la canción y no nos separemos y mis manos ya no solo sujetaban sus nalgas, sino que empecé a magrearselas mientras nos mirábamos a los ojos esperando que alguno de los dos diera el siguiente paso.
Fue ella la que me beso en la boca.
Mientras yo había metido la mano por debajo del pantalón y la braga y mareaba directamente sus nalgas. Estaban frías, en cambio el coño le hervia completamente empapado. Pues había logrado logrado rozarlo levemente con la punta de los dedos más largos.
Le dije de buscar un sitio más discreto y me ofreció ir a su apartamento.
Pero no aguantamos la calentura y terminemos follando en un portal. Bajo unas escaleras. Intentando amortiguar los ruidos que hacíamos.
Fue algo incómodo pero muy morboso puesto que apenas nos desnudemos. Conseguí que se corriera 2 veces y luego yo lo hice dentro de su coño.
Fue algo rápido.
Esa noche dormí es su casa. Y allí más tranquilos volvimos a follar. Al día siguiente en el trabajo en unas horas que teníamos libres lo hicimos en la furgoneta de traslados . Los cristales los tiene tintados.
Todos los dias follabamos en el trabajo. Y si no nos había dado tiempo follabamos después.
Entre semana en nuestro tiempo libre ya sólo quedábamos para follar. Nos saltabamos el café. Yo si andaba cerca y tenían un rato libre le llamaba y si ella estaba libre iba y viceversa.
 
Pues yo tengo una experiencia muy morbosa y excitante en el trabajo, duró algunos años, 3 ó 4, hasta que cambié de localidad.

De todas esas experiencias os voy a contar la que más me excita recordar.

Os pongo en situación, Trabajaba en un instituto de profesor y la administrativa de secretaría estaba tremenda, era bajita, pero tenía un cuerpo diez, además se había operado los pechos y los tenía precioso y, sobre todo, era una provocadora nata, iba vestida siempre con mini, minivestidos o con leggin que le marcaban toda la raja del coño. Siempre iba con taconazos, por lo que aún provocaba más. Al principio sólo fue una buena amistad, pero poco a poco, con mensajes por whatsapp y tiritos cuando estábamos solo, la cosa se calentó y empezamos a meternos manos y al final a follar como locos, siempre en el instituto, ya os contaré en que sitios, pero era super morboso.

No me demoro más y os cuento la experiencia. En una de nuestras charlas picantes, le comento que me encanta el sexo anal, pero que a mi mujer no mucho por lo que apenas disfruto de él. También le comenté que a mí me gustaba también que me tocaran el culo y que jugaba con objetos y me los metía. Ella se sorprendió mucho y se excitó, la cuestión era que, aunque ella había tenido alguna que otra aventura, su culito era virgen, imaginaros como me puso. Decía que le daba susto, pero yo seguía insistiéndole y contándole experiencias. Poco a poco fue dejándome hacer y empecé a comerle el culito, la tía gemía como una perra y en otras, me chupaba un dedo y se lo metía, me decía que le dolía, que parara, pero la sujetaba fuerte y la obligaba a doblarse, exponiendo aún más su culito y metiendo el dedo, al final siempre terminaba gimiendo.

Un día, antes de irnos para casa, le mandé un mensaje diciéndole que viniera preparada al día siguiente que me iba a comer ese culito. Solíamos vernos a primera hora, normalmente ella estaba sola en la oficina del instituto, hasta la siguiente hora no llegaba nadie y dentro tenían un almacén pequeñito, sin ventana y con alguna mesa y silla que usábamos. Cuando entraba, disimuladamente echaba la llave a la puerta y nos quedábamos los dos solos y nos metíamos en el almacén.

Ese día cuando llegué a la oficina de la secretaria a primera hora, estaba ella sentada en su silla giratoria y, al verme entrar, gira el sillón hacia mi y abre sus piernas, la tía venía sin bragas, imaginaros como me puso. Enseguida la cogía de la mano y me la llevé para el almacén. Empezamos comiéndonos la boca, yo le sobaba con una mano las tetas y bajaba hasta su culito. No quería precipitarme y quería excitarla al máximo para que me dejara hacer.

La senté en la mesita que había y empecé a comerle el coño, la tía no hacía más que gemir y mi polla crecía por momentos.

Después de un rato así, la bajé y la puse de espaldas a mí, le obligué a apoyar su cuerpo sobre la mesa y así tenía todo su culito a la vista. Me puse de rodillas y empecé a pasar mi lengua por la rajita del culito desde arriba, cuando llegué a su ojete, se lo acaricié con la lengua pero muy suavemente, para que deseara que se la metiera dentro. Dio un gemido y temblaba de placer, así que empecé a comerle el culito bien, le metía un poco la lengua, bajaba hasta su clítoris y volvía a subir.

Cuando vi que estaba super excitada, me levanté y mientras con una mano le pajeaba su clítoris, me chupé un dedo de la otra y se lo llevé a la entrada de su culito. Primero se lo rozaba, se lo presionaba un poco y lo separaba. Ella se movía deseosa, así que empecé a meterle el dedo despacito, tenía todo su ojete ensalivado y el dedo también, pero me costaba un poco, ella se quejaba un poco pero yo seguía y el hecho de que estuviese con su clítoris también, ayudaba a que siguiera dejándome jugar con su culito.

Después de estar un ratito con mi dedo dentro de su culito, se lo saqué y me lamí dos dedos y empecé a presionarle el culito con ellos e intentar metérselos. Me pidió que parara, que le dolía, pero no le hice caso, seguí despacio metiéndoselos, ella quejándose, pero dejándose hacer.

Consiguieron entrar y poco a poco se los sacaba y volvía a meterlos, como si estuviese follándola. Cuando vi que se le estaba relajando el ojete, fui a por el tercero. Los saqué, me chupé tres y los dirigí hacia su culo. Ya me decía que no podía más que le dolía, que se los sacara, pero, como supondréis, no le hice caso, le follé el culito con mis tres dedos. Yo estaba que me iba a correr solo y no quería, quería follarme ese culito. Así que me puse justo detrás de su culito, me bajé los pantalones (no llevaba yo tampoco ropa interior) y una mano le separé los cachetes como pude y con la otra cogí mi polla y se la acerqué a la entrada de su culito. Cuando la sintió, me dijo que le daba susto, pero le susurré que le había metido en su culito tres dedos y que se lo había follado, ahora le tocaba a mi polla. Ella se resignó en ese momento, no sabía lo que le venía aún.

Empecé a apretar mi polla en su ojete y, aunque me costaba avanzar, mi polla fue entrando poco a poco, ella empezó a quejarse más y me pedía que parar, yo le contestaba que se relajase, que estaba entrando. Mi polla poco a poco, con mi flujo seminal y ensalivada que la tenía también, consiguió entrar casi entera, me acerqué a su oído y se lo dije, la tienes ya dentro, enterita zorra ¿Te gusta verdad? Casi no podía hablar, pero me dijo que si muy flojito y jadeando y quejándose.

Lo cierto es que no pude aguantar mucho, a los pocos movimientos de mi polla en su culito solté toda mi lecha dentro. Por cada espasmo de mi polla, ella daba un pequeño quejido, entre dolor y excitación.

Cuando terminé se la saqué y ella se relajó. Me preguntó dónde estaba mi lefa y le contesté que la llevaba en su culito. Nos pusimos bien la ropa y ella se fue al servicio, supongo para sacarla fuera.

Ese día no pude verla más, pero al día siguiente, en un momento que nos cruzamos por un pasillo, se me acercó y me dijo al oído: Me he acordado de ti toda la tarde de ayer, tenía el culito irritado, pero me encantaba esa sensación.

Uff, me puso otra vez a cien, pero ese día no pudimos hacer nada.

Bueno, un poco larga, pero os puedo asegurar que es real, igual que otras que ya os contaré, me costó mucho irme de ese instituto, porque me lo pasaba muy bien, pero la vida es así.

Un saludo.
Mariavillosamente bien contada y detallada. Se nota que había "competración" (doble sentido en otda regla :p), complicidad y un feeling total entre ambos. Te felicito. Gracias por compartir. (y)(y)
 
Hace unos 15 sños así encontré un trabajo de conductor de vehículo adaptado fines de semana y festivos. De acompañante tenía a una divorciada cincuentona de muy buen ver. Morena con buen culo y tetas ni grandes ni pequeñas.
Enseguida hicimos buenas migas y a veces entre semana cuando ambos librabamos quedábamos a tomar algo.
Yo le hacía favores en plan ayudarla con montar unos muebles de Ikea, o alguna chapucilla doméstica.
Una de las veces un viernes me invito a cenar y fuimos de bocatas. Después nos fuimos de marcha. En uno de los bares estaban poniendo la canción de la gasolina. Y empecemos a bailar la medio en broma. Pero a medida que avanzaba la canción nos fuimos juntando más, quedando a unos pocos centímetros.
Entonces puse mis manos en sus nalgas y la acerque contra mi de forma que su coño se restregaba contra mi polla al ritmo de la musica. Se terminó la canción y no nos separemos y mis manos ya no solo sujetaban sus nalgas, sino que empecé a magrearselas mientras nos mirábamos a los ojos esperando que alguno de los dos diera el siguiente paso.
Fue ella la que me beso en la boca.
Mientras yo había metido la mano por debajo del pantalón y la braga y mareaba directamente sus nalgas. Estaban frías, en cambio el coño le hervia completamente empapado. Pues había logrado logrado rozarlo levemente con la punta de los dedos más largos.
Le dije de buscar un sitio más discreto y me ofreció ir a su apartamento.
Pero no aguantamos la calentura y terminemos follando en un portal. Bajo unas escaleras. Intentando amortiguar los ruidos que hacíamos.
Fue algo incómodo pero muy morboso puesto que apenas nos desnudemos. Conseguí que se corriera 2 veces y luego yo lo hice dentro de su coño.
Fue algo rápido.
Esa noche dormí es su casa. Y allí más tranquilos volvimos a follar. Al día siguiente en el trabajo en unas horas que teníamos libres lo hicimos en la furgoneta de traslados . Los cristales los tiene tintados.
Todos los dias follabamos en el trabajo. Y si no nos había dado tiempo follabamos después.
Entre semana en nuestro tiempo libre ya sólo quedábamos para follar. Nos saltabamos el café. Yo si andaba cerca y tenían un rato libre le llamaba y si ella estaba libre iba y viceversa.
Vaya calentón que te pegaste y me has puesto a mi a ritmo de "La Gasolina". Y menudo morbazo lo de la furgoneta con cristales tintados. :aplausos1:

Muchisimas gracias por compartir(y)(y)
 
Solo tuve experiencia sexuales en una cadena de comida rápida, y fue que teníamos a una compañera apática pero gruesa.
Se podría decir que era nuestra apoyo moral(realmente los trabajos que no quería hacer no lo encargaba a nosotros a cambio de favores sexuales).

Lo más curioso es que tuve dos trabajos relacionados con la sexualidad en los cuales estuvo muy tranquilo y nada morboso a parte de su trabajo(Es una Sexshop y un clubs men's o también conocida como tabledance)
 
Solo tuve experiencia sexuales en una cadena de comida rápida, y fue que teníamos a una compañera apática pero gruesa.
Se podría decir que era nuestra apoyo moral(realmente los trabajos que no quería hacer no lo encargaba a nosotros a cambio de favores sexuales).

Lo más curioso es que tuve dos trabajos relacionados con la sexualidad en los cuales estuvo muy tranquilo y nada morboso a parte de su trabajo(Es una Sexshop y un clubs men's o también conocida como tabledance)
La chica apática pero gruesa ¿llegó a establecer una tarifa? ¿por Cada trabajo que no quería hacer ofrecia un pago?
 
La chica apática pero gruesa ¿llegó a establecer una tarifa? ¿por Cada trabajo que no quería hacer ofrecia un pago?
En si no había tarifa exactamente si no que tan pesado era el trabajo, un ejemplo, te daba una paja o mostrar las tetas por un segundo a cambio de sacar la basura, pero si atendías en caja o algún trabajo que consitas en soportar a los clientes te podías dar un oral o hasta sexo.

Si hablas de pagos con dinero es un no ya que le salía más rentable los favores.
 
En si no había tarifa exactamente si no que tan pesado era el trabajo, un ejemplo, te daba una paja o mostrar las tetas por un segundo a cambio de sacar la basura, pero si atendías en caja o algún trabajo que consitas en soportar a los clientes te podías dar un oral o hasta sexo.

Si hablas de pagos con dinero es un no ya que le salía más rentable los favores.
Hola.
No, no pensaba en dinero. En algo así como el primer párrafo es en lo que pensaba.
 
Yo en el trabajo he tenido varias….tengo una empresa, y desde líos con mis secretarias, algunas clientes..
una de las más morbosas que recuerdo fue cuando una secretaria muy jovencita que tenía, con unas tetas de vicio me vino un día pidiendo un favor, ya que necesitaba las 3 últimas nóminas que fueran falsas y más grandes ya que se tenía q7e ir de la casa de los padres y le eran imprescindibles para alquilar…
 
Atrás
Top Abajo