agratefuldude
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- Pues a mi que haya un contrato de por medio me da confianza.
Silvia me miraba desde el otro lado de la mesa del comedor. Estaba reclinada sobre el respaldo de la silla con los brazos cruzados sobre los pechos. Me miraba con cara impasible pero se notaba que lo hacía con esfuerzo. Todo su lenguaje corporal gritaba tensión. Me dí cuenta de que me movía en arenas movedizas y que esto podía acabar en tremenda bronca. Tenía poco margen y lo primero era saber si quería o debía librar esa batalla. Frente a mí, sobre la mesa, tenía el documento que ella acababa de darme y en el que se leía “Contrato de Modelo Artístico”.
Ahí es donde me volví a encallar. Tragué saliva y miré de nuevo a Silvia, que me devolvía la mirada imperturbable, los brazos aún cruzados mostrando su clara intención de no bajar del burro.
Los preliminares ya los sabía. Jaime era amigo de Silvia desde antes de que nosotros dos empezáramos a salir. Él nunca había disimulado su interés por mi mujer y ella nunca tampoco le había parado los piés. Aunque no tengo motivos para pensar que él haya intentado nunca nada con ella, sí que a veces se toma demasiadas confianzas: abrazos exageradamente largos, caricias casi indecorosas e incluso besos poco castos… Cuando en un par de ocasiones la he confrontado con mis dudas sobre las intenciones poco ocultas de Jaime ella siempre me ha dicho que soy un exagerado, que veo fantasmas y que él solo es un buen amigo. Un muy buen amigo.
Pero ahora tenía sobre la mesa las intenciones de Jaime en forma de contrato formal y aún así ella seguía negando la obviedad.
- Aquí dice que le vas a dejar hacerte fotos en pelotas.
- Sí, ¿y qué?
- ¿Y te parece bien?
- ¿Por qué iba a parecerme mal?
- Pues no se…
- ¿Qué es lo que no sabes?
- Pues que… no sé, algo tendré yo a decir, ¿no?
- ¿Tú? ¿Qué coño vas a tener que decir tú? Ya has visto que el contrato es entre él y yo. ¿Acaso ves tu nombre por algún lado?
- Pero…
- ¿Pero qué? Cuidado con lo que vas a decir que te vas a meter en un lío….
Intenté tranquilizarme para intentar no cagarla mucho…
- Jaime siempre ha ido detrás tuyo…
- ¡Y dale! ¡Otra vez el mismo cuento!
- ¡No es un cuento! - le dije agitando los papeles del contrato ante su cara.
- Jaime ha fotografiado a centenares de mujeres. Y hombres. ¡Es un profesional que ha publicado en algunas de las principales revistas del mundo!
- ¿Algunas de las principales revistas del mundo? A ver… que no son Vanity Fair o Vogue precisamente.
- Eres un snob y un capullo.
Puede ser. Pero él más.
- Además, Jaime siempre me ha dicho que yo podría ser modelo.
- Jaime siempre ha querido llevarte al catre.
- Jaime es un buen amigo que siempre me ha dado confianza. ¡Algo que veo que mi propio marido no sabe hacer!
Jaime siempre ha querido darle algo más que confianza. ¿Pero cómo era posible que ella no lo viese? De todas formas la conversación no iba nada bien, daba la impresión que cada palabra que yo decía reafirmaba en Silvia la idea de continuar con esa charada.
- ¿Y para qué cojones me enseñas este contrato entonces?
- ¡Para que me digas si te parece que está bien pagado o debería pedirle más!
- Bien pa…
¿Cómo? Aquí me había pillado desprevenido. ¿Jaime iba a pagar a Silvia por hacerle unas fotografías? Bajé la vista a los papeles.
¡Ostia puta! ¡Diez mil pavos! ¡Eso es un pastizal por unas fotos!
- ¡¿¡¿Diez mil euros?!?!
- Sí, me ha dicho que es un poco más de lo que acostumbra a pagar pero que yo lo valgo.
- ¿Que tú lo vales? - La cara de Silvia cambió a modo “te voy a sacar los ojos”, me apresuré a corregirme - Vales mucho más pero me parece mucho dinero por unas fotos.
- A mi también me lo parece pero no voy a decirle que no a 10 mil euros con las vacaciones de verano a la vuelta de la esquina.
- ¿Pero qué… qué entra en esos 10 mil?
Ahora fue Silvia la que cambió a cara de circunstancias.
- Sigue leyendo…
Wow. Tragué saliva. Eso básicamente le daba a Jaime el poder de hacer lo que quisiera con las fotografías…
- Pero Silvia, aquí dice que Jaime podrá hacer lo que quiera con las fotografías, ¡incluso publicarlas en Internet!
- No te preocupes por eso. Me ha dicho que no tiene ninguna intención de hacerlo. Es una cláusula estándar.
- Pero esto es un contrato, las intenciones no cuentan. En la práctica podrá vender tu fotos desnuda a quién le dé la gana.
- ¡Joder Jose, deja de ser tan paranoico! Las fotos irán al próximo número de “Mujeres Empoderadas” y sólo después de que yo haya dado mi visto bueno a su selección. Y ya está. No va a venderlas a nadie. ¡Actúas como si Jaime fuera un cabrón y las fuera a vender a una página porno!
Pues no me extrañaría. A ver como coño va a recuperar los 10 mil pavos. “Mujeres Empoderadas” era un título rimbombante para una revista de destape un poco subida de tono que además no la compra ni cristo. 10 mil para pajas me parece exagerado, aunque estoy convencido que alguna caerá. Cabronazo. Pero a Silvia ya le salía espuma por la boca y no me vi con ganas de argumentarselo. En vez de eso seguí leyendo.
Tiene cojones. No sé si eso era un contrato estándar pero hay que tenerlos cuadrados para ser tan claro en tus intenciones.
- Pero qué… la madre que… hay que tener… - me mordí la lengua varias veces mientras leía el “contrato” - ¿Y qué narices significa “emocionalmente expresivo”?
- ¡Pues eso mismo!
- ¿Eso mismo qué? ¿Vas a tener que llorar o qué?
- ¡Joder! ¡A veces pareces corto! A ver si te crees que posar es simplemente estar ahí quieta mientras te hacen fotos. Hay que poner un poco de ti misma, es hacer un poco de actriz y transmitir emociones en las fotografías…
Emociones mis cojones.
- A ver si se piensa que eres Charlize Theron.
- ¡Definitivamente eres idiota!
La madre que lo parió.
- ¡Esto es un puto contrato para follar contigo!
- ¿¡Puedes dejar de decir tonterías de una puta vez!?
- ¡Pero que aquí pone que te va a follar y correrse sobre tí!
- Pone “simulado” y “estático”. ¿Qué es lo que no entiendes? ¡Será todo mentira! Solo parecerá que lo hacemos pero no será cierto. No es un puto video porno, ¡solo fotos!
- ¿Mentira? A ver, ¿cómo te la va a meter de mentira?
- ¡Solo va a presionar la punta en la entrada! ¡Nada más!
- ¡¿La punta?! Mira, ya me conozco el cuento de “la punta”... ¡que soy un tío! ¿Cómo defines “la punta”? ¿Un centímetro? ¿Media polla? ¿El capullo?
- El capullo lo eres tú.
- ¿Y la corrida también será mentira? ¿Qué va hacer, echarte yogur por encima?
- Mira, no pienso contestar eso…
- Además, ¿por qué coño tiene que hacerlo él? ¿No hay modelos para eso también?
- ¡Ah! ¿O sea que si fuera otro te parecería bien?
Joder, no, pero mejor que Jaime sí.
- ¡Tampoco! ¡Pero está claro que esto es un montaje!
- ¡Exacto, solo será un montaje para hacer una fotos!
- No. No. Es un montaje de Jaime para follar contigo. Lleva años intentando hacerlo y ahora viene con esta pantomima de contrato.
- ¿Pero qué mierdas dices?
- No es ninguna mierda. Todos lo pueden ver, cada vez que quedamos con tus colegas. Siempre dando vueltas a tu alrededor. Como un moscardón.
- Eres un imbécil. Además, si quisiera follar con Jaime no necesitaría un contrato, ¡subnormal!
- ¿Ahora dices follar? Pensaba que iba a ser todo “mentira”...
- ¡Uffff! Mira, mejor lo dejamos que te estás poniendo insoportable…
A estas alturas yo estaba como una moto pero ella parecía un muro. Respiré varias veces para relajarme un poco.
Ya lo veo. “Silvia, ¿te importaría echarme una mano para conseguir la erección?”. Todo muy profesional. “Silvia, abre un poco la boca para que entre mejor, así…”. Cabronazo. “Silvia, voy a introducirla unos centímetros más para que quede mejor en la foto. “. ¡Hijo de la gran puta!
¡Ah! Que igual el tío se queda con ganas de repetir… No vaya a ser que follarse una vez a la mujer de otro fuera a saber a poco.
- Mira, haz lo que te dé la gana.
- Para eso no necesito tu permiso.
- Ya, pero si además pretendes que de mi bendición a que Jaime folle contigo lo llevas claro.
- Tampoco necesito “tu bendición” para follar con nadie.
Follar.
Nos quedamos los dos mirándonos, uno a cada lado de la mesa, con los brazos cruzados. Al cabo de unos segundos, Silvia, con un resoplido, estiró la mano hacia el bolígrafo, cogió el contrato, lo abrió por la última página y se folló a Jaime. Puede que dos veces.
Silvia me miraba desde el otro lado de la mesa del comedor. Estaba reclinada sobre el respaldo de la silla con los brazos cruzados sobre los pechos. Me miraba con cara impasible pero se notaba que lo hacía con esfuerzo. Todo su lenguaje corporal gritaba tensión. Me dí cuenta de que me movía en arenas movedizas y que esto podía acabar en tremenda bronca. Tenía poco margen y lo primero era saber si quería o debía librar esa batalla. Frente a mí, sobre la mesa, tenía el documento que ella acababa de darme y en el que se leía “Contrato de Modelo Artístico”.
Contrato de Modelo Artístico
REUNIDOS
De una parte Silvia Sxxxxxxxxa, con domicilio en la Calle Benavente XX y con DNI 43X25X12X, en adelante LA MODELO.
Por otra parte Jaime Cxxxxxxxxxs, con domicilio en la Avenida de Roma XXX y con DNI 46X54X98X, en adelante EL FOTÓGRAFO.
INTERVIENEN
Ambas partes en nombre y derecho propio reconociéndose la capacidad necesaria para otorgar el presente documento y, a tal efecto,
EXPONEN
Que EL FOTÓGRAFO está interesado en realizar a LA MODELO una serie de fotografías de DESNUDO ARTÍSTICO y LA MODELO acepta posar para el primero.
Ahí es donde me volví a encallar. Tragué saliva y miré de nuevo a Silvia, que me devolvía la mirada imperturbable, los brazos aún cruzados mostrando su clara intención de no bajar del burro.
Los preliminares ya los sabía. Jaime era amigo de Silvia desde antes de que nosotros dos empezáramos a salir. Él nunca había disimulado su interés por mi mujer y ella nunca tampoco le había parado los piés. Aunque no tengo motivos para pensar que él haya intentado nunca nada con ella, sí que a veces se toma demasiadas confianzas: abrazos exageradamente largos, caricias casi indecorosas e incluso besos poco castos… Cuando en un par de ocasiones la he confrontado con mis dudas sobre las intenciones poco ocultas de Jaime ella siempre me ha dicho que soy un exagerado, que veo fantasmas y que él solo es un buen amigo. Un muy buen amigo.
Pero ahora tenía sobre la mesa las intenciones de Jaime en forma de contrato formal y aún así ella seguía negando la obviedad.
- Aquí dice que le vas a dejar hacerte fotos en pelotas.
- Sí, ¿y qué?
- ¿Y te parece bien?
- ¿Por qué iba a parecerme mal?
- Pues no se…
- ¿Qué es lo que no sabes?
- Pues que… no sé, algo tendré yo a decir, ¿no?
- ¿Tú? ¿Qué coño vas a tener que decir tú? Ya has visto que el contrato es entre él y yo. ¿Acaso ves tu nombre por algún lado?
- Pero…
- ¿Pero qué? Cuidado con lo que vas a decir que te vas a meter en un lío….
Intenté tranquilizarme para intentar no cagarla mucho…
- Jaime siempre ha ido detrás tuyo…
- ¡Y dale! ¡Otra vez el mismo cuento!
- ¡No es un cuento! - le dije agitando los papeles del contrato ante su cara.
- Jaime ha fotografiado a centenares de mujeres. Y hombres. ¡Es un profesional que ha publicado en algunas de las principales revistas del mundo!
- ¿Algunas de las principales revistas del mundo? A ver… que no son Vanity Fair o Vogue precisamente.
- Eres un snob y un capullo.
Puede ser. Pero él más.
- Además, Jaime siempre me ha dicho que yo podría ser modelo.
- Jaime siempre ha querido llevarte al catre.
- Jaime es un buen amigo que siempre me ha dado confianza. ¡Algo que veo que mi propio marido no sabe hacer!
Jaime siempre ha querido darle algo más que confianza. ¿Pero cómo era posible que ella no lo viese? De todas formas la conversación no iba nada bien, daba la impresión que cada palabra que yo decía reafirmaba en Silvia la idea de continuar con esa charada.
- ¿Y para qué cojones me enseñas este contrato entonces?
- ¡Para que me digas si te parece que está bien pagado o debería pedirle más!
- Bien pa…
¿Cómo? Aquí me había pillado desprevenido. ¿Jaime iba a pagar a Silvia por hacerle unas fotografías? Bajé la vista a los papeles.
Que para regular las relaciones entre las partes, ambas suscriben el presente contrato que queda sometido a los siguientes pactos:
PUNTO PRIMERO: SOBRE LA COMPENSACIÓN
Los honorarios de LA MODELO se fijan en la cantidad de 10.000,00€ a pagar en su integridad una vez finalizado el trabajo.
¡Ostia puta! ¡Diez mil pavos! ¡Eso es un pastizal por unas fotos!
- ¡¿¡¿Diez mil euros?!?!
- Sí, me ha dicho que es un poco más de lo que acostumbra a pagar pero que yo lo valgo.
- ¿Que tú lo vales? - La cara de Silvia cambió a modo “te voy a sacar los ojos”, me apresuré a corregirme - Vales mucho más pero me parece mucho dinero por unas fotos.
- A mi también me lo parece pero no voy a decirle que no a 10 mil euros con las vacaciones de verano a la vuelta de la esquina.
- ¿Pero qué… qué entra en esos 10 mil?
Ahora fue Silvia la que cambió a cara de circunstancias.
- Sigue leyendo…
PUNTO SEGUNDO: SOBRE EL COMPROMISO DE LA MODELO
LA MODELO acepta participar en una sesión profesional de fotografía (a partir de ahora SESIÓN) organizada y dirigida por EL FOTÓGRAFO.
PUNTO TERCERO: SOBRE EL COMPROMISO DE EL FOTÓGRAFO
EL FOTÓGRAFO se compromete a realizar la SESIÓN con la máxima profesionalidad y respeto hacia LA MODELO, informando en todo momento del objetivo de las poses y de lo que se requiere de ella.
PUNTO CUARTO: SOBRE LA PROPIEDAD DE LA OBRA
LA MODELO autoriza a EL FOTOGRAFO la difusión, exhibición, cesión y venta de cualquiera de las fotografías realizadas en la mencionada SESIÓN pudiendo EL FOTOGRAFO publicarlas en libros, revistas, páginas web, exposiciones, concursos, etc. sin compensación monetaria adicional alguna para LA MODELO y sin previo aviso, siempre y cuando dicha difusión, exhibición y venta se realice en un contexto creativo-artístico‐fotográfico.
La obra realizada quedará en propiedad de EL FOTÓGRAFO. Los negativos, tarjetas de memoria u otros soportes quedarán en poder del FOTÓGRAFO. Cualquier copia o ampliación que interese a LA MODELO de una fotografía tomada en la SESIÓN tendrá un precio que será convenido entre las partes.
Wow. Tragué saliva. Eso básicamente le daba a Jaime el poder de hacer lo que quisiera con las fotografías…
- Pero Silvia, aquí dice que Jaime podrá hacer lo que quiera con las fotografías, ¡incluso publicarlas en Internet!
- No te preocupes por eso. Me ha dicho que no tiene ninguna intención de hacerlo. Es una cláusula estándar.
- Pero esto es un contrato, las intenciones no cuentan. En la práctica podrá vender tu fotos desnuda a quién le dé la gana.
- ¡Joder Jose, deja de ser tan paranoico! Las fotos irán al próximo número de “Mujeres Empoderadas” y sólo después de que yo haya dado mi visto bueno a su selección. Y ya está. No va a venderlas a nadie. ¡Actúas como si Jaime fuera un cabrón y las fuera a vender a una página porno!
Pues no me extrañaría. A ver como coño va a recuperar los 10 mil pavos. “Mujeres Empoderadas” era un título rimbombante para una revista de destape un poco subida de tono que además no la compra ni cristo. 10 mil para pajas me parece exagerado, aunque estoy convencido que alguna caerá. Cabronazo. Pero a Silvia ya le salía espuma por la boca y no me vi con ganas de argumentarselo. En vez de eso seguí leyendo.
PUNTO QUINTO: SOBRE LA PLANIFICACIÓN DE LA SESIÓN
El objetivo de la SESIÓN es producir imágenes artísticas de LA MODELO con la intención de cubrir los siguientes verticales:
- Fotografía de moda con ropa de primeras marcas proveniente de la última pasarela de Milán.
- Fotografía de moda interior con piezas de la temporada 2026 de Women Secret y Intimissimi.
- Fotografía erótica, incluyendo desnudo artístico y emocionalmente expresivo.
Tiene cojones. No sé si eso era un contrato estándar pero hay que tenerlos cuadrados para ser tan claro en tus intenciones.
- Pero qué… la madre que… hay que tener… - me mordí la lengua varias veces mientras leía el “contrato” - ¿Y qué narices significa “emocionalmente expresivo”?
- ¡Pues eso mismo!
- ¿Eso mismo qué? ¿Vas a tener que llorar o qué?
- ¡Joder! ¡A veces pareces corto! A ver si te crees que posar es simplemente estar ahí quieta mientras te hacen fotos. Hay que poner un poco de ti misma, es hacer un poco de actriz y transmitir emociones en las fotografías…
Emociones mis cojones.
- A ver si se piensa que eres Charlize Theron.
- ¡Definitivamente eres idiota!
PUNTO SEXTO: SOBRE LOS ASPECTOS ARTÍSTICOS DE LA OBRA
La intención de EL FOTÓGRAFO es la de capturar la sensualidad del cuerpo femenino tanto vestido como desnudo así como la componente íntima de la relación humana. Para ello el FOTÓGRAFO capturará tanto imágenes de cuerpo entero como expresiones faciales y detalles del cuerpo de LA MODELO y de los complementos que lleve puestos. Por ello, la SESIÓN puede contener momentos de intimidad simulada y proximidad física entre LA MODELO y EL FOTÓGRAFO con el fin de provocar la respuesta necesaria para obtener el resultado artístico deseado y siempre de mutuo acuerdo.
La madre que lo parió.
Dicha intimidad y proximidad puede incluir:
- desnudez total o parcial de EL FOTÓGRAFO con el fin de posar con LA MODELO;
- planos que incluyen partes cubiertas o descubiertas del cuerpo de EL FOTÓGRAFO y LA MODELO;
- contacto físico de los genitales (pene y/o testículos) de EL FOTÓGRAFO con partes del cuerpo de LA MODELO, en particular con mano, pechos, cara y genitales;
- primeros planos de la cara de LA MODELO junto a los genitales (pene y/o testículos) del FOTÓGRAFO;
- masturbación simulada del pene de EL FOTÓGRAFO por parte de LA MODELO;
- inserción estática del pene de EL FOTÓGRAFO en el cuerpo de LA MODELO (boca y vagina);
- eyaculación de EL FOTÓGRAFO sobre el partes del cuerpo de LA MODELO que pueden incluír sexo, vientre, pechos y cara.
- ¡Esto es un puto contrato para follar contigo!
- ¿¡Puedes dejar de decir tonterías de una puta vez!?
- ¡Pero que aquí pone que te va a follar y correrse sobre tí!
- Pone “simulado” y “estático”. ¿Qué es lo que no entiendes? ¡Será todo mentira! Solo parecerá que lo hacemos pero no será cierto. No es un puto video porno, ¡solo fotos!
- ¿Mentira? A ver, ¿cómo te la va a meter de mentira?
- ¡Solo va a presionar la punta en la entrada! ¡Nada más!
- ¡¿La punta?! Mira, ya me conozco el cuento de “la punta”... ¡que soy un tío! ¿Cómo defines “la punta”? ¿Un centímetro? ¿Media polla? ¿El capullo?
- El capullo lo eres tú.
- ¿Y la corrida también será mentira? ¿Qué va hacer, echarte yogur por encima?
- Mira, no pienso contestar eso…
- Además, ¿por qué coño tiene que hacerlo él? ¿No hay modelos para eso también?
- ¡Ah! ¿O sea que si fuera otro te parecería bien?
Joder, no, pero mejor que Jaime sí.
- ¡Tampoco! ¡Pero está claro que esto es un montaje!
- ¡Exacto, solo será un montaje para hacer una fotos!
- No. No. Es un montaje de Jaime para follar contigo. Lleva años intentando hacerlo y ahora viene con esta pantomima de contrato.
- ¿Pero qué mierdas dices?
- No es ninguna mierda. Todos lo pueden ver, cada vez que quedamos con tus colegas. Siempre dando vueltas a tu alrededor. Como un moscardón.
- Eres un imbécil. Además, si quisiera follar con Jaime no necesitaría un contrato, ¡subnormal!
- ¿Ahora dices follar? Pensaba que iba a ser todo “mentira”...
- ¡Uffff! Mira, mejor lo dejamos que te estás poniendo insoportable…
A estas alturas yo estaba como una moto pero ella parecía un muro. Respiré varias veces para relajarme un poco.
Todas las poses se realizarán bajo la supervisión artística y técnica de EL FOTÓGRAFO y con el máximo decoro profesional. En algunos casos la colaboración técnica de LA MODELO puede ser requerida pero siempre se realizará de mutuo acuerdo.
Ya lo veo. “Silvia, ¿te importaría echarme una mano para conseguir la erección?”. Todo muy profesional. “Silvia, abre un poco la boca para que entre mejor, así…”. Cabronazo. “Silvia, voy a introducirla unos centímetros más para que quede mejor en la foto. “. ¡Hijo de la gran puta!
EL FOTÓGRAFO se reserva el derecho de una segunda SESIÓN en el caso que los objetivos de la primera no hayan sido completamente satisfactorios a nivel técnico y/o artístico. Dicha segunda SESIÓN puede repetir parte o todas las poses de la primera SESIÓN.
¡Ah! Que igual el tío se queda con ganas de repetir… No vaya a ser que follarse una vez a la mujer de otro fuera a saber a poco.
- Mira, haz lo que te dé la gana.
- Para eso no necesito tu permiso.
- Ya, pero si además pretendes que de mi bendición a que Jaime folle contigo lo llevas claro.
- Tampoco necesito “tu bendición” para follar con nadie.
Follar.
Nos quedamos los dos mirándonos, uno a cada lado de la mesa, con los brazos cruzados. Al cabo de unos segundos, Silvia, con un resoplido, estiró la mano hacia el bolígrafo, cogió el contrato, lo abrió por la última página y se folló a Jaime. Puede que dos veces.
Y para que conste a todos los efectos, las partes firman el presente documento en Barcelona, a 24 de Marzo de 2025.
LA MODELO
Silvia Sxxxxxxxxa
EL FOTÓGRAFO
Jaime Cxxxxxxxxxs
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