Al final mucho ruido y pocas nueces. Follamos, sí. De hecho follamos ambos y muy bien, pero nada especialmente morboso o diferente. Ella se la folló primero un jovencito (treintañero o así) que la reventó a base de bien durante mínimo una hora, y más tarde, después de descanso y charla, se folló a un maduro pollón pero tranquilón. Con el joven se corrió unas pocas de veces y gritaba como una loca, con el maduro fue más recrearse, follar por follar, aunque yo disfrute viéndola cabalgar ese pedazo de rabo.
Yo follé con la mujer del maduro, la novia del jovencito estaba por ahí con una par de tipos de su edad y por desgracia no la probé. Lo mejor de la noche, los gritos de mi mujer reventada por el joven, escucharla decir "dame más, dame más" durante casi una hora y sobre todo, la primera corrida en la cara, abundante.
Sigo con ganas de probar algo "extremo", pero ya llegará. Aunque ahora nos vamos a tirar casi un mes sin salir de viaje, me temo.