Hola foreros,
Casi siempre creemos que compartir nuestras fantasías con nuestras mujeres es un método ideal para animar las relaciones sexuales. Pero ahora haceros una pregunta: ¿Nuestras mujeres nos cuentan sus fantasías sexuales? Yo diría que son más bien pocas, las que lo hacen.
Creo yo que, contar nuestros pensamientos más profundamente íntimos, aunque nos plazca hacerlo, en la mayoría de casos no va a mejorar el placer de nuestras relaciones íntimas.
Si contamos a nuestras parejas que nos excitaría verlas siendo usadas y lefadas por otros, lo más probable es que sientan asco por ello, que nos consideren unos degenerados y que crean que no las amamos.
Si les decimos que nos ponen las mujeres en bikini o bañador, a ellas eso no les va a excitar, pero en el futuro, cada vez que propongamos ir a la playa o piscina, va a estar segura que queremos ir solo con el propósito de ponernos cachondos.
Y si desafortunadamente nuestra relación sentimental o nuestro matrimonio falla, en el caso de sentirse despechadas van a contar a todo el mundo que el pajillero de su marido/novio fantasea con cosas tan extrañas para ellas (pero recurrentes en muchos hombres) como descubrir el sabor del semen de otro tío.
Tuve una novia a la que le conté que verlas a ellas calzando tacones clásicos (solo los clásicos) eran mi perdición. Cuando la relación se rompió (éramos unos adolescentes), le contó a todo su núcleo de amistades conjuntas, que yo solo podía correrme si tenia unos tacones a mi alcance visual. Y eso es muy hiriente.
Y, amigos, es por esto que nuestras mujeres no son proclives a abrirnos su mente y contarnos sus fantasías sexuales, pues saben perfectamente que hacerlo las convierte en vulnerables.
Saludos
Casi siempre creemos que compartir nuestras fantasías con nuestras mujeres es un método ideal para animar las relaciones sexuales. Pero ahora haceros una pregunta: ¿Nuestras mujeres nos cuentan sus fantasías sexuales? Yo diría que son más bien pocas, las que lo hacen.
Creo yo que, contar nuestros pensamientos más profundamente íntimos, aunque nos plazca hacerlo, en la mayoría de casos no va a mejorar el placer de nuestras relaciones íntimas.
Si contamos a nuestras parejas que nos excitaría verlas siendo usadas y lefadas por otros, lo más probable es que sientan asco por ello, que nos consideren unos degenerados y que crean que no las amamos.
Si les decimos que nos ponen las mujeres en bikini o bañador, a ellas eso no les va a excitar, pero en el futuro, cada vez que propongamos ir a la playa o piscina, va a estar segura que queremos ir solo con el propósito de ponernos cachondos.
Y si desafortunadamente nuestra relación sentimental o nuestro matrimonio falla, en el caso de sentirse despechadas van a contar a todo el mundo que el pajillero de su marido/novio fantasea con cosas tan extrañas para ellas (pero recurrentes en muchos hombres) como descubrir el sabor del semen de otro tío.
Tuve una novia a la que le conté que verlas a ellas calzando tacones clásicos (solo los clásicos) eran mi perdición. Cuando la relación se rompió (éramos unos adolescentes), le contó a todo su núcleo de amistades conjuntas, que yo solo podía correrme si tenia unos tacones a mi alcance visual. Y eso es muy hiriente.
Y, amigos, es por esto que nuestras mujeres no son proclives a abrirnos su mente y contarnos sus fantasías sexuales, pues saben perfectamente que hacerlo las convierte en vulnerables.
Saludos