Darko6996
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La buena Jefa
Tengo 50 años, me llamo Marta. Llevo más de 29 años casada, con 2 hijos mayores, 19 y 24. Mi relación con Mario, mi marido, es excelente, pero con el paso de los años nuestra actividad sexual se ha ido deteriorando. No es que hayamos sido unos innovadores en el sexo, pero manteníamos nuestra...

Pero creo que esta secciones mas apropiada para este relato
Me llamo marcos, y tengo 55 años.
Llevo casado con Marta hace 20 años, y en nuestros inicios, considero que hemos sido muy activos sexualmente, aunque menos de lo que a mí me gustaría.
Sexo anal, lencería por parte de ella, alguna que otra vez en sitios públicos, veíamos porno juntos, buen sexo oral, pero no le gustaba que me corriese en su boca, o eso creía yo.
En alguna ocasión le insinué que me gustaría ver como se la folla otro, pero no paso de meras fantasías.
También me ponía mucho verla jugar con sus consoladores, en ocasiones hemos chupado juntos uno, y luego se lo metía a ella, pero confieso que en más de una ocasión me hubiese gustado que me lo metiese a mí, pero no me atrevía pedírselo, pero cuando estaba yo solo si que probe a jugar con ellos.
Con el paso de los años y con los niños, fuimos perdiendo el apetito sexual, y yo empecé a tener digamos un poco mas de vicio y curiosidad por el tema bi, empecé a frecuentar paginas de machos, sobre todo dominantes, paginas de cornudos, ya que me excitaba mucho pensar que un macho se la follaba a ella mientras me humillaban o luego se la chupaba a él, y cosas así.
Marta es una ejecutiva del departamento comercial de una empresa importante, y va siempre muy arreglada, yo me la imagino follando en la mesa de su despacho, con algún joven o con sus jefes.
Para sus 50 años se conserva muy bien, pelo rizado, media melena, ojos negros, buenas tetas y buen culo, no esta excesivamente delgada, y con buenas curvas.
Como digo yo cada vez empecé a inclinarme mas por la curiosidad con algún tío, ya en mi adolescencia había hecho algo con un primo, y en otra ocasión con un compañero en la mili. Con el primero solo pajas, al segundo llegue a chupársela.
En estos últimos años he ido algún que otro Gloy hole, y también he chateado mucho con machos con los que he interactuado por cam, y también he quedado en real.
Este año conocí a un macho con no más de 28 años, muy cuidado, buen cuerpo, se notaba el gym.
Pronto empezó a dominarme, y yo me deje claro. Le conté que me gustaría que me hicieran cornudo, y que nunca se la habían follado.
No se porque, pero me pareció muy morboso, quizá de los que había chateado últimamente el que más, tenía un toque que me ponía mucho.
Empecé a mandarle fotos de mi mujer, sin cara claro, fotos de ella en lencería, de hace años, algún video follando o chupando mi polla, y fotos de ahora.
Alberto, que así se llamaba, le gusto la idea de fallársela, pero claro, primero debería follarme a mí, y usarme.
Empecé a quedar con el en sitios discretos, le chupaba la polla hasta que se corría, algunas veces lo hacia mientras le dejaba mi móvil y veía fotos de mi mujer, fotos que yo ya tenía preparadas, también hacía que la llamara por teléfono mientras le hacia una paja y hablaba con ella en manos libres.
Me encantaba ser su putita, y que me usara para darle placer, y soñaba con que se follara a Marta.
Le conté donde trabajaba ella y no sé cómo consiguió entrar de becario en la empresa, me mandaba fotos que le hacia en el trabajo, diciéndome cosa como mira la zorra de tu mujer, mi jefa, me la voy a follar pronto cornudo.
El dia de la cena de navidad, vi que Marta se ponía espcialmente sexy, ella no me vio, pero vi cómo se ponía un conjunto de lencería de liguero y medias negro que me puso a cien, le tome una foto sin que se diese cuenta y se la mande a Alberto
-” hoy seguro que te la follas”
Me despedí de ella y me dijo que llegaría tarde, que no la esperase despierta.
Ella me había hablado del Becario, que era un chico muy majo y muy atento, a lo que yo le conteste que lo mismo quería follarse a su jefa, y ella se reía y me decía, pues quien sabe jajaja, pero todo en plan bromas
Serían la 1h más o menos cuando recibí un mensaje con un archivo de video de Alberto.
Se veía a una mujer, mi mujer inclinada sobre su mesa, la polla de Alberto entraba y salía de su coño, las fuertes embestidas movían el cuerpo de Marta, sus tetas apoyadas contra la mesa, su culo desnudo, no llevaba el vestido, solo el liguero y las medias, se la escuchaba jadear, hasta que Alberto le dijo que le pidiera que se corriese en su boca.
Lógicamente la zorra de mi mujer lo hizo, luego se dio la vuelta y pude ver la cara de deseo que ponía mientras se la chupaba y le decía que era una puta, la más puta de la empresa. Chupaba como nunca me la había chupado a mí, se la veía disfrutar, recorría la polla de abajo arriba, sus movimientos eran rápido, como desesperada, como deseando que esa polla explotase en su cara.
Cuando por fin empezó a correrse, le puso la cara llena de leche, ella siguió chupando hasta dejara bien limpia.
Luego el video se cortó, ella en ningún momento miraba a la cámara, con lo cual deduje que no supo que la grababa.
Estuve despierto hasta que llego Marta a eso de las 2 de la mañana, fingí estar dormido, ella parecía casada y se desnudo y se metió en la cama desnuda completamente.
Yo me di la vuelta y le pregunte que tal se te lo había pasado a lo que ella me contesto que no había estad mal, dándome un beso.
Por mi cabeza paso la sensación de que estaba besando la boca de mi mujer, que hace un par de horas había estado chupando la polla de otro, otro al que yo también se la había chupado, estaba a mi lado desnuda, con el olor de Alberto, seguí besándola, y ella se mostró receptiva, me acaricio la polla descubriendo mi erección.
-Vaya veo que te alegras de verme…mmmmm
Mis dedos jugaron con su coño, me la imaginaba todavía con el olor a la polla de Alberto, y no pude mas que bajarme a chuparlo para saborear esa sensación, la bese y lamí, la bese la boca, mientras imaginaba la polla del otro en su boca.
Marta debía de estar también muy excitada porque follamos como hacía tiempo no lo habíamos hecho, fue un polvo sensacional.
Ya cuando estábamos apunto de quedarnos dormidos, le sonó un menaje en su móvil,
-Quien te escribe a estas horas
-Es el becario- y su cara se transformó, se quedó mirando fijamente la pantalla del móvil, para luego girarlo para que pudiese ver la foto que había recibido.
En esa imagen se podía contemplar a un tío arrodillado mientras el becario estaba de pie, con los pantalones en los tobillos y la polla metida en la boca del arrodillado, el arrodillado era yo.