XXX2025XXX
Miembro
- Desde
- 23 Ago 2023
- Mensajes
- 26
- Reputación
- 47
Este relato es completamente ficticio,
Se acercaba el cumpleaños de mi primo pequeño y quería regalarle un par de juguetes, navegando por Wallapop vi varios anuncios de una tal Laura.
Tenía varios juguetes a la venta y me comentó que tenía muchos más pero todavía no los había publicado por falta de tiempo, me invitó a ir a su casa (tengo muchas buenas valoraciones, soy fiable) y en su casa si me interesaban más productos me hacía un buen precio, (la mujer super amable).
No os mentiré, la situación me ponía algo nervioso, había comprado mucho por Wallapop, pero nunca había ido a ninguna casa de nadie sin ninguna valoración, era un perfil nuevo, creado el mismo día, pero me había dado su número y parecía una mujer bastante agradable y bastante atractiva, no os mentiré.
Me abrió la puerta, iba con una camiseta muy ancha, unos pantalones cortos apretados y descalza, me empezó a enseñar todo lo que quería vender, que no tenía tiempo para publicarlo todo y que su hijo ya se había hecho mayor y no jugaba.
Cada vez que se agachaba a enseñarme algo, la mirada se me iba totalmente, ya que se le veían los pechos, tenía unos pechos pequeños, pero muy bonitos y unos pezones realmente perfectos, por otra parte, también miraba mucho al suelo para fijarme en sus pies, bastante bonitos también.
En una de estas ocasiones viéndole los pies, me pilló totalmente in fraganti.
Laura: Por qué miras todo el rato el suelo? no será que está sucio?? o es que eres fetichista de pies? me encantaría que así fuese, me dijo esto entre risas.
Yo me puse rojo como un tomate, pero le fui sincero y bromee sobre el tema...
Pues un poco jajaja, si quieres te hago un masaje y te los acaricio si hace falta... aunque sinceramente, todo esto suena algo raro y a lo mejor tienes marido y todo, es rarísimo en general jajaja.
Laura: Hace 2 años que mi marido y yo lo dejamos, no éramos felices, estuvimos juntos 15 años, pero nos aburrimos el uno del otro, ahora a mis 40 años estoy sola, soy mucho más feliz y aceptaría ese masaje encantada, hace mucho que nadie me hace un buen masaje.
Iba cachondo perdido (la situación ponía cachondo a cualquiera y siempre me habían gustado las mujeres mayores que yo, yo ahí tenía 28 años) nos sentamos en el sofá, y puso sus pies encima mío, por otra parte, al estar sentada se le veían sus ricos pechos, aunque tenía que tirar mucho de imaginación, ya que no se apreciaban mucho, ella se daba cuenta de eso y le daba igual.
Yo seguía con el masaje de pies, y entre risas, me dijo: si quieres me los puedes chupar, yo encantada de la vida... le respondí: estaba que ya no podía más, me atreví a decirle, puedo tocarte los pechos?
Aceptó sin pensárselo un segundo y se acercó a mí... mientras le chupaba los pies, me decía que metiera la lengua entre los dedos, a la vez cogía sus pechos, y pezones, me decía que se los apretase, que le encantaba.
Nos tiramos un rato largo, y le pregunté, te puedo chupar los pechos?
Rápidamente Laura me volvió a responder: lo estaba deseando, se quitó la parte de arriba, y los pantalones, llevaba un tanguita negro, mientras le comía las tetas y le mordía los pezones (me lo insistía muchas veces) metía las manos por dentro del tanga, Laura estaba super mojada, cada vez nos estábamos poniendo más cachondos, la polla me iba a explotar.
Pero picaron al timbre... se puso muy nerviosa... mi hijo... ya está aquí mi hijo... me dijo que llegaría más tarde, se vistió lo más rápido que pudo.
Laura muy nerviosa: te tienes que ir ya, no quiero que mi hijo se entere de esto, es todo muy raro...
Me entraron los nervios, cogí la puerta y me fui como un cohete, sin juguetes ni nada, pero tenía la excusa perfecta para volver a quedar con Laura, una mujer perfecta, y al llegar a casa me hice una tremenda paja.
Espero que os haya gustado el relato, es mi primer relato, seguramente habrá alguna falta de ortografía y algunos fallos, pero estoy abierto a opiniones y siempre se puede mejorar en la vida, de eso no cabe duda.
Si os ha gustado, haré una segunda parte, ya que obviamente... hubo más encuentros con Laura.
Se acercaba el cumpleaños de mi primo pequeño y quería regalarle un par de juguetes, navegando por Wallapop vi varios anuncios de una tal Laura.
Tenía varios juguetes a la venta y me comentó que tenía muchos más pero todavía no los había publicado por falta de tiempo, me invitó a ir a su casa (tengo muchas buenas valoraciones, soy fiable) y en su casa si me interesaban más productos me hacía un buen precio, (la mujer super amable).
No os mentiré, la situación me ponía algo nervioso, había comprado mucho por Wallapop, pero nunca había ido a ninguna casa de nadie sin ninguna valoración, era un perfil nuevo, creado el mismo día, pero me había dado su número y parecía una mujer bastante agradable y bastante atractiva, no os mentiré.
Me abrió la puerta, iba con una camiseta muy ancha, unos pantalones cortos apretados y descalza, me empezó a enseñar todo lo que quería vender, que no tenía tiempo para publicarlo todo y que su hijo ya se había hecho mayor y no jugaba.
Cada vez que se agachaba a enseñarme algo, la mirada se me iba totalmente, ya que se le veían los pechos, tenía unos pechos pequeños, pero muy bonitos y unos pezones realmente perfectos, por otra parte, también miraba mucho al suelo para fijarme en sus pies, bastante bonitos también.
En una de estas ocasiones viéndole los pies, me pilló totalmente in fraganti.
Laura: Por qué miras todo el rato el suelo? no será que está sucio?? o es que eres fetichista de pies? me encantaría que así fuese, me dijo esto entre risas.
Yo me puse rojo como un tomate, pero le fui sincero y bromee sobre el tema...
Pues un poco jajaja, si quieres te hago un masaje y te los acaricio si hace falta... aunque sinceramente, todo esto suena algo raro y a lo mejor tienes marido y todo, es rarísimo en general jajaja.
Laura: Hace 2 años que mi marido y yo lo dejamos, no éramos felices, estuvimos juntos 15 años, pero nos aburrimos el uno del otro, ahora a mis 40 años estoy sola, soy mucho más feliz y aceptaría ese masaje encantada, hace mucho que nadie me hace un buen masaje.
Iba cachondo perdido (la situación ponía cachondo a cualquiera y siempre me habían gustado las mujeres mayores que yo, yo ahí tenía 28 años) nos sentamos en el sofá, y puso sus pies encima mío, por otra parte, al estar sentada se le veían sus ricos pechos, aunque tenía que tirar mucho de imaginación, ya que no se apreciaban mucho, ella se daba cuenta de eso y le daba igual.
Yo seguía con el masaje de pies, y entre risas, me dijo: si quieres me los puedes chupar, yo encantada de la vida... le respondí: estaba que ya no podía más, me atreví a decirle, puedo tocarte los pechos?
Aceptó sin pensárselo un segundo y se acercó a mí... mientras le chupaba los pies, me decía que metiera la lengua entre los dedos, a la vez cogía sus pechos, y pezones, me decía que se los apretase, que le encantaba.
Nos tiramos un rato largo, y le pregunté, te puedo chupar los pechos?
Rápidamente Laura me volvió a responder: lo estaba deseando, se quitó la parte de arriba, y los pantalones, llevaba un tanguita negro, mientras le comía las tetas y le mordía los pezones (me lo insistía muchas veces) metía las manos por dentro del tanga, Laura estaba super mojada, cada vez nos estábamos poniendo más cachondos, la polla me iba a explotar.
Pero picaron al timbre... se puso muy nerviosa... mi hijo... ya está aquí mi hijo... me dijo que llegaría más tarde, se vistió lo más rápido que pudo.
Laura muy nerviosa: te tienes que ir ya, no quiero que mi hijo se entere de esto, es todo muy raro...
Me entraron los nervios, cogí la puerta y me fui como un cohete, sin juguetes ni nada, pero tenía la excusa perfecta para volver a quedar con Laura, una mujer perfecta, y al llegar a casa me hice una tremenda paja.
Espero que os haya gustado el relato, es mi primer relato, seguramente habrá alguna falta de ortografía y algunos fallos, pero estoy abierto a opiniones y siempre se puede mejorar en la vida, de eso no cabe duda.
Si os ha gustado, haré una segunda parte, ya que obviamente... hubo más encuentros con Laura.