MaryJavi
Miembro muy activo
- Desde
- 17 Jun 2023
- Mensajes
- 87
- Reputación
- 367
Luis estaba sentado en el sillón de casa, con el teléfono pegado al oído, escuchando la voz jadeante de Marta al otro lado. Sabía que su mujer había ido a una revisión médica, pero nunca imaginó que terminaría siendo el relato más excitante de su vida.
—*Cariño, no te imaginas cómo empezó todo…*—gimió Marta, su voz cargada de deseo—. *El doctor me pidió que me subiera a la camilla para examinarme las venas… Llevaba ese tanga transparente que tanto te vuelve loco, y estaba tan excitada que se notaba.*
Luis sintió un calor intenso recorrer su cuerpo mientras se ajustaba la erección que ya presionaba contra su pantalón.
—*¿Y él se dio cuenta?*—preguntó con voz ronca.
—*¡Por supuesto que sí!*—respondió Marta, con un tono juguetón—. *Cuando me palpó las piernas, sus dedos temblaban… Y de pronto, sin avisar, empezó a subir más… hasta rozar mi tanga.*
Luis cerró los ojos, imaginando la escena: Marta, tumbada en la camilla, con su cuerpo sensual expuesto, mientras el médico, un hombre maduro pero con manos firmes, perdía el control.
—*¿Qué pasó después?*—urgió Luis, notando cómo su propia excitación crecía.
—*Me miró con esos ojos oscuros y me dijo: "Señora, su circulación está perfecta… pero hay otra cosa que necesita atención urgente". Y entonces… ¡Dios, Luis!… se quitó la bata y vi lo imponente que estaba.*
Luis no pudo evitar gemir mientras se desabrochaba el pantalón y comenzaba a masturbarse al ritmo de los sonidos que Marta emitía.
—*¿Y tú? ¿Qué hiciste?*
—*Le agarré esa polla dura y se la empecé a chupar lentamente… Era tan gruesa que apenas cabía en mi boca…*—Marta gimió—. *Y después me dio la vuelta, me arrancó el tanga y me la metió toda de una vez…*
Luis ya estaba al límite, moviendo la mano con más rapidez mientras escuchaba cada detalle.
—*¡Joder, Marta! ¿Y cómo fue?*
—*Increíble… Me empotraba contra la camilla, agarrándome de las caderas… Gemía como una loca, Luis… Y cuando me hizo venir, creo que me escuchó toda la clínica…*
El orgasmo de Luis estaba a punto de estallar, las palabras de Marta acelerando su climax.
—*¡Sigue!*—exigió, con la respiración agitada.
—*Luego me puso a cuatro patas y me la metió otra vez, aún más fuerte… Hasta que él también se corrió dentro de mí…*
Eso fue suficiente. Con un gruñido, Luis explotó, derramándose en su mano mientras imaginaba a Marta siendo poseída con pasión salvaje.
—*Cuando vuelvas a casa, esto no va a quedar aquí…*—prometió, con voz dominante.
Marta rió, satisfecha.
—*Eso espero, mi amor… Porque ahora mismo estoy que ardo.*
Y Luis supo que esa noche, la recreación de la consulta sería aún más ardiente que el relato.
**FIN.**
—*Cariño, no te imaginas cómo empezó todo…*—gimió Marta, su voz cargada de deseo—. *El doctor me pidió que me subiera a la camilla para examinarme las venas… Llevaba ese tanga transparente que tanto te vuelve loco, y estaba tan excitada que se notaba.*
Luis sintió un calor intenso recorrer su cuerpo mientras se ajustaba la erección que ya presionaba contra su pantalón.
—*¿Y él se dio cuenta?*—preguntó con voz ronca.
—*¡Por supuesto que sí!*—respondió Marta, con un tono juguetón—. *Cuando me palpó las piernas, sus dedos temblaban… Y de pronto, sin avisar, empezó a subir más… hasta rozar mi tanga.*
Luis cerró los ojos, imaginando la escena: Marta, tumbada en la camilla, con su cuerpo sensual expuesto, mientras el médico, un hombre maduro pero con manos firmes, perdía el control.
—*¿Qué pasó después?*—urgió Luis, notando cómo su propia excitación crecía.
—*Me miró con esos ojos oscuros y me dijo: "Señora, su circulación está perfecta… pero hay otra cosa que necesita atención urgente". Y entonces… ¡Dios, Luis!… se quitó la bata y vi lo imponente que estaba.*
Luis no pudo evitar gemir mientras se desabrochaba el pantalón y comenzaba a masturbarse al ritmo de los sonidos que Marta emitía.
—*¿Y tú? ¿Qué hiciste?*
—*Le agarré esa polla dura y se la empecé a chupar lentamente… Era tan gruesa que apenas cabía en mi boca…*—Marta gimió—. *Y después me dio la vuelta, me arrancó el tanga y me la metió toda de una vez…*
Luis ya estaba al límite, moviendo la mano con más rapidez mientras escuchaba cada detalle.
—*¡Joder, Marta! ¿Y cómo fue?*
—*Increíble… Me empotraba contra la camilla, agarrándome de las caderas… Gemía como una loca, Luis… Y cuando me hizo venir, creo que me escuchó toda la clínica…*
El orgasmo de Luis estaba a punto de estallar, las palabras de Marta acelerando su climax.
—*¡Sigue!*—exigió, con la respiración agitada.
—*Luego me puso a cuatro patas y me la metió otra vez, aún más fuerte… Hasta que él también se corrió dentro de mí…*
Eso fue suficiente. Con un gruñido, Luis explotó, derramándose en su mano mientras imaginaba a Marta siendo poseída con pasión salvaje.
—*Cuando vuelvas a casa, esto no va a quedar aquí…*—prometió, con voz dominante.
Marta rió, satisfecha.
—*Eso espero, mi amor… Porque ahora mismo estoy que ardo.*
Y Luis supo que esa noche, la recreación de la consulta sería aún más ardiente que el relato.
**FIN.**