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Abro este hilo para contaros mis experiencias y anécdotas sexuales. Si queréis saber más sobre cualquier situación no dudéis en hablarme. Espero que os guste.
LA PRIMERA PAJA
Era verano de 2010, España acababa de ser campeona del mundo y yo tenía 15 años, era el verano antes de entrar a mí último año de ESO. Los veranos nos los pasábamos en las piscinas municipales, allí sucedían todas mis tardes y muchas de mis mañanas durante los 3 meses.
Conforme avanzaba el verano muchos de mis colegas se iban de vacaciones a sus apartamentos, campings o a los pueblos de sus padres, eso hacía que nos acabásemos juntando con gente que no era tan de nuestro grupito. En ese verano, los que nos quedamos, nos unimos bastante a otro grupo de chicas que eran de nuestra edad e iban a nuestro instituto y las conocíamos de toda la vida.
La historia de como me hicieron mi primera paja tiene como protagonista a Cristina, era de mi edad, la conocía desde la primaria, incluso fue a la primera que le vi las tetas (en un descuido, se quedó la puerta abierta del vestuario y pasé yo viéndole las tetas, a los pocos días de entrar al instituto). Cristina era guapa, piel blanca, pelo negro ondulado, pecosa, con unas tetas normalitas (se desarrolló pronto pero no le crecieron exageradamente, como me esperaba), y un gran culo respingón. Había sido la novia de uno de mis mejores amigos en el primer año de instituto, pero solo se habían liado y ni si quiera le llegó a hacer una paja. Después estuvo con un novio 3 años más mayor con el que de desvirgó. Meses antes de verano se enrolló con un chaval dos años mas mayor y le hizo una paja (es lo que tiene vivir en un pueblo que todo se sabe rápidamente).
Una tarde, después de salir de la piscina, mi grupo y el de las chicas decidimos quedar para cenar por el pueblo todo juntos. Nos fuimos a nuestras casas a ducharnos y quedar un par de horas más tarde. Cristina y yo vivíamos bastante cerca y fuimos juntos hasta nuestras casas. Al despedirnos me dijo que en un par de horas más o menos me picaría al timbre para ir con el resto a cenar.
Yo me duché tranquilamente, y me iba a poner a jugar a la play, porque tenía tiempo de sobras, cuando sonó mi teléfono. Era Cristina diciéndome que si quería ir a su casa que estaba sola y le daba pereza esperar hasta la hora que habíamos quedado. Yo me puse algo nervioso porque intuía que podía pasar algo entre nosotros (no había hecho nada con ninguna chica aún), pero tampoco me quería montar una película en mi cabeza y luego llevarme un chasco.
Fui a su casa y cuando llegué estaba Cristina recién duchada, con un pijamita blanco y azul. El pantalón era muy corto y se le veían bien las piernazas anchas, sus caderazas y se le asomaba el culazo grande. La parte de arriba era de tirantes y se le notaban esas tetitas juguetonas sueltas.
Me senté con ella en el sofá, puso la tele y no tardó ni 10 segundos en lanzarse a mi boca. Yo me puse durísimo al instante. Empecé a meterle mano en las tetas y ella se quitó la parte de arriba, yo fui directo a comerle las tetas y morderle los pezones, mientras ella gemía. Yo me quité la camiseta, las bambas y los calcetines y ella soltó un "Ahora me toca a mí" que nunca se me olvidará. Me desabrochó el pantalón corto y me lo bajó, después estiró de mis calzoncillos de los que salió mi polla peluda rebotada (nunca me había depilado la polla por entonces), ella roja y sonriendo dijo "Joder, si que es verdad lo que decían de tu polla" (siempre hablábamos los chicos con las chicas de clase y nos preguntaban por las pollas de los demás y nosotros a ellos sobre sus tetas y coños, no sé si era normal, pero en nuestra generación era una conversación bastante habitual). Se sentó a mí lado y empezó a pajearme, yo le metí mano en el coño lo tenía peludo y empapado. Mientras le metía los dedos, ella se tocaba el clítoris con una mano y con la otra me pajeaba. Hubo un momento que empezó a gritar "Me corro, me corroooo" y dejó de tocarse mientras gemía, eso hizo que yo echase toda mi leche, manchando su mano, su brazo, su vientre y mi barriga.
Sin limpiarse me abrazo y nos quedamos los dos en bolas, lefados y sudados en su sofá, yo inmóvil aún flipaba. "Que polla más gorda tienes nene" me dijo riéndose y roja de la calor.
Al poco, me dejó de abrazar y se puso de rodillas enfrente mío, para hacerme una segunda paja. Mientras me pajeaba me contó las experiencias sexuales que había tenido al detalle, entre las que destacó varias veces que aún no la había chupado (según ella eso era de guarras). Cuando llevaba un rato de pajas soltó un "No aguanto más" y se metió mi glande en la boca lamiéndolo tímidamente y de forma suave, mientras no paraba de pajerame. Le avisé de que me corría y acabé salpicándole las tetas y la barbilla.
"Pues ya soy una guarra" me dijo, mientras se iba a la ducha, con mi corrida en su carita y sus tetas. Yo me quedé mirando ese culo gordo como se iba a la ducha, mientras seguía en el sofá.
"Vienes o no" me dijo a los 10 minutos. Yo ni siquiera me había movido, no era capaz de asimilar todo.
Me metí con ella en la ducha y volvía a estar empalmado, me agarró la polla y se la pasó por los pelos de su coño, haciendo amagos de metérsela. Yo mientras agarraba con una mano ese pedazo de culo y con la otra una de sus tetitas, me volví a correr rápidamente y me dijo "La última que sino no llegamos".
Así nos fuimos a cenar... Mi primera paja, fueron tres pajas.
LA PRIMERA PAJA
Era verano de 2010, España acababa de ser campeona del mundo y yo tenía 15 años, era el verano antes de entrar a mí último año de ESO. Los veranos nos los pasábamos en las piscinas municipales, allí sucedían todas mis tardes y muchas de mis mañanas durante los 3 meses.
Conforme avanzaba el verano muchos de mis colegas se iban de vacaciones a sus apartamentos, campings o a los pueblos de sus padres, eso hacía que nos acabásemos juntando con gente que no era tan de nuestro grupito. En ese verano, los que nos quedamos, nos unimos bastante a otro grupo de chicas que eran de nuestra edad e iban a nuestro instituto y las conocíamos de toda la vida.
La historia de como me hicieron mi primera paja tiene como protagonista a Cristina, era de mi edad, la conocía desde la primaria, incluso fue a la primera que le vi las tetas (en un descuido, se quedó la puerta abierta del vestuario y pasé yo viéndole las tetas, a los pocos días de entrar al instituto). Cristina era guapa, piel blanca, pelo negro ondulado, pecosa, con unas tetas normalitas (se desarrolló pronto pero no le crecieron exageradamente, como me esperaba), y un gran culo respingón. Había sido la novia de uno de mis mejores amigos en el primer año de instituto, pero solo se habían liado y ni si quiera le llegó a hacer una paja. Después estuvo con un novio 3 años más mayor con el que de desvirgó. Meses antes de verano se enrolló con un chaval dos años mas mayor y le hizo una paja (es lo que tiene vivir en un pueblo que todo se sabe rápidamente).
Una tarde, después de salir de la piscina, mi grupo y el de las chicas decidimos quedar para cenar por el pueblo todo juntos. Nos fuimos a nuestras casas a ducharnos y quedar un par de horas más tarde. Cristina y yo vivíamos bastante cerca y fuimos juntos hasta nuestras casas. Al despedirnos me dijo que en un par de horas más o menos me picaría al timbre para ir con el resto a cenar.
Yo me duché tranquilamente, y me iba a poner a jugar a la play, porque tenía tiempo de sobras, cuando sonó mi teléfono. Era Cristina diciéndome que si quería ir a su casa que estaba sola y le daba pereza esperar hasta la hora que habíamos quedado. Yo me puse algo nervioso porque intuía que podía pasar algo entre nosotros (no había hecho nada con ninguna chica aún), pero tampoco me quería montar una película en mi cabeza y luego llevarme un chasco.
Fui a su casa y cuando llegué estaba Cristina recién duchada, con un pijamita blanco y azul. El pantalón era muy corto y se le veían bien las piernazas anchas, sus caderazas y se le asomaba el culazo grande. La parte de arriba era de tirantes y se le notaban esas tetitas juguetonas sueltas.
Me senté con ella en el sofá, puso la tele y no tardó ni 10 segundos en lanzarse a mi boca. Yo me puse durísimo al instante. Empecé a meterle mano en las tetas y ella se quitó la parte de arriba, yo fui directo a comerle las tetas y morderle los pezones, mientras ella gemía. Yo me quité la camiseta, las bambas y los calcetines y ella soltó un "Ahora me toca a mí" que nunca se me olvidará. Me desabrochó el pantalón corto y me lo bajó, después estiró de mis calzoncillos de los que salió mi polla peluda rebotada (nunca me había depilado la polla por entonces), ella roja y sonriendo dijo "Joder, si que es verdad lo que decían de tu polla" (siempre hablábamos los chicos con las chicas de clase y nos preguntaban por las pollas de los demás y nosotros a ellos sobre sus tetas y coños, no sé si era normal, pero en nuestra generación era una conversación bastante habitual). Se sentó a mí lado y empezó a pajearme, yo le metí mano en el coño lo tenía peludo y empapado. Mientras le metía los dedos, ella se tocaba el clítoris con una mano y con la otra me pajeaba. Hubo un momento que empezó a gritar "Me corro, me corroooo" y dejó de tocarse mientras gemía, eso hizo que yo echase toda mi leche, manchando su mano, su brazo, su vientre y mi barriga.
Sin limpiarse me abrazo y nos quedamos los dos en bolas, lefados y sudados en su sofá, yo inmóvil aún flipaba. "Que polla más gorda tienes nene" me dijo riéndose y roja de la calor.
Al poco, me dejó de abrazar y se puso de rodillas enfrente mío, para hacerme una segunda paja. Mientras me pajeaba me contó las experiencias sexuales que había tenido al detalle, entre las que destacó varias veces que aún no la había chupado (según ella eso era de guarras). Cuando llevaba un rato de pajas soltó un "No aguanto más" y se metió mi glande en la boca lamiéndolo tímidamente y de forma suave, mientras no paraba de pajerame. Le avisé de que me corría y acabé salpicándole las tetas y la barbilla.
"Pues ya soy una guarra" me dijo, mientras se iba a la ducha, con mi corrida en su carita y sus tetas. Yo me quedé mirando ese culo gordo como se iba a la ducha, mientras seguía en el sofá.
"Vienes o no" me dijo a los 10 minutos. Yo ni siquiera me había movido, no era capaz de asimilar todo.
Me metí con ella en la ducha y volvía a estar empalmado, me agarró la polla y se la pasó por los pelos de su coño, haciendo amagos de metérsela. Yo mientras agarraba con una mano ese pedazo de culo y con la otra una de sus tetitas, me volví a correr rápidamente y me dijo "La última que sino no llegamos".
Así nos fuimos a cenar... Mi primera paja, fueron tres pajas.