Curiousboy20
Nuevo miembro
- Desde
- 7 Jul 2024
- Mensajes
- 2
- Reputación
- 5
Hará unos meses, nos quedamos mi novio y yo a dormir en casa de un amigo y tuvimos una experiencia muy morbosa que nos gusta mucho recordar.
Cuando empezamos a salir ambos éramos inexperimentados respeto al follar. Yo había tenido mis buenos encuentros con algunas chavalas pero él es un chico trans algo tímido así que experimentó por primera vez conmigo. Fuimos probando cosas poco a poco y descubrí que soy una persona muy morbosa, me encanta verlo disfrutar y suelo ser yo quien juego a ponerle cachondo (Él es un pelín menos activo).
Descubrí entonces que imaginármelo a él, con su cara tierna cuando se pone arriba y le tiemblan las piernas siendo follado por otro tío me encendía muchísimo. Somos una pareja extremadamente sana y nada más hablar el tema a los dos nos ponía imaginarlo. Él y yo con otra pareja, ambos follándonos a otra persona y viendo la cara de placer el uno del otro. Tristemente las fantasías de la cama difícilmente las podemos llevar a la práctica ya sea por no encontrar candidatos o por simple vergüenza.
Entonces nos encontramos en la casa de mi amigo.
Borrachos perdidos empezamos a decaer de la fiesta, decidimos retirarnos a la cama y la intimidad silenciosa de la habitación nos trae a las caricias. Se quita el sujetador que le apreta y como es costumbre me lanzo a besar sus pezones suavemente, con amor. Nos tumbamos con gran cansancio para darnos nuestros besos, nuestros cálidos abrazos, nuestras caricias en la cabeza... Hay algo en lo suave de su piel que me da escalofríos en la barriga, unas cosquillas que como por arte de magia bajan a mi cintura y responde mi calzoncillo chocando duro contra su muslo. Con tal borrachera me moría por esa intimidad, ese momento de gloria donde solo pienso en besarle profundamente y verle estremecerse al deslizar mi mano a su coño.
Mientras me baño en esa gloria aunque sea por un momento él me para, me dice que necesita dormir y yo le replico que sin ningún problema.
Otra vez será. Me acuesto con los calzones mojados, pensado en cuanto me gustaría hacerle el amor...
Llega la mañana y todos en la casa siguen dormidos. Nos despertamos los dos, nos damos un cálido abrazo con los ojos entrecerrados y bebemos agua. Un poco de roce de su culo con mi entrepierna y pufffffff, me entran calores instantáneamente. Que ganas tengo de... Empiezo a moverme del gusto mientras lo abrazo imaginándome todo tipos de escenarios donde él folla con otra persona. Es ahí que le pregunto: "A ti hay algo que te de mucho morbo??".
Se esconde en sí mismo mientras lo abrazo y hablando con gran timidez me dice con vergüenza que tiene un fetiche con las figuras superiores a él, sobre todo profesores... Lleva tiempo fantaseando con follarse a su profesor de universidad, alguien joven, inteligente y de porte amable pero atractivo. Sintiéndome yo muy mojado y con la polla directamente en su culo comienzo a jugar con él.
Pido más detalles, como te imaginas que te follaría, sería duro o gentil... Mientras contesta se va calentando y sin poder soportarlo más meto mi mano en sus calzoncillos soltando un leve gemido. "Te gustaría que te follase? que te cogiese así del culito?" El morbo era máximo. Mientras le tocaba lenta pero firmemente él bajaba por mi calzoncillo y me agarraba bien fuerte antes de empezar a mover. Los dos nos tocábamos mutuamente mientras le hacía imaginar a su profesor tocándole con amor.
Las ganas eran muchas y con gran placer en el rostro me pedía por favor que se lo metiese, lo necesitaba dentro ya. Me pongo el condón con prisas, me pongo arriba suya y lentamente se lo voy metiendo. "Así es como quieres que te folle tu profesor" le agarro del culo mientras lo abrazo y comienzo a follarlo con ritmo. Me agarra con una fuerza que nunca antes había visto, me había convertido en su fantasía y con movimientos rápidos pero profundos le susurraba si era así como se lo imaginaba . Fue una de las folladas más potentes que vivimos, nos revolcamos entre fuertes besos para evitar despertar a los demás con gemidos mientras firmemente movíamos nuestras caderas. De un tumbo se puso él encima, su postura favorita, y comienza a montarme como nunca me había montado. Me abalanzo sobre sus tetas comiéndomelas con gran cariño con agarre constante a su precioso culo. Cada embestida transforma su cara cada vez más hasta que una mueca de "me voy a correr como siga" se hace evidente. Tomo un poco el control y embisto con golpes duros y besos apasionados. Vuelve a tomar el control y ya no aguantamos más, su cara me muestra que ya no hay retorno y con un gran beso nos corremos. Sus piernas tiemblan, su cara goza de un placer enorme y mi corazón va a mil. Puede que nunca llegue a follar con su profesor pero durante esa mañana, aunque sea por un momento, quien le mojaba y le follaba era su profesor.
Cuando empezamos a salir ambos éramos inexperimentados respeto al follar. Yo había tenido mis buenos encuentros con algunas chavalas pero él es un chico trans algo tímido así que experimentó por primera vez conmigo. Fuimos probando cosas poco a poco y descubrí que soy una persona muy morbosa, me encanta verlo disfrutar y suelo ser yo quien juego a ponerle cachondo (Él es un pelín menos activo).
Descubrí entonces que imaginármelo a él, con su cara tierna cuando se pone arriba y le tiemblan las piernas siendo follado por otro tío me encendía muchísimo. Somos una pareja extremadamente sana y nada más hablar el tema a los dos nos ponía imaginarlo. Él y yo con otra pareja, ambos follándonos a otra persona y viendo la cara de placer el uno del otro. Tristemente las fantasías de la cama difícilmente las podemos llevar a la práctica ya sea por no encontrar candidatos o por simple vergüenza.
Entonces nos encontramos en la casa de mi amigo.
Borrachos perdidos empezamos a decaer de la fiesta, decidimos retirarnos a la cama y la intimidad silenciosa de la habitación nos trae a las caricias. Se quita el sujetador que le apreta y como es costumbre me lanzo a besar sus pezones suavemente, con amor. Nos tumbamos con gran cansancio para darnos nuestros besos, nuestros cálidos abrazos, nuestras caricias en la cabeza... Hay algo en lo suave de su piel que me da escalofríos en la barriga, unas cosquillas que como por arte de magia bajan a mi cintura y responde mi calzoncillo chocando duro contra su muslo. Con tal borrachera me moría por esa intimidad, ese momento de gloria donde solo pienso en besarle profundamente y verle estremecerse al deslizar mi mano a su coño.
Mientras me baño en esa gloria aunque sea por un momento él me para, me dice que necesita dormir y yo le replico que sin ningún problema.
Otra vez será. Me acuesto con los calzones mojados, pensado en cuanto me gustaría hacerle el amor...
Llega la mañana y todos en la casa siguen dormidos. Nos despertamos los dos, nos damos un cálido abrazo con los ojos entrecerrados y bebemos agua. Un poco de roce de su culo con mi entrepierna y pufffffff, me entran calores instantáneamente. Que ganas tengo de... Empiezo a moverme del gusto mientras lo abrazo imaginándome todo tipos de escenarios donde él folla con otra persona. Es ahí que le pregunto: "A ti hay algo que te de mucho morbo??".
Se esconde en sí mismo mientras lo abrazo y hablando con gran timidez me dice con vergüenza que tiene un fetiche con las figuras superiores a él, sobre todo profesores... Lleva tiempo fantaseando con follarse a su profesor de universidad, alguien joven, inteligente y de porte amable pero atractivo. Sintiéndome yo muy mojado y con la polla directamente en su culo comienzo a jugar con él.
Pido más detalles, como te imaginas que te follaría, sería duro o gentil... Mientras contesta se va calentando y sin poder soportarlo más meto mi mano en sus calzoncillos soltando un leve gemido. "Te gustaría que te follase? que te cogiese así del culito?" El morbo era máximo. Mientras le tocaba lenta pero firmemente él bajaba por mi calzoncillo y me agarraba bien fuerte antes de empezar a mover. Los dos nos tocábamos mutuamente mientras le hacía imaginar a su profesor tocándole con amor.
Las ganas eran muchas y con gran placer en el rostro me pedía por favor que se lo metiese, lo necesitaba dentro ya. Me pongo el condón con prisas, me pongo arriba suya y lentamente se lo voy metiendo. "Así es como quieres que te folle tu profesor" le agarro del culo mientras lo abrazo y comienzo a follarlo con ritmo. Me agarra con una fuerza que nunca antes había visto, me había convertido en su fantasía y con movimientos rápidos pero profundos le susurraba si era así como se lo imaginaba . Fue una de las folladas más potentes que vivimos, nos revolcamos entre fuertes besos para evitar despertar a los demás con gemidos mientras firmemente movíamos nuestras caderas. De un tumbo se puso él encima, su postura favorita, y comienza a montarme como nunca me había montado. Me abalanzo sobre sus tetas comiéndomelas con gran cariño con agarre constante a su precioso culo. Cada embestida transforma su cara cada vez más hasta que una mueca de "me voy a correr como siga" se hace evidente. Tomo un poco el control y embisto con golpes duros y besos apasionados. Vuelve a tomar el control y ya no aguantamos más, su cara me muestra que ya no hay retorno y con un gran beso nos corremos. Sus piernas tiemblan, su cara goza de un placer enorme y mi corazón va a mil. Puede que nunca llegue a follar con su profesor pero durante esa mañana, aunque sea por un momento, quien le mojaba y le follaba era su profesor.