sumisos BCN
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Montse y Amo Manu, La primera Follada
Ya habíamos quedado anteriormente con Amo Manu pero todavía no se había follado a mi mujer, su sumisa, pero eso iba a cambiar esa noche, aunque todavía no lo sabíamos ninguno de los dos.
Hacia unas semanas había recibido un wasap del Amo ordenándome que comprara unos pantis, pero con una gran abertura en el coño y culo, eran como un liguero, pero muy de puta.
Ya hacia una semana que lo había recibido y cumpliendo con las órdenes del Amo no se lo había enseñado a su sumisa, como él quería que me refiriera a mi esposa.
Hasta que una mañana recibí un wasap indicándome que esa noche nos veríamos, donde y como quería que vistiera ella.
-Debe llevar las medias que te ordene comprar.
-por encima de ellas unas bragas
-Sujetador, todo negro
-Zapatos negro de tacón, los mas altos que tenga.
-El vestidito ese que tiene que se abotona por delante
-Y por supuesto, que no se olvide el collar de perra que le regale.
E incluía una dirección de un bar en una zona industrial de L’Hospitalet
Me extraño que quedáramos en un bar de una zona industrial un sábado por la tarde, pero…
El día indicado le dije a Montse que había quedado con su Amo y debía ponerse esto
Y diciéndole le entregue el paquetito con los pantis.
-¿Esto tengo que ponerme, pareceré una puta? Exclamo al verlo.
-Ya sabes que eso es lo que quiere, cariño-Le contesté acompañándola a la habitación.
Se desnudo completamente y se pudo los pantis, realmente parecía una puta con el coño y el culo a la vista.
Le indique el resto de la ropa que debía ponerse y salimos hacia el bar.
Desde donde vivimos no tardamos nada en llegar al bar y efectivamente, era una zona industrial, con todo cerrado menos las luces de un bar, que era donde íbamos a encontrarnos con el Amo.
Me extraño ver unos coches aparcados en la zona, pero la verdad, no le di importancia.
Aparque y entramos en el bar, al cruzar la puerta nos quedamos sorprendido, además del Amo en el bar había tres hombres más, un camarero, chino para más detalle y dos hombres de mediana edad, tirando más a los 60 que a los cincuenta.
-Pasad, pasad, no seáis tímidos- Nos dijo AmoManu
Acabamos de entrar y el Amo coloco a Montse en el centro de la sala y a mí me indico que me pusiera detrás de la barra, para servir las bebidas, me dijo jocoso.
Entonces el camarero salió de la barra y vi como bajaba la persiana del bar.
-Así será más intimo- Nos digo
-Bueno chicos, esta es Montse, pero podéis llamarla, perra, puta, como queráis- Les dijo
-Y el otro es el cornudo de su marido que disfruta viendo como le hacemos perrerías a su mujer- Continuo
-Esta noche mi sumisa nos va a dar un buen espectáculo-Les dijo.
-Así que sin más dilación vamos a empezar-
-Venga, putilla, empieza a desnudarte y hazlo despacio, como me gusta-Le ordeno a Montse.
-No me haga desnudar delante de estos hombres, por favor-Le suplico ella
-Ya sabes que no me gusta que me desobedezcas y menos delante de mis amigos-Le contesto con un tono que no dejaba lugar a duda
-Ho prefieres que lo hagan ellos, lo están deseando-La amenazo.
-No, por favor Amo, ya lo hago yo-Le respondió a la vez que se desabrochaba el primer botón del vestido.
Ella miraba al suelo mientras los botones se iban abriendo, uno a uno, poco a poco, la vergüenza la hacia hacerlo muy despacio y eso todavía le daba mas morbo a la situación de ver a mi mujer ir desnudándose delante de cuatro hombres.
Al final acabo con todos los botones, pero mantenía el vestido cerrado sobre su cuerpo impidiendo que pudieran verle nada.
-Quitatelo, tiralo al suelo-Le ordeno AmoManu
Desde detrás de la barra pude ver como Montse se abría el vestido, dejándolo caer al suelo y quedando solo en ropa interior, todo negro.
-Pon los brazos en la nuca y abre las piernas, perra-Le dijo él
-Date la vuelta-Le ordeno
Y ella, obediente, sumisa, así lo hizo, dejando que aquellos hombres la contemplaran.
-Venga, el resto, sigue, que tenemos ganas de verte en pelotas-Continuo
Montse se desabrocho el sujetador, dejándolo caer al suelo y enseñando sus tetitas a todos.
Intento entonces bajarse las bragas, pero eso le estaba costando más, ella sabía que quedaría a la vista los pantis de puta y aunque ya había estado con anterioridad desnuda delante de hombres, aquello era diferente, no estaba en un club, con la oscuridad de esos locales y con mas hombres y mujeres desnudos como ella, ahora estaba solo ella, delante de cuatro tíos, sola, yo me mantenía detrás de la barra y eso no podía hacerlo, su lado de mujer madura, casada, responsable, le estaba pudiendo.
Pero eso, evidentemente, no iba a ser un impedimento para su Amo.
-Li, haz los honores, quítale tu las bragas- Le dijo al camarero que como una exhalación se puso detrás de mi mujer y empezó a bajárselas.
Mi mujer se mantenía en el centro de la sala tapándose tontamente las tetas mientras su coño iba apareciendo en escena.
Hacia semanas que no la veía desnuda, el Amo no me dejaba verla y no se si por el panti o porque lo llevaba así, su coño me pareció mas peludo. Supuse que siguiendo las indicaciones de su Amo.
Montse ya tenia las bragas a medio muslo, mostrándose delante de aquellos hombres completamente desnuda, cuando dio un gran grito, llevándose las manos al culo.
El chino estaba en cuclillas en frente de su culo enganchado a una de sus nalgas como si fuera un perro de presa, le estaba mordiendo el culo con saña.
-Te la he marcado- Le dijo a Manu cuando al fin la soltó.
-No jodas cabron, no quería que lo hicieras-Le riño él
-Haber que has hecho, date la vuelta perra- Le ordeno a su Sumisa.
Montse se giro y hasta yo desde detrás de la barra donde me mantenía el Amo pude ver la marca de los dientes de aquel caníbal.
-Cabron, esto le durara semanas- Le dijo Amo
-Y ya veras cuando se ponga morado-Rio el chino de su propia gracia.
-Venga, ya esta bien de tonterías, prepárala, ponerla en la mesa- Les pidió a los hombres, que no se hicieron de rogar.
La llevaron hasta una de las mesas donde la tumbaron boca arriba, con el culo casi fuera del borde, alguien le puso un cojín bajo el culo, mientras otro le ataba los tobillos a las patas de la mesa, dejándola completamente abierta de piernas y expuesta.
-Os dejo jugar un poco con ella-Les dio permiso a los hombres que de inmediato se abalanzaron sobre ella.
-Y tu cornudo, quítate los pantalones y ven aquí, te va a gustar lo que vas a ver-Me dijo.
Y yo sumiso, me quité los pantalones y con mi mini polla a la vista me dirigí hasta la mesa donde mi mujer estaba casi desnuda, solo con los malditos pantis y los zapatos de tacón y tres hombres le estaban metiendo mano, uno le había metido un par de dedos en el coño mientras otro le estiraba con saña de los pezones, el tercero estaba pugnando para meterle un par de dedos en el culo, pero parecía costarle.
Yo no me había dado cuenta, pero el Amo se había quitado los pantalones y mostraba su polla dura, tiesa, mucho mas grande que la mía, aunque eso no era difícil, claro.
-Bueno, ven “paqui”, quiero que veas como me voy a follar a tu mujer por primera vez- Me dijo.
-Ahora quiero que me cojas la polla y tu mismo la lleves hasta el coño de mi perrita, vamos que hagas de mamporrero-Me ordeno.
Yo nunca había tenido la polla de otro hombre en las manos y ahora, no solo la tenia si no que le iba a ayudar a hacerlo, ¿sabéis lo peor?, estaba disfrutando, así que la cogí y yo mismo apunté aquel capullo rosado, completamente a la vista hasta la entrada de su coño.
Pude ver como el coño se abría, brillante de excitación y desaparecia en su interior a la vez que mi esposa daba un pequeño gemido.
-¿Te gusta, eh, perra, esto que vas a sentir si que es una polla y no lo que tiene el cornudo de tu marido- Le dijo a la vez que con un golpe de riñón le metía mas de la mitad en su interior.
-Uuuuf, que estrecho, como me aprieta la polla-Les decía a los otros hombres que como yo no se perdían el espectáculo.
Volvió a dar un golpe de riñones y le clavo toda la polla hasta que chocaron su pubis, mi esposa tenía clavada hasta los cojones la polla de Amo Manu por primera vez.
Empezó entonces él un mete saca lento, pero constante, veía la polla salir casi por completo de su coño para volver a clavársela toda hasta los cojones, era un mete saca, lento pero constante, como un martillo, pim, pam, pim,pam y por la cara de ella se veía que estaba disfrutándolo.
No se el rato que estuvo follandosela, había perdido la noción del tiempo ni si ella se había corrido o no, yo creo que sí, hasta que él empezó a acelerar el ritmo, estaba claro que se iba a correr en su interior y yo, la verdad, estaba deseando ver la lefa de nuestro Amo en su coño.
Y si, con algún gruñido y bufido se corrió dentro de ella, no se los lechazos que le pego, si coincidían con los golpes de cadera al menos pude contar seis antes de que sacándosela le echara el ultimo sobre el pubis y limpiarse el capullo entre sus labios vaginales.
-Ven aquí cornudo, mira como rezuma leche el coño de mi perra, la leche de su Amo-Me dijo
Y si, le abrió el coño y la leche le estaba saliendo a borbotones del coño, resbalando entre sus nalgas hasta su culo y de allí al suelo.
Alguien le desato los tobillos y la hicieron incorporar para hacerla arrodillar delante de la polla de su Amo, la leche le salía del coño, goteando hasta el suelo.
-Límpiame la polla perra, que me quede como los chorros del oro-Le ordeno.
Y ella abrió la boca y cogiendo a su Amo por las nalgas se metió la polla en la boca, lamiéndola con gusto hasta dejársela limpia y brillante.
-Te has portado bien perrita-Le dijo
-Pero mis amigos se merecen un premio, ¿Verdad? -Les pregunto a los hombres.
Los tres rodearon a mi mujer que se mantenía de rodillas en el suelo y le iban metiendo la polla en la boca alternativamente, uno se la sacaba y otro ocupaba su sitio de inmediato, estaba claro que le iban a hacer un bubakke en toda regla.
Mi mujer que nunca había querido chupar una polla hasta el final ahora se iba a tragar la lefa de tres hombres a la ve.
Y así fue, el primero no aguanto mucho, apartando, casi con brusquedad al que la tenia en ese momento en la boca para metérsela él.
Ella intento sacársela de la boca al notar que se estaba corriendo, pero ellos no estaban dispuestos a perderse eso, así que el hombre le sujeto la cabeza corriéndose en su boca.
La lefa del tío le salía por la comisura de los labios, pero todavía se guardo un buen chorro para echárselo en la cara y así, los otros dos hicieron lo mismo, sé corrieron en parte en su boca y también sobre la cara.
Cuando se cansaron la hicieron levantar, la lefa le resbalaba por la cara camino de sus tetas y la leche del Amo todavía salía de su coño.
La dejaron sentar, pero no que se limpiara la cara.
-Sírvenos unas bebidas cornudo- Me ordeno mientras ellos se sentaban a su alrededor.
Parecía que la noche iba a ser larga.
Ya habíamos quedado anteriormente con Amo Manu pero todavía no se había follado a mi mujer, su sumisa, pero eso iba a cambiar esa noche, aunque todavía no lo sabíamos ninguno de los dos.
Hacia unas semanas había recibido un wasap del Amo ordenándome que comprara unos pantis, pero con una gran abertura en el coño y culo, eran como un liguero, pero muy de puta.
Ya hacia una semana que lo había recibido y cumpliendo con las órdenes del Amo no se lo había enseñado a su sumisa, como él quería que me refiriera a mi esposa.
Hasta que una mañana recibí un wasap indicándome que esa noche nos veríamos, donde y como quería que vistiera ella.
-Debe llevar las medias que te ordene comprar.
-por encima de ellas unas bragas
-Sujetador, todo negro
-Zapatos negro de tacón, los mas altos que tenga.
-El vestidito ese que tiene que se abotona por delante
-Y por supuesto, que no se olvide el collar de perra que le regale.
E incluía una dirección de un bar en una zona industrial de L’Hospitalet
Me extraño que quedáramos en un bar de una zona industrial un sábado por la tarde, pero…
El día indicado le dije a Montse que había quedado con su Amo y debía ponerse esto
Y diciéndole le entregue el paquetito con los pantis.
-¿Esto tengo que ponerme, pareceré una puta? Exclamo al verlo.
-Ya sabes que eso es lo que quiere, cariño-Le contesté acompañándola a la habitación.
Se desnudo completamente y se pudo los pantis, realmente parecía una puta con el coño y el culo a la vista.
Le indique el resto de la ropa que debía ponerse y salimos hacia el bar.
Desde donde vivimos no tardamos nada en llegar al bar y efectivamente, era una zona industrial, con todo cerrado menos las luces de un bar, que era donde íbamos a encontrarnos con el Amo.
Me extraño ver unos coches aparcados en la zona, pero la verdad, no le di importancia.
Aparque y entramos en el bar, al cruzar la puerta nos quedamos sorprendido, además del Amo en el bar había tres hombres más, un camarero, chino para más detalle y dos hombres de mediana edad, tirando más a los 60 que a los cincuenta.
-Pasad, pasad, no seáis tímidos- Nos dijo AmoManu
Acabamos de entrar y el Amo coloco a Montse en el centro de la sala y a mí me indico que me pusiera detrás de la barra, para servir las bebidas, me dijo jocoso.
Entonces el camarero salió de la barra y vi como bajaba la persiana del bar.
-Así será más intimo- Nos digo
-Bueno chicos, esta es Montse, pero podéis llamarla, perra, puta, como queráis- Les dijo
-Y el otro es el cornudo de su marido que disfruta viendo como le hacemos perrerías a su mujer- Continuo
-Esta noche mi sumisa nos va a dar un buen espectáculo-Les dijo.
-Así que sin más dilación vamos a empezar-
-Venga, putilla, empieza a desnudarte y hazlo despacio, como me gusta-Le ordeno a Montse.
-No me haga desnudar delante de estos hombres, por favor-Le suplico ella
-Ya sabes que no me gusta que me desobedezcas y menos delante de mis amigos-Le contesto con un tono que no dejaba lugar a duda
-Ho prefieres que lo hagan ellos, lo están deseando-La amenazo.
-No, por favor Amo, ya lo hago yo-Le respondió a la vez que se desabrochaba el primer botón del vestido.
Ella miraba al suelo mientras los botones se iban abriendo, uno a uno, poco a poco, la vergüenza la hacia hacerlo muy despacio y eso todavía le daba mas morbo a la situación de ver a mi mujer ir desnudándose delante de cuatro hombres.
Al final acabo con todos los botones, pero mantenía el vestido cerrado sobre su cuerpo impidiendo que pudieran verle nada.
-Quitatelo, tiralo al suelo-Le ordeno AmoManu
Desde detrás de la barra pude ver como Montse se abría el vestido, dejándolo caer al suelo y quedando solo en ropa interior, todo negro.
-Pon los brazos en la nuca y abre las piernas, perra-Le dijo él
-Date la vuelta-Le ordeno
Y ella, obediente, sumisa, así lo hizo, dejando que aquellos hombres la contemplaran.
-Venga, el resto, sigue, que tenemos ganas de verte en pelotas-Continuo
Montse se desabrocho el sujetador, dejándolo caer al suelo y enseñando sus tetitas a todos.
Intento entonces bajarse las bragas, pero eso le estaba costando más, ella sabía que quedaría a la vista los pantis de puta y aunque ya había estado con anterioridad desnuda delante de hombres, aquello era diferente, no estaba en un club, con la oscuridad de esos locales y con mas hombres y mujeres desnudos como ella, ahora estaba solo ella, delante de cuatro tíos, sola, yo me mantenía detrás de la barra y eso no podía hacerlo, su lado de mujer madura, casada, responsable, le estaba pudiendo.
Pero eso, evidentemente, no iba a ser un impedimento para su Amo.
-Li, haz los honores, quítale tu las bragas- Le dijo al camarero que como una exhalación se puso detrás de mi mujer y empezó a bajárselas.
Mi mujer se mantenía en el centro de la sala tapándose tontamente las tetas mientras su coño iba apareciendo en escena.
Hacia semanas que no la veía desnuda, el Amo no me dejaba verla y no se si por el panti o porque lo llevaba así, su coño me pareció mas peludo. Supuse que siguiendo las indicaciones de su Amo.
Montse ya tenia las bragas a medio muslo, mostrándose delante de aquellos hombres completamente desnuda, cuando dio un gran grito, llevándose las manos al culo.
El chino estaba en cuclillas en frente de su culo enganchado a una de sus nalgas como si fuera un perro de presa, le estaba mordiendo el culo con saña.
-Te la he marcado- Le dijo a Manu cuando al fin la soltó.
-No jodas cabron, no quería que lo hicieras-Le riño él
-Haber que has hecho, date la vuelta perra- Le ordeno a su Sumisa.
Montse se giro y hasta yo desde detrás de la barra donde me mantenía el Amo pude ver la marca de los dientes de aquel caníbal.
-Cabron, esto le durara semanas- Le dijo Amo
-Y ya veras cuando se ponga morado-Rio el chino de su propia gracia.
-Venga, ya esta bien de tonterías, prepárala, ponerla en la mesa- Les pidió a los hombres, que no se hicieron de rogar.
La llevaron hasta una de las mesas donde la tumbaron boca arriba, con el culo casi fuera del borde, alguien le puso un cojín bajo el culo, mientras otro le ataba los tobillos a las patas de la mesa, dejándola completamente abierta de piernas y expuesta.
-Os dejo jugar un poco con ella-Les dio permiso a los hombres que de inmediato se abalanzaron sobre ella.
-Y tu cornudo, quítate los pantalones y ven aquí, te va a gustar lo que vas a ver-Me dijo.
Y yo sumiso, me quité los pantalones y con mi mini polla a la vista me dirigí hasta la mesa donde mi mujer estaba casi desnuda, solo con los malditos pantis y los zapatos de tacón y tres hombres le estaban metiendo mano, uno le había metido un par de dedos en el coño mientras otro le estiraba con saña de los pezones, el tercero estaba pugnando para meterle un par de dedos en el culo, pero parecía costarle.
Yo no me había dado cuenta, pero el Amo se había quitado los pantalones y mostraba su polla dura, tiesa, mucho mas grande que la mía, aunque eso no era difícil, claro.
-Bueno, ven “paqui”, quiero que veas como me voy a follar a tu mujer por primera vez- Me dijo.
-Ahora quiero que me cojas la polla y tu mismo la lleves hasta el coño de mi perrita, vamos que hagas de mamporrero-Me ordeno.
Yo nunca había tenido la polla de otro hombre en las manos y ahora, no solo la tenia si no que le iba a ayudar a hacerlo, ¿sabéis lo peor?, estaba disfrutando, así que la cogí y yo mismo apunté aquel capullo rosado, completamente a la vista hasta la entrada de su coño.
Pude ver como el coño se abría, brillante de excitación y desaparecia en su interior a la vez que mi esposa daba un pequeño gemido.
-¿Te gusta, eh, perra, esto que vas a sentir si que es una polla y no lo que tiene el cornudo de tu marido- Le dijo a la vez que con un golpe de riñón le metía mas de la mitad en su interior.
-Uuuuf, que estrecho, como me aprieta la polla-Les decía a los otros hombres que como yo no se perdían el espectáculo.
Volvió a dar un golpe de riñones y le clavo toda la polla hasta que chocaron su pubis, mi esposa tenía clavada hasta los cojones la polla de Amo Manu por primera vez.
Empezó entonces él un mete saca lento, pero constante, veía la polla salir casi por completo de su coño para volver a clavársela toda hasta los cojones, era un mete saca, lento pero constante, como un martillo, pim, pam, pim,pam y por la cara de ella se veía que estaba disfrutándolo.
No se el rato que estuvo follandosela, había perdido la noción del tiempo ni si ella se había corrido o no, yo creo que sí, hasta que él empezó a acelerar el ritmo, estaba claro que se iba a correr en su interior y yo, la verdad, estaba deseando ver la lefa de nuestro Amo en su coño.
Y si, con algún gruñido y bufido se corrió dentro de ella, no se los lechazos que le pego, si coincidían con los golpes de cadera al menos pude contar seis antes de que sacándosela le echara el ultimo sobre el pubis y limpiarse el capullo entre sus labios vaginales.
-Ven aquí cornudo, mira como rezuma leche el coño de mi perra, la leche de su Amo-Me dijo
Y si, le abrió el coño y la leche le estaba saliendo a borbotones del coño, resbalando entre sus nalgas hasta su culo y de allí al suelo.
Alguien le desato los tobillos y la hicieron incorporar para hacerla arrodillar delante de la polla de su Amo, la leche le salía del coño, goteando hasta el suelo.
-Límpiame la polla perra, que me quede como los chorros del oro-Le ordeno.
Y ella abrió la boca y cogiendo a su Amo por las nalgas se metió la polla en la boca, lamiéndola con gusto hasta dejársela limpia y brillante.
-Te has portado bien perrita-Le dijo
-Pero mis amigos se merecen un premio, ¿Verdad? -Les pregunto a los hombres.
Los tres rodearon a mi mujer que se mantenía de rodillas en el suelo y le iban metiendo la polla en la boca alternativamente, uno se la sacaba y otro ocupaba su sitio de inmediato, estaba claro que le iban a hacer un bubakke en toda regla.
Mi mujer que nunca había querido chupar una polla hasta el final ahora se iba a tragar la lefa de tres hombres a la ve.
Y así fue, el primero no aguanto mucho, apartando, casi con brusquedad al que la tenia en ese momento en la boca para metérsela él.
Ella intento sacársela de la boca al notar que se estaba corriendo, pero ellos no estaban dispuestos a perderse eso, así que el hombre le sujeto la cabeza corriéndose en su boca.
La lefa del tío le salía por la comisura de los labios, pero todavía se guardo un buen chorro para echárselo en la cara y así, los otros dos hicieron lo mismo, sé corrieron en parte en su boca y también sobre la cara.
Cuando se cansaron la hicieron levantar, la lefa le resbalaba por la cara camino de sus tetas y la leche del Amo todavía salía de su coño.
La dejaron sentar, pero no que se limpiara la cara.
-Sírvenos unas bebidas cornudo- Me ordeno mientras ellos se sentaban a su alrededor.
Parecía que la noche iba a ser larga.
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