No bra, no problem

Minewife

Miembro
Desde
23 Ago 2023
Mensajes
13
Reputación
474
Mi mujer regresó a casa entusiasmada, con una gran noticia. Después de estar desempleada mucho tiempo, había conseguido trabajo como vendedora en una tienda de ropa, la cual tenía un peculiar y estricto código de vestimenta: Pantalón negro y camisa blanca de manga corta eran obligatorios, pero lo que más llamaba la atención era que pedían la total ausencia de sujetador.

Yo, inicialmente incrédulo por la absurda solicitud decidí apoyarla en su nueva oportunidad laboral, aunque en mi interior surgieron emociones encontradas al imaginar a mi mujer con esa vestimenta tan reveladora. “¿Quien en pleno siglo XXI, tenia una norma tan machista en sus estatutos?”

He de decir, que Laura tiene unas tetas impresionantes, con pezones gordos y una aureola grandísima. Con la ropa que usa de diario, no se nota demasiado pero gasta una talla 110. Cuando la vi vestida con la ropa de la tienda el primer día, una reacción visceral me encendió. Reconozco que se me puso bien dura y a punto estuve de prohibirla que saliese de casa, y mucho menos que fuese a trabajar, pero no pude hacerlo.

Ella tiene una personalidad audaz, y lleva consigo un magnetismo natural que no pasa desapercibido, por lo que cayo muy bien entre sus compañeras, sorprendiendo a todos en la tienda desde el primer día con su atuendo ajustado que resaltaba cada uno de sus atributos. Su figura voluptuosa, realzada por la tela ceñida, dejaba ver sutilmente la silueta de su busto prominente, desatando miradas y comentarios a su paso.

Han pasado casi 3 meses desde que Laura empezó a trabajar, y con el tiempo, se ha habituado a la libertad de no llevar sostén, sintiéndose empoderada y segura de sí misma. Esta nueva faceta de su personalidad despierta sensaciones intensas en mí, sintiéndome a la vez, celoso y orgulloso y atraído por la confianza que ella irradia.

Los encuentros con amigos y vecinos se han vuelto cada vez más interesantes, con miradas furtivas y comentarios subidos de tono que revelan la atracción que despierta Brenda con su presencia. Algunos, más osados, no pueden evitar expresar abiertamente la fascinación que les provoca la voluptuosidad de sus formas, causando un revuelo de emociones en nuestro círculo social.

Me ha costado aceptarlo, pero me encanta como la miran mis amigos, y algún que otro hijo adolescente de ellos. Y es que… “Unas buenas tetas, bien valen unos cuantos problemas”
 
Mi mujer regresó a casa entusiasmada, con una gran noticia. Después de estar desempleada mucho tiempo, había conseguido trabajo como vendedora en una tienda de ropa, la cual tenía un peculiar y estricto código de vestimenta: Pantalón negro y camisa blanca de manga corta eran obligatorios, pero lo que más llamaba la atención era que pedían la total ausencia de sujetador.

Yo, inicialmente incrédulo por la absurda solicitud decidí apoyarla en su nueva oportunidad laboral, aunque en mi interior surgieron emociones encontradas al imaginar a mi mujer con esa vestimenta tan reveladora. “¿Quien en pleno siglo XXI, tenia una norma tan machista en sus estatutos?”

He de decir, que Laura tiene unas tetas impresionantes, con pezones gordos y una aureola grandísima. Con la ropa que usa de diario, no se nota demasiado pero gasta una talla 110. Cuando la vi vestida con la ropa de la tienda el primer día, una reacción visceral me encendió. Reconozco que se me puso bien dura y a punto estuve de prohibirla que saliese de casa, y mucho menos que fuese a trabajar, pero no pude hacerlo.

Ella tiene una personalidad audaz, y lleva consigo un magnetismo natural que no pasa desapercibido, por lo que cayo muy bien entre sus compañeras, sorprendiendo a todos en la tienda desde el primer día con su atuendo ajustado que resaltaba cada uno de sus atributos. Su figura voluptuosa, realzada por la tela ceñida, dejaba ver sutilmente la silueta de su busto prominente, desatando miradas y comentarios a su paso.

Han pasado casi 3 meses desde que Laura empezó a trabajar, y con el tiempo, se ha habituado a la libertad de no llevar sostén, sintiéndose empoderada y segura de sí misma. Esta nueva faceta de su personalidad despierta sensaciones intensas en mí, sintiéndome a la vez, celoso y orgulloso y atraído por la confianza que ella irradia.

Los encuentros con amigos y vecinos se han vuelto cada vez más interesantes, con miradas furtivas y comentarios subidos de tono que revelan la atracción que despierta Brenda con su presencia. Algunos, más osados, no pueden evitar expresar abiertamente la fascinación que les provoca la voluptuosidad de sus formas, causando un revuelo de emociones en nuestro círculo social.

Me ha costado aceptarlo, pero me encanta como la miran mis amigos, y algún que otro hijo adolescente de ellos. Y es que… “Unas buenas tetas, bien valen unos cuantos problemas”
Tienes fotos???
 
Atrás
Top Abajo