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guarrillo

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DEPRAVACIÓN TOTAL DE MADRE E HIJO (1)

“pipipipi” el sonido de la alarma del móvil los despertó, Laura y Hugo se movieron y se estiraron en la cama perezosos, hasta ese momento no notaron el cansancio que acumulaban por el cambio de horario y todo lo que habían caminado el día anterior, la primera en levantarse fue Laura que se acerco a su hijo y le dio un beso en la mejilla.

- Voy a ducharme - dijo Laura - ¡Sigue acostado!

Laura se metió en el baño, esta vez cerró la puerta, para tener un poco de intimidad y mucho más después de la confesión de su hijo que la observaba desnuda, salió tapada con una toalla y se sentó en la cama, su hijo seguía en la cama de espaldas, ella lo zarandeo en los hombros, él se levantó quejándose y lamentándose de lo cansado que estaba, se giró y Laura pudo contemplar como tenía una fuerte erección, su hijo salió de la cama desnudo y con su polla empalmada y él cabrón empezó a moverla y descapullarla delante de ella.

- ¡Cómo disfrutó la putita ayer con mi rabo! - le insinuó Hugo al ver a su madre sorprendida mirándole el pene.

Laura se quedo paralizada y apartando su mirada abochornada y sintió como la toalla que la tapaba se deslizaba, su hijo estaba estirando de ella y quedo desnuda y él se puso delante de ella con su polla apuntándola amenazante.

- ¡Tú también estas muy buena! - le susurro - ¡Si no fueras mi madre te follaba ahora mismo!

Laura le lanzo una mirada temerosa, estaba desnuda y su hijo delante de ella con su polla empinada, muy descarado y atrevido, incluso llego a temer que su propio hijo la cogiera por el cuello y obligarla a hacerle…. ¡una felación!

Hugo se aparto de ella y se dirigió al baño, Laura escucho como se ponía en marcha el chorro de la ducha, abrió todo lo que pudo la ventana y se encendió un cigarro alterada, le dio unas fuertes caladas mirando desde la altura el rio que pasaba por debajo, incluso hizo el gesto para morderse las uñas, su cabeza daba vueltas a una velocidad espeluznante, por primera vez se preguntó si aquel viaje era una buena idea. La desfachatez que mostraba su hijo y lo mucho que había descubierto en tan solo dos días, pero una cosa la preocupaba más que todas las demás, algo que hacía mucho tiempo que no pasaba…su tremenda excitación y la humedad que invadía su coño.

Laura se recompuso enseguida y apagó el cigarro y hizo aspavientos para dispersar el humo, la habitación disponía de detectores de humo y rociadores de agua, se vistió rápidamente y empezó a guardar la ropa en la maleta, su hijo salió del baño secándose con la toalla aún empalmado.

- ¡Venga guárdate el pollón y vístete que vamos a perder el avión! - le apresuro Laura.

Antes de marchar del hotel tomaron un café y degustaron unas pastas dulces y un buen surtido de frutas. Un transfer los recogió y los traslado al aeropuerto desde donde se trasladarían hasta su siguiente destino Chiang Rai en el interior.

El vuelo transcurrió con normalidad, un trayecto corto, unas dos horas más o menos, tan solo un pequeño bache de turbulencias y por un error informático no pudieron sentarse juntos y su hijo estaba unas filas más adelante, Laura intento conciliar un poco de sueño, pero su cabeza la seguía martirizando, las palabras de su hijo: “si no fueras mi madre te follaba ahora mismo”, la imagen de su polla erecta. Laura solo había visto 4 penes en su vida, su marido, dos novios anteriores y su hijo cuando era más joven, pero las superaba a todas ¡que estaca gastaba el cabrón!, cruzo las piernas inquieta evitando molestar a su acompañante una mujer tailandesa mayor, su coño volvía a estar más que húmedo, estaba mojada.

Después de aterrizar y recoger las maletas salieron de la terminal, se fumaron un cigarro mientras esperaban pacientemente subir a unos pequeños autobuses que realizaban el trayecto hasta la ciudad, el calor era más sofocante que el día anterior en la capital.

La ciudad era totalmente opuesta a la gran capital, su tamaño, sus edificios eran muy bajos, máximo dos o tres alturas, los hoteles y edificios más altos destacaban sobre los demás. Su hotel un antiguo edificio colonial, tan solo dos plantas, era muy antiguo pero se notaba que lo cuidaban con esmero, su habitación daba a la calle con un pequeño balcón, la habitación no era muy amplía y con una ducha muy antigua con un enorme agujero en medio en qué hacer las necesidades y una pequeña pica para lavarse o afeitarse y cerrada con una simple cortina de plástico, una enorme cama con un ventilador enorme en el techo, Laura bajo a la recepción para ver si los podían ubicar en otra habitación con camas individuales , una sonriente y atenta recepcionista le dijo que era imposible por estar a plena ocupación y al no haber pedido las camas individuales entendieron que eran un matrimonio y hasta dentro de varios días no podrían solventarlo, Laura tuvo que aceptarlo y resignarse.

Tomaron un pequeño refrigerio en el hotel, la comida no era ningún problema en aquel país estaba lleno de puestos de comida callejera y pequeños tiendas multiservicio seven eleven, su primera y única parada fue el Templo Blanco donde su arquitectura única lo hacían una verdadera joya y tal vez uno de los lugares más fotografiados de Tailandia, recorrieron la ciudad y Laura se quejo de un dolor exagerado de pies y su hijo la hizo entrar en una de las muchas tiendas locales en las que hacían masajes, la hizo sentar en un amplio sillón abatible donde una chica tailandesa le lavo los pies y empezó a hacerle un suave y relajante masaje en sus pies.

- Te he pagado 45” de masaje voy a dar una vuelta y ver qué podemos hacer esta noche - le dijo su hijo marchando y dejándola sola.

Hugo volvió justo cuando acababa el masaje viendo la cara relajada y complacida de su madre, se fueron entre risas y tomaron una cerveza local y fumaron un cigarro en una terraza improvisada con taburetes y algún tablón de madera.

- ¡Ya sé donde vamos a ir esta noche! - le anuncio su hijo - ¡Y te voy a dar una sorpresa!

Ya estaba anocheciendo y el calor disminuía considerablemente, comieron en unos puestos callejeros unas hamburguesas locales acompañadas de verduras con mucho condimento lo que hizo que siguiesen bebiendo abundante cerveza. Y luego fueron al Chiang Rai Night Bazaar, el mercado nocturno de la ciudad, era más pequeño que los de Bangkok pero muy animado, limpio y ordenado, tenía de todo, pero lo que más le gusto a Laura fueron sus puestos de flores y sus terrazas con música en vivo, se tomaron una cerveza en una de ellas.

- ¿Y la sorpresa? - pregunto Laura.

- Ahora vamos - expreso Hugo sin dar más detalles.

Se subieron a un tuk tuk y Hugo se metió la mano en el bolsillo, saco una tarjeta y se la mostró al conductor que hizo un gesto con la cabeza, la diferencia con la capital es que no hablaban tanto, ni tan bien el inglés y a veces se comunicaban por señas, Hugo le dio dinero y empezó a conducir decidido y sorteando gente por las calles de la ciudad, llegaron a una calle iluminada con neones, no tan llamativa y exuberante cómo la capital, pero estaba claro lo que era donde estaban, entraron en un local donde un logotipo de metal simulaba una bailarina desnuda.

Entraron y se dirigieron a la barra, se sentaron en los taburetes y pidieron dos cervezas, la iluminación era muy tenue con neones de color rojo en el techo y de color azul en los bajos, estaba bastante ambientado tanto de gente local cómo de turistas, a diferencia de la ciudad dominaban un inglés perfecto y fluido.

- ¿Dónde me has traído? -pregunto Laura.

- Es un local un poquito especial -contesto Hugo

Al otro lado de la barra había varías chicas tailandesas, prostitutas pudo intuir Laura y desperdigados por el local había tanto chicos como chicas, todos bien vestid@s y elegantes.

Hugo se levanto y dejo a su madre en la barra, recorrió el local y hablo con chicos y chicas, más tarde volvió con una chica y un chico, los invito a tomar unas cervezas y lo acompañaron de los típicos shots de un aguardiente local, empezaron a hablar fluidamente entre ellos Laura no entendió bien el nombre de la chica porque no hablaba bien el inglés, aunque le recordaba a la prostituta que su hijo subió al hotel el día antes, el chico se llamaba Lawan era muy educado y hablaba un inglés perfecto, puede que no superará los 25 años y el explicó que practicaba muay thai un arte marcial tailandés y por la noche estaba en aquel garito.

Hugo y la chica se apartaron hacia un rincón y Laura pudo contemplar que empezaban a besarse detrás de una columna, la chica de la barra les sirvió dos cervezas y dos shots a Laura y su acompañante, brindaron y se los tomaron de un trago, Laura no era una gran bebedora y a aquellas alturas el alcohol le hacía mella y no la dejaba coordinar con claridad, él chico se puso detrás de ella y empezó a acariciarla por las caderas, Laura se giro incrédula pero él siguió acariciándola con descaro sus manos se metieron a través de sus pantalón corto, Laura sintió como la mano de aquel chico buscaba su coño, intentó cerrar las piernas pero la fuerza de él lo impidió y se sentó en el taburete detrás de ella empujándola un poco hacía adelante.

- ¡Estate quieta! - le susurró Lawan al oído.

Consiguió meter la mano por debajo de las bragas y empezó a acariciarle el coño insolentemente, la otra mano de Lawan se metió por debajo de la camiseta y le acariciaba las tetas.

- ¡Déjame por favor! - suplico Laura.

- ¡Tú marido quiere que te folle! - le contestó Lawan.

Los dedos de él le acariciaron la raja y un dedo se metió en su coño lo movió hacia adentro con suavidad, Laura suspiro profundamente y echo la cabeza hacia atrás.

- ¡Mira a tu marido! - le susurró él mientras le giraba la cara - ¡Que vea como te acaricio el coño!

Laura giro la cara y vio como su hijo la observaba abrazado a la prostituta, se cruzaron la mirada y vio en él una mirada perversa, que le había contado al tailandés, que era su mujer, no importaba, la estaba entregando a aquel prostituto, Laura cerro los puños y estuvo a punto de gritar, dar un manotazo y tirar las cervezas al suelo y salir corriendo.

- ¡Tienes el coño muy mojado! - le murmullo él tailandés

Laura apretó los puños contra la barra y suspiro profundamente, su coño estaba muy mojado y el dedo dentro de su coño la estaba poniendo muy cachonda, Lawn notó la excitación de Laura y su dedo le frotó su inflamado clítoris intensamente, Laura cerró los ojos y se agarró a la barra fuertemente y se corrió intensamente, su cuerpo se estremeció y se dejo caer en taburete, Lawn la agarró con fuerza para evitar que cayera y la beso en el cuello.

- ¡Vamos al hotel ¡- le susurró Lawn al oído - ¡Quiero follarte!

Laura giro la cara y volvió a cruzar la mirada con su hijo, él le hizo un gesto encogiendo los hombros, Laura le devolvió una mirada sumisa, no podía ocultar la expresión de guarra que ponía cuando se corría, Lawn la cogió de la mano y estiro de Laura empujándola y pasaron delante de su hijo que los dejo pasar apartándose y dedicándoles una sonrisa picara.

Salieron del local Lawn arrastraba a Laura que lo seguía sumisa, notaba como sus piernas estaban empapadas por la corrida, Lawn se subió a una motocicleta tipo scooter 125cc y hizo a Laura montarse detrás, Laura se agarro con las manos a la cintura de Lawan, él le bajo las manos y las llevo a su paquete, Laura empezó a magrearle la polla y notó como le sobrevenía una erección, arranco la moto hizo una maniobra hacia atrás y salió disparado dando gas.

Recorrieron un corto trayecto, el hotel no quedaba muy alejado, Lawn aparco la motocicleta delante del hotel e hizo bajar a Laura cogiéndola de la mano y empujándola hacia el Hotel, llegaron a la recepción una mujer tailandesa mayor estaba detrás del mostrador discutieron un momento en tailandés y Lawn se metió la mano en el bolsillo, saco un billete y lo puso debajo del gran libro que firmaban los clientes, la mujer hizo un gesto de conformidad y le dio la llave de la habitación mientras recogía el billete y se lo guardaba, en Tailandia todo se arreglaba con una cantidad adecuada bajo mano.

Lawn estiró a Laura y subieron las escaleras, ella obedecía sin ni siquiera un gesto contradictorio, el alcohol que llevaba encima, su marido que la había tratado alguna vez con violencia, pero cómo iba borracho luego se quedaba dormido sin hacer nada, tal vez sumisión o a lo mejor es que estaba deseando que la follasen.

Llegaron a la habitación y Lawn abrió la puerta, encendió la luz y giro un botón de esos que ya ni existían en España y el ventilador se puso en marcha haciendo que una brisa suave se esparciese por la habitación, Lawn la puso de rodillas en el suelo y se saco el pene, agarró a Laura por el cuello y la atrajo hacía él metiéndole la polla en la boca, Laura le agarró el tronco, no era una polla enorme, tal vez un poco más grande que la de su difunto marido, pero estaba dura y se notaba el poder que le otorgaba la juventud, empezó a chupársela con esmero.

- ¡Chúpamela como se lo haces a tu marido! - susurraba él

Laura le succionaba la punta mientras le hacía una paja con las manos, él le quito la camiseta y el sujetador, le paso la polla por en medio de la tetas, las apretujo y empezó a mover su polla de arriba abajo, ella lo miro morbosamente y le chupaba el glande cuando subía y estaba a la altura de su boca, él suspiraba complacido.

Lawn la estiro encima de la cama y el quito las botas y los calcetines y el pantalón y las bragas, él le subió las piernas y le beso las plantas de los pies, le abrió las piernas y bajo la cabeza, Laura ya no podía decir que estaba afectada por el alcohol, era plenamente consciente y entregándose para que la follasen, él enterró su cabeza entre sus piernas y notó como su lengua se abría paso y le lamía la raja del coño, suspiro profundamente y enseguida notó que él era un experto en dar placer a las mujeres, su marido le había comido el coño pero no tan hábil como Lawn, Laura gimió placenteramente y le acariciaba la cabeza y la empujaba hacia ella.

- ¡No te pares! - le pidió ella con voz ronca - ¡Cómeme el coño!

La lengua de él le proceso el clítoris con maestría y eso la llevo a gritar y a su segundo orgasmo, se levanto e intento besarlo pero él se negó, le beso los pezones y le hacía una paja con las manos él se quito los pantalones y los slips y saco de su bolsillo una par de preservativos, ella le chupo la polla poniéndose de rodillas mientras él rompía el envoltorio del preservativo y se lo puso en la polla, movió a Laura hasta el fondo de la cama le abrió las piernas y la penetró con fuerza, Laura soltó un grito.

- ¡Despacio Nene! - le rogo ella - ¡Fóllame despacio!

El tailandés empezó a follarla suavemente, el mojado coño de Laura hacia de lubricante natural y se agarró a él por el cuello.

- ¡Fóllame más rápido! -pidió ella.

- Le contare a tu marido como me pides que te folle- le susurró Lawn - ¡Lo putita que eres!

Tanto tiempo sin tener sexo le pasaba factura a Laura que no tardo en correrse otra vez y se lo agradeció a él mordiéndole los hombros y el cuello mientras sus manos le arañaban la espalda con dulzura, Lawn se quito el preservativo y se giro poniéndole la polla en la boca, ella se la metió en la boca y empezó a chuparla con ganas mientras abría las piernas sintió como los dedos de él le abrían los labios vaginales y le volvía a comer el coño, el 69 también era una práctica poco habitual en ella.

Se chuparon mutuamente y Laura estaba a punto de tener otro orgasmo y él la polla dura para volverla a follar, escucho un ruido y vio entrar a su hijo, intentó hacer un gesto para taparse, pero cómo iba a disimular que tenía aquella polla dentro de su boca y espatarrada ofreciendo su coño a un extraño.

Hugo se sentó en un sillón de Bambú que había en la terraza, se encendió un cigarro y empezó a contemplar la escena con toda la tranquilidad del mundo, Lawn se puso de rodillas mientras se ponía otro preservativo y Laura cruzo una mirada desafiante con su hijo.

- ¿quieres ver cómo me follo a la putita de tu mujer? - le pregunto Lawn a Hugo.

Hugo hizo un gesto de conformidad mientras le daba unas caladas al cigarro, Laura lo miro enfurecida, no solo entregaba a su madre, si no que el cabrón se quería deleitar mirando. Lawn la giro y la puso a cuatro patas mirando a su hijo y la penetró con fuerza en dos golpes le metió la polla y empezó a moverse mientras sus manos agarraban a Laura por los hombros y hacían de punto de sujección. Él empezó a penetrarla profundamente, Laura gemía con fuerza y bajo la cabeza a las sabanas, Lawn le paso las manos a las caderas y la follo con intensidad.

-¡Tú mujer tiene el coño muy estrecho! - le dijo Lawn a Hugo -¡No la follas bien!

Hugo permanecía impasible y su rostro solo mostraba una sonrisa mientras encendía otro cigarro, en la habitación solo se escuchaban los gemidos cada vez más escandalosos de Laura y los golpes que daban las caderas de él en las nalgas de ella.

- ¡Mira como hago que le chorree el coño a la guarra de tu mujer! - dijo Lawn al empezar a dejarse sentir el chapoteo que producía la follada.

- ¡Me voy a correr! - soltó ella en un castellano con voz forzada.

Laura se corrió y Lawn sin dejar que se recuperase la giro y le metió dos dedos en el coño y empezó a moverlos y a girarlos buscando su punto débil, Laura empezó a chillar mientras un chorro de líquido salía a borbotones de su coño ( era el primer skirt que experimentaba), se quedo temblando mientras Lawn se reía de ella y cruzo una mirada avergonzada con su hijo, pronto le apartó la mirada y Lawn la volvió a penetrar, el subió las piernas y empezó a follarla con intensidad, Lawn le giro la cara para que mirara a su hijo.

- ¡A ti también te pone esta cara de puta cuando la follas! - le vocifero Lawn a Hugo.

A Laura en otro momento aquellos comentarios la hubiesen molestado, pero a estas alturas lo que hacían eran excitarla más y más, empezó a gemir con fuerza y Lawn aceleró las embestidas, otra vez el chapoteó retumbo en la habitación, Laura estaba desbocada cerró los ojos y empezó a chillar placenteramente.

- ¡Quiero correrme contigo! - le bramó el tailandés - ¡Aguanta guarra!

Le subió las caderas y empezó a follarla frenéticamente, Laura se desgañitaba chillando hasta que convulsiono y empezó a temblar corriéndose salvajemente, Lawn saco su polla del coño de Laura y empezó a exhalar aire con fuerza se quito el preservativo y le hizo un nudo y se lo tiro al lado de Laura lleno de semen, se levanto y empezó a vestirse pausadamente cuando estuvo listo Hugo se despidió de él dándole un fuerte apretón con la mano y con la otra mano le dio un billete de 10€ como gratificación, se dio la vuelta y salió de la habitación.

Laura se levanto apartando el preservativo y lanzándolo en una pequeña papelera que había en un rincón, se encendió un cigarro y lo fumo en la terraza, pudiendo observar como Lawn se alejaba en su motocicleta, su hijo se acerco por detrás y quiso acariciarle el hombro, ella se giró enfurecida con llamas en los ojos.

- ¿Qué clase de hijo le hace esto a su madre? - le vocifero - ¡Tú no eres mi hijo!

Apagó el cigarro con fuerza y apartó a su hijo de un empujón y se estiro en la cama de espaldas encogida y llorando, su hijo se desvistió y se tumbo a su lado, se quedaron en silencio.

- ¡Mama me gusta como chillas cuando te corres! - le susurró él al oído. Ella se hizo la dormida.
 
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