NudeCouple
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Hola amigos, este hilo es copia del publicado en pajilleros, ya que la web cierra continuamos por aquí, esperemos que disfruteis de nuestras experiencias
Hola amigos, somos una pareja de Galicia (yo tengo 40 años y mi mujer 36), hemos contado unas experiencias que hemos tenido en verano en la playa (en el hilo Situaciones excitantes en la playa), nos hemos decidido a abrir un hilo propio donde todos sois bienvenidos, espero que disfrutéis leyendo tanto como nosotros contando nuestros juegos.
Si hay algo que nos gusta (realmente nos encanta) es el exhibicionismo, ver y que nos vean; pero en esta experiencia que os vamos a contar no nos vio nadie, la verdad es que con lo mismo si nos ven se quedan a cuadros jeje, supongo que nos daría igual.
Lo hemos titulado exhibición por el sendero, esperamos que os guste.
Como hemos dicho en otro hilo a mi mujer y a mi nos gusta mucho la naturaleza, desde hace años solemos hacer rutas, visitar espacios naturales, tanto montaña como mar, Galicia tiene mucho que ver y el tiempo no siempre es tan malo, no llueve siempre en todos los sitios vamos...
El caso es que un día de verano decidimos hacer una ruta de senderismo en Pedra do Cadro en Esteiro, preparamos nuestras mochilas, termos, algo de comida y ropa cómoda.
Salimos de casa y yo ya estaba medio cachondo, mi mujer tiene la costumbre de andar en braguitas por casa y sin sujetador, tiene pecho natural y una talla 100, esa mañana me desperté con sus tetitas en mi cara (a veces lo hace, dice que la excita despertarme así) yo encantado de poder lamer sus pezones tan pronto me levanto, ella me dice de cachondeo que estoy desayunando.
En el ascensor al bajar para el garaje me metió mano a la polla, me dice que le gusta que la tenga bien dura pero que no me corra (aquel día quería llevarme al límite y hacerme sufrir).
Bueno, a lo que vamos, cogimos el coche y llegamos allí, aún no eran las 12 del mediodía y empezamos la ruta, comenzamos a caminar y empecé a hablar con ella de lo excitante que había sido despertarme con sus tetas en mi cara y que me metiese mano así en el ascensor, me dice que si soy bueno algún día de estos en vez de sus tetas pondrá su coñito en mi cara, pero solo si soy realmente bueno y merecedor de ello.
También recuerdo haber hablado con ella de follar en mitad del bosque (tirar una manta en alguna zona y follar a saco allí), la verdad es que es algo que me excita mucho, hacerlo en la naturaleza, que pueda gemir todo lo que quiera y al volumen que quiera (no se corta, es algo que me pone mucho de ella, siempre ha sido así) y el hecho de que nos puedan pillar y seguir follando hasta corrernos sin que nos importe nada...uff ...se me pone dura solo de imaginármelo.
A medida que avanzábamos en la ruta nos fuimos sacando la sudadera para quedarnos en camiseta, uno empieza a entrar en calor, en ese momento aún cachondo de lo que había pasado en casa y de la conversación subida de tono le hice una apuesta a mi mujer : ¿A que no te atreves a sacarte el sujetador, subirte la camiseta e ir en tetas?, esas tetas son para enseñar, le dije, no para llevar tapadas (me encanta que otros hombres nudistas se las vean en la playa), si aceptas hoy pago yo unas copas, si no las pagas tú (a veces hacemos apuestas chorras de este estilo para darle mas salsa a las situaciones).
Paramos en mitad de la senda, se sacó la mochila, bebió agua, se levanta la camiseta y se saca el sujetador para guardarlo dentro, se subió bien la camiseta de forma que no se le bajase y se puso otra vez la mochila, sus preciosas tetas estaban ahora al descubierto y a mi la polla no me cabía dentro de los pantalones, me dijo: venga vamos a seguir que aún nos queda mucho camino por recorrer...
Allí estaba ella, a mi lado, paseando conmigo en tetas, con el riesgo de que pudiese venir alguien de frente y verla así, estuvimos caminando un buen trecho y le dije si podía pellizcarle los pezones (sé que le encanta, la vuelve loca, a veces alucino por que aprieto realmente fuerte y no me dice que pare, le va el sado light,se nota), me dijo que no, que solo mirar, nada de tocar; quería hacerme sufrir un buen rato más.
En un momento de la travesía, así de arrebato se para y decide bajarme la cremallera el pantalón, me saca la polla, me agarra de ella y me dice, vamos, yo te llevo.
No os podéis imaginar que morbazo: ella en tetas con sus pezones bien duritos al sol y con su mano derecha me lleva de “paseo” por el sendero cogiéndome la polla toda dura y tirando de mí (sendero por el que puede venir mas gente...).
Estuvimos durante unos 15 minutos así y yo ya no podía más, estaba deseando meterla o que me la chupase, me daba igual quien pudiese vernos (a los que os gusta este tipo de situaciones seguro que me entendéis perfectamente).
Justo antes de llegar a un claro en la ruta le propuse sexo oral, va ella, se agacha y me empieza a chupar la polla, de cuclillas agarrándome el culo con las manos y empujándome contra su boca, me costó no correrme y cuando estaba mojando y a punto paró para seguir “tirando” de mi por la ruta.
Seguimos avanzando y me dice: ahora si que me puedes pellizcar los pezones (tiene unos pezones grandes y le encanta que le tiren de ellos y se los mordisqueen), allí estábamos los 2, en mitad de un camino, yo con mi polla fuera bien tiesa y ella con sus tetas al aire, yo le pellizcaba los 2 pezones y tiraba de ellos hacia arriba mientras ella gemía de placer y dolor, le pedí permiso para ver como estaba de cachonda, metí mi mano dentro de sus braguitas y las noté mojadas, dos dedos se deslizaron sin dificultad entre su rajita y ya bien dentro empecé a moverlos, empezó a gemir allí mismo, en mitad de la nada, nos hubiésemos tirado allí mismo en mitad del camino para ponernos a follar como locos.
Avanzamos un poco más y encontramos un caminito más estrecho que atravesaba una piedra granítica de poca altura y allí mismo entre esas rocas nos bajamos los pantalones y nos pusimos a follar, senté mi culo sobre la piedra caliente y ella se sentó encima de mi polla para saltar encima de ella, estaba caliente y supermojada, después ella se agachó y apoyó sobre la piedra mientras yo se la metía, es superexcitante follar en mitad de la naturaleza, en serio, yo me corrí fuera y ella acabó tocándose y corriéndose mientras yo le chupaba y mordisqueaba los pezones, gimiendo como una loca, cualquiera que hubiese pasado cerca nos podría haber escuchado con seguridad, quizás no hubiese estado mal...
Hola amigos, somos una pareja de Galicia (yo tengo 40 años y mi mujer 36), hemos contado unas experiencias que hemos tenido en verano en la playa (en el hilo Situaciones excitantes en la playa), nos hemos decidido a abrir un hilo propio donde todos sois bienvenidos, espero que disfrutéis leyendo tanto como nosotros contando nuestros juegos.
Si hay algo que nos gusta (realmente nos encanta) es el exhibicionismo, ver y que nos vean; pero en esta experiencia que os vamos a contar no nos vio nadie, la verdad es que con lo mismo si nos ven se quedan a cuadros jeje, supongo que nos daría igual.
Lo hemos titulado exhibición por el sendero, esperamos que os guste.
Como hemos dicho en otro hilo a mi mujer y a mi nos gusta mucho la naturaleza, desde hace años solemos hacer rutas, visitar espacios naturales, tanto montaña como mar, Galicia tiene mucho que ver y el tiempo no siempre es tan malo, no llueve siempre en todos los sitios vamos...
El caso es que un día de verano decidimos hacer una ruta de senderismo en Pedra do Cadro en Esteiro, preparamos nuestras mochilas, termos, algo de comida y ropa cómoda.
Salimos de casa y yo ya estaba medio cachondo, mi mujer tiene la costumbre de andar en braguitas por casa y sin sujetador, tiene pecho natural y una talla 100, esa mañana me desperté con sus tetitas en mi cara (a veces lo hace, dice que la excita despertarme así) yo encantado de poder lamer sus pezones tan pronto me levanto, ella me dice de cachondeo que estoy desayunando.
En el ascensor al bajar para el garaje me metió mano a la polla, me dice que le gusta que la tenga bien dura pero que no me corra (aquel día quería llevarme al límite y hacerme sufrir).
Bueno, a lo que vamos, cogimos el coche y llegamos allí, aún no eran las 12 del mediodía y empezamos la ruta, comenzamos a caminar y empecé a hablar con ella de lo excitante que había sido despertarme con sus tetas en mi cara y que me metiese mano así en el ascensor, me dice que si soy bueno algún día de estos en vez de sus tetas pondrá su coñito en mi cara, pero solo si soy realmente bueno y merecedor de ello.
También recuerdo haber hablado con ella de follar en mitad del bosque (tirar una manta en alguna zona y follar a saco allí), la verdad es que es algo que me excita mucho, hacerlo en la naturaleza, que pueda gemir todo lo que quiera y al volumen que quiera (no se corta, es algo que me pone mucho de ella, siempre ha sido así) y el hecho de que nos puedan pillar y seguir follando hasta corrernos sin que nos importe nada...uff ...se me pone dura solo de imaginármelo.
A medida que avanzábamos en la ruta nos fuimos sacando la sudadera para quedarnos en camiseta, uno empieza a entrar en calor, en ese momento aún cachondo de lo que había pasado en casa y de la conversación subida de tono le hice una apuesta a mi mujer : ¿A que no te atreves a sacarte el sujetador, subirte la camiseta e ir en tetas?, esas tetas son para enseñar, le dije, no para llevar tapadas (me encanta que otros hombres nudistas se las vean en la playa), si aceptas hoy pago yo unas copas, si no las pagas tú (a veces hacemos apuestas chorras de este estilo para darle mas salsa a las situaciones).
Paramos en mitad de la senda, se sacó la mochila, bebió agua, se levanta la camiseta y se saca el sujetador para guardarlo dentro, se subió bien la camiseta de forma que no se le bajase y se puso otra vez la mochila, sus preciosas tetas estaban ahora al descubierto y a mi la polla no me cabía dentro de los pantalones, me dijo: venga vamos a seguir que aún nos queda mucho camino por recorrer...
Allí estaba ella, a mi lado, paseando conmigo en tetas, con el riesgo de que pudiese venir alguien de frente y verla así, estuvimos caminando un buen trecho y le dije si podía pellizcarle los pezones (sé que le encanta, la vuelve loca, a veces alucino por que aprieto realmente fuerte y no me dice que pare, le va el sado light,se nota), me dijo que no, que solo mirar, nada de tocar; quería hacerme sufrir un buen rato más.
En un momento de la travesía, así de arrebato se para y decide bajarme la cremallera el pantalón, me saca la polla, me agarra de ella y me dice, vamos, yo te llevo.
No os podéis imaginar que morbazo: ella en tetas con sus pezones bien duritos al sol y con su mano derecha me lleva de “paseo” por el sendero cogiéndome la polla toda dura y tirando de mí (sendero por el que puede venir mas gente...).
Estuvimos durante unos 15 minutos así y yo ya no podía más, estaba deseando meterla o que me la chupase, me daba igual quien pudiese vernos (a los que os gusta este tipo de situaciones seguro que me entendéis perfectamente).
Justo antes de llegar a un claro en la ruta le propuse sexo oral, va ella, se agacha y me empieza a chupar la polla, de cuclillas agarrándome el culo con las manos y empujándome contra su boca, me costó no correrme y cuando estaba mojando y a punto paró para seguir “tirando” de mi por la ruta.
Seguimos avanzando y me dice: ahora si que me puedes pellizcar los pezones (tiene unos pezones grandes y le encanta que le tiren de ellos y se los mordisqueen), allí estábamos los 2, en mitad de un camino, yo con mi polla fuera bien tiesa y ella con sus tetas al aire, yo le pellizcaba los 2 pezones y tiraba de ellos hacia arriba mientras ella gemía de placer y dolor, le pedí permiso para ver como estaba de cachonda, metí mi mano dentro de sus braguitas y las noté mojadas, dos dedos se deslizaron sin dificultad entre su rajita y ya bien dentro empecé a moverlos, empezó a gemir allí mismo, en mitad de la nada, nos hubiésemos tirado allí mismo en mitad del camino para ponernos a follar como locos.
Avanzamos un poco más y encontramos un caminito más estrecho que atravesaba una piedra granítica de poca altura y allí mismo entre esas rocas nos bajamos los pantalones y nos pusimos a follar, senté mi culo sobre la piedra caliente y ella se sentó encima de mi polla para saltar encima de ella, estaba caliente y supermojada, después ella se agachó y apoyó sobre la piedra mientras yo se la metía, es superexcitante follar en mitad de la naturaleza, en serio, yo me corrí fuera y ella acabó tocándose y corriéndose mientras yo le chupaba y mordisqueaba los pezones, gimiendo como una loca, cualquiera que hubiese pasado cerca nos podría haber escuchado con seguridad, quizás no hubiese estado mal...