Primera experiencia como cornudo

fabio27

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24 Jul 2023
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Hola a todos, quiero contaros como fui convenciendo a mi mujer para tener mis primeros cuernos.
Llevo con mi mujer más de 25 años, tenemos ahora sobre 45.
Desde siempre he fantaseado con la idea de ver como se la follaba otro tío, aunque ella siempre fue muy reticente. Miles de horas de morbo imaginándomelo, viendo videos, leyendo foros...
Al entrar en los cuarenta conseguí convencerla de acudir a un club swinger, simplemente a tomar algo y ver el ambiente, sin forzar nada.
En primer lugar nos sorprendió el absoluto respeto de la gente que acude a estos lugares. Nadie te acosa, nadie te presiona, estás a tu aire y haces lo que te apetezca. Eso fue un punto a favor para que ella estuviera más tranquila y quisiera repetir.
Las primeras veces simplemente tomábamos algo, veíamos a otras parejas follar, nos metíamos en el jacuzzi y disfrutábamos del morbo de la situación.
Poco a poco fuimos yendo a más. Empezamos follando en una habitación donde nos observaban desde el exterior. Después lo hacíamos en una habitación donde había glory hole y ella se animaba a tocar y chupar pollas mientras me la zumbaba. Todo eso nos ponía a mil.
Luego empezamos a follar en habitaciones donde había otras parejas haciendo lo mismo. Tocábamos a los de al lado, nos tocaban, todo una puta maravilla.
Finalmente un día en el jacuzzi había un chavalito joven, de veintipocos, con una buena herramienta. Cogí la mano de ella y se la acerqué a su polla para que la pajeara mientras que él le metía los dedos. Eso la puso a mil.
Le dije a mi mujer a ver si quería que lo metiéramos en una habitación, a la cual accedió. Era mi gran oportunidad, lo que durante tanto tiempo había soñado.
Pasamos a una habitación y la puse a cuatro patas. Mientras ella me la chupaba le dijo al tío que se la metiera. El gran momento había llegado.
Lo que pasó después fue contradictorio. El tío le empezó a dar unas embestidas brutales. Nunca había oído a mi mujer chillar tanto como ese día. Seguramente los gritos se escuchaban hasta fuera del local. Fue algo que me descolocó, aunque ella se lo pasó genial.
A partir de ese día dejamos de ir durante un tiempo largo al club. No me encontraba bien. Era una mezcla de celos y frustración. En 25 años yo nunca había sido capaz de darle ese placer, nunca había visto a mi mujer así, gozar tanto, de una manera tan desenfrenada, y eso me dolía.
Estuve unas semanas con un pequeño trauma. Me sentía una mierda, un inútil. Estaba mal.
Llegué a pensar que las fantasías tenían que quedarse en ese plano porque cuando se hacen realidad pueden generarse sentimientos o sensaciones que no esperabas y para las que no estamos preparados.
No obstante, lo superé, lo hablamos y volvimos a ir a clubs swingers. Acudimos con frecuencia y nos lo pasamos como enanos, aunque sufrí ese pequeño bache que no esperaba.
Por lo tanto mi consejo es que lo tengáis muy claro, yo creía que era muy fuerte mentalmente pero estaba equivocado. Me derrumbé.
Pero superada esa frustración de la primera vez todas las demás experiencias han sido satisfactorias, una auténtica pasada.
Esta es mi experiencia y quería compartirla con vosotros.
 
Muy bien contado

Nuestra experiencia está siendo muy parecida en cuanto a los locales.

Las primeras veces sexo entre nosotros mirando y dejándonos ver. después de un par de visitas, nos atrevimos a entrar en la sala oscura y allí ya fuimos más deprisa…la primera noche, nos intercambiamos con otra pareja , no hubo penetracion ni sexo oral, pero si besos, caricias , sexo entre ambas chicas y lo que empezó a hacerme ver que me excitaba la idea de ser cornudo…lo cachondo que me puso ver a mi mujer gimiendo cuando el otro chico le pajeaba el clitoris con su rabo.

Después vinieron más visitas, nos soltamos del todo y asumí que me excitaba más verla que participar. En mi caso no he sufrido el bajón que tu indicas, me pone cada vez más cachondo verla y oírla disfrutar con otros.

saludos
 

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Muy bien contado

Nuestra experiencia está siendo muy parecida en cuanto a los locales.

Las primeras veces sexo entre nosotros mirando y dejándonos ver. después de un par de visitas, nos atrevimos a entrar en la sala oscura y allí ya fuimos más deprisa…la primera noche, nos intercambiamos con otra pareja , no hubo penetracion ni sexo oral, pero si besos, caricias , sexo entre ambas chicas y lo que empezó a hacerme ver que me excitaba la idea de ser cornudo…lo cachondo que me puso ver a mi mujer gimiendo cuando el otro chico le pajeaba el clitoris con su rabo.

Después vinieron más visitas, nos soltamos del todo y asumí que me excitaba más verla que participar. En mi caso no he sufrido el bajón que tu indicas, me pone cada vez más cachondo verla y oírla disfrutar con otros.

saludos
Esa, es la, idea disfrutar cuando otro macho hace que ella goce a tope mucho más que con nosotros
 
Cuenta, cornudo (con todos mis respetos). Yo también lo soy
Sinceramente el verdadero motivo por el que empezamos a ir a locales, fue porque ella tenía curiosidad por estar con una chica y después de hablarlo decidimos probar en un local, yo no tenia ni la más remota idea que me iban a gustar otras cosas, solo pensar en verla con una mujer me excitaba…hasta que como he contado vi a un tío besándola, tocándola y pajeandola con su rabo, en ese momento me di cuenta que lo que me excitaba era verla disfrutar, independientemente que fuera con chico, chica o pareja
 
Qué gozo ver cómo disfruta con otro tío, yo también gozo cuando se mete conmigo y me dice que no le valgo porque soy muy poco macho uff
 
Hola a todos, quiero contaros como fui convenciendo a mi mujer para tener mis primeros cuernos.
Llevo con mi mujer más de 25 años, tenemos ahora sobre 45.
Desde siempre he fantaseado con la idea de ver como se la follaba otro tío, aunque ella siempre fue muy reticente. Miles de horas de morbo imaginándomelo, viendo videos, leyendo foros...
Al entrar en los cuarenta conseguí convencerla de acudir a un club swinger, simplemente a tomar algo y ver el ambiente, sin forzar nada.
En primer lugar nos sorprendió el absoluto respeto de la gente que acude a estos lugares. Nadie te acosa, nadie te presiona, estás a tu aire y haces lo que te apetezca. Eso fue un punto a favor para que ella estuviera más tranquila y quisiera repetir.
Las primeras veces simplemente tomábamos algo, veíamos a otras parejas follar, nos metíamos en el jacuzzi y disfrutábamos del morbo de la situación.
Poco a poco fuimos yendo a más. Empezamos follando en una habitación donde nos observaban desde el exterior. Después lo hacíamos en una habitación donde había glory hole y ella se animaba a tocar y chupar pollas mientras me la zumbaba. Todo eso nos ponía a mil.
Luego empezamos a follar en habitaciones donde había otras parejas haciendo lo mismo. Tocábamos a los de al lado, nos tocaban, todo una puta maravilla.
Finalmente un día en el jacuzzi había un chavalito joven, de veintipocos, con una buena herramienta. Cogí la mano de ella y se la acerqué a su polla para que la pajeara mientras que él le metía los dedos. Eso la puso a mil.
Le dije a mi mujer a ver si quería que lo metiéramos en una habitación, a la cual accedió. Era mi gran oportunidad, lo que durante tanto tiempo había soñado.
Pasamos a una habitación y la puse a cuatro patas. Mientras ella me la chupaba le dijo al tío que se la metiera. El gran momento había llegado.
Lo que pasó después fue contradictorio. El tío le empezó a dar unas embestidas brutales. Nunca había oído a mi mujer chillar tanto como ese día. Seguramente los gritos se escuchaban hasta fuera del local. Fue algo que me descolocó, aunque ella se lo pasó genial.
A partir de ese día dejamos de ir durante un tiempo largo al club. No me encontraba bien. Era una mezcla de celos y frustración. En 25 años yo nunca había sido capaz de darle ese placer, nunca había visto a mi mujer así, gozar tanto, de una manera tan desenfrenada, y eso me dolía.
Estuve unas semanas con un pequeño trauma. Me sentía una mierda, un inútil. Estaba mal.
Llegué a pensar que las fantasías tenían que quedarse en ese plano porque cuando se hacen realidad pueden generarse sentimientos o sensaciones que no esperabas y para las que no estamos preparados.
No obstante, lo superé, lo hablamos y volvimos a ir a clubs swingers. Acudimos con frecuencia y nos lo pasamos como enanos, aunque sufrí ese pequeño bache que no esperaba.
Por lo tanto mi consejo es que lo tengáis muy claro, yo creía que era muy fuerte mentalmente pero estaba equivocado. Me derrumbé.
Pero superada esa frustración de la primera vez todas las demás experiencias han sido satisfactorias, una auténtica pasada.
Esta es mi experiencia y quería compartirla con vosotros.
Muy buena aportación. Siempre he tenido dudas sobre mi reacción si pasa esto pero ahora mismo mis ganas de verla con otro hacen que me arriesgue. Ojalá ella se decidiera a probar....
 
Ayer mismo, fue nuestra primera vez en un club swinger.
Íbamos con los nervios de esa primera vez y con la mentalidad de ver que había, pero seguramente no haremos nada.
Entramos coincidiendo con otra pareja que también era su primera vez allí y nos enseñaron el local a los 4.
Miraditas, comentarios, risas, etc..

Estar en la terraza y ver a las parejas en la piscina, fue muy morboso, pero que me proponga ir a la piscina/ jacuzzi....
Ahí cayó el primer polvo. En la piscina con decenas de personas mirando.

Después de dar varias vueltas por el local y volver a la terraza a tomarnos una copa....entramos en la sala oscura. Ufff.

Aunque sea oscura al entrar, al poco se acostumbra la vista.... y mientras me hacía una chupadita. Veo que un hombre de unos 55 le empieza a acariciar y ella no rechaza por lo que continuo tocandole y besandole la espalda, culo....
No me di cuenta de cómo pasó, pero veo que se abre de piernas y ya tenia las bragas por lo tobillos, le ayudo a quitárselos , ya que se estaba acomodando para que le chupara el coño.
Así estuvimos un rato, hasta que sentí unas caricias en mi espalda y culo.... le toqué y acerqué, era un chica de unos 35, que en cuanto le di vía libre me la estuvo chupando, me acerqué a mi mujer y mientras una le chupaba la polla, la otra los huevos.

Al vernos, su pareja no se corto y se puso al lado de mi mujer para que también se la chupara, y así lo hizo... estuvimos un rato y se incorporó dejando al de 60, vio a otra pareja y me preguntó, quieres que le toque?.
Ante mí afirmación estiró el brazo le acarició y se empezaron a besar, yo hice lo mismo con su mujer, ahí estábamos los 4 a escasos cm, tomándonos, besándonos y chupandonos.

Para ser una primera vez estuvo muy por encima de lo que esperaba. Y lo mejor fue al salir....con el comentario de ella.... para la próxima vez ya sabemos como funciona todo.... ha sido un acierto venir aquí.
 
Yo me muero de ganas de llevar a mi mujer, aunque también reflexiono sobre esa posibilidad y hemos hablado que preferimos acudir para ver y ser vistos, pero no terminamos de dar el paso, a ella le atrae la idea de hacer un intercambio completo con otra pareja en la misma habitación, yo en cambio me excito más pensando en ser dos hombres con ella, yo uno de ellos, y usar al otro para su placer como si fuera mi segunda polla, me imagino hacerle una doble penetración vaginal y una de vagina y ano, ordenarle abrir sus piernas para que la acaricien mientras la beso y pellizco sus pezones, sostenerla sobre mí abriéndole las piernas para que la penetren con ansia y fuerza y luego turnarnos para darle placer con nuestras bocas, manos y miembros hasta que no pueda dejar de correrse, son tan bonitas las imaginaciones y la literatura, pero uno no sabe que se encontrará ni que sentirá realmente. Yo no busco la sensación de sentirme cornudo, siento que me encanta su placer y creo que podría darle más así, que puedo jugar con otras personas para darle mucho más, yo siempre había tenido la capacidad y el aguante para estar toda la noche dándole y eyacular hasta tres y cuatro veces, era como una especie de priapismo, impropio de mi edad, y ya entonces me planteaba este tipo de juegos, pero ella decía que ya tenía bastante porque quedaba irritada, ahora tras las niños y los años de crianza esa capacidad se ha resentido y sé que solamente seria algo físico el compartirla así, pero nos permitiría disfrutar igual que antes introduciendo ese nuevo elemento y esa situación de morbo.
 
Ayer mismo, fue nuestra primera vez en un club swinger.
Íbamos con los nervios de esa primera vez y con la mentalidad de ver que había, pero seguramente no haremos nada.
Entramos coincidiendo con otra pareja que también era su primera vez allí y nos enseñaron el local a los 4.
Miraditas, comentarios, risas, etc..

Estar en la terraza y ver a las parejas en la piscina, fue muy morboso, pero que me proponga ir a la piscina/ jacuzzi....
Ahí cayó el primer polvo. En la piscina con decenas de personas mirando.

Después de dar varias vueltas por el local y volver a la terraza a tomarnos una copa....entramos en la sala oscura. Ufff.

Aunque sea oscura al entrar, al poco se acostumbra la vista.... y mientras me hacía una chupadita. Veo que un hombre de unos 55 le empieza a acariciar y ella no rechaza por lo que continuo tocandole y besandole la espalda, culo....
No me di cuenta de cómo pasó, pero veo que se abre de piernas y ya tenia las bragas por lo tobillos, le ayudo a quitárselos , ya que se estaba acomodando para que le chupara el coño.
Así estuvimos un rato, hasta que sentí unas caricias en mi espalda y culo.... le toqué y acerqué, era un chica de unos 35, que en cuanto le di vía libre me la estuvo chupando, me acerqué a mi mujer y mientras una le chupaba la polla, la otra los huevos.

Al vernos, su pareja no se corto y se puso al lado de mi mujer para que también se la chupara, y así lo hizo... estuvimos un rato y se incorporó dejando al de 60, vio a otra pareja y me preguntó, quieres que le toque?.
Ante mí afirmación estiró el brazo le acarició y se empezaron a besar, yo hice lo mismo con su mujer, ahí estábamos los 4 a escasos cm, tomándonos, besándonos y chupandonos.

Para ser una primera vez estuvo muy por encima de lo que esperaba. Y lo mejor fue al salir....con el comentario de ella.... para la próxima vez ya sabemos como funciona todo.... ha sido un acierto venir aquí.
Muy buena experiencia, nosotros queremos probar también.
 
Ayer mismo, fue nuestra primera vez en un club swinger.
Íbamos con los nervios de esa primera vez y con la mentalidad de ver que había, pero seguramente no haremos nada.
Entramos coincidiendo con otra pareja que también era su primera vez allí y nos enseñaron el local a los 4.
Miraditas, comentarios, risas, etc..

Estar en la terraza y ver a las parejas en la piscina, fue muy morboso, pero que me proponga ir a la piscina/ jacuzzi....
Ahí cayó el primer polvo. En la piscina con decenas de personas mirando.

Después de dar varias vueltas por el local y volver a la terraza a tomarnos una copa....entramos en la sala oscura. Ufff.

Aunque sea oscura al entrar, al poco se acostumbra la vista.... y mientras me hacía una chupadita. Veo que un hombre de unos 55 le empieza a acariciar y ella no rechaza por lo que continuo tocandole y besandole la espalda, culo....
No me di cuenta de cómo pasó, pero veo que se abre de piernas y ya tenia las bragas por lo tobillos, le ayudo a quitárselos , ya que se estaba acomodando para que le chupara el coño.
Así estuvimos un rato, hasta que sentí unas caricias en mi espalda y culo.... le toqué y acerqué, era un chica de unos 35, que en cuanto le di vía libre me la estuvo chupando, me acerqué a mi mujer y mientras una le chupaba la polla, la otra los huevos.

Al vernos, su pareja no se corto y se puso al lado de mi mujer para que también se la chupara, y así lo hizo... estuvimos un rato y se incorporó dejando al de 60, vio a otra pareja y me preguntó, quieres que le toque?.
Ante mí afirmación estiró el brazo le acarició y se empezaron a besar, yo hice lo mismo con su mujer, ahí estábamos los 4 a escasos cm, tomándonos, besándonos y chupandonos.

Para ser una primera vez estuvo muy por encima de lo que esperaba. Y lo mejor fue al salir....con el comentario de ella.... para la próxima vez ya sabemos como funciona todo.... ha sido un acierto venir aquí.
Aquí dejo el hilo donde describo lo que ocurrió con un poco más de detalle.

 
Hola a todos, quiero contaros como fui convenciendo a mi mujer para tener mis primeros cuernos.
Llevo con mi mujer más de 25 años, tenemos ahora sobre 45.
Desde siempre he fantaseado con la idea de ver como se la follaba otro tío, aunque ella siempre fue muy reticente. Miles de horas de morbo imaginándomelo, viendo videos, leyendo foros...
Al entrar en los cuarenta conseguí convencerla de acudir a un club swinger, simplemente a tomar algo y ver el ambiente, sin forzar nada.
En primer lugar nos sorprendió el absoluto respeto de la gente que acude a estos lugares. Nadie te acosa, nadie te presiona, estás a tu aire y haces lo que te apetezca. Eso fue un punto a favor para que ella estuviera más tranquila y quisiera repetir.
Las primeras veces simplemente tomábamos algo, veíamos a otras parejas follar, nos metíamos en el jacuzzi y disfrutábamos del morbo de la situación.
Poco a poco fuimos yendo a más. Empezamos follando en una habitación donde nos observaban desde el exterior. Después lo hacíamos en una habitación donde había glory hole y ella se animaba a tocar y chupar pollas mientras me la zumbaba. Todo eso nos ponía a mil.
Luego empezamos a follar en habitaciones donde había otras parejas haciendo lo mismo. Tocábamos a los de al lado, nos tocaban, todo una puta maravilla.
Finalmente un día en el jacuzzi había un chavalito joven, de veintipocos, con una buena herramienta. Cogí la mano de ella y se la acerqué a su polla para que la pajeara mientras que él le metía los dedos. Eso la puso a mil.
Le dije a mi mujer a ver si quería que lo metiéramos en una habitación, a la cual accedió. Era mi gran oportunidad, lo que durante tanto tiempo había soñado.
Pasamos a una habitación y la puse a cuatro patas. Mientras ella me la chupaba le dijo al tío que se la metiera. El gran momento había llegado.
Lo que pasó después fue contradictorio. El tío le empezó a dar unas embestidas brutales. Nunca había oído a mi mujer chillar tanto como ese día. Seguramente los gritos se escuchaban hasta fuera del local. Fue algo que me descolocó, aunque ella se lo pasó genial.
A partir de ese día dejamos de ir durante un tiempo largo al club. No me encontraba bien. Era una mezcla de celos y frustración. En 25 años yo nunca había sido capaz de darle ese placer, nunca había visto a mi mujer así, gozar tanto, de una manera tan desenfrenada, y eso me dolía.
Estuve unas semanas con un pequeño trauma. Me sentía una mierda, un inútil. Estaba mal.
Llegué a pensar que las fantasías tenían que quedarse en ese plano porque cuando se hacen realidad pueden generarse sentimientos o sensaciones que no esperabas y para las que no estamos preparados.
No obstante, lo superé, lo hablamos y volvimos a ir a clubs swingers. Acudimos con frecuencia y nos lo pasamos como enanos, aunque sufrí ese pequeño bache que no esperaba.
Por lo tanto mi consejo es que lo tengáis muy claro, yo creía que era muy fuerte mentalmente pero estaba equivocado. Me derrumbé.
Pero superada esa frustración de la primera vez todas las demás experiencias han sido satisfactorias, una auténtica pasada.
Esta es mi experiencia y quería compartirla con vosotros.
Fabio, tienes que tener en cuenta una cosa. Debes ser consciente y admitir de que el mismo morbazo que te dió a ti ver el momento en el que por fin iban a follar a tu chica, tambien podía dárselo a ella y tener un subidón que jamás había tenido. Este juego lo disfrutan o deben disfrutar dos.
A veces uno se lo pasa mejor que el otro, y en una ocasión posterior es al revés. Se asume como normal.

Y todo esto basado en una confianza mutua, en una claridad absoluta por parte de los dos en qué consiste el juego y en unas "reglas" que os marquéis, las cuales debeis respetar.

Recuerdo una ocasión en que a mi chica le estaba follando un tio con una polla digamos que considerable. Estaba disfrutando ella de tal modo que no me permitió el cambio. Quería seguir sintiendo esa polla. No voy a negar que me chocó en un principio y sentí esos malditos celillos. Pero enseguida comprendí que era un momento para ella y que yo tambien estaba disfrutando al verla gemir de ese modo.
Hola a todos, quiero contaros como fui convenciendo a mi mujer para tener mis primeros cuernos.
Llevo con mi mujer más de 25 años, tenemos ahora sobre 45.
Desde siempre he fantaseado con la idea de ver como se la follaba otro tío, aunque ella siempre fue muy reticente. Miles de horas de morbo imaginándomelo, viendo videos, leyendo foros...
Al entrar en los cuarenta conseguí convencerla de acudir a un club swinger, simplemente a tomar algo y ver el ambiente, sin forzar nada.
En primer lugar nos sorprendió el absoluto respeto de la gente que acude a estos lugares. Nadie te acosa, nadie te presiona, estás a tu aire y haces lo que te apetezca. Eso fue un punto a favor para que ella estuviera más tranquila y quisiera repetir.
Las primeras veces simplemente tomábamos algo, veíamos a otras parejas follar, nos metíamos en el jacuzzi y disfrutábamos del morbo de la situación.
Poco a poco fuimos yendo a más. Empezamos follando en una habitación donde nos observaban desde el exterior. Después lo hacíamos en una habitación donde había glory hole y ella se animaba a tocar y chupar pollas mientras me la zumbaba. Todo eso nos ponía a mil.
Luego empezamos a follar en habitaciones donde había otras parejas haciendo lo mismo. Tocábamos a los de al lado, nos tocaban, todo una puta maravilla.
Finalmente un día en el jacuzzi había un chavalito joven, de veintipocos, con una buena herramienta. Cogí la mano de ella y se la acerqué a su polla para que la pajeara mientras que él le metía los dedos. Eso la puso a mil.
Le dije a mi mujer a ver si quería que lo metiéramos en una habitación, a la cual accedió. Era mi gran oportunidad, lo que durante tanto tiempo había soñado.
Pasamos a una habitación y la puse a cuatro patas. Mientras ella me la chupaba le dijo al tío que se la metiera. El gran momento había llegado.
Lo que pasó después fue contradictorio. El tío le empezó a dar unas embestidas brutales. Nunca había oído a mi mujer chillar tanto como ese día. Seguramente los gritos se escuchaban hasta fuera del local. Fue algo que me descolocó, aunque ella se lo pasó genial.
A partir de ese día dejamos de ir durante un tiempo largo al club. No me encontraba bien. Era una mezcla de celos y frustración. En 25 años yo nunca había sido capaz de darle ese placer, nunca había visto a mi mujer así, gozar tanto, de una manera tan desenfrenada, y eso me dolía.
Estuve unas semanas con un pequeño trauma. Me sentía una mierda, un inútil. Estaba mal.
Llegué a pensar que las fantasías tenían que quedarse en ese plano porque cuando se hacen realidad pueden generarse sentimientos o sensaciones que no esperabas y para las que no estamos preparados.
No obstante, lo superé, lo hablamos y volvimos a ir a clubs swingers. Acudimos con frecuencia y nos lo pasamos como enanos, aunque sufrí ese pequeño bache que no esperaba.
Por lo tanto mi consejo es que lo tengáis muy claro, yo creía que era muy fuerte mentalmente pero estaba equivocado. Me derrumbé.
Pero superada esa frustración de la primera vez todas las demás experiencias han sido satisfactorias, una auténtica pasada.
Esta es mi experiencia y quería compartirla con vosotros.
Fabio de donde sois ??
 
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