Aquella mañana Laura obsequio a su hijo con una mamada lenta y profunda lo ordeño bien y empezaron a preparar el equipaje, desayunaron abundantemente y un transfer los llevo al aeropuerto, el vuelo duro entre 4 y 5 horas, su nuevo destino los estaba esperando Phuket, esta vez el complejo hotelero era muy nuevo y moderno, una especie de resort, Laura intentó cambiar su habitación en un masificado edificio y el resort disponía de unos bungalows apartados, con dos habitaciones separadas y con piscina particular con unas vistas increíbles y con todas las comodidades del complejo y uno de ellos había recibido una cancelación y se lo ofrecieron bien de precio.
Se instalaron en el bungalow y Laura pasó gran parte de la tarde dentro de la piscina, cuando anocheció se trasladaron al bullicioso centro, pronto encontraron unos buenos puestos de comida callejera y unas terrazas donde poder beber unas cervezas tranquilos, pronto Hugo entablo conversación con unas chicas locales, una de ellas destaco sobre las demás, era Fon una chica atrevida y que dominaba el inglés con mucha soltura.
Un tuk tuk les llevo al Resort, Fon se sentó encima de Hugo y Laura la pudo observar con claridad, era una chica bajita de piel muy morena, unos labios muy carnosos con un lunar encima de ellos, su escote dejaba ver una par de buenas tetas y sus piernas eran muy fornidas, cómo en Bangkok su hijo no tenía nada de mal gusto para las mujeres.
Llegaron al Bungalow y se abrieron unas cervezas, Fon se descalzo y se quito la ropa, unas braguitas y un sujetador fue lo único que llevaba, Laura pudo observar su bello cuerpo y una extraña sensación le recorrió el cuerpo, Hugo se llevo a Fon a su habitación y Laura se desnudo y fue otra vez a la piscina, se fumo un cigarro mientras bebía una cerveza relajada, de la habitación de Hugo escucho los gemidos de la chica, era evidente que su hijo la estaba fornicando, los gritos de Fon hicieron que Laura mirase hacía los lados buscando que alguien pudiese escucharlos, pero los otros bungalows parecían cercanos pero no era así, los gritos cada vez más escandalosos le hacían suponer que su hijo la estaba llevando a un orgasmo salvaje, se llevo la mano a su coño y se acaricio la raja, estaba cachonda y si no fuese por la presencia de Fon subiría a follar con su hijo.
Fon apareció desnuda haciéndole un gesto a Laura si quería una cerveza, le hizo un gesto con el dedo y Fon volvió con dos cervezas totalmente desnuda, Laura la pudo observar detenidamente, su coño rasurado y sus imponentes tetas, ya no llevaba maquillaje pero era una chica muy hermosa y lo que más le llamo la atención es que no era tan joven como aparentaba al principio, tal vez unos 25 años.
Fon le acerco la cerveza a Laura y se metió en la piscina con ella y se sentó a su lado.
- He visto como me mirabas - le susurró Fon en un perfecto inglés.
- Eres una chica muy hermosa - le contestó Laura.
Fon le paso la pierna por encima de las de Laura y quedo sentada encima de ella, soltó la cerveza en un lado.
- ¡Ahora quiero follar contigo! - le susurró Fon al tiempo que la besaba en los labios.
Laura no se esperaba aquella situación y quedo paralizada, Fon la seguía besando y su lengua se metía dentro de la boca de Laura que se entregó a las caricias y besos de Fon y de dieron la lengua morbosamente, Laura encontró la lengua de Fon muy suave y dulce a la vez que atrevida.
- ¡Chúpame las tetas! - le ordeno Fon
Laura cogió las tetas de la tailandesa y las beso ingenuamente, los pezones de Fon se pusieron duros a pesar de la poca experiencia de Laura.
- ¡Te voy a enseñar cómo se hace! - le susurro Fon.
La tailandesa agarro las tetas de Laura y las apretó y las estrujo con sus manos y empezó a lamerlas con suavidad, Laura soltó un gemido placentero presa de su excitación y un gritito cuando Fon le mordió los pezones ya erguidos y duros, lo alternaba dándole la lengua a Laura mi entras sus dedos le pellizcaban los pezones.
Laura levantó la mirada al ver una fuente de luz que brillaba en la oscuridad era su hijo encendiéndose un cigarro desde un pequeño balcón que quedaba por encima de la piscina, no sabía cuánto tiempo llevaba allí, pero estaba espiando cómo Fon seducía a su madre en la piscina.
Fon la beso en el cuello mientras echaba la cabeza hacia atrás y cruzaba su mirada con su hijo y la tailandesa le abría las piernas y busco su coño, sus dedos la penetraron dentro del agua y Laura soltó un grito placentero, las manos de Fon subieron a Laura y su culo quedo en el borde de la piscina, le abrió las piernas y enterró su cara y comenzó a comerle el coño.
- ¡Te voy a comer el coño cómo no te lo ha comido nadie! - le anuncio Fon
Laura se retorció en el borde de la piscina, instintivamente quería cerrar las piernas, pero las manos de Fon la sujetaban por las rodillas y lo impedían, sentía un placer nunca antes experimentado, se dejaba llevar y sus manos le acariciaban la cabeza a Fon.
-¡Cómeme el coño chinita! - balbuceaba Laura
Hugo lo observaba todo desde su posición privilegiada en el balcón, cómo le comían el coño placenteramente a su madre.
- ¡tienes un coño muy sabroso! - le susurró Fon
El placer que Laura sentía era indescriptible y cuando Fon le martirizo el clítoris a lengüetazos y lo mordió, se desboco.
- ¡Vas a hacer que me corra! - balbuceaba Laura con voz ronca - ¡Me voy a volver loca!
- ¡Córrete, no te de vergüenza!
Laura se agito con fuerza soltando un grito descomunal y se corrió salvajemente mientras Fon le frotaba los dedos en el clítoris alargándole el placer.
- ¡Quiero follarte ahora! - le murmullo Fon - ¿Quieres que te folle?
- ¡Fóllame en mi habitación! - le dijo Laura cogiéndola de la mano y estirándola al interior.
Laura se estiro en la cama y se puso la almohada detrás de su cabeza y abrió las piernas ofreciéndole su chocho a Fon que empezó a acariciarlo con los dedos mientras la besaba con ternura, Laura estaba excitada, era la primera vez que estaba con una mujer, la experiencia estaba siendo muy placentera y el hecho que le ofreciese su cuerpo para que hiciese con ella lo que quisiese le humedecía el coño por momentos.
- ¡Te voy a follar bien follada! - le dijo Fon.
Dos dedos de Fon penetraron el coño de Laura que soltó un bufido placentero y levantaba la cadera para ofrecerle su coño, los dedos de Fon empezaron a entrar y salir fluidamente, los giraba al meterlos y buscaba su punto más débil, al sacarlos los giraba cómo si fuese una tuerca y los abría, Laura empezó a descontrolarse y a chillar con fuerza.
- ¡Me gusta follarme blanquitas cómo tú! - le murmullaba la tailandesa.
- ¡Fóllame chinita! - balbuceaba Laura desenfrenada.
Fon llevo su otra mano por debajo de las caderas y sus dedos alcanzaron el coño de Laura por arriba y frotaron frenéticamente su clítoris.
- ¡Me vas a volver loca! - sollozaba Laura mientras su cuerpo se agitaba y sus manos agarraban los bordes de la almohada con fuerza.
Fon era una prostituta experta y sabía cómo ofrecerle placer, sus dedos giraban al penetrarla y Laura sufría unas oleadas de placer que no podía reconocer, sus gemidos y gritos eran constantes y escandalosos, su coño se mojaba cada vez más y el sonido del chapoteo se mezclo con sus gritos.
- ¡No pares de follarme! - sollozaba Laura entre lagrimas.
El cuerpo de Laura se estremeció fuertemente y soltó un grito descomunal y se giró cerrando las piernas y sintió cómo su coño lanzaba líquido a chorro. Fon la observaba con una sonrisa mientras Laura lloraba de placer mientras su cuerpo era sacudido por temblores nunca antes experimentados.
Laura se giro pidiéndole a Fon que la dejase recomponerse y respirando agitadamente, no podía creer que hubiese tenido un orgasmo tan intenso y profundo. Fon le dio dos lametazos y Laura se estremeció al intuir que le iba a provocar más placer, la tailandesa le metió otra vez los dedos y siguió moviéndolos con maestría, Laura volvió a gemir profundamente y esta vez Fon saco los dedos y los llevo al ano de Laura.
-¿Qué me vas a hacer? - le pregunto Laura entre sollozos.
- ¡Déjame que te folle! - le rogo la tailandesa con una mirada morbosa.
Laura cruzo su mirada con Fon, sabía que aquella casi chiquilla la estaba llevando a otra manera de sentir placer y hacía un sexo desconocido, le hizo un gesto con la cabeza y cerró los ojos, notó como el dedo de la tailandesa le penetró el culo y lanzo un grito descomunal mezcla de dolor y desconocimiento, la tailandesa le metía y le sacaba el dedo con suavidad pero pronto aceleraba y profundizaba.
- ¡Sé que nadie te ha follado así! - le murmuraba Fon que le volvió a frotar los dedos en el clítoris.
Laura miro a Fon sumisa, subió la cadera para facilitarle la penetración y observo la tierna cara de Fon, aquella chica la estaba follando a su antojo y la llevaba a otra oleada de placer, sus ojos se nublaron incomprensiblemente y de su garganta salió un sonido gutural, le llegaba otro orgasmo salvaje.
Laura se quedo un buen rato en la cama agitándose, Fon fue a buscar las cervezas que quedaron en la piscina, volvió con ellas y le dio un cigarro a Laura que se fumo encima de la cama pensando en que se acaba aquella noche de sexo, pero se equivocaba.
Fon puso su pierna en medio de las de Laura la beso en los labios y le pellizco los pezones, acerco su pelvis a Laura y sus coños entraron en contacto, Laura notó el coño de Fon rasurado y cómo se frotaba con su peludo coño, Fon la agarró por el cuello y empezó a moverse friccionando sus rajitas, Laura entendió lo que le hacía, lo había visto en alguna película porno, pero ahora lo estaba experimentando placenteramente… un tijera que hacía que su coño se mojase por momentos y notó la cara de excitación de Fon.
- ¡Muévete conmigo! - le vocifero Fon
Laura le hizo un gesto de conformidad y se movieron frotándose sus coños cada vez más mojados, Fon empezó a agitarse y se corrió echando la cabeza hacia atrás, Laura la agarró por los hombros con fuerza y froto su coño frenéticamente hasta que también se corrió, se quedaron abrazadas unos minutos, Fon recupero la respiración muy pronto, pero a Laura le costó un poco más.
- ¿Quieres comerte mi coñito? - le pregunto Fon con una sonrisa.
Laura le hizo un gesto de sorpresa y Fon le abrió las piernas, Laura se agacho y beso los muslos de la tailandesa, Fon se abrió los labios del coño con los dedos y Laura pudo observar como aquella rajita estrecha tenía un color rosado brillante, le dio un lengüetazo y la tailandesa soltó un gemido placentero.
- ¡Quiero que me comas el coñito! - le susurró Fon - ¡Y correrme en tu boca!
Laura le hizo un gesto y enterró su cara en sus piernas y su lengua empezó lamer aquel coñito, notó su sabor fresco, era la primera vez que se comía un coño y lo encontró suave y sabroso su lengua lo lamía inexpertamente y cuando Fon gemía o le acariciaba la cabeza sabía que para ella era placentero, notó como se le inflamaba el clítoris y su lengua lo lamió con intensidad, Fon lanzo unos gritos placenteros y empezó a agitarse.
-¡Sigue así! - le pidió Fon - ¡Me voy a correr!
Laura siguió lamiendo y besando el clítoris de Fon, que comenzó agitarse y agarró a Laura fuertemente por su cabeza y empezó a correrse y lanzar fluidos en la boca de Laura, se besaron con pasión y la tailandesa la dejó sola y subió al piso de arriba.
Laura no tardo en dormirse satisfecha, pero antes de eso escucho cómo se agitaba la cama y Fon gemía fuertemente, estaba follando con su hijo.
Se instalaron en el bungalow y Laura pasó gran parte de la tarde dentro de la piscina, cuando anocheció se trasladaron al bullicioso centro, pronto encontraron unos buenos puestos de comida callejera y unas terrazas donde poder beber unas cervezas tranquilos, pronto Hugo entablo conversación con unas chicas locales, una de ellas destaco sobre las demás, era Fon una chica atrevida y que dominaba el inglés con mucha soltura.
Un tuk tuk les llevo al Resort, Fon se sentó encima de Hugo y Laura la pudo observar con claridad, era una chica bajita de piel muy morena, unos labios muy carnosos con un lunar encima de ellos, su escote dejaba ver una par de buenas tetas y sus piernas eran muy fornidas, cómo en Bangkok su hijo no tenía nada de mal gusto para las mujeres.
Llegaron al Bungalow y se abrieron unas cervezas, Fon se descalzo y se quito la ropa, unas braguitas y un sujetador fue lo único que llevaba, Laura pudo observar su bello cuerpo y una extraña sensación le recorrió el cuerpo, Hugo se llevo a Fon a su habitación y Laura se desnudo y fue otra vez a la piscina, se fumo un cigarro mientras bebía una cerveza relajada, de la habitación de Hugo escucho los gemidos de la chica, era evidente que su hijo la estaba fornicando, los gritos de Fon hicieron que Laura mirase hacía los lados buscando que alguien pudiese escucharlos, pero los otros bungalows parecían cercanos pero no era así, los gritos cada vez más escandalosos le hacían suponer que su hijo la estaba llevando a un orgasmo salvaje, se llevo la mano a su coño y se acaricio la raja, estaba cachonda y si no fuese por la presencia de Fon subiría a follar con su hijo.
Fon apareció desnuda haciéndole un gesto a Laura si quería una cerveza, le hizo un gesto con el dedo y Fon volvió con dos cervezas totalmente desnuda, Laura la pudo observar detenidamente, su coño rasurado y sus imponentes tetas, ya no llevaba maquillaje pero era una chica muy hermosa y lo que más le llamo la atención es que no era tan joven como aparentaba al principio, tal vez unos 25 años.
Fon le acerco la cerveza a Laura y se metió en la piscina con ella y se sentó a su lado.
- He visto como me mirabas - le susurró Fon en un perfecto inglés.
- Eres una chica muy hermosa - le contestó Laura.
Fon le paso la pierna por encima de las de Laura y quedo sentada encima de ella, soltó la cerveza en un lado.
- ¡Ahora quiero follar contigo! - le susurró Fon al tiempo que la besaba en los labios.
Laura no se esperaba aquella situación y quedo paralizada, Fon la seguía besando y su lengua se metía dentro de la boca de Laura que se entregó a las caricias y besos de Fon y de dieron la lengua morbosamente, Laura encontró la lengua de Fon muy suave y dulce a la vez que atrevida.
- ¡Chúpame las tetas! - le ordeno Fon
Laura cogió las tetas de la tailandesa y las beso ingenuamente, los pezones de Fon se pusieron duros a pesar de la poca experiencia de Laura.
- ¡Te voy a enseñar cómo se hace! - le susurro Fon.
La tailandesa agarro las tetas de Laura y las apretó y las estrujo con sus manos y empezó a lamerlas con suavidad, Laura soltó un gemido placentero presa de su excitación y un gritito cuando Fon le mordió los pezones ya erguidos y duros, lo alternaba dándole la lengua a Laura mi entras sus dedos le pellizcaban los pezones.
Laura levantó la mirada al ver una fuente de luz que brillaba en la oscuridad era su hijo encendiéndose un cigarro desde un pequeño balcón que quedaba por encima de la piscina, no sabía cuánto tiempo llevaba allí, pero estaba espiando cómo Fon seducía a su madre en la piscina.
Fon la beso en el cuello mientras echaba la cabeza hacia atrás y cruzaba su mirada con su hijo y la tailandesa le abría las piernas y busco su coño, sus dedos la penetraron dentro del agua y Laura soltó un grito placentero, las manos de Fon subieron a Laura y su culo quedo en el borde de la piscina, le abrió las piernas y enterró su cara y comenzó a comerle el coño.
- ¡Te voy a comer el coño cómo no te lo ha comido nadie! - le anuncio Fon
Laura se retorció en el borde de la piscina, instintivamente quería cerrar las piernas, pero las manos de Fon la sujetaban por las rodillas y lo impedían, sentía un placer nunca antes experimentado, se dejaba llevar y sus manos le acariciaban la cabeza a Fon.
-¡Cómeme el coño chinita! - balbuceaba Laura
Hugo lo observaba todo desde su posición privilegiada en el balcón, cómo le comían el coño placenteramente a su madre.
- ¡tienes un coño muy sabroso! - le susurró Fon
El placer que Laura sentía era indescriptible y cuando Fon le martirizo el clítoris a lengüetazos y lo mordió, se desboco.
- ¡Vas a hacer que me corra! - balbuceaba Laura con voz ronca - ¡Me voy a volver loca!
- ¡Córrete, no te de vergüenza!
Laura se agito con fuerza soltando un grito descomunal y se corrió salvajemente mientras Fon le frotaba los dedos en el clítoris alargándole el placer.
- ¡Quiero follarte ahora! - le murmullo Fon - ¿Quieres que te folle?
- ¡Fóllame en mi habitación! - le dijo Laura cogiéndola de la mano y estirándola al interior.
Laura se estiro en la cama y se puso la almohada detrás de su cabeza y abrió las piernas ofreciéndole su chocho a Fon que empezó a acariciarlo con los dedos mientras la besaba con ternura, Laura estaba excitada, era la primera vez que estaba con una mujer, la experiencia estaba siendo muy placentera y el hecho que le ofreciese su cuerpo para que hiciese con ella lo que quisiese le humedecía el coño por momentos.
- ¡Te voy a follar bien follada! - le dijo Fon.
Dos dedos de Fon penetraron el coño de Laura que soltó un bufido placentero y levantaba la cadera para ofrecerle su coño, los dedos de Fon empezaron a entrar y salir fluidamente, los giraba al meterlos y buscaba su punto más débil, al sacarlos los giraba cómo si fuese una tuerca y los abría, Laura empezó a descontrolarse y a chillar con fuerza.
- ¡Me gusta follarme blanquitas cómo tú! - le murmullaba la tailandesa.
- ¡Fóllame chinita! - balbuceaba Laura desenfrenada.
Fon llevo su otra mano por debajo de las caderas y sus dedos alcanzaron el coño de Laura por arriba y frotaron frenéticamente su clítoris.
- ¡Me vas a volver loca! - sollozaba Laura mientras su cuerpo se agitaba y sus manos agarraban los bordes de la almohada con fuerza.
Fon era una prostituta experta y sabía cómo ofrecerle placer, sus dedos giraban al penetrarla y Laura sufría unas oleadas de placer que no podía reconocer, sus gemidos y gritos eran constantes y escandalosos, su coño se mojaba cada vez más y el sonido del chapoteo se mezclo con sus gritos.
- ¡No pares de follarme! - sollozaba Laura entre lagrimas.
El cuerpo de Laura se estremeció fuertemente y soltó un grito descomunal y se giró cerrando las piernas y sintió cómo su coño lanzaba líquido a chorro. Fon la observaba con una sonrisa mientras Laura lloraba de placer mientras su cuerpo era sacudido por temblores nunca antes experimentados.
Laura se giro pidiéndole a Fon que la dejase recomponerse y respirando agitadamente, no podía creer que hubiese tenido un orgasmo tan intenso y profundo. Fon le dio dos lametazos y Laura se estremeció al intuir que le iba a provocar más placer, la tailandesa le metió otra vez los dedos y siguió moviéndolos con maestría, Laura volvió a gemir profundamente y esta vez Fon saco los dedos y los llevo al ano de Laura.
-¿Qué me vas a hacer? - le pregunto Laura entre sollozos.
- ¡Déjame que te folle! - le rogo la tailandesa con una mirada morbosa.
Laura cruzo su mirada con Fon, sabía que aquella casi chiquilla la estaba llevando a otra manera de sentir placer y hacía un sexo desconocido, le hizo un gesto con la cabeza y cerró los ojos, notó como el dedo de la tailandesa le penetró el culo y lanzo un grito descomunal mezcla de dolor y desconocimiento, la tailandesa le metía y le sacaba el dedo con suavidad pero pronto aceleraba y profundizaba.
- ¡Sé que nadie te ha follado así! - le murmuraba Fon que le volvió a frotar los dedos en el clítoris.
Laura miro a Fon sumisa, subió la cadera para facilitarle la penetración y observo la tierna cara de Fon, aquella chica la estaba follando a su antojo y la llevaba a otra oleada de placer, sus ojos se nublaron incomprensiblemente y de su garganta salió un sonido gutural, le llegaba otro orgasmo salvaje.
Laura se quedo un buen rato en la cama agitándose, Fon fue a buscar las cervezas que quedaron en la piscina, volvió con ellas y le dio un cigarro a Laura que se fumo encima de la cama pensando en que se acaba aquella noche de sexo, pero se equivocaba.
Fon puso su pierna en medio de las de Laura la beso en los labios y le pellizco los pezones, acerco su pelvis a Laura y sus coños entraron en contacto, Laura notó el coño de Fon rasurado y cómo se frotaba con su peludo coño, Fon la agarró por el cuello y empezó a moverse friccionando sus rajitas, Laura entendió lo que le hacía, lo había visto en alguna película porno, pero ahora lo estaba experimentando placenteramente… un tijera que hacía que su coño se mojase por momentos y notó la cara de excitación de Fon.
- ¡Muévete conmigo! - le vocifero Fon
Laura le hizo un gesto de conformidad y se movieron frotándose sus coños cada vez más mojados, Fon empezó a agitarse y se corrió echando la cabeza hacia atrás, Laura la agarró por los hombros con fuerza y froto su coño frenéticamente hasta que también se corrió, se quedaron abrazadas unos minutos, Fon recupero la respiración muy pronto, pero a Laura le costó un poco más.
- ¿Quieres comerte mi coñito? - le pregunto Fon con una sonrisa.
Laura le hizo un gesto de sorpresa y Fon le abrió las piernas, Laura se agacho y beso los muslos de la tailandesa, Fon se abrió los labios del coño con los dedos y Laura pudo observar como aquella rajita estrecha tenía un color rosado brillante, le dio un lengüetazo y la tailandesa soltó un gemido placentero.
- ¡Quiero que me comas el coñito! - le susurró Fon - ¡Y correrme en tu boca!
Laura le hizo un gesto y enterró su cara en sus piernas y su lengua empezó lamer aquel coñito, notó su sabor fresco, era la primera vez que se comía un coño y lo encontró suave y sabroso su lengua lo lamía inexpertamente y cuando Fon gemía o le acariciaba la cabeza sabía que para ella era placentero, notó como se le inflamaba el clítoris y su lengua lo lamió con intensidad, Fon lanzo unos gritos placenteros y empezó a agitarse.
-¡Sigue así! - le pidió Fon - ¡Me voy a correr!
Laura siguió lamiendo y besando el clítoris de Fon, que comenzó agitarse y agarró a Laura fuertemente por su cabeza y empezó a correrse y lanzar fluidos en la boca de Laura, se besaron con pasión y la tailandesa la dejó sola y subió al piso de arriba.
Laura no tardo en dormirse satisfecha, pero antes de eso escucho cómo se agitaba la cama y Fon gemía fuertemente, estaba follando con su hijo.