Trío con mi prima

pakoBasado

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Esta historia que voy a contar sucedió hace 3 años.

Resulta que toda mi familia decidimos alquilar una casa rural para celebrar las navidades. Mis padres, mis tíos, mis primos y yo nos reunimos en aquel acogedor y alejado lugar para disfrutar de unos días de descanso y diversión en compañía de nuestros seres queridos.
Entre todos los familiares que se encontraban en aquella casa, había una prima en particular que siempre había llamado mi atención. Carmen, una joven de 18 años (yo tenía 19), contaba con una belleza que no podía pasar desapercibida. Desde el momento en que llegamos, comenzamos a tontear, a lanzarnos miradas cómplices y a buscar cualquier excusa para estar cerca el uno del otro.

Durante aquellos días, nuestras interacciones se desarrollaron de manera lenta y tonta, pero llena de emoción. Carmen y yo nos sentábamos juntos en las comidas, compartíamos risas y chistes familiares, y encontrábamos excusas para tomar pequeñas caminatas juntos por los alrededores de la casa.
Aunque éramos conscientes de la atracción mutua que existía entre nosotros, ninguno se atrevía a dar el primer paso. Ambos estábamos sumergidos en un tonteo tonto, como si fuéramos dos adolescentes avergonzados de expresar nuestros verdaderos sentimientos. Pero, a pesar de nuestra timidez, cada vez que nuestras miradas se cruzaban, el ambiente se llenaba de electricidad y emoción.
Una noche, mientras el resto de la familia se encontraba distraída con un juego de mesa, Carmen y yo decidimos aventurarnos a explorar un poco más allá de la casa. Caminamos en silencio, disfrutando de la tranquilidad y belleza del entorno, hasta que llegamos a un pequeño lago con una vista espectacular. Nos sentamos en la orilla del lago, con los pies tocando el agua fría, y empezamos a compartir nuestros sueños, nuestras pasiones y nuestros miedos. Fue en ese momento, bajo la luz de la luna, que el tonteo tonto dio paso a una conexión más profunda y sincera. Sin decir una palabra, nos acercamos y nuestros labios se encontraron en un dulce y tierno beso que lo cambiaría todo
 
Esta historia que voy a contar sucedió hace 3 años.

Resulta que toda mi familia decidimos alquilar una casa rural para celebrar las navidades. Mis padres, mis tíos, mis primos y yo nos reunimos en aquel acogedor y alejado lugar para disfrutar de unos días de descanso y diversión en compañía de nuestros seres queridos.
Entre todos los familiares que se encontraban en aquella casa, había una prima en particular que siempre había llamado mi atención. Carmen, una joven de 18 años (yo tenía 19), contaba con una belleza que no podía pasar desapercibida. Desde el momento en que llegamos, comenzamos a tontear, a lanzarnos miradas cómplices y a buscar cualquier excusa para estar cerca el uno del otro.

Durante aquellos días, nuestras interacciones se desarrollaron de manera lenta y tonta, pero llena de emoción. Carmen y yo nos sentábamos juntos en las comidas, compartíamos risas y chistes familiares, y encontrábamos excusas para tomar pequeñas caminatas juntos por los alrededores de la casa.
Aunque éramos conscientes de la atracción mutua que existía entre nosotros, ninguno se atrevía a dar el primer paso. Ambos estábamos sumergidos en un tonteo tonto, como si fuéramos dos adolescentes avergonzados de expresar nuestros verdaderos sentimientos. Pero, a pesar de nuestra timidez, cada vez que nuestras miradas se cruzaban, el ambiente se llenaba de electricidad y emoción.
Una noche, mientras el resto de la familia se encontraba distraída con un juego de mesa, Carmen y yo decidimos aventurarnos a explorar un poco más allá de la casa. Caminamos en silencio, disfrutando de la tranquilidad y belleza del entorno, hasta que llegamos a un pequeño lago con una vista espectacular. Nos sentamos en la orilla del lago, con los pies tocando el agua fría, y empezamos a compartir nuestros sueños, nuestras pasiones y nuestros miedos. Fue en ese momento, bajo la luz de la luna, que el tonteo tonto dio paso a una conexión más profunda y sincera. Sin decir una palabra, nos acercamos y nuestros labios se encontraron en un dulce y tierno beso que lo cambiaría todo
Pero, la historia terminó? Feliz 2024 a todos.
 
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