Espiando a Bea mirando al futuro. [Se ruega NO volver a escribir otro título todo en mayúsculas]

Me gusta esta versión que has escrito berserk/apasionado, este Carlos tiene más carácter que el de la versión original y las ideas más claras.
Espero su continuación, que se que no me va a decepcionar.
 
Yo el contexto no lo recuerdo exactamente y tampoco que pintaba en la casa el tiparraco ese de Quique.
Conociendo a Berserk, seguro que pone 3n su sitio a este mequetrefe.
Si fuera yo el que lo escribiera mi tocayo lo impactaba contra la pared a ver si así se reía y a ella la hubiera echado de la casa cogiéndole del pelo. Los que se tenían que ir de la casa eran la zorra y el impresentable.
Evidentemente, no se merece ningún perdón, aunque el jugará con fuego.
Si no recuerdo mal, en la casa estaban la zorra principal Bea y la otra zorra Carol.
 
Yo el contexto no lo recuerdo exactamente y tampoco que pintaba en la casa el tiparraco ese de Quique.
Conociendo a Berserk, seguro que pone 3n su sitio a este mequetrefe.
Si fuera yo el que lo escribiera mi tocayo lo impactaba contra la pared a ver si así se reía y a ella la hubiera echado de la casa cogiéndole del pelo. Los que se tenían que ir de la casa eran la zorra y el impresentable.
Evidentemente, no se merece ningún perdón, aunque el jugará con fuego.
Si no recuerdo mal, en la casa estaban la zorra principal Bea y la otra zorra Carol.

No toda la culpa fue de Bea, a Carlos le gustaba jugar a un juego muy peligroso y los dos terminaron quemándose.
 
ESPIANDO A BEA MIRANDO AL FUTURO 2

2- Consecuencias


Me puse de pie, me acerqué a uno de los bancos del parque, necesitaba sentarme. Decidí que llamaría a mi jefa para pedirle unos días libres, por suerte, podía teletrabajar y tener al día mis diseños. Busque el número de Silvia, llamé con el deseo de no despertarla, me sorprendió pues lo cogió enseguida.

• Que ocurre Carlos es muy temprano – la había despertado, no parecía enfadada.

• Siento haberla despertado jefa.

• No se preocupe por eso.

• Un buen amigo ha tenido un accidente y está muy grave, me gustaría pedirle unos días libres si es posible.

• Tómese toda la semana, ha hecho un gran trabajo y se lo merece.

• No se preocupe, jefa, me llevaré el portátil y seguiré puliendo mis diseños.

• No es necesario, usted cuide de su amigo, ya me irá contando – después de colgar me dispuse a volver a mi casa.

Cuando llegue a mi residencia, lo primero que hice fue pegarme una ducha, no podía hacerme a la idea de que Javi hubiera intentado quitarse la vida. Cómo pudo haber descubierto lo de Nerea y ese chico llamado Claudio, lo único que se me ocurría era que volvió antes de su viaje como hice yo, encontrándose con la sorpresa de frente. Si lo que vio, es lo mismo que vi yo, tuvo que destruirlo de la misma forma que me ocurrió a mí.

Yo amaba a Bea con todas mis fuerzas, pero lo que Javi sentía por Nerea era auténtica devoción. Él hubiera dado su vida por ella, sin pensárselo dos veces, creí que ese sentimiento era recíproco, esa noche descubrí que no. No podía dejar de pensar en los padres y en su hermana, más bien hermanastra. A la madre de Javi le costó mucho quedarse embarazada, vamos que fue todo un milagro.

Cuando les comunicaron que iban a ser padres, se convirtieron en las personas más felices del planeta, cómo sé esto, os preguntaréis. Mis padres y los de Javi son amigos, cuando mis progenitores querían alentarme me contaban esta historia, con ella lo que pretendían enseñarme es que no había muros que no se pudieran escalar para llegar a la meta.

Después llego Gianna. Como los padres de Javi no podían tener más hijos, la adoptaron de un orfanato de Italia. Desde el principio tuve una conexión muy especial con ella, nunca le di más importancia, era la hermana de mi amigo y nos movíamos a todos los sitios juntos, ella era cinco años menor a nosotros. Cuando cumplió los dieciocho empezó a modelar, y gracias a su belleza y al talento innato que tenía, enseguida empezó a subir como la espuma y las mejores marcas del mundo la querían en sus pasarelas y sesiones de fotos.

Con lo unida que estaba a su hermano no quería ni imaginar lo mal que lo estaría pasando; si al final no lo superaba, yo estaría a su lado. La verdad es que quería volver a verla, siempre me sentí deslumbrado ante su presencia pero el hecho de ser hermana de mi mejor amigo hizo que levantara un muro invisible frente a ella. Por suerte para mí, cuando empecé a salir con Bea, ella ya viajaba y las ocasiones de vernos eran muy escasas. Además, siempre tuve la sensación que mi ex se sentía amenazada por su presencia y eso que Gianna jamás mostró interés en ese sentido sobre mí, al menos conscientemente yo nunca lo percibí.

Terminé de ducharme, preparé la maleta y me dispuse a viajar otra vez a mi antigua ciudad. No me podía creer que en tan poco tiempo hubiera hecho tantos viajes entre mi ciudad y Madrid; en esta ocasión iba muy nervioso, el viaje se me hizo eterno. Bea me mando el nombre del hospital, además del número de habitación donde estaba ingresado.

Después de cinco horas de viaje llegué a mi destino, aparqué el Jeep con desesperación, cogiendo el ascensor para llegar, con no menos ansiedad, a la segunda planta. Esperaba no encontrarme con mi ex, no me veía nada preparado para enfrentarme a ella. Según llegaba a la habitación vi a una mujer con un cuerpo impresionante y unos cabellos rizados de color cobrizo, era Gianna la reconocería en cualquier lugar. Los años le habían sentado muy bien y estaba mucho mejor que la última vez que nos vimos, mi corazón comenzó a latir con fuerza.

La llamé con voz apenas audible, ella al verme me reconoció enseguida, cuando estábamos uno delante del otro nos abrazamos de forma intensa, emocionados por el reencuentro.

• Siento no haberte avisado, Carlos, yo también he llegado hace unas horas, ayer estaba en Milán – tenía los ojos verde esmeralda llenos de lágrimas, me era imposible limpiárselas todas.

• No te preocupes, Bea, me mando el nombre del hospital y la habitación.

• ¿Qué ha ocurrido?, sé que tú lo sabes, qué ha ocurrido entre Nerea y mi hermano – Estaba muy enfadada y más que lo estaría cuando le contara la verdad.

• ¿Te parece si nos tomamos un café?, vamos a un sitio más tranquilo, pero antes me gustaría saludar a tus padres.

Entré en la habitación, mi amigo estaba tumbado boca arriba, lleno de tubos, y carente de vida, la verdad es que me impresiono mucho verle así. La madre estaba destrozada, pero ver al padre de Javi llorar desconsoladamente me llegó al alma. No les dije nada, se levantaron, los abracé, con la fuerza de mis brazos quería que supieran que estaba aquí para lo que hiciera falta. Gianna al ver a sus padres se puso a llorar nuevamente.

Salimos de la habitación y nos fuimos a tomar ese café, según me dijo Gianna conocía una sala de espera muy poco transitada, ella solía escaparse allí para fumar en unos baños cercanos. Mientras pedíamos los cafés en la cafetería la miraba, era una mujer fuerte, siempre lo había sido, pero no podía dejar de temblar, sentía un miedo terrible a perder a su hermano. Apreté su mano con la mía para infundirle fuerza, eso pareció.

• Bien, cuéntame qué está pasando aquí, tú de un día para otro te vas a Madrid y ahora mi hermano intenta suicidarse – saque el móvil del bolsillo y le mostré los videos y fotografías.

Dicen que una imagen vale más que mil palabras, por eso cuando vio el video de Nerea siendo follada por Claudio, también el de Bea con su profesor de baile, comenzó a mover la cabeza y a sus ojos volvieron las lágrimas. No podía creerse lo que estaba viendo, jamás de los jamases se hubiera imaginado nada semejante de la novia de su hermano, de aquella muchacha por la que él perdía los vientos, pero cuando vio lo de Bea me miro y fue ella la que apretó mi mano. Se dio cuenta de la incomodidad que sentía solo de escuchar el sonido de ese video.

• ¿Cuánto más viste esa noche que no llegaste a grabar?

• Mucho Gianna, fueron muchas horas.

• Por qué no lo paraste, por tu reacción no fue por morbo, eso lo tengo claro.

• Me digo a mi mismo que es porque quería ver hasta donde podía llegar mi novia, pero la verdad es que fue por miedo y vergüenza.

• No eres tú quien tendría que sentir vergüenza – dijo Gianna mientras negaba con la cabeza.

Se lo conté todo, llevaba demasiado con todo eso dentro. Como llegué lleno de ilusión a la que era mi casa, y lo primero que encontré fue ropa tirada por el suelo, una sombras follando y el miedo que sentí que una de esas fuera la de mi novia. Cómo descubrí que la mujer que estaba siendo penetrada por una polla descomunal era Nerea, cosa que me tranquilizo momentáneamente, aunque sonara de forma muy egoísta. Sabía que algo peor se avecinaba y no me equivoqué, le relate como mi novia fue cayendo poco a poco a los encantos de Quique y cada minuto que duró ese acercamiento era una puñalada en mi corazón.

• No me puedo creer lo que me acabas de contar, Carlos.

• Parte de la culpa es mía, desde aquel fatídico viaje, empezamos a fantasear, a mí me ponía que calentara a otros hombres, no medimos las consecuencias y aquí tienes el resultado de aquel juego.

• ¿Tendríais reglas, no? – pregunto Gianna.

• Sí, sobre todo las que puso ella, pues al principio no estaba nada segura con lo que le pedía.

• Pues fue ella la que se saltó todas las reglas esa noche y más con el agravante de ser ella la que las impuso.

Los recuerdos dolorosos volvieron a mí, no pude evitar llorar, daba igual el tiempo que pasara, esas imágenes eran como trozos de metal incandescentes que se clavaban en mi corazón. Al encontrarme con los ojos cerrados, no me di cuenta de que Gianna se había agachado delante de mí, sostuvo mis manos, la calidez que sentí hizo olvidarme de esas imágenes por un momento, abrí mis ojos que al estar llenos de lágrimas veía todo borroso.

Cuando mi visión se aclaró, observé como mi amiga me miraba con ternura, con resolución, me estrechó entre sus brazos y me dijo que llorara sin miedo a nada. Tenía mucho dolor que expulsar de mi cuerpo. Me abrazo con fuerza, también con un cariño desmesurado.

• Yo siempre estaré a tu lado – dijo mientras mis lágrimas descendían por la mano que había colocado en mi mejilla.

• Lo se Gianna, solo lamento una cosa, mi relación con Bea nos alejó a ambos.

• No fue culpa tuya, teníais cada vez más discusiones, ella era incapaz de ver que me querías como a una hermana, la mujer más bella de la ciudad temía perderte y decidí irme a Milán.

Tenía una pregunta que llevaba martilleando desde que salí de Madrid, pero no me atrevía a hacérsela, Gianna que era un lince, por lo que se dio cuenta y me dijo.

• Vamos, dispara – me cogió a contrapie, no esperaba que fuera tan directa.

• ¿Qué hizo Javi para acabar así?

• ¿Te acuerdas el coche viejo de nuestro abuelo, aquel que dejo aparcado en el garaje, porque se filtraba el humo del tubo de escape a dentro del mismo?

• Sí.

• Se encerró en él, lo puso en marcha hasta que perdió el conocimiento, de no ser por una vecina que vio luz en el garaje, mi hermano ahora estaría muerto – Gianna se derrumbó, la abrace con todas mis fuerzas.

Estuvimos un buen rato mirando a la nada, los dos teníamos mucho que asimilar, pasado un rato nos volvimos a mirar y sonreímos. Creo que saber que nos teníamos el uno al otro nos tranquilizaba, mire el reloj, eran más de las seis de la tarde. No habíamos comido, llevábamos todo el día en el hospital, volvimos a la habitación de Javi. Gianna les dijo a sus padres que ella pasaría la noche con su hermano, para que ellos pudieran descansa. Decidí invitarla a cenar en el restaurante del hotelito del mirador, si tenía que pasar la noche lo mejor seria que lo hiciera después de degustar una buena comida, además quería seguir hablando con ella. Desde aquella noche lo único que había hablado con una mujer era sobre trabajo, los padres Javi le dijeron que fuéramos tranquilos, que ellos se quedarían hasta que Gianna volviera y que si había alguna novedad, nos llamarían. Cuando llegamos, se quedó mirando al anochecer. Solo vi a otra persona mirar con esa expresión de asombro ante la belleza, esa mujer fue la que más ame en mi vida y la que más daño me hizo.

Gianna se dio cuenta de cómo la miraba y se sonrojó, lo hice de forma inconsciente, no era mi intención incomodarla. Me disculpé y entramos al restaurante entre risas, Se supone que era modelo, pero se estaba poniendo las botas. No pude evitar reírme cuando me miró con todo el rostro manchado de salsa, fue una buena cena, distendida, a pesar de que el momento no lo permitía, después le pregunté por su trabajo de modelo y la respuesta me dejó helado.

• Hace años dejé de ser modelo Carlos.

• ¿Y eso?

• Descubrí la cara oculta de ese mundillo, para ascender en mi carrera como modelo se me exigían ciertas cosas que no estaba dispuesta a hacer.

No me atreví a preguntar, pero creo que mi expresión lo hizo por mí.

• En ese mundo hay hombres con mucho dinero, tremendamente poderosos, por eso se creen con derecho a que los demás hagamos solo su voluntad – la expresión de Gianna era muy triste, me arrepentí de que mi curiosidad arruinara esta estupenda cena.

• Un hombre me ofreció una ingente cantidad de dinero por pasar la noche con él, yo me negué, ese hombre que hasta ese momento se había mostrado como una persona amable, se convirtió en un demonio.

• ¿Qué te ocurrió?

• Me amenazo, si no accedía a sus caprichos, o de lo contrario, desde ese momento mi carrera de modelo estaría acabada, y sí, tenía razón, al día siguiente los teléfonos dejaron de sonar y mi representante dejo de responder a mis llamadas.

• Este mundo está podrido – Gianna era feliz con su trabajo como modelo, es verdad que lo empezó para pagarse los estudios de periodismo, pero era feliz delante de una cámara.

• No me arrepiento, me busque un trabajo a media jornada y con mucho esfuerzo me licencie en periodismo, ahora he montado una pequeña revista sobre moda con otras dos modelos que acabaron asqueadas como yo.

• Bueno, parece que has encontrado tu verdadera vocación – no veía arrepentimiento en sus ojos, de verdad, era feliz con la decisión que tomó aquella noche y me alegraba mucho por ella.

• No nos va mal, pero necesitamos accionistas, ¿tú no estarás interesado, verdad?

Con esa salida nos echamos a reír, salimos del restaurante, le dije que la llevaría de vuelta al hospital, ella se negó, me dijo que descansara. Insistí hasta que al final cedió, una vez la deje en en la habitación, nos despedimos, volví al hotelito con la intención de descansar. Era la primera noche que algo dentro de mí me decía que dormiría de un tirón, al día siguiente iría a mi casa, esa que mi exnovia mancillo aquella noche.

La verdad es que no sabía que iba a hacer con ella, ¿venderla? ¿conservarla?, todo dependería de las sensaciones que tuviera una vez estuviera dentro. Mi primera intención era venderla, pero quien sabía, tal vez las sensaciones serian otras. Dormí como hacía días que no lo hacía, no sé si fue por desahogarme con Gianna o la alegría que me dio volver a verla, fue mano de santo. Una vez despierto y duchado me dispuse a desayunar algo, pedí un café con leche, un zumo y un par de tostadas. Tenía hambre y eso que nos hartamos a comer durante la cena. Una vez sacie mi gusanillo, me monte en mi Jeep y puse rumbo hacia mi antigua casa. Me avergüenza decirlo, pero no fui capaz de pasar ni por el portal.

Sentí una presión en el pecho, era como si mi cuerpo me estuviera protegiendo de algo, mire al Jeep y decidí volver con la única persona que había consiguió darme paz en estas semanas infernales. No era otra que mi pelirroja con tirabuzones. Cuando llegué al hospital y frente a la habitación que ocupaba Javi, volvieron a asaltarme las imágenes de aquella noche y la maldije, al fin y al cabo, ese era el motivo por el que él estaba allí. Toque la puerta y entre, Gianna se encontraba dormida sujetando la mano de su hermano y con la otra una revista a punto de caer al suelo.

De repente se despertó, me miró y me dijo que la invitara a un café. Se había pasado toda la noche en esa incómoda silla y le dolía todo el cuerpo, lo hice, encantado. Incluso con el pelo desordenado y sin maquillar era una mujer muy hermosa. Aprovechando que llegaron en ese momento para asear a su hermano, Bajamos a la cafetería sin decir nada, ella me miraba de reojo, como si estuviera estudiándome. Una vez pedidos los cafés, nos sentamos en una de las mesas y fue cuando dijo.

• ¿No entraste verdad? - su mirada no era de desaprobación, se le veía preocupada.

• No, algo dentro de mí me lo ha impedido, pero luego cuando vengan tus padres iré y lo volveré a intentar.

• ¿Quieres que te acompañe? – estaba agotada, tenía ojeras, pero jamás perdía esa sonrisa tan bonita que tenía.

• No, tú tienes que descansar, después te dejaré en casa y estaré con Javi hasta que lleguen tus padres.

No insistió más, sabía que cuando se me metía algo en la cabeza, no cambiaba de opinión tan fácilmente. La dejé en el portal de su casa, se despidió con dos besos en la mejilla y un disimulado bostezo por el cansancio acumulado. Volví al hospital, cuando llegué era el médico el que estaba dentro, me pidieron que esperara fuera, estaba apoyado contra la pared. Cruce mis brazos, me puse a pensar en que Carol también fue una víctima esa noche, se suponía que estaba enamorada de Quique. Cosa que yo no me creía, Carol siempre fue a su bola, ella estaba soltera y se follaba a todo hombre o mujer que le gustaba, pero sin hacer daño a nadie. Todos sabían a qué atenerse, Quique era perfecto para Carol, un hombre que se follaba a toda mujer que estuviera dispuesta, de ese modo si ella se follaba a alguien, el profesor de baile no podría decir nada, estoy seguro de que no sería así, que él follara a otras estaría bien, pero que su novia se follara a otros seguro que le sentaba como una patada en los huevos. Por lo que pude escuchar esa noche hacía tiempo que Quique había echado el ojo a mi exnovia, no tuvieron ningún escrúpulo de casi follar mientras Carol se encontraba durmiendo en la habitación de al lado.

Nunca me gusto Carol, me parecía una mala influencia para Bea. Sin embargo, Al final ha resultado que era la más sincera de todas, a ella le gustaban las pollas grandes y no lo ocultaba ante nadie, mientras Nerea y Bea iban de novias modelo y resultaron peores que ella. Nerea traicionó vilmente a Javi y la que fue el amor de mi vida, nos traicionó a Carol y a mí.

Me di cuenta de que en el pasillo estorbaba, perjudicaba el paso a los carros que portaban las enfermeras. Al final del mismo había una pequeña sala de descanso con máquina de café y decidí ir allí, me saqué un café, sentándome en una de las sillas que me permitía ver la habitación de mi amigo, de esa manera podría ver cuando las enfermeras hubieran terminado su trabajo. Al rato salieron, me puse en camino hacia mi amigo del alma, cuando estuve a punto de llegar a la habitación, vi como los padres de Javi salían del ascensor, les espere, la madre me saludo con dos besos en la mejilla y un fuerte abrazo y el padre estrecho mi mano.

Estuve un rato con los padres de Gianna y decidí volver a mi casa, me despedí de ellos diciéndoles que más tarde subiría. Me monté en el Jeep y me planté delante del edificio de mi casa. Metí las llaves en la cerradura, el ruido de apertura hizo que me temblaran las piernas. Una vez dentro pude ver que todo estaba exactamente como lo recordaba de aquella noche, lo único que faltaba eran las cosas de Bea.

La cama de invitados, la cama de mi habitación, todo estaba igual y fue una cosa que agradecí. Si albergaba alguna duda sobre mi exnovia, el ver esas dos camas se esfumaron, pero lo que mayor impacto produjo sobre mí fue el sofá. Allí comenzó mi infierno particular, allí se empezó a fraguar la noche en la que me humillaron a no poder más, mi autoestima quedo destrozada y perdí, definitivamente, mi dignidad.

La vuelta con Bea era inviable, lo que ocurrió en ese sofá me lo demostraba, en ese momento yo no existía y ella estaba totalmente entregada a su profesor de baile. Si volvía con ella estaba seguro de que más de una noche, como aquella, se volvería a repetir, no ya con Quique, pero una vez que la tormenta hubiera amainado, ¿quién me aseguraba a mí que no buscaría un musculitos con polla enorme para satisfacer sus instintos?

Tal vez eso no volviera a ocurrir nunca, pero esa duda se había quedado marcada a fuego en mi corazón. Son de ese tipo de heridas que no cicatrizan nunca, el timbre de la puerta me saco de mis pensamientos. Pensé que seria Gianna, tenía intención de echarle la bronca por no descansar, sin embargo, quedé petrificado ante la sorpresa cuando abrí la puerta.

• ¡¡¡Bea!!!

• Hola cariño.

Continuará.
 
Hay que tener la cara como el cemento de dura para llamarle cariño. Creo que por culpa de esta señora se alejó de Gianna, de la cual creo que había algo más que amistad.
Está claro que la va a mandar a paseo y, aunque ayer pensaba que sería con Silvia, me da que va a ser con Gianna con la que rehaga su vida. Que ella no tenga pareja me parece significativo. Creo que está enamorada de él.
Ahora supongo que Bea le va a intentar camelar, pero mi tocayo la va a mandar a paseo.
Ojalá tenga un acercamiento definitivo con Gianna.
 
Yo lo recuerdo por encima, porque el original no lo llegué a ver . Además en el original creo que la perdono, cuando no se lo merecía.
En este espero que no la perdone y empiece algo con Silvia.
Algo poco me acuerdo, pero al final Carlos se va y pero antes cuando se reunieron ella salió del restaurante y creo se fue a una plaza donde se puso a llorar desconsolada cuando Carlos se acerca a ella y le dice que la perdona y luego le dice a ella que debe perdonarse también, como a la semana y media se juntan el trío de amigas, cual de las tres más puta, y se abrazaron y algo busca Carol en la cartera de Bea y se le cayeron cosas y dentro de esas cosas había un sobre que Carlos le dejó donde supuestamente estaba todo lo que le quería decir, y lo que tenía ese sobre era un pasaje para Madrid que ella lo iba a usar para ver que es lo que había entre ellos. FIN. :ROFLMAO::ROFLMAO::ROFLMAO:
 
Algo poco me acuerdo, pero al final Carlos se va y pero antes cuando se reunieron ella salió del restaurante y creo se fue a una plaza donde se puso a llorar desconsolada cuando Carlos se acerca a ella y le dice que la perdona y luego le dice a ella que debe perdonarse también, como a la semana y media se juntan el trío de amigas, cual de las tres más puta, y se abrazaron y algo busca Carol en la cartera de Bea y se le cayeron cosas y dentro de esas cosas había un sobre que Carlos le dejó donde supuestamente estaba todo lo que le quería decir, y lo que tenía ese sobre era un pasaje para Madrid que ella lo iba a usar para ver que es lo que había entre ellos. FIN. :ROFLMAO::ROFLMAO::ROFLMAO:
Esa es la versión de Luis acont y por tanto se supone que terminaban juntos.
Pero el tuvo un affaire amoroso con una de las amigas que podía haber llegado a más.
 
Hay que tener la cara como el cemento de dura para llamarle cariño. Creo que por culpa de esta señora se alejó de Gianna, de la cual creo que había algo más que amistad.
Está claro que la va a mandar a paseo y, aunque ayer pensaba que sería con Silvia, me da que va a ser con Gianna con la que rehaga su vida. Que ella no tenga pareja me parece significativo. Creo que está enamorada de él.
Ahora supongo que Bea le va a intentar camelar, pero mi tocayo la va a mandar a paseo.
Ojalá tenga un acercamiento definitivo con Gianna.

Seguro que puedes adivinar cual sería mi final elegido. ¿Te atreves? :ROFLMAO:
 
Al leer el segundo capítulo, llega Bea y le dice " Hola Cariño ", jajajajajajaja cara de nalga, que querrá a todo esto ?. :unsure::unsure::unsure:
 

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