FranRel
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Gema
Me desperté y, de inmediato pensé en Fran y lo ocurrido la pasada noche. Miré por la ventana sonriendo. Me había despertado temprano, como siempre, por la costumbre y también por los nervios. Estaba deseando contarle a mis padres nuestro reencuentro. Aún tenía un poco de miedo por si me había precipitado pero es que el Fran de anoche era mi Fran de siempre, divertido, algo tontorrón con sus payasadas, muy cariñoso, muy atento, hablador, sonriente… Y tenía claro que iba muy en serio, que esto no era un capricho para él.
Suspiré. Quizás sí me había precipitado con el sexo ¿Pensaría que ahora era una guarrilla sedienta de sexo? ¿Pensaría que me he hinchado a follar durante estos años? ¿Me habría notado más experta en el sexo? “Para, para, deja de pensar eso… solo fue la manera de expresarnos, de expresar nuestras ganas y amor, solo fue eso” pensé enfadada conmigo misma.
Me incorporé en la cama y me di cuenta de que lo que realmente sentía era liberación, ya no tenía que seguir engañándome a mí misma con que lo había olvidado. No, ya no necesitaba ese mecanismo de defensa. Y era genial. “Sí, lo quiero, lo quiero con locura, y siempre lo he querido” pensé sonriendo.
Me levanté y fui al baño a hacer un pis. Luego volví a mi habitación. Estaba muy nerviosa, saldría a correr, me vendría bien. Y luego, en el desayuno, soltaría la bomba.
Me desnudé y me puse ropa interior deportiva. Luego, mis mallas cortas para correr, una camiseta y mis zapatillas. Cogí el móvil. Nunca lo llevaba, era un estorbo, pero ¿Y si me llama? “Que tonta estoy ¿Llamarme a las siete y media de la mañana? Menudo pavo tengo encima” pensé riéndome de mí misma. Fui a dejar el móvil en la mesa pero antes, le escribí:
- Buenos días, dormilón. Estoy pensando ¿Por qué no te vienes a desayunar? Si estás despierto y lees esto, dímelo, pero ahora salgo a correr. Si vuelvo y no me has leído, sabré que anoche te dejé fundido jiji. Te quiero
Dejé el móvil y salí de mi habitación. Luego bajé las escaleras. A esa hora, el único que podría estar despierto era mi padre. Y en efecto, lo escuché hablando con alguien en su despacho. Me acerqué extrañada y lo vi de espalda a mí hablando con alguien por móvil. Estuve a punto de llamarle pero decidí no molestarle y salí de casa sin hacer ruido.
Empecé corriendo al trote para calentar, dirigiéndome al campo, que es donde me gustaba correr. Cuando salí del recinto, ya iba a buen ritmo.
Durante la carrera, no podía dejar de pensar en Fran y estaba sorprendida por como el abuso de Dani había pasado a un segundo plano en mi ánimo, superado totalmente por mi emoción por Fran. Entonces pensé en una cosa que podía ser un problema entre nosotros, lo ocurrido aquella maldita noche. Fran sabía que algo me había pasado y esa duda y rabia podían crecer en él y eso no podía permitirlo. Además, cuando él me advirtió sobre Dani me dijo que eso le había pasado a una amiga de él, vamos, que yo no era la primera, y seguro que no sería la última. Tenía que contárselo, no me podía guardar eso dentro y con él no quería tener secretos. Y también tenía claro que necesitaba hablar con alguien de aquello porque no solo me afectaba a mí, también le afectaba a él, a mis padres y a saber a cuantas chicas pasadas y futuras. Con mis padres no podía, no por falta de confianza si no por temor al daño que les haría. Con Ali y Sofi sí podría hablar pero necesitaba un consejo adulto.
Seguí corriendo pensando en qué hacer y, cuando ya estaba en el límite de mi recorrido diario tomé una decisión, Fran y yo lo hablaríamos con mi tía Cris. Ella sabría que hacer y seguro que nos aconsejaría bien. Sería un mal rato para ella y Fran pero era lo mejor, hablarlo y no tomar decisiones yo sola sobre algo tan grave.
Más tranquila una vez tomada esa decisión, cambié de dirección para volver a casa, pero al poco vi un coche acercándose. Al principio me extrañó, pero luego me asusté ¿Un coche por aquí a estas horas? Era muy extraño. Me puse al trote mirando a mi alrededor para ver por donde salir corriendo si era necesario. El tío tendría que estar muy en forma para pillarme si salía corriendo.
Entonces, cuando el coche redujo la marcha, me alarmé más. Pero en ese momento paró y alguien se bajó levantando las manos. Lo reconocí y me paré, más enfadada que otra cosa. Dani dijo:
- Hola, Gema
No me moví ni dije nada. Él se acercó sonriendo y diciendo:
- No me coges el móvil y recordé que me dijiste que venías a correr todos los días por aquí y…
- No te lo cojo porque no quiero hablar contigo
- Pero tenemos que hablar, Gema
- Vete a la mierda, Dani, y no te acerques más
Dani se paró a unos cinco metros. Nos miramos. Cada vez me sentía más cabreada. Me dijo:
- Yo… no entiendo que te pasa, Gema
Lo miré alucinada y dije:
- ¿Qué no lo entiendes?
- No, estábamos muy bien juntos, todo iba genial y…
- Joder, Dani, ME DROGASTE
- Fue solo un estimulante, yo también lo tomé y…
- YO NO TOMO ESA MIERDA
- Pero nos divertíamos, fue divertido, hasta que te pusiste mala y...
- TE DIJE QUE NO QUERÍA ESTAR ALLÍ... ABUSASTE DE MÍ, CABRÓN
- ¿Qué? Pero si estabas disfrutando a tope con Tony y Sasha
- Hijo de puta… esa no era yo, estaba drogada, yo no soy así… no me gustan esas cosas
- ¿Esas cosas? ¿Correrte sin parar con otras personas? ¿No te gusta eso?
- NO, JODER, NO CUANDO NO SOY YO MISMA
- Gema, te estás engañando, estás reprimida sexualmente, yo te enseñé lo que podías conseguir abriéndote, sin reprimirte y…
- Esto es increíble (dije como a mí misma)
- Te vi corriéndote con Sasha, y gritando como una loca con Tony y…
- QUE ESTABA DROGADA, COÑO ¿NO ENTIENDES ESO? NO ERA YO
- Gema, la droga solo te desinhibió, solo eso, en realidad eres así, una mujer muy sexual que…
- Y me drogaste en nuestra puta primera noche, cabrón
- Yo no…
- NO ME MIENTAS, YO NO HAGO ESAS COSAS, NO ME TIRO A UN TÍO A LA PRIMERA DE CAMBIO, NI ME LO FOLLO SIN PARAR, NO HAGO ESO ¿TE ENTERAS?
- Gema, esa primera noche y la última fueron las mejores, sexo donde no te reprimías, donde eras tú realmente… las otras noches lo notaba, eres una reprimida sexual, pero conmigo…
- ¿Contigo? Esto es flipante, me drogas, abusas de mí y sigues pensando que tienes posibilidades conmigo, alucinante
- Gema, mejor que conmigo no estarás, te enseñaré a disfrutar de verdad y te cuidaré, como la última noche, te pusiste mala y te cuidé, te salvé
Meneé la cabeza incrédula y dije:
- No te quiero volver a ver, vete a la puta mierda, hijo de puta, me das asco
Y empecé a andar hacia un lateral del camino, alejándome de él. Dani dio unos pasos acercándose a mí y aumenté el ritmo en dirección contraria a sus pasos. Pronto estaba corriendo pero Dani estaba en forma y descansado. Me alcanzó y me cogió de un brazo. Me giré para pegarle pero él me bloqueó sin problema. Le iba a empujar cuando, de repente, me pegó un puñetazo en la cara.
Me quedé mirándolo sorprendida. No sentía dolor, solo asombro. Entonces, me volvió a pegar, esta vez más fuerte y me desmayé.
Carlos
Me giré al escuchar los pasos de Silvia que entró en la cocina con gesto preocupado. Me dio un beso preguntando:
- Por tu cara veo que seguimos sin saber nada de Laira ¿no?
Asentí mientras veía como Silvia se preparaba un café. Le dije:
- Esta mañana he llamado a la agencia para ver si tienen gente en Francia
- ¿Y?
- Sí, si finalmente voy, tengo un contacto allí para ayudarnos a buscar a Laira
- ¿Y la policía?
- También, pero como lleva poco tiempo desaparecida…
- Si es que realmente lo está, cariño
- Ya
Me miró y dijo:
- No has dormido nada ¿Verdad?
- Un poco
- ¿Y Gema y Fer? ¿Llegaron muy tarde?
- Sí, pero Gema estaba con Fran y Fer con Sofi así que no estaba preocupado por ellos
- Ya
- Por cierto, Fer ya se ha ido a su finde con Sofi, ha madrugado
- Ah, sí… Estos dos van muy rápidos en todo
- Silvia, llevan juntos más de un año, van a velocidad normal, somos nosotros los que, al no conocer su relación, todo nos parece precipitado
- Ya, ya… En fin ¿Y Gema?
- Supongo que dormida, llegó tarde y se le habrán pegado las sábanas
- Ya… a ver como le fue con Fran… si llegó tarde imagino que bien, no se va a quedar con él si fuera mal ¿No?
- No, claro que no, Fran es un buen chico, seguro que hicieron las paces
- Ojalá
Silvia miró la hora y dijo:
- Voy a empezar a llamar a la gente de Francia que conozco y que nos pueden decir algo de Laira
- Vale
- Espero que solo sea un calentón de ella con esa chica nueva con la que está saliendo
Y nos dirigimos al despacho.
Sofi
Arranqué el coche que Ali nos había dejado para ir a la sierra, al hotel romántico al que nos había invitado Cris y Héctor.
Estaba nerviosa. Miré a Fer que intentaba poner algo de música. Iba a ser un finde estupendo, lo sabía. Tenía muchísimas ganas de pasar los dos días con él. Y le tenía preparadas un par de sorpresitas, seguro que le gustarían. Le dije:
- Bueno ¿Preparado para un fin de semana de sexo con la tía más buena del mundo?
Fer sonrió ampliamente. Continué:
- La única regla es que la tía más buena del mundo quiere muchos orgasmos, nada de esa miseria de orgasmillos a la que le tiene acostumbrada su noviete… No, quiere muchos, y grandes y fabulosos y…
- ¿Orgasmillos? ¿Y el de anoche?
- ¿Cuál? Anoche tuve muchos jajaja
- ¿Y todos fueron pequeños?
- Mmmm quizás alguno fue normalito, no sé, no me acuerdo
Y le saqué la lengua. El sexo había sido una pasada. Habíamos estado organizando el finde, comprado algo de bebida, algo de comida… porque pensábamos salir poco del sitio ya que tenía de todo, piscina particular, jacuzzi, cocina… era un hotel de pequeños chalecitos, una pasada por lo que habíamos visto en su página web. Y luego, habíamos empezado con el sexo y fue magnífico, como siempre. Estiré la mano y lo atraje hacia mí para darle un beso diciéndole:
- Anoche fue una pasada, pero verás como este finde lo superamos
- Lo intentaré
- Siempre te superas, feo, y además, tengo alguna sorpresita
- ¿Cuál?
- El concepto de sorpresa no lo has pillado aún ¿No, nene? Jajaja
- Pero ¿Me vas a hacer sufrir todo el camino?
- Bueno, te diré que en la mochila no he metido bikini, y pienso estar muuucho tiempo en la piscina
- ¿Vas a estar todo el tiempo desnuda?
- Esa es la idea
- Quieres que esté todo el día empalmado ¿no?
- No tengo la culpa de que seas un salido jiji
- Pero tienes la culpa de estar tan buena
- Jajaja
Y empecé a salir del aparcamiento mientras me reía de su cara de vicio mientras murmuraba “todo el día desnuda, genial”.
Fran
Esa mañana me había levantado molido, me dolía toda la zona del pecho, demasiado ajetreo la pasada noche, pero no cambiaría ni un segundo. Aún estaba alucinado por lo bien que había ido todo. Mi idea había sido arrastrarme todo lo necesario para que Gema viera que esta vez no la cagaría con ella, que iba muy en serio.
La conversación con ella sobre mi cobardía, y luego otra con mi padre me habían hecho ver que tenía razón, llevaba cinco años siendo un puto cobarde. Y lo peor es que no solo me había hecho daño a mí mismo, se lo había hecho a ella.
Pero Gema era maravillosa y me había perdonado rápidamente. Y el sexo, ufff, me había dejado agotado. Lo cierto es que Gema había madurado mucho, su cuerpo ya no era el de una chica de 15 años, que aunque muy desarrollada para su edad, no tenía nada que ver con su precioso y exuberante cuerpo actual, que me había dejado atontado. Pero en algo no había cambiado Gema, en sus ganas de sexo. Recordaba claramente como era cuando fuimos novios, ella era la que muchas veces se lanzaba y la que pedía más. En eso no había cambiado.
Había visto en el móvil su mensaje pero no a tiempo, y me había disculpado diciéndole que iría a media mañana. Lo raro era que parecía que no me había leído, estaría con los padres contándoles todo y se habría dejado el móvil en su habitación. No importaba, iría a su casa y seguro que se pondría contenta.
También le había contado todo a mi padre, que casi saltó de contento. Siempre le había gustado Gema, y a quién no. Le dije que se viniera, que a Carlos y Silvia les gustaría y se apuntó. La vieja amistad de mi padre con Carlos era algo que siempre me sorprendía, pero era así, nunca había visto a Carlos tratar a mi padre como a un empleado, siempre con respeto y hablando como amigos cuando veían que mejorar o arreglar en su jardín. Carlos era un gran hombre, sin duda.
Terminé de arreglar la pulsera de Gema. La miré sintiendo vergüenza, menudo regalo cutre, le pensaba comprar el anillo y la pulsera más bonitas que encontrara, aunque me fundiera todos mi ahorros, pero tenía que mostrarle que iba totalmente en serio. Me levanté e iba a avisar a mi padre para irnos, cuando mi móvil empezó a sonar. Pensé que sería Gema. Miré el móvil y me extrañó al ver que era Carlos. Lo cogí pensando que querría hablar conmigo a solas sobre mis intenciones:
- Buenos días, Carlos
- Fran ¿Está Gema contigo?
El tono de angustia hizo que me saltaran todas las alarmas. Dije:
- No, iba a salir ahora para ir a vuestra casa, he quedado allí con ella ¿Qué pasa, Carlos?
- No… (Carlos respiraba rápidamente) no sabemos… no…
Me alarmé totalmente, la forma de hablar de Carlos me trajo recuerdos de aquel maldito día en el campo. Le pregunté:
- Carlos, Carlos, anoche la dejé en vuestra casa, entró en la casa, la vi
Escuché a Silvia decir:
- Carlos, tranquilo está a punto de entrarte algo, tranquilízate
- ¿Qué pasa, Silvia? No entiendo nada, anoche estoy seguro que entró en vuestra casa
Silvia contestó:
- Sí, sí (sollozando) pero esta mañana.. dios, mi Gema… por favor
- ¿Qué ha pasado esta mañana?
- Me extrañaba que no se hubiera levantado y fui a su cuarto y no estaba
- Pero la vi entrar
- Sí, y Carlos le dio las buenas noches, y su cama está desecha, pero…
- ¿Y no contesta al móvil?
- Está en su habitación… creo que ha salido a correr, como todas las mañanas, nunca se lleva el móvil, le molesta y…
Silvia rompió a llorar. Noté una fuerte presión en el pecho y me costaba respirar. Le dije:
- Silvia, voy para allá
- Carlos dice de ir a buscarla pero no sabemos donde… por donde corre ¿Lo sabes?
- No, pero… dile que me espere, vamos los dos…
- Nosotros salimos ya, vente y nos ayudas a buscarla
- Sí
Y colgué. Cogí las llaves del coche y salí corriendo sin hacer caso al dolor. Solo pensaba en Gema tirada en un arcén por un atropello, esperando ayuda.
Gema
Abrí los ojos muy desorientada, no recordaba donde estaba ni conseguía enfocar la vista. Intenté frotarme los ojos pero, extrañamente, no podía. Cerré los ojos e intenté pensar, pero me costaba. Pasó el tiempo sin que me despertara del todo hasta que conseguí abrir de nuevo los ojos. No reconocí el sitio. Intenté hablar pero me pasaba algo en la boca, la notaba rara.
Intenté mover mis manos para tocármela y me di cuenta que no podía mover las manos. Entonces me giré la cabeza a la derecha para mirarme la mano y me dio un vuelco al corazón, la tenía atada con una pulsera negra y una cadena a la cama. Miré mi otra mano y estaba igual. Empecé a gritar pero no podía bien y me di cuenta que tenía algo en la boca. Intenté escupirlo pero no podía.
Entonces miré a mi piernas y casi me desmayo al ver que estaba desnuda en una cama, atada de pies y manos a la misma. Empecé a llorar, intentando soltar mis piernas y brazos pero sin resultado. Grité como pude, sin parar durante un buen rato hasta que una puerta se abrió y entró una mujer. Me alegré al ver que no era un tío y entonces la reconocí, Sara, la madrastra de Dani. Intenté decir:
- Sara, por favor, ayúdame, Dani se ha vuelto loco
Pero farfullé más que otra cosa por la mordaza:
- PfaPfa, pfo fafov, afufame, Fani fe ha fuelfo foco
Sara me miró sonriendo y, esa sonrisa me asustó más al darme cuenta que para ella no era una sorpresa verme así. Se sentó en la cama y dijo:
- Cariño, al fin despierta
- Fov fafov (llorando)
- Tenía muchas ganas de verte, y sin dudas, es un placer verte así (sonriendo ampliamente y pasando sus ojos por mi cuerpo)
Me retorcí intentando liberarme, necesitaba cubrirme, esa mirada me espantaba. Sara se inclinó casi pegando su cara a la mía y dijo:
- Eres todo un bomboncito, no me extraña que Dani esté tonto contigo
Entonces se separó y pasó un dedo por mi cuerpo diciendo:
- Tienes un cuerpo precioso, esbelto, en forma, joven… es casi perfecto, te confieso que me das mucha envidia, cariño
Intenté apartarme pero era imposible. Sara siguió pasando su dedo por mi cuerpo y llegó a mis pechos. Empezó a tirar de mis pezones y yo a llorar sin parar de gritar pidiendo ayuda. Sara sonreía, pellízcándome un pezón mientras decía:
- Y muy guapa, me encanta tu piel, niña, que preciosidad. Y esa carita de ángel, ni siquiera este moratón te afea, zorrita, al contrario, te hace aún más sexy… y más así, atada y desnuda mmmm tremendamente sexy, estoy mojando mi bragas por ti, putita
Dejó de pellizcarme el pezón y su mano bajó por mi vientre. Me retorcí temiendo lo que se proponía. Su mano llegó a mi pubis y acarició los pocos pelos que tenía ahí. No sé como, lloré aún más intentando juntar mis piernas, pero era imposible, solo conseguía retorcerme, pero eso a Sara parecía divertirle. Acabó moviendo su mano y metiéndome un dedo. Chillé notando su dedo dentro de mí. Luego lo sacó y se lo metió en la boca diciendo:
- Mmmm que bien sabes, putita, lo que nos vamos a divertir tú y yo
Volvió a meterme el dedo y se inclinó y me lamió la cara surcada de lágrimas. Estaba agotada de tanto gritar, llorar y debatirme en vano, pero seguí intentando desatarme, tirando fuerte, me dolían las muñecas y los tobillos, pero tenía que parar aquello como fuera.
Entonces escuchamos:
- Sara, ya vale
Las dos miramos a la puerta donde Dani nos miraba. Lo miré totalmente abatida porque su mirada era de lujuria. Dani entró y se quedó al lado de la cama, mirándome. Sara se levantó y fue hacia él diciendo:
- Cariño, solo te la estaba preparando, prueba
Y le metió en la boca el dedo que había estado dentro de mí. Dani lo chupó avivándose aún más el brillo lujurioso de su mirada. Luego, Sara lo morreó escandalosamente. Y pensé en la primera noche que la vi, en aquel momento vi eso, tensión sexual pero me dejé engañar como una estúpida. Sollocé mirándolos. Sara dijo:
- Vamos a divertirnos con ella, cariño, vamos a empezar a emputecerla
Mientras, le desabrochaba el pantalón y le sacaba una polla totalmente dura. Lloré agotada. Sara empezó a masturbarlo mientras le lamía el cuello a Dani diciendo:
- Fóllatela, esta putita lo está deseando, fóllatela y yo le enseñaré a comerse un coño, le enseñaremos juntos, cariño, dejará de ser una puta reprimida, te lo aseguro
Dani dio un paso y yo chillé intentando apartarme, cosa imposible, pero no podía estarme sin hacer nada. Entonces, se escuchó ruido de voces y gritos. Los dos se giraron para mirar a la puerta. Dani se metió su polla dentro de los pantalones y se dirigió fuera. Sara miró a la puerta, indecisa. Luego, se volvió, se me acercó y dijo:
- Tendrás que esperar un poco, cariño, pero pronto nos divertiremos… Te dejo esto para que recuerdes que cuando quieres, no eres una reprimida
Cogió algo de la mesa y se encendió una tele que había frente a la cama. Tras unos segundos tocando el mando, apareció en pantalla algo que me llenó a pavor. Era mi imagen siendo follada por el negro de la otra noche y besada por la chica. Sara le dio al play y escuché nuestros gemidos y volví a chillar. Sara rio y dijo:
- Mira que bien te lo sabes pasar cuando quieres ¿Eh, zorrita? Disfruta, pronto volveremos para seguir por donde lo hemos dejado
Y se fue dejándome el video. Lloré apartando la vista pero escuchando mis gemidos. “Lo siento, Fran, lo siento, no soy así” pensé. Y luego pensé en mis padres, en lo mal que lo estarían pasando, y en Fran, él también estaría muy preocupado, buscándome sin parar. “Ayúdame, Fran, por favor”.
Dani
Salí fuera y vi a Samuel y Tomás maldiciendo mientras llevaban entre los dos a una tía que no paraba de moverse y gritar. La tía tenía las manos atadas a la espalda y Samuel la cogía por los brazos mientras Tomás la llevaba por las piernas, pero con ella todo el rato intentando dar patadas y soltarse. Samuel me vio y dijo:
- Menuda tigresa, como lucha la muy zorra
- ¿Pero no la traíais dormida?
- Sí, pero se despertó hace diez minutos, y menuda forma de gritar, menos mal que ya estábamos cerca
Era la cubana que había traicionado a mi madre y que Samuel y Tomás traían de Francia. Les dije:
- Metedla ahí y atadla al techo
En ese momento llegó Sara y dijo:
- Voy a por tu madre, aunque hoy no tiene un buen día
Asentí y vi como subía rápido. Luego fui a la habitación donde esos dos intentaban desatar a la loca para sujetarla a la cadena del techo. Les costó hasta que Samuel le dio un puñetazo en el estómago que la derribó y la dejó sin aliento. Entonces aprovecharon para desatarla y luego sujetarla al techo. Cuando terminaron, dijo Tomás:
- Jodida pinche zorra
Y le propinó otro puñetazo. La cubana se encogió y empezó a llorar, pidiendo que no la golpeasen más, que estaba embarazada. Me quedé de piedra, eso no lo sabíamos. Entonces escuchamos una risa y a mi madre decir:
- Bueno, bueno ¿A quién tenemos aquí?
La mujer abrió muchos los ojos y dijo:
- Tú, maldita hija de puta
Mi madre hizo un gesto a Samuel que fue a golpear a la cubana en el estómago pero ella se movió diciendo:
- No, no, por favor, ahí no
Samuel se paró y miró a mi madre, que asintió y entonces le propinó un duro golpe en el vientre. La cubana chilló y dije:
- Madre, eso no es necesario
- Eso no tiene ninguna importancia
- Pero está embarazada, no…
- Ese engendro de puta no va a nacer, esta zorra no va a vivir mucho
La cubana lo escuchó y empezó a suplicar:
- Carmen, no, no, por favor, mi hijo, no…
Mi madre hizo otro gesto y la cubana recibió otro golpe. Me estaba poniendo enfermo. Entonces mi madre dijo:
- Tranquila, puta, no va a ser rápido, te aseguro que me vas a pagar por cada segundo que pasé en esa maldita cárcel
La cubana lloraba sin parar. Mi madre se rio y dijo:
- ¿Quién es el padre? Eras bollera ¿O ya no?
La cubana la miró con odio y mi madre hizo otro gesto. Samuel fue a golpearla pero la cubana dijo rápidamente:
- Es de un donante, de un donante, por favor
- ¿No follas con tíos?
- No
- Jeje, pues prepararemos una fiesta por todo lo alto para que recuerdes como era, estos dos caballeros que tan amablemente te han traído te lo mostrarán, puta
La cubana la miró con odio pero esta vez no dijo nada. Mi madre dijo:
- Desnudadla y subidla más, que cuelgue de sus brazos
Tomás y Samuel empezaron a rajarle la ropa hasta desnudarla. La miraron sonriendo. La cubana, a pesar de estar en los 40 o cercanos, tenía un buen cuerpo. Luego, la subieron más alto de forma que sus piernas no tocaban el suelo, y ataron al suelo cada una de sus piernas separadas. La cubana se removió hasta que un nuevo golpe la volvió más dócil y se dejó atar las piernas al suelo.
Mi madre se le acercó en su silla de ruedas y dijo:
- Te mantienes en forma, puta
La cubana no dijo nada pero su mirada era todo odio. Mi madre siguió diciendo:
- Tengo muchos planes para ti, puta, muchos… Y en todos sufres, sufrirás pidiéndome que te mate, y lo haré pero me tomaré mi tiempo… y tengo pensado invitar a unos amigos muy especiales, que les gusta unos juegos especiales, con cuchillos y cosas así… Como voy a disfrutar de tus gritos, puta
Entonces la cubana escupió a mi madre en la cara con una puntería asombrosa. Mi madre se quedó parada, sorprendida, con la saliva de la cubana en su cara. Entonces se puso roja de ira y dijo:
- Te harán comerte tus pezones, zorra, y lo grabaré todo para verlo una y otra vez
- Hija de puta, estás loca
Entonces, mi madre fue a hablar pero se derrumbó en su silla. Todos nos quedamos pasmados menos la cubana que empezó a reírse. Sara reaccionó la primera y fue a por mi madre. Se había desmayado. Corriendo empezó a gritar, que había que llevarla la hospital. Luego me dijo:
- Yo no puedo ir, me detendrían, ve tú, pero llámame en cuanto sepas algo… Llévate a uno de estos dos, el otro que se quede
- Bien
- Joder, joder, maldita puta cubana
Miré a Tomás y le hice una seña para que me ayudara a llevar a mi madre al coche. Cuando salíamos, se escuchaba la risa de la cubana y a Sara diciendo:
- Ponle una puta mordaza antes de que la mate
Sara (horas después)
Me sentía mareada escuchando las explicaciones de Dani sobre Carmen, lo que los médicos le habían dicho. Dani terminó diciendo:
- Esta noche me quedo aquí con ella, mando de vuelta a Tomás pero yo me quedo, y Sara, tenemos que hablar sobre lo que me ha dicho el médico, de dejarla ya aquí ingresada hasta el final, él cree que estos ataques irán a peor y que su cabeza no está bien, no piensa con claridad y tiene…
- No, Dani, Carmen no va a morirse, y menos en un puto hospital
- Pero aquí va a estar mejor, Sara, no va a sufrir tantos dolores y...
- ¿Y su venganza? Eso es lo que le ha dado fuerza, Dani, ella es fuerte, cuando consiga su venganza ella habrá cogido fuerza, nos la llevaremos a casa, a Colombia, y allí…
- No, Sara, sigues sin querer ver la realidad, mi madre lo sabe, yo lo sé… ella se está muriendo, pero tú sigues negándote a reconocerlo… esta tarde ha estado a punto de morir, Sara
Quise tirar el móvil al suelo, destrozarlo, pero me contuve a duras penas. Dani continuaba hablando:
- Sara, vamos a olvidarnos de estas putas venganzas de cosas que pasaron hace 20 años. Vamos a centrarnos en el ahora, en hacer más fácil las cosas para mi madre, y…
- No
- Sí, Sara, mira a lo que te ha llevado a ti esa puta venganza, a estar buscada y…
- Me da igual, tu madre quiere su venganza y la tendrá y no hay más que hablar
- Sara, esa mujer…
- ¿Qué mujer?
- La cubana
- La puta cubana que jodió a tu madre junto a ese hijo de puta
- Eso pasó hace 20 años, Sara… esa mujer está embarazada
- Es el hijo de una puta, me da igual
- No, Sara… estás desquiciada, deja las putas drogas, no piensas con claridad
- Pienso perfectamente, esa puta va a morir como quiere tu madre, la trocearán durante días y ella…
- NO, SARA, joder, estáis mal de la cabeza, las dos
- Pero es lo que se merece esa puta
- No, está embarazada
- Que me da igual
Dani inspiró sonoramente y luego dijo:
- Mira, vale, dejaremos que Samuel y Tomás se la follen a lo bestia, que le creen un trauma por ser una bollera, vale, incluso que la desfiguren, me da igual, pero no va a morir estando embarazada ¿Lo entiendes?
- Carmen quiere…
- Mi madre no tiene bien la cabeza, Sara, se le está yendo la puta cabeza, como a ti con tanta droga… Lo haremos a mi modo, la violarán y la dejaremos con ese trauma de por vida, así tendrá su venganza mi madre
- No es suficiente
- Lo debe ser, no os voy a dejar hacer más
- No va a querer solo eso, lo sabes
- Me da igual… y a Gema mañana la liberaré, ella no tiene nada que ver
- Tu madre quiere…
- No, no debí haberla involucrado en esto, me he equivocado al hacer caso a mi madre y haberla secuestrado, la liberaré y le diré que la quiero, ella me comprenderá y…
- Eres subnormal, de verdad que lo eres
- Sara, la quiero
- Te la quieres follar
- Sí, pero más que eso… Le explicaré todo y ella…
- Ella te denunciará, no seas gilipollas, Dani
- La convenceré
Negué con la cabeza. “Y a mí se me está yendo la puta cabeza ¿No?” pensé pero no dije nada. Mañana, con más tranquilidad, le haría ver la realidad. Dani continuó hablando:
- Ve a verla pero no la asustes más, Sara, nada de juegos, solo ve a verla, dale de beber y comer…
Entonces me acordé de algo “Oh, Al, no he ido a verlo, ahora bajaré”. Dani seguía hablando:
- Gema tiene problemas con el azúcar, tiene bajadas y se desmaya, pregúntale si está bien, y manda a Samuel a la farmacia a comprarle lo que necesite, pregúntale a ella que necesita
- Vale, vale
- Y a la cubana bajadla, dejadla descansar en la cama, y dale de comer y beber
- No, que se joda
- Coño, Sara, que está embarazada, no me jodas… Dale de comer y beber
- No se merece una mierda
- Pero lo vas a hacer, y controla a Samuel y Tomás, que no se la follen que son capaces de matarla a golpes, y nada de golpearla más, joder, Sara
- Ya
- Y que no se les ocurra follarse a Gema
No dije nada, cada vez más cabreada. Dani dijo:
- ¿Me estás entendiendo, Sara?
- Sí
- ¿Estás colocada?
- No, joder
- ¿Qué vas a hacer con Gema y la cubana?
- Que sí, les daré de comer y no dejaré que se las follen
- Y lo del azúcar de Gema, que no se te olvide
- Que sí, coño
Hablamos un poco más y luego colgué. Me dolía la cabeza y sentía un malestar enorme por Carmen. Necesitaba colocarme, pero a lo bestia, para no pensar.
Busqué por toda mi habitación, no encontraba nada fuerte que meterme y cada vez estaba más de los nervios por no poder estar allí con ella, yo debería estar a su lado y me subía por las paredes por la rabia de no poder ir y el miedo por Carmen.
Grité rabiosa, no me podía creer que no tuviera nada que meterme más que las jodidas pastillas. Entonces pensé que Dani quizás tendría. Fui a su habitación. Allí vi a Isa, aún atada por una pierna a la cama. Seguía muy desmejorada pero no le hice caso y me puse a buscar. Al fin encontré algo y me lo metí rápidamente. Luego, me eché en la cama junto a Isa que dijo:
- ¿No tienes más para mí?
Ni le contesté, solo quería que me hiciera efecto. Entonces se abrió la puerta y vi que era Samuel. Le dije:
- Vete
- No
- Joder ¿Qué quieres?
- Voy a follarme a la tigresa
- No, antes te he dicho que no, que mañana cuando Carmen esté, ella no querrá perderse los gritos de esa zorra cuando pruebe una polla después de años
- Quiero follar
- Pues búscate un burdel
- ¿Y esa zorra?
Isa, rápidamente, dijo:
- No, no, por favor, Sara, no
Negué con la cabeza y dije:
- ¿No ves que está echa mierda?
- A mí me da igual, sigue teniendo boca, coño y culo ¿no?
Me levanté enfadada y le dije empujándole fuera:
- Que no, coño
- Pues tú, eres aún más zorra que esa
- Vete a la mierda
Pero la mirada de Samuel me asustó, claramente no estaba dispuesto a quedarse sin follar. Le dije:
- Bueno, fóllate a Isa, pero sin golpearla
Isa dijo:
- No, Sara, por favor
Samuel me miró y vi en sus ojos que quería follarme, pero al final, me apartó y fue a por Isa que se acurrucó en la esquina de la cama que donde estaba atada diciendo:
- No me pegues, no me pegues
Samuel empezó a desnudarse con rapidez. Cuando se bajó los pantalones, ya la tenía dura. Lo observé, tenía una buena polla, gorda y grande aunque él era bastante feo y algo barrigón. Pensé en esa polla follándose el culo de Dani y me excité. Se quitó la camisa pero antes cogió algo de un bolsillo. Era un tubito cuyo contenido echó sobre su mano y lo esnifó.
Fue a guardar lo que le quedaba pero le dije:
- Espera
Samuel me miró extrañado y le dije:
- Quiero meterme eso
Samuel sonrió con sorna y lo volvió a destapar y fue a echarse en la mano pero le dije:
- No, ahí no
Entonces fui hacia él y le puse un dedo en su polla y le dije:
- Aquí
Me miró sorprendido pero luego, sonriendo con suficiencia, echó una línea a lo largo del tronco de su polla. Me arrodillé y lo esnifé. Luego, pasé la lengua por la línea para coger los restos.
Lo miré desde abajo, notando los efectos del polvo, era mucho más potente que lo que me había metido de Dani. Entonces escuchamos:
- Yo también quiero
Miramos a Isa que nos observaba desde su esquina. Samuel volvió a echar una línea en su polla e Isa, rápidamente, se acercó a gatas y esnifó la línea. Cogí la polla de Samuel y la dirigí a la boca de Isa que la abrió y empezó a chupar. La observé durante un rato pero luego se la saqué de la boca y la metí en la mía. Estaba super cachonda.
Sofi
Vi salir de la piscina a Fer, desnudo y pensé “Mmmm mi chico es super sexy” sin poder apartar mis ojos de él. Estaba desnuda, tumbada en una hamaca de la piscina de la casita. Habíamos llegado hacía rato, y el sitio era maravilloso, y rápido nos habíamos liado y puesto a follar en la cama y acabado dentro de la piscina. “Menudos dos salidos estamos hechos” pensé sonriendo. “Pero es que no es para menos, míralo, menuda suerte tienes, chica” mientras me recreaba mirando su culo y espalda.
Siempre bromeaba con que yo estaba super buena y él tenía mucha suerte por follarse a una tía tan buena, pero la realidad era la contraria, él era el más guapo, atractivo y sexy de la pareja. Dije en voz alta:
- Oye, tío bueno
Fer se giró mirándome sonriendo. Le dije:
- Ponte protección, que te vas a quemar ese culito tan sexy y blanco que tienes… y por delante también
Fer se rio. Me levanté y cogí el botecito diciéndole:
- Gírate
Y le esparcí la crema protectora por el culo, aprovechando para meterle mano y besarle en la espalda. Luego, mis manos pasaron a su parte delantera para encontrarme con que volvía a tenerla empalmada y dije:
- Pero si hemos follado hace nada, feo
- Es que estás desnuda, es imposible que no se me ponga así
- Jajaja
Lo masturbé un poco mientras le esparcía la crema y luego lo giré para besarlo. Él tenía ganas, pero es que yo también. Nos morreamos lentamente, entrelazando nuestras lenguas. Cuando paramos, Fer me dijo:
- Sofi ¿Y las sorpresas?
- Tenía pensado que fuera esta noche
- Oh (desilusionado)
La verdad es que me moría de ganas y le dije:
- ¿Quieres ahora?
- Claro
- Mmmm no sé, no sé
- Venga, Sofi
- Buenoooooo
Me separé de él y le dije:
- Quédate aquí, voy a sacarlo, no entres hasta que te avise
Y entré corriendo a la casa, ilusionada y excitada.
Fer
Me tumbé en una hamaca, impaciente por conocer la sorpresa de Sofi. Tras unos minutos, la impaciencia que sentía era altísima. Miraba a la puerta pero no veía el interior porque daba mucho sol en la piscina y se reflejaba en los cristales.
Me levanté nervioso y la escuché decir:
- Ya voy, ya voy
- ¿Entro?
- Noooo, espera, impaciente jeje
Me volví a echar pero tuve que esperar bastantes minutos hasta que escuché:
- Entra
Cuando entré, no vi nada. Miré a mi alrededor a ver si había puesto algo en algún sitio pero entonces escuché unos pasos con tacones y Sofi salió del baño diciendo:
- TACHÁN
La miré sorprendido. Sofi me observaba sonriente y se giró 360 grados para que la viera bien. Se había puesto ropa interior roja, un sujetador y un tanga, pero también unas medias rojas, y unos zapatos de tacón alto.
Me quedé mirándola abobado, estaba espectacular, tal como la recordaba de aquella vez que la vi vistiéndose en mi casa. Sofi, sin dejar de sonreír, dijo:
- Era esto lo que llevaba cuando me espiaste ¿no? Jiji
Entonces se me acercó. Incluso se había pintado los labios de un rojo intenso. Se paró a dos pasos de mí y preguntó simulando inocencia:
- ¿Cómo me queda? ¿Te gusta?
Yo seguía mirándola sin poder hablar. Ella se rio y, alargando la mano, dijo:
- A esto (tocándome la polla que ya la tenía dura) parece que le gusta jiji
Entonces se giró y fue hacia un espejo que había en la habitación. Se miró en él mientras decía:
- A mí me gusta, me siento mmmm me siento sexy, muy sexy ¿no?
Fui hacia ella sin dejar de mirarla. Sofi, mirándome a través del espejo dijo:
- Que lástima tener tan poco de esto (cogiéndose las tetas) pero algún día me pondré y te gustará más, tendrás donde agarrar jeje
La abracé por detrás y le dije:
- No
- ¿No qué?
- Estás perfecta tal como eres
- Anda, ya, pero si no tengo…
- Eres perfecta, Sofi, y estás espectacular
La giré para que me mirara y le dije:
- Eres guapísima y espectacularmente sexy
Sofi me miró a los ojos sonriendo, y me cogió la polla diciendo:
- Mmmm esto me dice que no mientes jeje
- Para nada, eres una fantasía hecha realidad
- Y hoy más ¿No? Jiji
- Sí
- Mmmm me muero por probar las cosas pervertidas y guarras que pensabas imaginándome así
Entonces me incliné para besarla pero Sofi me hizo la cobra diciendo:
- Espera, espera, no me quites aún el pinta labios
La miré desconcertado. Ella rio y dijo:
- Aún no se han acabado las sorpresitas, espera
Y se soltó de mí para ir hacia su mochila. Rebuscó en ella y dijo:
- Aquí está, esto no es de tu fantasía pero lo vi y me hizo ilusión, nunca lo he probado… Gírate, no mires hasta que te avise
Me giré y al poco, ella dijo:
- Ya ¿Te gusta?
La miré sonriente. Se había puesto un liguero. Me reí, menuda pregunta. Sofi se puso de nuevo delante del espejo y se miró. Luego dijo:
- Mmmmm es sexy y… parezco más guarrilla ¿No? Jiji
- Jajaja, que cosas tienes
Sofi, sin dejar de mirarse al espejo mientras se giraba un poco para verse mejor, dijo:
- Sí, definitivamente me siento más guarrilla así, y ya es difícil ¿Eh? Jajajaja
Me reí, Sofi siempre bromeando. Me puse detrás de ella mientras ella seguía mirándose y me preguntó:
- Entonces ¿Prefieres follarme con o sin liguero? Es decir, ¿Prefieres a una novia sexy y guarrilla o solo a una novia sexy? Jajaja
Me reí con ella y cuando fui a inclinarme para besarla, Sofi no me dejó, parándome con una mano en mi pecho mientras decía:
- Espera, espera, queda la última sorpresita jeje
- ¿Hay más?
- Ajá
Y volvió a su mochila. Rebuscó y luego se giró ocultando algo detrás de ella, sus dos manos detrás de ella. Vino a mí despacio, sonriendo algo nerviosa. La miré expectante y ella me lo mostró diciendo:
- Tachán… ¿Sabes lo que es?
Asentí sorprendido. Era un plug anal. Lo conocía por las pornos. Ella rio y dijo:
- Que guarrete, ves demasiado porno, feo jajaja
- Sí, de eso lo conozco jeje
- Me han recomendado que lo use para mmmm dilatar mi culete
- Pero eso ya lo hacemos con mis dedos ¿no?
- Sí, pero esto es… ¿morboso? A mí me lo parece
- Sí
- No lo he probado, quiero que me lo pongas tú y que luego me folles con él puesto ¿Vale?
- Guay
- Me he traído lubricante, que esto me puede doler si no se hace con cuidado ¿eh, feo?
- Claro
- Ven, agáchate, que te quiero decir una cosa al oído
Me reí y le dije:
- Bueno, dímelo
- No, que no quiero mirarte, que me da corte, venga, agáchate
Me reí y ella insistió:
- Ainnss, agáchate, por favor
Lo hice mientras me reía. Sofi podía ser la más descarada y desvergonzada del mundo, pero luego había cosas que se ponía roja como un tomate y era incapaz de decir a la cara. Me dijo al oído muy bajito:
- Si todo va como creo que va a ir porque estoy cachondísima, hoy me vas a follar el culo por primera vez, al menos intentarlo, pero ten paciencia por si me duele demasiado y no puedo seguir ¿Vale, cariño?
Me fui a incorporar pero ella me retuvo:
- Espera, no he acabado
Me reí y volvió a hablarme al oído:
- Me muero de ganas de que me desvirgues mi culito, cariño, y este finde me puedes pedir lo que quieras, es tu fantasía, no te cortes...
Me incorporé y la miré, estaba totalmente colorada. Le puse una mano bajo la barbilla para que me mirara y le dije:
- Hoy y todos los días eres la chica de mis sueños, cada vez que te acaricio ya estoy en una fantasía, Sofi
Ella sonrió ampliamente. Le pregunté:
- ¿Te puedo besar ya?
Ella asintió, sonriente. Nos liamos en un beso tierno que, poco a poco, fue derivando a un ardiente morreo. Mis manos acariciaban su cuerpo mientras nuestras lenguas se saboreaban insistentemente.
Entonces escuché mi móvil pero no hice nada por ir a por él. Seguimos con nuestro beso y caricias. Por fin terminó de sonar mi móvil, pero casi de inmediato empezó a sonar el de Sofi. Entonces ella paró el beso y lo miró extrañada diciendo:
- Ha sonado justo después del tuyo
- Ya, déjalo, luego vemos…
- No, nene, espera
Y fue hacia él diciendo:
- Quizás se ha puesto de parto Cris
Cuando llegó al móvil dijo:
- Es tu madre, va a ser eso
Descolgó diciendo alegremente:
- Hola, Silvia, perdona, estábamos en la pisci...
La cara de Sofi cambió a sorpresa y luego miedo. Dijo:
- Ay, Dios, pero ¿Cuándo…?
Me acerqué a ella, preocupado. La escuché decir:
- Sí, sí, salimos ya
Y cortó la llamada. Me miró con ojos angustiados y me dijo:
- Es Gema
- ¿Qué? ¿Mi hermana?
- Se ha… no saben donde está, esta mañana salió a correr y no ha vuelto y…
- ¿Qué? ¿Desde esta mañana? La vi irse a correr cuando estaba preparando la mochila
Sofi fue hacia su mochila diciendo con mucha urgencia:
- Venga, vístete, cariño, tenemos que ir a ayudar
- Sí, sí
Y vi que empezaba a llorar mientras se desvestía para cambiarse de ropa diciendo para sí misma:
- Ay, Gema, no, no...
Gema
Me desperté y, de inmediato pensé en Fran y lo ocurrido la pasada noche. Miré por la ventana sonriendo. Me había despertado temprano, como siempre, por la costumbre y también por los nervios. Estaba deseando contarle a mis padres nuestro reencuentro. Aún tenía un poco de miedo por si me había precipitado pero es que el Fran de anoche era mi Fran de siempre, divertido, algo tontorrón con sus payasadas, muy cariñoso, muy atento, hablador, sonriente… Y tenía claro que iba muy en serio, que esto no era un capricho para él.
Suspiré. Quizás sí me había precipitado con el sexo ¿Pensaría que ahora era una guarrilla sedienta de sexo? ¿Pensaría que me he hinchado a follar durante estos años? ¿Me habría notado más experta en el sexo? “Para, para, deja de pensar eso… solo fue la manera de expresarnos, de expresar nuestras ganas y amor, solo fue eso” pensé enfadada conmigo misma.
Me incorporé en la cama y me di cuenta de que lo que realmente sentía era liberación, ya no tenía que seguir engañándome a mí misma con que lo había olvidado. No, ya no necesitaba ese mecanismo de defensa. Y era genial. “Sí, lo quiero, lo quiero con locura, y siempre lo he querido” pensé sonriendo.
Me levanté y fui al baño a hacer un pis. Luego volví a mi habitación. Estaba muy nerviosa, saldría a correr, me vendría bien. Y luego, en el desayuno, soltaría la bomba.
Me desnudé y me puse ropa interior deportiva. Luego, mis mallas cortas para correr, una camiseta y mis zapatillas. Cogí el móvil. Nunca lo llevaba, era un estorbo, pero ¿Y si me llama? “Que tonta estoy ¿Llamarme a las siete y media de la mañana? Menudo pavo tengo encima” pensé riéndome de mí misma. Fui a dejar el móvil en la mesa pero antes, le escribí:
- Buenos días, dormilón. Estoy pensando ¿Por qué no te vienes a desayunar? Si estás despierto y lees esto, dímelo, pero ahora salgo a correr. Si vuelvo y no me has leído, sabré que anoche te dejé fundido jiji. Te quiero
Dejé el móvil y salí de mi habitación. Luego bajé las escaleras. A esa hora, el único que podría estar despierto era mi padre. Y en efecto, lo escuché hablando con alguien en su despacho. Me acerqué extrañada y lo vi de espalda a mí hablando con alguien por móvil. Estuve a punto de llamarle pero decidí no molestarle y salí de casa sin hacer ruido.
Empecé corriendo al trote para calentar, dirigiéndome al campo, que es donde me gustaba correr. Cuando salí del recinto, ya iba a buen ritmo.
Durante la carrera, no podía dejar de pensar en Fran y estaba sorprendida por como el abuso de Dani había pasado a un segundo plano en mi ánimo, superado totalmente por mi emoción por Fran. Entonces pensé en una cosa que podía ser un problema entre nosotros, lo ocurrido aquella maldita noche. Fran sabía que algo me había pasado y esa duda y rabia podían crecer en él y eso no podía permitirlo. Además, cuando él me advirtió sobre Dani me dijo que eso le había pasado a una amiga de él, vamos, que yo no era la primera, y seguro que no sería la última. Tenía que contárselo, no me podía guardar eso dentro y con él no quería tener secretos. Y también tenía claro que necesitaba hablar con alguien de aquello porque no solo me afectaba a mí, también le afectaba a él, a mis padres y a saber a cuantas chicas pasadas y futuras. Con mis padres no podía, no por falta de confianza si no por temor al daño que les haría. Con Ali y Sofi sí podría hablar pero necesitaba un consejo adulto.
Seguí corriendo pensando en qué hacer y, cuando ya estaba en el límite de mi recorrido diario tomé una decisión, Fran y yo lo hablaríamos con mi tía Cris. Ella sabría que hacer y seguro que nos aconsejaría bien. Sería un mal rato para ella y Fran pero era lo mejor, hablarlo y no tomar decisiones yo sola sobre algo tan grave.
Más tranquila una vez tomada esa decisión, cambié de dirección para volver a casa, pero al poco vi un coche acercándose. Al principio me extrañó, pero luego me asusté ¿Un coche por aquí a estas horas? Era muy extraño. Me puse al trote mirando a mi alrededor para ver por donde salir corriendo si era necesario. El tío tendría que estar muy en forma para pillarme si salía corriendo.
Entonces, cuando el coche redujo la marcha, me alarmé más. Pero en ese momento paró y alguien se bajó levantando las manos. Lo reconocí y me paré, más enfadada que otra cosa. Dani dijo:
- Hola, Gema
No me moví ni dije nada. Él se acercó sonriendo y diciendo:
- No me coges el móvil y recordé que me dijiste que venías a correr todos los días por aquí y…
- No te lo cojo porque no quiero hablar contigo
- Pero tenemos que hablar, Gema
- Vete a la mierda, Dani, y no te acerques más
Dani se paró a unos cinco metros. Nos miramos. Cada vez me sentía más cabreada. Me dijo:
- Yo… no entiendo que te pasa, Gema
Lo miré alucinada y dije:
- ¿Qué no lo entiendes?
- No, estábamos muy bien juntos, todo iba genial y…
- Joder, Dani, ME DROGASTE
- Fue solo un estimulante, yo también lo tomé y…
- YO NO TOMO ESA MIERDA
- Pero nos divertíamos, fue divertido, hasta que te pusiste mala y...
- TE DIJE QUE NO QUERÍA ESTAR ALLÍ... ABUSASTE DE MÍ, CABRÓN
- ¿Qué? Pero si estabas disfrutando a tope con Tony y Sasha
- Hijo de puta… esa no era yo, estaba drogada, yo no soy así… no me gustan esas cosas
- ¿Esas cosas? ¿Correrte sin parar con otras personas? ¿No te gusta eso?
- NO, JODER, NO CUANDO NO SOY YO MISMA
- Gema, te estás engañando, estás reprimida sexualmente, yo te enseñé lo que podías conseguir abriéndote, sin reprimirte y…
- Esto es increíble (dije como a mí misma)
- Te vi corriéndote con Sasha, y gritando como una loca con Tony y…
- QUE ESTABA DROGADA, COÑO ¿NO ENTIENDES ESO? NO ERA YO
- Gema, la droga solo te desinhibió, solo eso, en realidad eres así, una mujer muy sexual que…
- Y me drogaste en nuestra puta primera noche, cabrón
- Yo no…
- NO ME MIENTAS, YO NO HAGO ESAS COSAS, NO ME TIRO A UN TÍO A LA PRIMERA DE CAMBIO, NI ME LO FOLLO SIN PARAR, NO HAGO ESO ¿TE ENTERAS?
- Gema, esa primera noche y la última fueron las mejores, sexo donde no te reprimías, donde eras tú realmente… las otras noches lo notaba, eres una reprimida sexual, pero conmigo…
- ¿Contigo? Esto es flipante, me drogas, abusas de mí y sigues pensando que tienes posibilidades conmigo, alucinante
- Gema, mejor que conmigo no estarás, te enseñaré a disfrutar de verdad y te cuidaré, como la última noche, te pusiste mala y te cuidé, te salvé
Meneé la cabeza incrédula y dije:
- No te quiero volver a ver, vete a la puta mierda, hijo de puta, me das asco
Y empecé a andar hacia un lateral del camino, alejándome de él. Dani dio unos pasos acercándose a mí y aumenté el ritmo en dirección contraria a sus pasos. Pronto estaba corriendo pero Dani estaba en forma y descansado. Me alcanzó y me cogió de un brazo. Me giré para pegarle pero él me bloqueó sin problema. Le iba a empujar cuando, de repente, me pegó un puñetazo en la cara.
Me quedé mirándolo sorprendida. No sentía dolor, solo asombro. Entonces, me volvió a pegar, esta vez más fuerte y me desmayé.
Carlos
Me giré al escuchar los pasos de Silvia que entró en la cocina con gesto preocupado. Me dio un beso preguntando:
- Por tu cara veo que seguimos sin saber nada de Laira ¿no?
Asentí mientras veía como Silvia se preparaba un café. Le dije:
- Esta mañana he llamado a la agencia para ver si tienen gente en Francia
- ¿Y?
- Sí, si finalmente voy, tengo un contacto allí para ayudarnos a buscar a Laira
- ¿Y la policía?
- También, pero como lleva poco tiempo desaparecida…
- Si es que realmente lo está, cariño
- Ya
Me miró y dijo:
- No has dormido nada ¿Verdad?
- Un poco
- ¿Y Gema y Fer? ¿Llegaron muy tarde?
- Sí, pero Gema estaba con Fran y Fer con Sofi así que no estaba preocupado por ellos
- Ya
- Por cierto, Fer ya se ha ido a su finde con Sofi, ha madrugado
- Ah, sí… Estos dos van muy rápidos en todo
- Silvia, llevan juntos más de un año, van a velocidad normal, somos nosotros los que, al no conocer su relación, todo nos parece precipitado
- Ya, ya… En fin ¿Y Gema?
- Supongo que dormida, llegó tarde y se le habrán pegado las sábanas
- Ya… a ver como le fue con Fran… si llegó tarde imagino que bien, no se va a quedar con él si fuera mal ¿No?
- No, claro que no, Fran es un buen chico, seguro que hicieron las paces
- Ojalá
Silvia miró la hora y dijo:
- Voy a empezar a llamar a la gente de Francia que conozco y que nos pueden decir algo de Laira
- Vale
- Espero que solo sea un calentón de ella con esa chica nueva con la que está saliendo
Y nos dirigimos al despacho.
Sofi
Arranqué el coche que Ali nos había dejado para ir a la sierra, al hotel romántico al que nos había invitado Cris y Héctor.
Estaba nerviosa. Miré a Fer que intentaba poner algo de música. Iba a ser un finde estupendo, lo sabía. Tenía muchísimas ganas de pasar los dos días con él. Y le tenía preparadas un par de sorpresitas, seguro que le gustarían. Le dije:
- Bueno ¿Preparado para un fin de semana de sexo con la tía más buena del mundo?
Fer sonrió ampliamente. Continué:
- La única regla es que la tía más buena del mundo quiere muchos orgasmos, nada de esa miseria de orgasmillos a la que le tiene acostumbrada su noviete… No, quiere muchos, y grandes y fabulosos y…
- ¿Orgasmillos? ¿Y el de anoche?
- ¿Cuál? Anoche tuve muchos jajaja
- ¿Y todos fueron pequeños?
- Mmmm quizás alguno fue normalito, no sé, no me acuerdo
Y le saqué la lengua. El sexo había sido una pasada. Habíamos estado organizando el finde, comprado algo de bebida, algo de comida… porque pensábamos salir poco del sitio ya que tenía de todo, piscina particular, jacuzzi, cocina… era un hotel de pequeños chalecitos, una pasada por lo que habíamos visto en su página web. Y luego, habíamos empezado con el sexo y fue magnífico, como siempre. Estiré la mano y lo atraje hacia mí para darle un beso diciéndole:
- Anoche fue una pasada, pero verás como este finde lo superamos
- Lo intentaré
- Siempre te superas, feo, y además, tengo alguna sorpresita
- ¿Cuál?
- El concepto de sorpresa no lo has pillado aún ¿No, nene? Jajaja
- Pero ¿Me vas a hacer sufrir todo el camino?
- Bueno, te diré que en la mochila no he metido bikini, y pienso estar muuucho tiempo en la piscina
- ¿Vas a estar todo el tiempo desnuda?
- Esa es la idea
- Quieres que esté todo el día empalmado ¿no?
- No tengo la culpa de que seas un salido jiji
- Pero tienes la culpa de estar tan buena
- Jajaja
Y empecé a salir del aparcamiento mientras me reía de su cara de vicio mientras murmuraba “todo el día desnuda, genial”.
Fran
Esa mañana me había levantado molido, me dolía toda la zona del pecho, demasiado ajetreo la pasada noche, pero no cambiaría ni un segundo. Aún estaba alucinado por lo bien que había ido todo. Mi idea había sido arrastrarme todo lo necesario para que Gema viera que esta vez no la cagaría con ella, que iba muy en serio.
La conversación con ella sobre mi cobardía, y luego otra con mi padre me habían hecho ver que tenía razón, llevaba cinco años siendo un puto cobarde. Y lo peor es que no solo me había hecho daño a mí mismo, se lo había hecho a ella.
Pero Gema era maravillosa y me había perdonado rápidamente. Y el sexo, ufff, me había dejado agotado. Lo cierto es que Gema había madurado mucho, su cuerpo ya no era el de una chica de 15 años, que aunque muy desarrollada para su edad, no tenía nada que ver con su precioso y exuberante cuerpo actual, que me había dejado atontado. Pero en algo no había cambiado Gema, en sus ganas de sexo. Recordaba claramente como era cuando fuimos novios, ella era la que muchas veces se lanzaba y la que pedía más. En eso no había cambiado.
Había visto en el móvil su mensaje pero no a tiempo, y me había disculpado diciéndole que iría a media mañana. Lo raro era que parecía que no me había leído, estaría con los padres contándoles todo y se habría dejado el móvil en su habitación. No importaba, iría a su casa y seguro que se pondría contenta.
También le había contado todo a mi padre, que casi saltó de contento. Siempre le había gustado Gema, y a quién no. Le dije que se viniera, que a Carlos y Silvia les gustaría y se apuntó. La vieja amistad de mi padre con Carlos era algo que siempre me sorprendía, pero era así, nunca había visto a Carlos tratar a mi padre como a un empleado, siempre con respeto y hablando como amigos cuando veían que mejorar o arreglar en su jardín. Carlos era un gran hombre, sin duda.
Terminé de arreglar la pulsera de Gema. La miré sintiendo vergüenza, menudo regalo cutre, le pensaba comprar el anillo y la pulsera más bonitas que encontrara, aunque me fundiera todos mi ahorros, pero tenía que mostrarle que iba totalmente en serio. Me levanté e iba a avisar a mi padre para irnos, cuando mi móvil empezó a sonar. Pensé que sería Gema. Miré el móvil y me extrañó al ver que era Carlos. Lo cogí pensando que querría hablar conmigo a solas sobre mis intenciones:
- Buenos días, Carlos
- Fran ¿Está Gema contigo?
El tono de angustia hizo que me saltaran todas las alarmas. Dije:
- No, iba a salir ahora para ir a vuestra casa, he quedado allí con ella ¿Qué pasa, Carlos?
- No… (Carlos respiraba rápidamente) no sabemos… no…
Me alarmé totalmente, la forma de hablar de Carlos me trajo recuerdos de aquel maldito día en el campo. Le pregunté:
- Carlos, Carlos, anoche la dejé en vuestra casa, entró en la casa, la vi
Escuché a Silvia decir:
- Carlos, tranquilo está a punto de entrarte algo, tranquilízate
- ¿Qué pasa, Silvia? No entiendo nada, anoche estoy seguro que entró en vuestra casa
Silvia contestó:
- Sí, sí (sollozando) pero esta mañana.. dios, mi Gema… por favor
- ¿Qué ha pasado esta mañana?
- Me extrañaba que no se hubiera levantado y fui a su cuarto y no estaba
- Pero la vi entrar
- Sí, y Carlos le dio las buenas noches, y su cama está desecha, pero…
- ¿Y no contesta al móvil?
- Está en su habitación… creo que ha salido a correr, como todas las mañanas, nunca se lleva el móvil, le molesta y…
Silvia rompió a llorar. Noté una fuerte presión en el pecho y me costaba respirar. Le dije:
- Silvia, voy para allá
- Carlos dice de ir a buscarla pero no sabemos donde… por donde corre ¿Lo sabes?
- No, pero… dile que me espere, vamos los dos…
- Nosotros salimos ya, vente y nos ayudas a buscarla
- Sí
Y colgué. Cogí las llaves del coche y salí corriendo sin hacer caso al dolor. Solo pensaba en Gema tirada en un arcén por un atropello, esperando ayuda.
Gema
Abrí los ojos muy desorientada, no recordaba donde estaba ni conseguía enfocar la vista. Intenté frotarme los ojos pero, extrañamente, no podía. Cerré los ojos e intenté pensar, pero me costaba. Pasó el tiempo sin que me despertara del todo hasta que conseguí abrir de nuevo los ojos. No reconocí el sitio. Intenté hablar pero me pasaba algo en la boca, la notaba rara.
Intenté mover mis manos para tocármela y me di cuenta que no podía mover las manos. Entonces me giré la cabeza a la derecha para mirarme la mano y me dio un vuelco al corazón, la tenía atada con una pulsera negra y una cadena a la cama. Miré mi otra mano y estaba igual. Empecé a gritar pero no podía bien y me di cuenta que tenía algo en la boca. Intenté escupirlo pero no podía.
Entonces miré a mi piernas y casi me desmayo al ver que estaba desnuda en una cama, atada de pies y manos a la misma. Empecé a llorar, intentando soltar mis piernas y brazos pero sin resultado. Grité como pude, sin parar durante un buen rato hasta que una puerta se abrió y entró una mujer. Me alegré al ver que no era un tío y entonces la reconocí, Sara, la madrastra de Dani. Intenté decir:
- Sara, por favor, ayúdame, Dani se ha vuelto loco
Pero farfullé más que otra cosa por la mordaza:
- PfaPfa, pfo fafov, afufame, Fani fe ha fuelfo foco
Sara me miró sonriendo y, esa sonrisa me asustó más al darme cuenta que para ella no era una sorpresa verme así. Se sentó en la cama y dijo:
- Cariño, al fin despierta
- Fov fafov (llorando)
- Tenía muchas ganas de verte, y sin dudas, es un placer verte así (sonriendo ampliamente y pasando sus ojos por mi cuerpo)
Me retorcí intentando liberarme, necesitaba cubrirme, esa mirada me espantaba. Sara se inclinó casi pegando su cara a la mía y dijo:
- Eres todo un bomboncito, no me extraña que Dani esté tonto contigo
Entonces se separó y pasó un dedo por mi cuerpo diciendo:
- Tienes un cuerpo precioso, esbelto, en forma, joven… es casi perfecto, te confieso que me das mucha envidia, cariño
Intenté apartarme pero era imposible. Sara siguió pasando su dedo por mi cuerpo y llegó a mis pechos. Empezó a tirar de mis pezones y yo a llorar sin parar de gritar pidiendo ayuda. Sara sonreía, pellízcándome un pezón mientras decía:
- Y muy guapa, me encanta tu piel, niña, que preciosidad. Y esa carita de ángel, ni siquiera este moratón te afea, zorrita, al contrario, te hace aún más sexy… y más así, atada y desnuda mmmm tremendamente sexy, estoy mojando mi bragas por ti, putita
Dejó de pellizcarme el pezón y su mano bajó por mi vientre. Me retorcí temiendo lo que se proponía. Su mano llegó a mi pubis y acarició los pocos pelos que tenía ahí. No sé como, lloré aún más intentando juntar mis piernas, pero era imposible, solo conseguía retorcerme, pero eso a Sara parecía divertirle. Acabó moviendo su mano y metiéndome un dedo. Chillé notando su dedo dentro de mí. Luego lo sacó y se lo metió en la boca diciendo:
- Mmmm que bien sabes, putita, lo que nos vamos a divertir tú y yo
Volvió a meterme el dedo y se inclinó y me lamió la cara surcada de lágrimas. Estaba agotada de tanto gritar, llorar y debatirme en vano, pero seguí intentando desatarme, tirando fuerte, me dolían las muñecas y los tobillos, pero tenía que parar aquello como fuera.
Entonces escuchamos:
- Sara, ya vale
Las dos miramos a la puerta donde Dani nos miraba. Lo miré totalmente abatida porque su mirada era de lujuria. Dani entró y se quedó al lado de la cama, mirándome. Sara se levantó y fue hacia él diciendo:
- Cariño, solo te la estaba preparando, prueba
Y le metió en la boca el dedo que había estado dentro de mí. Dani lo chupó avivándose aún más el brillo lujurioso de su mirada. Luego, Sara lo morreó escandalosamente. Y pensé en la primera noche que la vi, en aquel momento vi eso, tensión sexual pero me dejé engañar como una estúpida. Sollocé mirándolos. Sara dijo:
- Vamos a divertirnos con ella, cariño, vamos a empezar a emputecerla
Mientras, le desabrochaba el pantalón y le sacaba una polla totalmente dura. Lloré agotada. Sara empezó a masturbarlo mientras le lamía el cuello a Dani diciendo:
- Fóllatela, esta putita lo está deseando, fóllatela y yo le enseñaré a comerse un coño, le enseñaremos juntos, cariño, dejará de ser una puta reprimida, te lo aseguro
Dani dio un paso y yo chillé intentando apartarme, cosa imposible, pero no podía estarme sin hacer nada. Entonces, se escuchó ruido de voces y gritos. Los dos se giraron para mirar a la puerta. Dani se metió su polla dentro de los pantalones y se dirigió fuera. Sara miró a la puerta, indecisa. Luego, se volvió, se me acercó y dijo:
- Tendrás que esperar un poco, cariño, pero pronto nos divertiremos… Te dejo esto para que recuerdes que cuando quieres, no eres una reprimida
Cogió algo de la mesa y se encendió una tele que había frente a la cama. Tras unos segundos tocando el mando, apareció en pantalla algo que me llenó a pavor. Era mi imagen siendo follada por el negro de la otra noche y besada por la chica. Sara le dio al play y escuché nuestros gemidos y volví a chillar. Sara rio y dijo:
- Mira que bien te lo sabes pasar cuando quieres ¿Eh, zorrita? Disfruta, pronto volveremos para seguir por donde lo hemos dejado
Y se fue dejándome el video. Lloré apartando la vista pero escuchando mis gemidos. “Lo siento, Fran, lo siento, no soy así” pensé. Y luego pensé en mis padres, en lo mal que lo estarían pasando, y en Fran, él también estaría muy preocupado, buscándome sin parar. “Ayúdame, Fran, por favor”.
Dani
Salí fuera y vi a Samuel y Tomás maldiciendo mientras llevaban entre los dos a una tía que no paraba de moverse y gritar. La tía tenía las manos atadas a la espalda y Samuel la cogía por los brazos mientras Tomás la llevaba por las piernas, pero con ella todo el rato intentando dar patadas y soltarse. Samuel me vio y dijo:
- Menuda tigresa, como lucha la muy zorra
- ¿Pero no la traíais dormida?
- Sí, pero se despertó hace diez minutos, y menuda forma de gritar, menos mal que ya estábamos cerca
Era la cubana que había traicionado a mi madre y que Samuel y Tomás traían de Francia. Les dije:
- Metedla ahí y atadla al techo
En ese momento llegó Sara y dijo:
- Voy a por tu madre, aunque hoy no tiene un buen día
Asentí y vi como subía rápido. Luego fui a la habitación donde esos dos intentaban desatar a la loca para sujetarla a la cadena del techo. Les costó hasta que Samuel le dio un puñetazo en el estómago que la derribó y la dejó sin aliento. Entonces aprovecharon para desatarla y luego sujetarla al techo. Cuando terminaron, dijo Tomás:
- Jodida pinche zorra
Y le propinó otro puñetazo. La cubana se encogió y empezó a llorar, pidiendo que no la golpeasen más, que estaba embarazada. Me quedé de piedra, eso no lo sabíamos. Entonces escuchamos una risa y a mi madre decir:
- Bueno, bueno ¿A quién tenemos aquí?
La mujer abrió muchos los ojos y dijo:
- Tú, maldita hija de puta
Mi madre hizo un gesto a Samuel que fue a golpear a la cubana en el estómago pero ella se movió diciendo:
- No, no, por favor, ahí no
Samuel se paró y miró a mi madre, que asintió y entonces le propinó un duro golpe en el vientre. La cubana chilló y dije:
- Madre, eso no es necesario
- Eso no tiene ninguna importancia
- Pero está embarazada, no…
- Ese engendro de puta no va a nacer, esta zorra no va a vivir mucho
La cubana lo escuchó y empezó a suplicar:
- Carmen, no, no, por favor, mi hijo, no…
Mi madre hizo otro gesto y la cubana recibió otro golpe. Me estaba poniendo enfermo. Entonces mi madre dijo:
- Tranquila, puta, no va a ser rápido, te aseguro que me vas a pagar por cada segundo que pasé en esa maldita cárcel
La cubana lloraba sin parar. Mi madre se rio y dijo:
- ¿Quién es el padre? Eras bollera ¿O ya no?
La cubana la miró con odio y mi madre hizo otro gesto. Samuel fue a golpearla pero la cubana dijo rápidamente:
- Es de un donante, de un donante, por favor
- ¿No follas con tíos?
- No
- Jeje, pues prepararemos una fiesta por todo lo alto para que recuerdes como era, estos dos caballeros que tan amablemente te han traído te lo mostrarán, puta
La cubana la miró con odio pero esta vez no dijo nada. Mi madre dijo:
- Desnudadla y subidla más, que cuelgue de sus brazos
Tomás y Samuel empezaron a rajarle la ropa hasta desnudarla. La miraron sonriendo. La cubana, a pesar de estar en los 40 o cercanos, tenía un buen cuerpo. Luego, la subieron más alto de forma que sus piernas no tocaban el suelo, y ataron al suelo cada una de sus piernas separadas. La cubana se removió hasta que un nuevo golpe la volvió más dócil y se dejó atar las piernas al suelo.
Mi madre se le acercó en su silla de ruedas y dijo:
- Te mantienes en forma, puta
La cubana no dijo nada pero su mirada era todo odio. Mi madre siguió diciendo:
- Tengo muchos planes para ti, puta, muchos… Y en todos sufres, sufrirás pidiéndome que te mate, y lo haré pero me tomaré mi tiempo… y tengo pensado invitar a unos amigos muy especiales, que les gusta unos juegos especiales, con cuchillos y cosas así… Como voy a disfrutar de tus gritos, puta
Entonces la cubana escupió a mi madre en la cara con una puntería asombrosa. Mi madre se quedó parada, sorprendida, con la saliva de la cubana en su cara. Entonces se puso roja de ira y dijo:
- Te harán comerte tus pezones, zorra, y lo grabaré todo para verlo una y otra vez
- Hija de puta, estás loca
Entonces, mi madre fue a hablar pero se derrumbó en su silla. Todos nos quedamos pasmados menos la cubana que empezó a reírse. Sara reaccionó la primera y fue a por mi madre. Se había desmayado. Corriendo empezó a gritar, que había que llevarla la hospital. Luego me dijo:
- Yo no puedo ir, me detendrían, ve tú, pero llámame en cuanto sepas algo… Llévate a uno de estos dos, el otro que se quede
- Bien
- Joder, joder, maldita puta cubana
Miré a Tomás y le hice una seña para que me ayudara a llevar a mi madre al coche. Cuando salíamos, se escuchaba la risa de la cubana y a Sara diciendo:
- Ponle una puta mordaza antes de que la mate
Sara (horas después)
Me sentía mareada escuchando las explicaciones de Dani sobre Carmen, lo que los médicos le habían dicho. Dani terminó diciendo:
- Esta noche me quedo aquí con ella, mando de vuelta a Tomás pero yo me quedo, y Sara, tenemos que hablar sobre lo que me ha dicho el médico, de dejarla ya aquí ingresada hasta el final, él cree que estos ataques irán a peor y que su cabeza no está bien, no piensa con claridad y tiene…
- No, Dani, Carmen no va a morirse, y menos en un puto hospital
- Pero aquí va a estar mejor, Sara, no va a sufrir tantos dolores y...
- ¿Y su venganza? Eso es lo que le ha dado fuerza, Dani, ella es fuerte, cuando consiga su venganza ella habrá cogido fuerza, nos la llevaremos a casa, a Colombia, y allí…
- No, Sara, sigues sin querer ver la realidad, mi madre lo sabe, yo lo sé… ella se está muriendo, pero tú sigues negándote a reconocerlo… esta tarde ha estado a punto de morir, Sara
Quise tirar el móvil al suelo, destrozarlo, pero me contuve a duras penas. Dani continuaba hablando:
- Sara, vamos a olvidarnos de estas putas venganzas de cosas que pasaron hace 20 años. Vamos a centrarnos en el ahora, en hacer más fácil las cosas para mi madre, y…
- No
- Sí, Sara, mira a lo que te ha llevado a ti esa puta venganza, a estar buscada y…
- Me da igual, tu madre quiere su venganza y la tendrá y no hay más que hablar
- Sara, esa mujer…
- ¿Qué mujer?
- La cubana
- La puta cubana que jodió a tu madre junto a ese hijo de puta
- Eso pasó hace 20 años, Sara… esa mujer está embarazada
- Es el hijo de una puta, me da igual
- No, Sara… estás desquiciada, deja las putas drogas, no piensas con claridad
- Pienso perfectamente, esa puta va a morir como quiere tu madre, la trocearán durante días y ella…
- NO, SARA, joder, estáis mal de la cabeza, las dos
- Pero es lo que se merece esa puta
- No, está embarazada
- Que me da igual
Dani inspiró sonoramente y luego dijo:
- Mira, vale, dejaremos que Samuel y Tomás se la follen a lo bestia, que le creen un trauma por ser una bollera, vale, incluso que la desfiguren, me da igual, pero no va a morir estando embarazada ¿Lo entiendes?
- Carmen quiere…
- Mi madre no tiene bien la cabeza, Sara, se le está yendo la puta cabeza, como a ti con tanta droga… Lo haremos a mi modo, la violarán y la dejaremos con ese trauma de por vida, así tendrá su venganza mi madre
- No es suficiente
- Lo debe ser, no os voy a dejar hacer más
- No va a querer solo eso, lo sabes
- Me da igual… y a Gema mañana la liberaré, ella no tiene nada que ver
- Tu madre quiere…
- No, no debí haberla involucrado en esto, me he equivocado al hacer caso a mi madre y haberla secuestrado, la liberaré y le diré que la quiero, ella me comprenderá y…
- Eres subnormal, de verdad que lo eres
- Sara, la quiero
- Te la quieres follar
- Sí, pero más que eso… Le explicaré todo y ella…
- Ella te denunciará, no seas gilipollas, Dani
- La convenceré
Negué con la cabeza. “Y a mí se me está yendo la puta cabeza ¿No?” pensé pero no dije nada. Mañana, con más tranquilidad, le haría ver la realidad. Dani continuó hablando:
- Ve a verla pero no la asustes más, Sara, nada de juegos, solo ve a verla, dale de beber y comer…
Entonces me acordé de algo “Oh, Al, no he ido a verlo, ahora bajaré”. Dani seguía hablando:
- Gema tiene problemas con el azúcar, tiene bajadas y se desmaya, pregúntale si está bien, y manda a Samuel a la farmacia a comprarle lo que necesite, pregúntale a ella que necesita
- Vale, vale
- Y a la cubana bajadla, dejadla descansar en la cama, y dale de comer y beber
- No, que se joda
- Coño, Sara, que está embarazada, no me jodas… Dale de comer y beber
- No se merece una mierda
- Pero lo vas a hacer, y controla a Samuel y Tomás, que no se la follen que son capaces de matarla a golpes, y nada de golpearla más, joder, Sara
- Ya
- Y que no se les ocurra follarse a Gema
No dije nada, cada vez más cabreada. Dani dijo:
- ¿Me estás entendiendo, Sara?
- Sí
- ¿Estás colocada?
- No, joder
- ¿Qué vas a hacer con Gema y la cubana?
- Que sí, les daré de comer y no dejaré que se las follen
- Y lo del azúcar de Gema, que no se te olvide
- Que sí, coño
Hablamos un poco más y luego colgué. Me dolía la cabeza y sentía un malestar enorme por Carmen. Necesitaba colocarme, pero a lo bestia, para no pensar.
Busqué por toda mi habitación, no encontraba nada fuerte que meterme y cada vez estaba más de los nervios por no poder estar allí con ella, yo debería estar a su lado y me subía por las paredes por la rabia de no poder ir y el miedo por Carmen.
Grité rabiosa, no me podía creer que no tuviera nada que meterme más que las jodidas pastillas. Entonces pensé que Dani quizás tendría. Fui a su habitación. Allí vi a Isa, aún atada por una pierna a la cama. Seguía muy desmejorada pero no le hice caso y me puse a buscar. Al fin encontré algo y me lo metí rápidamente. Luego, me eché en la cama junto a Isa que dijo:
- ¿No tienes más para mí?
Ni le contesté, solo quería que me hiciera efecto. Entonces se abrió la puerta y vi que era Samuel. Le dije:
- Vete
- No
- Joder ¿Qué quieres?
- Voy a follarme a la tigresa
- No, antes te he dicho que no, que mañana cuando Carmen esté, ella no querrá perderse los gritos de esa zorra cuando pruebe una polla después de años
- Quiero follar
- Pues búscate un burdel
- ¿Y esa zorra?
Isa, rápidamente, dijo:
- No, no, por favor, Sara, no
Negué con la cabeza y dije:
- ¿No ves que está echa mierda?
- A mí me da igual, sigue teniendo boca, coño y culo ¿no?
Me levanté enfadada y le dije empujándole fuera:
- Que no, coño
- Pues tú, eres aún más zorra que esa
- Vete a la mierda
Pero la mirada de Samuel me asustó, claramente no estaba dispuesto a quedarse sin follar. Le dije:
- Bueno, fóllate a Isa, pero sin golpearla
Isa dijo:
- No, Sara, por favor
Samuel me miró y vi en sus ojos que quería follarme, pero al final, me apartó y fue a por Isa que se acurrucó en la esquina de la cama que donde estaba atada diciendo:
- No me pegues, no me pegues
Samuel empezó a desnudarse con rapidez. Cuando se bajó los pantalones, ya la tenía dura. Lo observé, tenía una buena polla, gorda y grande aunque él era bastante feo y algo barrigón. Pensé en esa polla follándose el culo de Dani y me excité. Se quitó la camisa pero antes cogió algo de un bolsillo. Era un tubito cuyo contenido echó sobre su mano y lo esnifó.
Fue a guardar lo que le quedaba pero le dije:
- Espera
Samuel me miró extrañado y le dije:
- Quiero meterme eso
Samuel sonrió con sorna y lo volvió a destapar y fue a echarse en la mano pero le dije:
- No, ahí no
Entonces fui hacia él y le puse un dedo en su polla y le dije:
- Aquí
Me miró sorprendido pero luego, sonriendo con suficiencia, echó una línea a lo largo del tronco de su polla. Me arrodillé y lo esnifé. Luego, pasé la lengua por la línea para coger los restos.
Lo miré desde abajo, notando los efectos del polvo, era mucho más potente que lo que me había metido de Dani. Entonces escuchamos:
- Yo también quiero
Miramos a Isa que nos observaba desde su esquina. Samuel volvió a echar una línea en su polla e Isa, rápidamente, se acercó a gatas y esnifó la línea. Cogí la polla de Samuel y la dirigí a la boca de Isa que la abrió y empezó a chupar. La observé durante un rato pero luego se la saqué de la boca y la metí en la mía. Estaba super cachonda.
Sofi
Vi salir de la piscina a Fer, desnudo y pensé “Mmmm mi chico es super sexy” sin poder apartar mis ojos de él. Estaba desnuda, tumbada en una hamaca de la piscina de la casita. Habíamos llegado hacía rato, y el sitio era maravilloso, y rápido nos habíamos liado y puesto a follar en la cama y acabado dentro de la piscina. “Menudos dos salidos estamos hechos” pensé sonriendo. “Pero es que no es para menos, míralo, menuda suerte tienes, chica” mientras me recreaba mirando su culo y espalda.
Siempre bromeaba con que yo estaba super buena y él tenía mucha suerte por follarse a una tía tan buena, pero la realidad era la contraria, él era el más guapo, atractivo y sexy de la pareja. Dije en voz alta:
- Oye, tío bueno
Fer se giró mirándome sonriendo. Le dije:
- Ponte protección, que te vas a quemar ese culito tan sexy y blanco que tienes… y por delante también
Fer se rio. Me levanté y cogí el botecito diciéndole:
- Gírate
Y le esparcí la crema protectora por el culo, aprovechando para meterle mano y besarle en la espalda. Luego, mis manos pasaron a su parte delantera para encontrarme con que volvía a tenerla empalmada y dije:
- Pero si hemos follado hace nada, feo
- Es que estás desnuda, es imposible que no se me ponga así
- Jajaja
Lo masturbé un poco mientras le esparcía la crema y luego lo giré para besarlo. Él tenía ganas, pero es que yo también. Nos morreamos lentamente, entrelazando nuestras lenguas. Cuando paramos, Fer me dijo:
- Sofi ¿Y las sorpresas?
- Tenía pensado que fuera esta noche
- Oh (desilusionado)
La verdad es que me moría de ganas y le dije:
- ¿Quieres ahora?
- Claro
- Mmmm no sé, no sé
- Venga, Sofi
- Buenoooooo
Me separé de él y le dije:
- Quédate aquí, voy a sacarlo, no entres hasta que te avise
Y entré corriendo a la casa, ilusionada y excitada.
Fer
Me tumbé en una hamaca, impaciente por conocer la sorpresa de Sofi. Tras unos minutos, la impaciencia que sentía era altísima. Miraba a la puerta pero no veía el interior porque daba mucho sol en la piscina y se reflejaba en los cristales.
Me levanté nervioso y la escuché decir:
- Ya voy, ya voy
- ¿Entro?
- Noooo, espera, impaciente jeje
Me volví a echar pero tuve que esperar bastantes minutos hasta que escuché:
- Entra
Cuando entré, no vi nada. Miré a mi alrededor a ver si había puesto algo en algún sitio pero entonces escuché unos pasos con tacones y Sofi salió del baño diciendo:
- TACHÁN
La miré sorprendido. Sofi me observaba sonriente y se giró 360 grados para que la viera bien. Se había puesto ropa interior roja, un sujetador y un tanga, pero también unas medias rojas, y unos zapatos de tacón alto.
Me quedé mirándola abobado, estaba espectacular, tal como la recordaba de aquella vez que la vi vistiéndose en mi casa. Sofi, sin dejar de sonreír, dijo:
- Era esto lo que llevaba cuando me espiaste ¿no? Jiji
Entonces se me acercó. Incluso se había pintado los labios de un rojo intenso. Se paró a dos pasos de mí y preguntó simulando inocencia:
- ¿Cómo me queda? ¿Te gusta?
Yo seguía mirándola sin poder hablar. Ella se rio y, alargando la mano, dijo:
- A esto (tocándome la polla que ya la tenía dura) parece que le gusta jiji
Entonces se giró y fue hacia un espejo que había en la habitación. Se miró en él mientras decía:
- A mí me gusta, me siento mmmm me siento sexy, muy sexy ¿no?
Fui hacia ella sin dejar de mirarla. Sofi, mirándome a través del espejo dijo:
- Que lástima tener tan poco de esto (cogiéndose las tetas) pero algún día me pondré y te gustará más, tendrás donde agarrar jeje
La abracé por detrás y le dije:
- No
- ¿No qué?
- Estás perfecta tal como eres
- Anda, ya, pero si no tengo…
- Eres perfecta, Sofi, y estás espectacular
La giré para que me mirara y le dije:
- Eres guapísima y espectacularmente sexy
Sofi me miró a los ojos sonriendo, y me cogió la polla diciendo:
- Mmmm esto me dice que no mientes jeje
- Para nada, eres una fantasía hecha realidad
- Y hoy más ¿No? Jiji
- Sí
- Mmmm me muero por probar las cosas pervertidas y guarras que pensabas imaginándome así
Entonces me incliné para besarla pero Sofi me hizo la cobra diciendo:
- Espera, espera, no me quites aún el pinta labios
La miré desconcertado. Ella rio y dijo:
- Aún no se han acabado las sorpresitas, espera
Y se soltó de mí para ir hacia su mochila. Rebuscó en ella y dijo:
- Aquí está, esto no es de tu fantasía pero lo vi y me hizo ilusión, nunca lo he probado… Gírate, no mires hasta que te avise
Me giré y al poco, ella dijo:
- Ya ¿Te gusta?
La miré sonriente. Se había puesto un liguero. Me reí, menuda pregunta. Sofi se puso de nuevo delante del espejo y se miró. Luego dijo:
- Mmmmm es sexy y… parezco más guarrilla ¿No? Jiji
- Jajaja, que cosas tienes
Sofi, sin dejar de mirarse al espejo mientras se giraba un poco para verse mejor, dijo:
- Sí, definitivamente me siento más guarrilla así, y ya es difícil ¿Eh? Jajajaja
Me reí, Sofi siempre bromeando. Me puse detrás de ella mientras ella seguía mirándose y me preguntó:
- Entonces ¿Prefieres follarme con o sin liguero? Es decir, ¿Prefieres a una novia sexy y guarrilla o solo a una novia sexy? Jajaja
Me reí con ella y cuando fui a inclinarme para besarla, Sofi no me dejó, parándome con una mano en mi pecho mientras decía:
- Espera, espera, queda la última sorpresita jeje
- ¿Hay más?
- Ajá
Y volvió a su mochila. Rebuscó y luego se giró ocultando algo detrás de ella, sus dos manos detrás de ella. Vino a mí despacio, sonriendo algo nerviosa. La miré expectante y ella me lo mostró diciendo:
- Tachán… ¿Sabes lo que es?
Asentí sorprendido. Era un plug anal. Lo conocía por las pornos. Ella rio y dijo:
- Que guarrete, ves demasiado porno, feo jajaja
- Sí, de eso lo conozco jeje
- Me han recomendado que lo use para mmmm dilatar mi culete
- Pero eso ya lo hacemos con mis dedos ¿no?
- Sí, pero esto es… ¿morboso? A mí me lo parece
- Sí
- No lo he probado, quiero que me lo pongas tú y que luego me folles con él puesto ¿Vale?
- Guay
- Me he traído lubricante, que esto me puede doler si no se hace con cuidado ¿eh, feo?
- Claro
- Ven, agáchate, que te quiero decir una cosa al oído
Me reí y le dije:
- Bueno, dímelo
- No, que no quiero mirarte, que me da corte, venga, agáchate
Me reí y ella insistió:
- Ainnss, agáchate, por favor
Lo hice mientras me reía. Sofi podía ser la más descarada y desvergonzada del mundo, pero luego había cosas que se ponía roja como un tomate y era incapaz de decir a la cara. Me dijo al oído muy bajito:
- Si todo va como creo que va a ir porque estoy cachondísima, hoy me vas a follar el culo por primera vez, al menos intentarlo, pero ten paciencia por si me duele demasiado y no puedo seguir ¿Vale, cariño?
Me fui a incorporar pero ella me retuvo:
- Espera, no he acabado
Me reí y volvió a hablarme al oído:
- Me muero de ganas de que me desvirgues mi culito, cariño, y este finde me puedes pedir lo que quieras, es tu fantasía, no te cortes...
Me incorporé y la miré, estaba totalmente colorada. Le puse una mano bajo la barbilla para que me mirara y le dije:
- Hoy y todos los días eres la chica de mis sueños, cada vez que te acaricio ya estoy en una fantasía, Sofi
Ella sonrió ampliamente. Le pregunté:
- ¿Te puedo besar ya?
Ella asintió, sonriente. Nos liamos en un beso tierno que, poco a poco, fue derivando a un ardiente morreo. Mis manos acariciaban su cuerpo mientras nuestras lenguas se saboreaban insistentemente.
Entonces escuché mi móvil pero no hice nada por ir a por él. Seguimos con nuestro beso y caricias. Por fin terminó de sonar mi móvil, pero casi de inmediato empezó a sonar el de Sofi. Entonces ella paró el beso y lo miró extrañada diciendo:
- Ha sonado justo después del tuyo
- Ya, déjalo, luego vemos…
- No, nene, espera
Y fue hacia él diciendo:
- Quizás se ha puesto de parto Cris
Cuando llegó al móvil dijo:
- Es tu madre, va a ser eso
Descolgó diciendo alegremente:
- Hola, Silvia, perdona, estábamos en la pisci...
La cara de Sofi cambió a sorpresa y luego miedo. Dijo:
- Ay, Dios, pero ¿Cuándo…?
Me acerqué a ella, preocupado. La escuché decir:
- Sí, sí, salimos ya
Y cortó la llamada. Me miró con ojos angustiados y me dijo:
- Es Gema
- ¿Qué? ¿Mi hermana?
- Se ha… no saben donde está, esta mañana salió a correr y no ha vuelto y…
- ¿Qué? ¿Desde esta mañana? La vi irse a correr cuando estaba preparando la mochila
Sofi fue hacia su mochila diciendo con mucha urgencia:
- Venga, vístete, cariño, tenemos que ir a ayudar
- Sí, sí
Y vi que empezaba a llorar mientras se desvestía para cambiarse de ropa diciendo para sí misma:
- Ay, Gema, no, no...