Verano 2020

megusta14

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6 Jul 2023
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Tartessos
Un relato ya publicado en el anterior foro pero vuelto a subir aquí. Espero que os guste tanto como a mi recordarlo.

Aunque nunca lo hemos contado aquí, llevamos mucho años coincidiendo con un mirón que con los años se ha convertido en amigo coincidiendo tres o 4 veces al año en los meses de verano hasta llegar a tener complicidad y quedar ya explícitamente con él para los días que uno u otro podemos ir a la playa. Todo esto, al principio, por supuesto con el conocimiento y consentimiento de mi mujer y ahora con su total participación e interés.


Bueno, otro verano más. Un verano raro en el que pensábamos que por primera vez en los últimos 15 años, no nos íbamos a encontrar, y tuvo que volver a ser el final de de Agosto en el que, de forma inesperada y sin preparar, volvió a surgir uno de esos días en los que volvimos a disfrutar de nuestras fantasías juntos. Llegamos, lo estábamos esperando sin saber si habría recibido el mensaje que siempre le mandamos cuando vamos a ir a nuestro sitio. Estábamos excitados y con ganas, después de haber estado jugando y follando varias horas pero aguantando sin corrernos. El día de playa iba pasando y ya nos estábamos levantando para marcharnos apareció a lo lejos nuestro amigo, andando por la orilla y subiendo rápido hacia las dunas en cuanto nos reconoció en la distancia.


Volvimos a colocar las cosas y los paravientos para preparar una zona más discreta, era media tarde . Nos tumbamos con su coño hacia las dunas para el disfrute de nuestro amigo. Como siempre le pregunte a ella si le dejábamos acercarse y como respuesta simplemente abrió más las piernas y comenzó a acariciarse coño y pechos. Estaba muy excitada y no dudé en hacerle las señas de siempre a él para que se acercara. Le hice sitio bajo la sombrilla y el toldo lateral para taparnos de las posibles miradas de los paseantes de la orilla. Ya colocados, ella se giro y sepuso a cuatro patas y comenzó a mamarme la polla como solía hacer siempre, con su culo en pompa hacia él, mientras yo le acariciaba el clítoris y le abría el culo mientras el aprovechaba el momento para acercarse y ponerse de rodillas a su espalda tocándose la polla ya más que morcillona. Ella se tragaba ya mi polla sin importarle nada y notaba su coño empapado con mis caricias y la situación, mientras él estaba ya meneándosela con ganas a escasos centímetros de su culo y mi cara. Me interrogó con gestos las ganas que tenía de tocarla por primera vez y yo asentí, su cara era de sorpresa y alegría, ya que después de tantos años iba a poder hacerlo y comenzó tímidamente a acariciar y amasar por primera vez ese culo grande y redondo. Ella lo movía y gemía de gusto (luego me diría que pensaba que era mi mano pero los dos sabemos que desde el principio sabía que era él quién la tocaba y de ahí su excitación) y yo seguía con una mano en su coño mientras él se dedicaba a su culo, su polla botando a centímetros de mi cara y rozando en algún movimiento su nalgas y llegó lo inevitable, sin pensarlo y de la forma más natural alargué la mano y se la agarré. Al ver que no me rechazaba y que la seguía teniendo como una piedra, comencé a masturbarlo al mismo ritmo que lo hacía con el coño de ella mientras él, soltando pequeños gemidos se dedicaba amasar su culo y acariciar sus nalgas . Comenzaron a gemir casi a la vez y yo me deje ir corriéndome en la garganta de mi mujer, mientras tenía una mano en su coño y otra en la polla de nuestro amigo que bufaba sin recato mientras sus manos se perdían en el culo de ella.


Yo no quería que la cosa acabase así por lo que seguimos a un rato hasta que ella se giró y se quedámdose boca arriba, se tapó la cara ligeramente con su sombrero de paja, dejando las piernas abiertas y el coño abierto, expuesto y brillante y sobre todo con él de rodillas entre ellas meneándosela con ganas. Comencé a acariciarle el coño y luego a comérselo con mi culo en pompa hacia ella mientras ella me acariciaba y se tragaba mi miembro de nuevo y con la polla de él nuevo muy cerca de mi cara mientras yo le devoraba él coño. Ella se contorsionaba y gemía con mi comida, rozándose con sus piernas mientras él seguía masajeandosela y los dos gimiendo cada vez más fuerte. Ella estaba a punto y mientras me la chupaba no perdía detalle de su polla. De nuevo fuí yo el que no aguante más y se la agarré mientras ella miraba. Fue demasiado, ella expuesta y abierta para él con mi polla en la boca, él de rodillas entre sus piernas y yo masturbándolos a los dos…no pude más y sacándosela de la boca me corrí de nuevo, esta vez en sus tetas resoplando pero sin dejar de acariciarlos a ambos. En ese momento fue cuando él dijo. “mira el cabrón como se corre mientras nos da placer a los dos”. Yo dí un respingo porque, aunque me encanta que me lo llame ella en la intimidad, era la primera vez que lo hacía otra persona delante de ella y temía que se molestase. ¡Al revés! Ella contestó con voz ronca :” si, a este mariconazo le encanta que me corra para ti y más mientras te agarra la polla con la mano ya hace que te corras”. Eso me dejó alucinado porque no me lo esperaba, era una fantasía muy privada, solo entre nosotros y casi al momento ella comenzó a correrse con grandes gemidos y él casi a la unísono, también bramando, soltando su leche en la arena casi en su coño y con alguna gota en sus piernas y mi mano . Y así nos quedamos los tres derrumbados , agotados y porque no decirlo un tanto avergonzados mientras recuperábamos la cordura.


Todo había terminado ya y como siempre al acabar yo la bese en la boca y la ayude a levantarse mientras él se separaba y alejaba. Entre nosotros no hacían falta palabras. Ella y yo nos abrazamos, nos besamos de nuevo y de la mano fuimos al agua a eliminar los restos, muy visibles, de nuestros de cuerpos , mientras él, discreto y un caballero como siempre, se alejaba por las dunas para no llamar más la atención.

Dedicado a ese amigo al que tanto echamos de menos.
 
Un relato ya publicado en el anterior foro pero vuelto a subir aquí. Espero que os guste tanto como a mi recordarlo.

Aunque nunca lo hemos contado aquí, llevamos mucho años coincidiendo con un mirón que con los años se ha convertido en amigo coincidiendo tres o 4 veces al año en los meses de verano hasta llegar a tener complicidad y quedar ya explícitamente con él para los días que uno u otro podemos ir a la playa. Todo esto, al principio, por supuesto con el conocimiento y consentimiento de mi mujer y ahora con su total participación e interés.


Bueno, otro verano más. Un verano raro en el que pensábamos que por primera vez en los últimos 15 años, no nos íbamos a encontrar, y tuvo que volver a ser el final de de Agosto en el que, de forma inesperada y sin preparar, volvió a surgir uno de esos días en los que volvimos a disfrutar de nuestras fantasías juntos. Llegamos, lo estábamos esperando sin saber si habría recibido el mensaje que siempre le mandamos cuando vamos a ir a nuestro sitio. Estábamos excitados y con ganas, después de haber estado jugando y follando varias horas pero aguantando sin corrernos. El día de playa iba pasando y ya nos estábamos levantando para marcharnos apareció a lo lejos nuestro amigo, andando por la orilla y subiendo rápido hacia las dunas en cuanto nos reconoció en la distancia.


Volvimos a colocar las cosas y los paravientos para preparar una zona más discreta, era media tarde . Nos tumbamos con su coño hacia las dunas para el disfrute de nuestro amigo. Como siempre le pregunte a ella si le dejábamos acercarse y como respuesta simplemente abrió más las piernas y comenzó a acariciarse coño y pechos. Estaba muy excitada y no dudé en hacerle las señas de siempre a él para que se acercara. Le hice sitio bajo la sombrilla y el toldo lateral para taparnos de las posibles miradas de los paseantes de la orilla. Ya colocados, ella se giro y sepuso a cuatro patas y comenzó a mamarme la polla como solía hacer siempre, con su culo en pompa hacia él, mientras yo le acariciaba el clítoris y le abría el culo mientras el aprovechaba el momento para acercarse y ponerse de rodillas a su espalda tocándose la polla ya más que morcillona. Ella se tragaba ya mi polla sin importarle nada y notaba su coño empapado con mis caricias y la situación, mientras él estaba ya meneándosela con ganas a escasos centímetros de su culo y mi cara. Me interrogó con gestos las ganas que tenía de tocarla por primera vez y yo asentí, su cara era de sorpresa y alegría, ya que después de tantos años iba a poder hacerlo y comenzó tímidamente a acariciar y amasar por primera vez ese culo grande y redondo. Ella lo movía y gemía de gusto (luego me diría que pensaba que era mi mano pero los dos sabemos que desde el principio sabía que era él quién la tocaba y de ahí su excitación) y yo seguía con una mano en su coño mientras él se dedicaba a su culo, su polla botando a centímetros de mi cara y rozando en algún movimiento su nalgas y llegó lo inevitable, sin pensarlo y de la forma más natural alargué la mano y se la agarré. Al ver que no me rechazaba y que la seguía teniendo como una piedra, comencé a masturbarlo al mismo ritmo que lo hacía con el coño de ella mientras él, soltando pequeños gemidos se dedicaba amasar su culo y acariciar sus nalgas . Comenzaron a gemir casi a la vez y yo me deje ir corriéndome en la garganta de mi mujer, mientras tenía una mano en su coño y otra en la polla de nuestro amigo que bufaba sin recato mientras sus manos se perdían en el culo de ella.


Yo no quería que la cosa acabase así por lo que seguimos a un rato hasta que ella se giró y se quedámdose boca arriba, se tapó la cara ligeramente con su sombrero de paja, dejando las piernas abiertas y el coño abierto, expuesto y brillante y sobre todo con él de rodillas entre ellas meneándosela con ganas. Comencé a acariciarle el coño y luego a comérselo con mi culo en pompa hacia ella mientras ella me acariciaba y se tragaba mi miembro de nuevo y con la polla de él nuevo muy cerca de mi cara mientras yo le devoraba él coño. Ella se contorsionaba y gemía con mi comida, rozándose con sus piernas mientras él seguía masajeandosela y los dos gimiendo cada vez más fuerte. Ella estaba a punto y mientras me la chupaba no perdía detalle de su polla. De nuevo fuí yo el que no aguante más y se la agarré mientras ella miraba. Fue demasiado, ella expuesta y abierta para él con mi polla en la boca, él de rodillas entre sus piernas y yo masturbándolos a los dos…no pude más y sacándosela de la boca me corrí de nuevo, esta vez en sus tetas resoplando pero sin dejar de acariciarlos a ambos. En ese momento fue cuando él dijo. “mira el cabrón como se corre mientras nos da placer a los dos”. Yo dí un respingo porque, aunque me encanta que me lo llame ella en la intimidad, era la primera vez que lo hacía otra persona delante de ella y temía que se molestase. ¡Al revés! Ella contestó con voz ronca :” si, a este mariconazo le encanta que me corra para ti y más mientras te agarra la polla con la mano ya hace que te corras”. Eso me dejó alucinado porque no me lo esperaba, era una fantasía muy privada, solo entre nosotros y casi al momento ella comenzó a correrse con grandes gemidos y él casi a la unísono, también bramando, soltando su leche en la arena casi en su coño y con alguna gota en sus piernas y mi mano . Y así nos quedamos los tres derrumbados , agotados y porque no decirlo un tanto avergonzados mientras recuperábamos la cordura.


Todo había terminado ya y como siempre al acabar yo la bese en la boca y la ayude a levantarse mientras él se separaba y alejaba. Entre nosotros no hacían falta palabras. Ella y yo nos abrazamos, nos besamos de nuevo y de la mano fuimos al agua a eliminar los restos, muy visibles, de nuestros de cuerpos , mientras él, discreto y un caballero como siempre, se alejaba por las dunas para no llamar más la atención.

Dedicado a ese amigo al que tanto echamos de menos.
yo creo que en esa situación,
se la hubiera chupado
 

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