Lo veo todo negro, soy consciente de que estoy vivo pero mantengo mis ojos cerrados. Solo logro captar los sonidos de mi alrededor. Unos bichos parecidos a las cigarras taladrean mis oídos. Parece que estoy tumbado sobre una dulce y cómoda cama cálida, pero moviendo los dedos de mis manos logro descubrir que yazco sobre arena de playa. En ese momento logro escuchar entre el ruido de las cigarras, el cual parecería el ruido blanco de las televisiones antiguas, olas de mar chocando contra lo que parecen ser rocas.
Poco a poco abro los ojos para que mis retinas sean golpeadas con los rayos del Sol. Rápidamente me reincorporo como si hubiera acabado de tener una terrible pesadilla y descubro que estoy completamente desnudo y magullado en una playa completamente desierta. Me quedo analizando la situación durante varios minutos intentando descubrir si realmente eso es un sueño o si simplemente ha sido el resultado de una noche loca en el Caribe que ha acabado en desfase.
Voy recobrando un poco la consciencia y recuerdo que una de esas noches solo podría permitirmelas antes de haberme casado con mi mujer y haber tenido una hija preciosa.
- Coño, es verdad. Y mi familia!? -dije mientras mis pulsaciones se aceleraban más de lo que me gustaría. Me levanté rápido y sin ni siquiera sacudirme la arena que tenía metida hasta en el alma, empecé a andar por la playa mientras intentaba encontrar alguien, a ser posible alguna de las dos personas que más me importaban en ese momento.
Aunque no veía a nadie, iba tapándome mis partes nobles con ambas manos para cuando pudiera encontrarme con alguien, evitarle una imagen que seguramente no quisiera ver.
Seguía andando por una playa que parecía no tener fin mientras me fijaba en ambos lados. Tanto hacía donde la maleza verde empezaba a tener protagonismo como hacía el grandioso y plano escenario azul turquesa. Me resultó demasiado extraño no ver absolutamente nada de origen humano. No habían plásticos usados, carteles, botellas de cristal... y mucho menos algún tipo de embarcación.
Cualquiera en mi situación se adrentraria dejando atrás la playa, pero los años que serví de guía para un grupo de Boys Scouts sumado a un sin fin de cursos online que había realizado (los cuáles para mi mujer, Elisabeth, eran una perdida tanto de dinero como de tiempo) me sirvieron (chúpate esa Elisabeth) para saber que en las orillas es donde puedes encontrar cosas que te puedan servir.
Para ese punto todavía no sabía si seguía en un sueño o si realmente estaba despierto. El Sol calentaba mucho y la arena de la playa estaba haciendo mella en mis muslos de forma que no tenía pinta de estar en un sueño... - joder pero donde estoy? -dije angustiado mientras mi paso se aceleraba lo mucho que la arena caliente me dejaba.
Después de haber recorrido lo que parecería más o menos un kilómetro, conseguí ver una pequeña cala en la cuál habían varías rocas en las cuales el agua rompía y hacía lo que quitando mi situación, era un escenario bastante bonito. A medida que me iba acercando, achicando los ojos conseguí ver lo que parecía una larga melena negra la cual estaba pegada (por suerte) a un cuerpo de una mujer joven. Desde mi ángulo solo podía ver su cuerpo de cintura hacía arriba ya que sus piernas quedaban por detrás de la roca en la cual esa joven yacía lo que aparentemente era inconsciente.
Mientras me preocupaba y me alegraba a partes iguales, tengo que reconocer que se me pasó por la cabeza la imagen de una sirena al ver ese escenario ahora sumado con el cuerpo de aquella chica cuya identidad todavía no había descubierto.
[Ésto es un pequeño fragmento de todo lo que llevo escrito sobre éste relato incestuoso entre un trío amoroso madre, padre e hija. Si os interesa y veo apoyo, puedo seguir subiendo contenido. En caso de que no sea así, igualmente podéis hablarme al privado y os pasaré un enlace donde os llevará al lugar donde lo posteo, muchas gracias.]
Poco a poco abro los ojos para que mis retinas sean golpeadas con los rayos del Sol. Rápidamente me reincorporo como si hubiera acabado de tener una terrible pesadilla y descubro que estoy completamente desnudo y magullado en una playa completamente desierta. Me quedo analizando la situación durante varios minutos intentando descubrir si realmente eso es un sueño o si simplemente ha sido el resultado de una noche loca en el Caribe que ha acabado en desfase.
Voy recobrando un poco la consciencia y recuerdo que una de esas noches solo podría permitirmelas antes de haberme casado con mi mujer y haber tenido una hija preciosa.
- Coño, es verdad. Y mi familia!? -dije mientras mis pulsaciones se aceleraban más de lo que me gustaría. Me levanté rápido y sin ni siquiera sacudirme la arena que tenía metida hasta en el alma, empecé a andar por la playa mientras intentaba encontrar alguien, a ser posible alguna de las dos personas que más me importaban en ese momento.
Aunque no veía a nadie, iba tapándome mis partes nobles con ambas manos para cuando pudiera encontrarme con alguien, evitarle una imagen que seguramente no quisiera ver.
Seguía andando por una playa que parecía no tener fin mientras me fijaba en ambos lados. Tanto hacía donde la maleza verde empezaba a tener protagonismo como hacía el grandioso y plano escenario azul turquesa. Me resultó demasiado extraño no ver absolutamente nada de origen humano. No habían plásticos usados, carteles, botellas de cristal... y mucho menos algún tipo de embarcación.
Cualquiera en mi situación se adrentraria dejando atrás la playa, pero los años que serví de guía para un grupo de Boys Scouts sumado a un sin fin de cursos online que había realizado (los cuáles para mi mujer, Elisabeth, eran una perdida tanto de dinero como de tiempo) me sirvieron (chúpate esa Elisabeth) para saber que en las orillas es donde puedes encontrar cosas que te puedan servir.
Para ese punto todavía no sabía si seguía en un sueño o si realmente estaba despierto. El Sol calentaba mucho y la arena de la playa estaba haciendo mella en mis muslos de forma que no tenía pinta de estar en un sueño... - joder pero donde estoy? -dije angustiado mientras mi paso se aceleraba lo mucho que la arena caliente me dejaba.
Después de haber recorrido lo que parecería más o menos un kilómetro, conseguí ver una pequeña cala en la cuál habían varías rocas en las cuales el agua rompía y hacía lo que quitando mi situación, era un escenario bastante bonito. A medida que me iba acercando, achicando los ojos conseguí ver lo que parecía una larga melena negra la cual estaba pegada (por suerte) a un cuerpo de una mujer joven. Desde mi ángulo solo podía ver su cuerpo de cintura hacía arriba ya que sus piernas quedaban por detrás de la roca en la cual esa joven yacía lo que aparentemente era inconsciente.
Mientras me preocupaba y me alegraba a partes iguales, tengo que reconocer que se me pasó por la cabeza la imagen de una sirena al ver ese escenario ahora sumado con el cuerpo de aquella chica cuya identidad todavía no había descubierto.
[Ésto es un pequeño fragmento de todo lo que llevo escrito sobre éste relato incestuoso entre un trío amoroso madre, padre e hija. Si os interesa y veo apoyo, puedo seguir subiendo contenido. En caso de que no sea así, igualmente podéis hablarme al privado y os pasaré un enlace donde os llevará al lugar donde lo posteo, muchas gracias.]