Nosotros somos un matrimonio, se podría decir que muy feliz, bastante tradicional y clásico. Siempre hemos ido juntos a todas partes y hacemos todo juntos. Nos llevamos muy bien y nuestra vida amorosa siempre ha sido muy divertida y satisfactoria, por eso ninguno de los dos hemos buscado nunca otras cosas fuera de nuestro matrimonio.
Tanto mi mujer como yo hemos sido siempre muy celosos de preservar nuestra intimidad y nunca ha salido nada de dicha intimidad entre nosotros dos.
El caso es que desde hace algún tiempo la libido de mi mujer empezó a disminuir y sin mermarse un ápice nuestro amor y nuestro cariño, los encuentros sexuales propiamente dichos se fueron distanciando hasta llegar a desaparecer por completo.
Nos queremos de verdad y en todos los demás aspectos de nuestra vida nos va genial, tanto que para todos los que nos conocen somos una pareja ideal, según dicen. Pero nada es totalmente perfecto y dura eternamente, así que el sexo hace un tiempo que se acabó para nosotros.
Para mi mujer no es un problema, ya que como digo, todo lo demás nos va muy bien, simplemente no lo necesita. Por todo esto, yo quisiera hacerme liberal. Ella, con su mentalidad y su forma de pensar, como hasta ahora también era la mía, no lo aprobaría, es más, todas estas cosas le parecen más una aberración que otra cosa.
Yo no quiero que cambie nada entre ella y yo, pero quiero hacerme liberal para eliminar tantos tabúes y tantas barreras y limitaciones que me atenazan en el terreno sexual y verlo natural, como lo veis las personas que sois liberales de verdad. Abrir mi mente y poder abrirme y soportar cualquier cosa en este terreno, que ahora no soy capaz.
Lo que me gustaría sería seguir haciendo el amor con mi mujer como antaño, pero tengo que buscar otras cosas, porque eso ya no lo tengo. Además, algún experto que otro a quien he consultado, me ha sugerido que una experiencia sexual muy extraordinaria para ella a veces funciona para despertar de nuevo su libido y que vuelva a sentir el gusto por el sexo, pero está claro que yo ya no le puedo dar eso tan extraordinario y para que le proporcione otro una experiencia así, yo soy el primero que no estoy preparado ahora. Esa es la razón última por la que quiero hacerme muy liberal de verdad. Si yo fuera capaz de aceptar que mi mujer estuviera con otro hombre, quizá en complicidad con él, le podríamos preparar a ella esa experiencia sexual tan especial, pero creo que yo hoy por hoy, estoy muy, pero que muy lejos de algo así.
Tanto mi mujer como yo hemos sido siempre muy celosos de preservar nuestra intimidad y nunca ha salido nada de dicha intimidad entre nosotros dos.
El caso es que desde hace algún tiempo la libido de mi mujer empezó a disminuir y sin mermarse un ápice nuestro amor y nuestro cariño, los encuentros sexuales propiamente dichos se fueron distanciando hasta llegar a desaparecer por completo.
Nos queremos de verdad y en todos los demás aspectos de nuestra vida nos va genial, tanto que para todos los que nos conocen somos una pareja ideal, según dicen. Pero nada es totalmente perfecto y dura eternamente, así que el sexo hace un tiempo que se acabó para nosotros.
Para mi mujer no es un problema, ya que como digo, todo lo demás nos va muy bien, simplemente no lo necesita. Por todo esto, yo quisiera hacerme liberal. Ella, con su mentalidad y su forma de pensar, como hasta ahora también era la mía, no lo aprobaría, es más, todas estas cosas le parecen más una aberración que otra cosa.
Yo no quiero que cambie nada entre ella y yo, pero quiero hacerme liberal para eliminar tantos tabúes y tantas barreras y limitaciones que me atenazan en el terreno sexual y verlo natural, como lo veis las personas que sois liberales de verdad. Abrir mi mente y poder abrirme y soportar cualquier cosa en este terreno, que ahora no soy capaz.
Lo que me gustaría sería seguir haciendo el amor con mi mujer como antaño, pero tengo que buscar otras cosas, porque eso ya no lo tengo. Además, algún experto que otro a quien he consultado, me ha sugerido que una experiencia sexual muy extraordinaria para ella a veces funciona para despertar de nuevo su libido y que vuelva a sentir el gusto por el sexo, pero está claro que yo ya no le puedo dar eso tan extraordinario y para que le proporcione otro una experiencia así, yo soy el primero que no estoy preparado ahora. Esa es la razón última por la que quiero hacerme muy liberal de verdad. Si yo fuera capaz de aceptar que mi mujer estuviera con otro hombre, quizá en complicidad con él, le podríamos preparar a ella esa experiencia sexual tan especial, pero creo que yo hoy por hoy, estoy muy, pero que muy lejos de algo así.