Yo sé lo he hecho a mí mujer. Se vuelve loca, pero hay que ir muuuy despacio, con mucho cuidado y lubricante. Pero cuando notas que la parte más ancha de la mano se desliza dentro, es como una liberación. Pasa de la tensión cercana al dolor a un placer intenso. La oyes suspirar y el orgasmo es brutal.