Nuestra vida sexual nunca fue una locura. Follábamos porque yo siempre he estado intentando y ella daba el visto bueno por así decirlo.
En contadísimas ocasiones ha sido ella la que ha tomado la iniciativa. Y cuando así ha sido, se nota que es más por compromiso que por otra cosa. Follamos pero no lo disfruto porque se nota que no hay interés.
El tema es que luego sí disfruta, pero dejándose hacer. No es muy activa. Yo, en cambio estoy más salido que una mona y necesito sentirme deseado, así que la combinación es ideal para estar jodido todo el día.
Lo he hablado miles de veces con ella (ella no saca el tema NUNCA) y no sabe decirme qué pasa. He optado por no sacar el tema porque me encabrono más aún. Y así poco se puede avanzar. Nada cambia + No se habla = Todo sigue igual o peor. Y así se lo he dicho millones de veces.
Ahora, rondando los 50 y con la menopausia llamando a la puerta imaginaos el tema.
Siempre he estado pendiente de ella. Haciéndola sentir especial, regalándole ropa interior sexy, proponiendo cosas para animarnos sexualmente, comprándola juguetes sexuales, comprándomelos yo y enseñárselos, diciéndole siempre lo guapa que la veo. Siempre he sido sincero con ella en cómo necesito (necesitamos) el sexo para poder ser una pareja, pero es como hablar con un muro.
Alguien dijo por aquí que hay que demostrar interés todos los días y hacerla sentir especial. No he dejado de hacer eso mismo todos los días desde que estamos juntos, pero no me ha servido.
Muchas veces pienso en eso que dicen de que hay que ser un poco cabrón porque si no lo haces, no te toman en serio y dan por sentado que vas a estar ahí siempre. Quizá debería hacerlo, pero no soy así.
Por mi parte no sé qué más puedo hacer más que plantear el divorcio (pero si lo hago es para hacerlo, no como amenaza), plantearme algo fuera del matrimonio sin que ella lo sepa (pero no sé si seré capaz) o convivir con esta mierda de situación pensando que, como dijo alguien aquí, cuando sea un viejo me echaré en cara a mí mismo no haber disfrutado más de la vida.
Perdonadme por la chapa, pero al ver que estamos todos más o menos igual, necesitaba soltarlo.