cocolocosi
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Pues ahora con la edad que tiene tiene que estar mejorPara bipolla y todos vosotros aquí, Cinta por esa época; espero que os guste.
con Cinta no te aburres jejeje9.ª entrega
- Martina: Que Jesús se lo ha visto, ¿Cómo le queda?
- Jesús: Se lo he visto y está precioso.
Emma, yo lo voy a hacer también. ¿Y ustedes van a ir la próxima semana? Creo que iremos a casa de Hugo, que los padres no estarán todo el fin de semana; se marchan el viernes de viaje y regresarán el lunes por la noche. Eso ha comentado Hugo. A todo esto, Lucas había pedido otra ronda de cerveza.
Emma pregunta a los demás que si iban a asistir, que ellos sí lo harían y que Hugo lo arreglaría para ir el sábado tarde y echar la noche y por la mañana ir a la playa.
- Cinta: Tengo que convencer a mis padres. Si Sara o Rosa vinieran, creo que aceptarían. Mis padres, se lo diré a ellas y les diremos a mis padres que iremos a casa de una amiga a su cumpleaños y que pasaríamos allí la noche.
- Emma: ¿Martina y Domingo vendrán?
- Cinta: No sé, pero él tendrá que decir algo diferente. Bueno, a ver quién termina por apuntarse. A todo esto, el primo le preguntó de qué iba el tema y Emma le explicó todo. Cinta se levantó y comentó que iba al baño. Luis, que así se llama el primo, con aspecto alto y delgado, se cuidaba, con músculo, pelo corto y negro, ojos azules; la verdad está muy bien. Comentó que si él se podía unir el sábado a la quedada.
- Lucas: Se lo preguntaremos a Hugo y al resto que se apunten.
A estas alturas, la verdad, Cinta y yo estábamos con las dos cervezas un poco tocados; era la primera vez que tomábamos. Luis se levantó para ir al baño.
Cinta me contó luego que Luis estaba en la puerta al salir ella y que le dijo: “Chica, me has puesto tonto viéndote el coño sentada con tus piernas abiertas y sin bragas y, de remate, la conversación que habéis tenido de la playa y la quedada”. Me gustaría haberte visto sin nada, todo esto en la puerta del baño de señora, y le pregunta: “¿Te ha quedado bien el pubis?”.
- Cinta: ¿Por qué te gustaría verlo?
Con estas palabras de Cinta, él se acerca un poco más a ella y, sin mediar palabra, le mete la mano por el cruce del vestido y le toca el pubis. Con la otra mano, se la pone en el hombro y la mete en el baño; cierra la puerta.
Cinta se deja hacer porque él le había gustado y por las dos cervezas que había tomado.
Él la abraza y le quita el lazo que amarraba el vestido en su espalda, abriéndolo y bajándolo por los hombros de ella, quedando desnuda a su merced.
Él se recrea mirándola a ella inmóvil. Luis se acerca, la coge por los hombros y la besa, un beso tan intenso que ella no reacciona. Le da la vuelta y la abraza, cogiéndole los pechos con las dos manos. Ella se deja hacer sin decir palabra. Él echa una mano para abajo, le toca el pubis y baja hasta sus labios vaginales, los abre con los dedos y nota que los tiene mojados. Lo acaricia un poco y le introduce dos dedos en el coño que entraron sin dificultad por lo mojada que estaba, arrancándole un gemido a ella. Cogió el vestido y se lo puso y le comentó al oído: “Esto no termina aquí, sal, no vayan a notar que tardas demasiado”. Él se quedó un momento en el baño de caballeros y salió al rato.
Cinta se sintió un poco nerviosa por lo ocurrido, pero nadie se percató; al llegar Luis, ella tenía las piernas cruzadas.
- Cinta: Bueno, ¿qué habéis quedado mientras he ido al baño?
Que los que quedemos pongamos para comprar bebidas y algo de picoteo.
- Cinta: Se dirige a Luis: “¿Y tú vas a venir?”
- Luis: Por mi parte, sí, pero van a consultar a Hugo y al resto de la peña si se pueden agregar más personas con discreción.
- Marta: Bueno, nos tomamos la última.
Salta, Cinta, nosotros nos tenemos que marchar; es tarde para mí.
En el camino a su casa ella me contó lo sucedido con Luis.
- Yo: ¿Y qué te hubiera gustado, follártelo?
- Cinta: Sí que me hubiera gustado que me follase; estoy caliente de cómo me dejó el cabrón del mirón y te confieso que tengo un puntito de las cervezas; no hemos tomado nunca y dos de golpe, uuuuu, a mí me ha gustado. ¿Y a ti qué te ha parecido?
- Yo: Que creo que vamos a dejar los refrescos y tomaremos cerveza.
Al día siguiente pasé a recogerla a su casa y mi suegro me dice: “Anoche os colasteis un poco”.
- Yo: Perdona, Tomás, es que tuve un pinchazo y no se me da muy bien. Nos marchamos y fuimos a dar un paseo por la plaza. Cinta llevaba una falda lisa por encima de la rodilla y una blusa blanca cruzada y amarrada detrás, luciendo un atractivo escote y sin sujetador. Nos sentamos en una terraza y nos pedimos dos cervezas y unas avellanas.
En la terraza, al servirnos, el camarero miraba a Cinta de reojo; ella tenía el escote un poco abierto y desde la perspectiva de él se le veían las tetas. A ella le gusta provocar un poco y se abrió un poco más la blusa para que se pudiera ver de frente. Los chicos que paseaban la miraban. Ella fue al baño y, al regresar, se sentó con la falda un poco para arriba, como por descuido y dejando ver un poco su tanga negra.
El camarero no dejaba de mirarla al pasar a servir las mesas de al lado. Paseaba de arriba abajo revisando las mesas, pero era para mirar a Cinta; la notaba algo nerviosa.
- Yo: Cinta, ¿Cómo te encuentras?
- Cinta: Bien, con un poco de ganas de comer polla, anoche subí caliente, recordando todo lo ocurrido; me metí en la cama y no pude más y estuve tocándome. Llevaba un calentón de cómo me dejaron el mirón y Luis.
Me toqué hasta que me mojé; necesitaba una polla y no tenía nada así. Me levanté y me fui al baño por el cepillo del pelo. Estaba Óscar duchándose para refrescarse un poco del calor que hacía (Óscar es el hermano pequeño, el último de los hermanos).
La madre la escucha y la llama; estaban todos viendo una película en el comedor, todos desnudos. (Ya os dije al principio que en su casa y en la playa todos hacían nudismo e incluso algunas que otras personas de la familia y amistades íntimas que lo practicaban cuando se reunían así, sin más).
Cinta se acercó y le dijo que se iba a cepillar un poco el pelo y se iba a echar a dormir; aprovechando que la película acababa de empezar, tendría tiempo de satisfacerse ella sola.
Ya en el cuarto reanudo lo que estaba haciendo, ensalivo un poco el mango del cepillo y comenzó a jugar con él se lo pasaba por los labios externo y rosaba su clítoris al poco ya volvía a estar mojada seguía frotándose con ese mango y poco a poco se fue perdiendo en su vagina, lo metía y sacaba lentamente como recreándose, dentro fuera dentro así fue pasando el tiempo y ella calentándose cada vez más, y fue acelerando su follada el mango se perdía en su coño y ella mas y mas cachonda empujaba y empujaba ya se perdía con los labios inferiores un poco del cepillo con la otra mano se acariciaba el clítoris y se daba cuenta que ese mango era muí delgado que necesitaba algo más grueso, pensaba en la polla del mirón larga y gruesa, que la avía dejado en las puerta sin llegar a correrse, saca el cepillo y se mete tres dedos de su mano derecha estaba muy caliente y mojada cada vez aceleraba mas el ritmo y mas se mojaba no era suficiente y probo a introducirse cuatro de sus dedos, fue ganando terreno metía y movía la mano rotativamente y notaba como se iba dilatando su coño jadeaba, poniéndose su mano izquierda en la baca para que no la escuchasen, su coño se dilataba más y más y ella notaba como cada vez se introducía su mano mas y mas en ese coño con ganas de comérsela, rotaba y empujaba al mismo tiempo y notaba como desaparecía en su coño su mano hasta conseguir introducir los cuatro dedos hasta llegar al pulgar que lo tenía abierto y le daba en el clítoris llegando a tener un gran orgasmo.
- Yo: ¿Cinta entonces este próximo fin de semana? ¿Qué intenciones tiene?
- Cinta: Pasarlo bien; ya hemos hablado con mis padres y no hay problema de pasar con mi amiga la noche de su cumpleaños; con Domingo no habrá problema, es hombre.
- Yo: Dijeron que sería sin restricciones. ¿Tú crees que todos estarán de acuerdo?
- Cinta: No sé, pero el que no lo esté no debería ir.
- Yo: ¿Y tú estás de acuerdo?
- Cinta: Claro, Jesús, es el momento de hacer algo fuera de lo normal.
- Yo: ¿Y hasta dónde llegarás?
- Cinta: Jesús es sin límite; entiendo que se pedirá de todo, hasta sexo, ¡y yo lo haré! No hay problema, ¿no?
- Yo: Claro que no, Cinta, de esto no hay dudas ya a estas alturas, ¿no crees?, si no, no hubiera permitido lo del mirón de la arboleda. Cinta, ¿quisieras hacer algo con algún chico en particular?
- Cinta: Mira, pues, si con Luis sí llegara a ir, me dejó desconcertada en ese baño.
- Yo: Y si no fuese, ¿tienes otro candidato en mente?
- Cinta: Sí, Pedro, ¿y tú por quién estás interesado?
- Yo: Por Martina y dos chicas más que no sé si te molestarán.
- Cinta: ¿A mí? ¿Por qué?
- Yo: Porque son Sara y Rosa.
- Cinta: No me importa, cariño; si ellas están de acuerdo, no hay problema.
Si os ha gustado el relato, no dudéis en dejar vuestro comentario. Saber que los lectores valoran el tiempo invertido es una gran motivación para seguir escribiendo.
Gracias.
Continuará.
Imposible aburrirsecon Cinta no te aburres jejeje
9.ª entrega
- Martina: Que Jesús se lo ha visto, ¿Cómo le queda?
- Jesús: Se lo he visto y está precioso.
Emma, yo lo voy a hacer también. ¿Y ustedes van a ir la próxima semana? Creo que iremos a casa de Hugo, que los padres no estarán todo el fin de semana; se marchan el viernes de viaje y regresarán el lunes por la noche. Eso ha comentado Hugo. A todo esto, Lucas había pedido otra ronda de cerveza.
Emma pregunta a los demás que si iban a asistir, que ellos sí lo harían y que Hugo lo arreglaría para ir el sábado tarde y echar la noche y por la mañana ir a la playa.
- Cinta: Tengo que convencer a mis padres. Si Sara o Rosa vinieran, creo que aceptarían. Mis padres, se lo diré a ellas y les diremos a mis padres que iremos a casa de una amiga a su cumpleaños y que pasaríamos allí la noche.
- Emma: ¿Martina y Domingo vendrán?
- Cinta: No sé, pero él tendrá que decir algo diferente. Bueno, a ver quién termina por apuntarse. A todo esto, el primo le preguntó de qué iba el tema y Emma le explicó todo. Cinta se levantó y comentó que iba al baño. Luis, que así se llama el primo, con aspecto alto y delgado, se cuidaba, con músculo, pelo corto y negro, ojos azules; la verdad está muy bien. Comentó que si él se podía unir el sábado a la quedada.
- Lucas: Se lo preguntaremos a Hugo y al resto que se apunten.
A estas alturas, la verdad, Cinta y yo estábamos con las dos cervezas un poco tocados; era la primera vez que tomábamos. Luis se levantó para ir al baño.
Cinta me contó luego que Luis estaba en la puerta al salir ella y que le dijo: “Chica, me has puesto tonto viéndote el coño sentada con tus piernas abiertas y sin bragas y, de remate, la conversación que habéis tenido de la playa y la quedada”. Me gustaría haberte visto sin nada, todo esto en la puerta del baño de señora, y le pregunta: “¿Te ha quedado bien el pubis?”.
- Cinta: ¿Por qué te gustaría verlo?
Con estas palabras de Cinta, él se acerca un poco más a ella y, sin mediar palabra, le mete la mano por el cruce del vestido y le toca el pubis. Con la otra mano, se la pone en el hombro y la mete en el baño; cierra la puerta.
Cinta se deja hacer porque él le había gustado y por las dos cervezas que había tomado.
Él la abraza y le quita el lazo que amarraba el vestido en su espalda, abriéndolo y bajándolo por los hombros de ella, quedando desnuda a su merced.
Él se recrea mirándola a ella inmóvil. Luis se acerca, la coge por los hombros y la besa, un beso tan intenso que ella no reacciona. Le da la vuelta y la abraza, cogiéndole los pechos con las dos manos. Ella se deja hacer sin decir palabra. Él echa una mano para abajo, le toca el pubis y baja hasta sus labios vaginales, los abre con los dedos y nota que los tiene mojados. Lo acaricia un poco y le introduce dos dedos en el coño que entraron sin dificultad por lo mojada que estaba, arrancándole un gemido a ella. Cogió el vestido y se lo puso y le comentó al oído: “Esto no termina aquí, sal, no vayan a notar que tardas demasiado”. Él se quedó un momento en el baño de caballeros y salió al rato.
Cinta se sintió un poco nerviosa por lo ocurrido, pero nadie se percató; al llegar Luis, ella tenía las piernas cruzadas.
- Cinta: Bueno, ¿qué habéis quedado mientras he ido al baño?
Que los que quedemos pongamos para comprar bebidas y algo de picoteo.
- Cinta: Se dirige a Luis: “¿Y tú vas a venir?”
- Luis: Por mi parte, sí, pero van a consultar a Hugo y al resto de la peña si se pueden agregar más personas con discreción.
- Marta: Bueno, nos tomamos la última.
Salta, Cinta, nosotros nos tenemos que marchar; es tarde para mí.
En el camino a su casa ella me contó lo sucedido con Luis.
- Yo: ¿Y qué te hubiera gustado, follártelo?
- Cinta: Sí que me hubiera gustado que me follase; estoy caliente de cómo me dejó el cabrón del mirón y te confieso que tengo un puntito de las cervezas; no hemos tomado nunca y dos de golpe, uuuuu, a mí me ha gustado. ¿Y a ti qué te ha parecido?
- Yo: Que creo que vamos a dejar los refrescos y tomaremos cerveza.
Al día siguiente pasé a recogerla a su casa y mi suegro me dice: “Anoche os colasteis un poco”.
- Yo: Perdona, Tomás, es que tuve un pinchazo y no se me da muy bien. Nos marchamos y fuimos a dar un paseo por la plaza. Cinta llevaba una falda lisa por encima de la rodilla y una blusa blanca cruzada y amarrada detrás, luciendo un atractivo escote y sin sujetador. Nos sentamos en una terraza y nos pedimos dos cervezas y unas avellanas.
En la terraza, al servirnos, el camarero miraba a Cinta de reojo; ella tenía el escote un poco abierto y desde la perspectiva de él se le veían las tetas. A ella le gusta provocar un poco y se abrió un poco más la blusa para que se pudiera ver de frente. Los chicos que paseaban la miraban. Ella fue al baño y, al regresar, se sentó con la falda un poco para arriba, como por descuido y dejando ver un poco su tanga negra.
El camarero no dejaba de mirarla al pasar a servir las mesas de al lado. Paseaba de arriba abajo revisando las mesas, pero era para mirar a Cinta; la notaba algo nerviosa.
- Yo: Cinta, ¿Cómo te encuentras?
- Cinta: Bien, con un poco de ganas de comer polla, anoche subí caliente, recordando todo lo ocurrido; me metí en la cama y no pude más y estuve tocándome. Llevaba un calentón de cómo me dejaron el mirón y Luis.
Me toqué hasta que me mojé; necesitaba una polla y no tenía nada así. Me levanté y me fui al baño por el cepillo del pelo. Estaba Óscar duchándose para refrescarse un poco del calor que hacía (Óscar es el hermano pequeño, el último de los hermanos).
La madre la escucha y la llama; estaban todos viendo una película en el comedor, todos desnudos. (Ya os dije al principio que en su casa y en la playa todos hacían nudismo e incluso algunas que otras personas de la familia y amistades íntimas que lo practicaban cuando se reunían así, sin más).
Cinta se acercó y le dijo que se iba a cepillar un poco el pelo y se iba a echar a dormir; aprovechando que la película acababa de empezar, tendría tiempo de satisfacerse ella sola.
Ya en el cuarto reanudo lo que estaba haciendo, ensalivo un poco el mango del cepillo y comenzó a jugar con él se lo pasaba por los labios externo y rosaba su clítoris al poco ya volvía a estar mojada seguía frotándose con ese mango y poco a poco se fue perdiendo en su vagina, lo metía y sacaba lentamente como recreándose, dentro fuera dentro así fue pasando el tiempo y ella calentándose cada vez más, y fue acelerando su follada el mango se perdía en su coño y ella mas y mas cachonda empujaba y empujaba ya se perdía con los labios inferiores un poco del cepillo con la otra mano se acariciaba el clítoris y se daba cuenta que ese mango era muí delgado que necesitaba algo más grueso, pensaba en la polla del mirón larga y gruesa, que la avía dejado en las puerta sin llegar a correrse, saca el cepillo y se mete tres dedos de su mano derecha estaba muy caliente y mojada cada vez aceleraba mas el ritmo y mas se mojaba no era suficiente y probo a introducirse cuatro de sus dedos, fue ganando terreno metía y movía la mano rotativamente y notaba como se iba dilatando su coño jadeaba, poniéndose su mano izquierda en la baca para que no la escuchasen, su coño se dilataba más y más y ella notaba como cada vez se introducía su mano mas y mas en ese coño con ganas de comérsela, rotaba y empujaba al mismo tiempo y notaba como desaparecía en su coño su mano hasta conseguir introducir los cuatro dedos hasta llegar al pulgar que lo tenía abierto y le daba en el clítoris llegando a tener un gran orgasmo.
- Yo: ¿Cinta entonces este próximo fin de semana? ¿Qué intenciones tiene?
- Cinta: Pasarlo bien; ya hemos hablado con mis padres y no hay problema de pasar con mi amiga la noche de su cumpleaños; con Domingo no habrá problema, es hombre.
- Yo: Dijeron que sería sin restricciones. ¿Tú crees que todos estarán de acuerdo?
- Cinta: No sé, pero el que no lo esté no debería ir.
- Yo: ¿Y tú estás de acuerdo?
- Cinta: Claro, Jesús, es el momento de hacer algo fuera de lo normal.
- Yo: ¿Y hasta dónde llegarás?
- Cinta: Jesús es sin límite; entiendo que se pedirá de todo, hasta sexo, ¡y yo lo haré! No hay problema, ¿no?
- Yo: Claro que no, Cinta, de esto no hay dudas ya a estas alturas, ¿no crees?, si no, no hubiera permitido lo del mirón de la arboleda. Cinta, ¿quisieras hacer algo con algún chico en particular?
- Cinta: Mira, pues, si con Luis sí llegara a ir, me dejó desconcertada en ese baño.
- Yo: Y si no fuese, ¿tienes otro candidato en mente?
- Cinta: Sí, Pedro, ¿y tú por quién estás interesado?
- Yo: Por Martina y dos chicas más que no sé si te molestarán.
- Cinta: ¿A mí? ¿Por qué?
- Yo: Porque son Sara y Rosa.
- Cinta: No me importa, cariño; si ellas están de acuerdo, no hay problema.
Si os ha gustado el relato, no dudéis en dejar vuestro comentario. Saber que los lectores valoran el tiempo invertido es una gran motivación para seguir escribiendo.
Gracias.
Continuará.
La Primera
Si a ti te gusta publicar tú historia, no dejes que te desanimemos por no comentar (yo lo hago poco), estoy va por rachas, hay épocas de más actividad y otras de menos, pero lo que importa de verdad es que tú disfrutes haciéndolo.Qué poco movimiento veo y comentarios.
Me gustan más los comentarios que los emoticonos.
A ver cómo os portáis; os voy a mandar algunas capturas de pantalla de un video de Cinta y yo que he podido recuperar de 8mm pasado a digital. Espero que os guste; iré subiendo de una en una según vuestros comentarios.
madre de deu! que morbo desprende!!!!Los vestidos que le gustan para ir provocando.
Unas tetas maravillosasHos presentó a Cinta
CuerpazoPara bipolla y todos vosotros aquí, Cinta por esa época; espero que os guste.
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