Mi experiencia no es tan increíble como la de algunos pero está bien contarla.
Cuando tenía 19 años entré a mi primer trabajo en un hotel bastante importante de Madrid. Tengo que decir que en esa época yo estaba muy buena, era demasiado inocente ya que seguía siendo virgen y apenas me había liado con chicos por decisión propia.
Pues conocí a un chico que trabaja ahí que se interesó bastante por mi y estaba bastante bueno, además de un acento colombiano que me volvía loca y era 10 años mayor que yo. Empezamos la “amistad “ y yo me pillé bastante por él hasta que me enteré que estaba casado y 2 hijos, nos alejamos un poco pero después salió la guarra que había en mí y me dió igual todo, no quería nada serio con él, yo quería perder la virginidad con ese tio y así fue.
Un día quedamos en llegar pronto al trabajo para que nadie nos viera, entramos a una habitación y me echó en la cama, me quitó toda la ropa y me hizo sexo oral, yo no le hice nada ya que no tenía ni idea de qué tenía que hacer ya que él estaba llevando el control. Después del sexo oral se puso un condón, echó lubricante y me la metió de una, flipé del dolor y eché bastante sangre, evidentemente no lo disfruté mucho pero desde ahí cambió todo y me enseñó a ser una guarra.
Entrábamos a las salidas de emergencia a chuparsela hasta correrse en mi boca. Me enseñó a besar muy bien, con mucha pasión y ganas. En cuanto habíaq oportunidad entrábamos a cualquier habitación y me follaba a pelo pero se corría en mi boca, le encantaba que me lo tragara.
Nunca olvidaré la de veces que experimentamos la adrenalina a poder ser descubiertos follando, era demasiado excitante pero llegó la pandemia y no pudimos vernos durante 4 meses. Un dia, cuando ya se podia salir de casa, quedamos en un hotel barato de estos que hay en el centro de madrid.. nada mas vernos nos besamos demasiado guarros, se notaban las ganas después de tanto tiempo, entramos a la habitación y apenas estaba cerrando la puerta y ya la tenía dura. Esa vez fue los mejores 4 polvos de mi vida, me penetraba con tanta fuerza, muchas posturas distintas, me metía los dedos super fuerte y me hizo correrme tanto que nunca olvidaré ese día.
Siempre le agradeceré todo lo que me enseñó porque mi pareja actual lo disfruta demasiado, yo si recomiendo tener una experiencia así, sobre todo si eres joven y no necesitas tanto el trabajo, la vida es una y hay que vivirla, nada mejor que follando.
Hay que decir que luego me enteré que no éramos los únicos, en ese hotel follaban todos con todos en las habitaciones asi que cuidado con los hoteles aunque sean “de lujo”