Eres un mierda de hombre, Porque lo as echo?. El se quedó callado, nervioso, sabía que la había bien cagado y que tendría problemas.
Se lo volví a preguntar: porque lo as hecho?... Silencio.. Al final se envalentonó y me explico que llevaba tiempo sin sexo, que con Nuria ya no había pasión y hacia meses que se mataba a pajas, y... En fin, lo típico de cualquier hombre, la curiosidad les puede.
Le miré fijamente a los ojos... Luego a su pantalón.. Otra vez a los ojos y pregunté: estás aún empalmado? El se llevó la mano al pantalón y se agarró el paquete, asintiendo de que si lo estaba. Sacatela le dije, vamos a bajarla juntos. Y los ojos se le abrieron con los de un buo, pero dudo en hacerlo y le tuve que ayudar y... Allí estaba, ni espectacular ni enorme, más bien normalito, pero eso sí, duro como una roca. Tras mirarmela mientras la estudiaba un poco y la comparaba con alguna conocida anteriormente por mi , empecé a acariciarla para acabar haciéndole una paja, que ni a paja llegó, porque fue zas zas... Y se corrió al segundo, eso si, sus gemidos me parecieron exagerados, peliculeros, no era normal tanto placer, eran fingidos seguro, el caso es que duró menos de un minuto y que sacó cuatro o cinco impulsos fuertes que mancharon todo el coche, ropa, incluso llegó al techo, una cantidad de leche que yo nunca imaginé que pudiera salir tanto de alli, por suerte, al principio había dudado si entre paja o chuparsela, no me habría importado, pero opté por paja porque parecía que era menos malo si se enteraba mi amiga, que tontería no?
Si llega a explotar todo eso en mi boca, bonito allí mismo, que cantidad de esperma traia ese tío en los huevos.
Ahora la gran duda era, como limpiarnos nosotros y el coche si se podría y con que? porque era escandaloso lo que de allí salió.
Otro dato curioso, una vez se corrió, se le quedó una pollita minúscula, entendí entonces que era una polla de sangre y no de carne, pero se quedó arrugadita que casi ni pa mear de pie y me vino una imagen que para mí fue muy morbosa, imaginando a Nuria comiéndole ese rabito y que no se le enpinaba a Javier. Me molo esa idea.
Pues bien...!!! Haber cómo limpiamos todo esto, le dije, aunque permanecía como desmayado del placer. Que limpiemos y nos vayamos, que lo echo echo esta.
Se levantó saliéndose del coche, se dirigió al maletero y trajo un montón de papel típico de rollo de limpiarse las manos en el taller y limpiamos como pudimos, entre risas de chiquillos y risas nerviosas porque aquello estaba mal echo, nos repusimos un poco y ya acabo de acercarme al trabajo,para seguir la jornada junto a mis compañeras y entre ellas, Nuria, la cual, me gustó mirarla a la cara sin que ella supiera nada de lo ocurrido y yo pensando: Nuria, que cornuda eres,
Continuará.