conn
Miembro muy activo
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Buenas tardes a todos, voy a copiar el pequeño relato que publiqué hace tiempo. es totalmente verídico y lo recuerdo de una manera muy grata.
Hace algunos años saliendo de fiesta, coincidimos la pandilla que salíamos con unas compañeras de trabajo mías. El caso es que era el cumpleaños de una de ellas y entre el cachondeo de mis amigos, la bebida y las ganas que todos tenemos a todas horas.... pues comencé a ver a mi compañera con otros ojos.
Nos dijeron de cambiar de garito así que ni cortos ni perezosos hicimos el esfuerzo de acompañarlas.
Durante ese trayecto me quede con la cumpleañera un poco descolgados de la gente.
- No sabía que era tu cumpleaños, si lo hubiera sabido te habría felicitado al menos.
- No pasa nada jejeje
- Bueno pues un regalo por lo menos te llevas.
- ¿Cuál?
- Si lo aceptas, este.
Y en ese momento me acerqué y la bese en los labios, a lo que respondió abriendo la boca y fundiéndonos en un morreo de los que te falta la respiración.
Ese beso fue bestial, se notaba que me tenía ganas como luego me confirmó. Seguimos de camino al bar y como ya estábamos en modo calentura, solo pensábamos en escabullirnos de los amigos, pero claro era su cumpleaños así que mantuvimos las formas y el que escribe se quedó mas caliente que la fragua del martillo de Thor.
A la hora de despedirnos cada uno se repartió en coches según la cercanía a los domicilios, así que como teníamos pisos alquilados cerca uno del otro nos fuimos juntos.
Al llegar al portal nos despedimos y subió con su compañera de piso y al entrar en el ascensor me hizo una seña de que esperase.
Bajó con la basura y sin dejarla en el contenedor me agarró del cuello y me metió a empujones en la sala de contadores.
Todo surgió de manera rápida y brusca, la ropa salía de nuestros cuerpos y caía al suelo como en los probadores de una tienda de ropa, mientras la besaba y sobaba para no dejarme ni una zona de su cuerpo sin explorar.
Se arrodilló y se metió mi miembro en la boca y mamaba como si no hubiera un mañana, apoyado en la pared no tenía escapatoria.
Siguió chupando y babeando tanto que entre los muslos notaba resbalar la saliva, los sonidos guturales, ella arrodillada desnuda con los pechos mojados, su pelo largo y moreno a lo largo de su cara y los movimientos de su cara apartándose de vez en cuando para coger aire y respirar, hacía que estuviera llevando al punto de no retorno.
Como pude la hice levantar y la dije, "es tu turno" y comencé otra vez a sobarla y lamerla por todo el cuerpo.
Era una chica alta de 1,80 ya que me sacaba un poco a mi y rellenita, caderas anchas y buen culo, por contra tenía unos pechos muy pequeños que no iban en consonancia con ese cuerpo.
- Deja de sobarme y méteme la polla de una vez!!
- No tengo preservativo, si eso voy a una farmacia de 24 horas.
- ¡Tú eres tonto!
En eso que se da la vuelta y con las dos manos se separa los cachetes de ese imponente culo...
- Métela y no pares hasta que te diga.
Apunté como pude y con un poco de saliva apreté la punta del capullo contra ese esfinter cerradito y sin pelo.
Noté como ese primer anillo se acomodaba al prepucio y sentí una ligera resistencia, seguí apretando y de repente esa resistencia se liberó de la punta y el pene entró de una vez pasando a ser una sensación de presión en todo en tronco.
Sus gemidos eran continuos, acomodé sus caderas y comencé el ritmo que nos hacía sentir cada embestida.
Mi pensamiento era que no iba a durar ni un minuto, esa pedazo de hembra, follando a pelo, caliente de toda la tarde y encima, ¡la estaba dando por el culo!
Serían los nervios, el caso es que allí seguía, una y otra y otra, cada embestida me hacía sentir mas su cuerpo, ella por su lado no decía nada, solo gemía cada vez mas fuerte y de repente sus piernas se aflojaron, tembló y se corrió apretando su culo contra mí.
Pensaba que me tocaba paja para acabar y cuando comencé a sacarla me dijo.
- ¿Qué te he dicho? No pares hasta que te diga
Y con cara de lelo volví a apretar mi polla dentro de ella, eso sí pensé, ahora te vas a enterar y comencé con un ritmo mas fuerte.
Las embestidas eran duras con golpe y rebote en cada una de ellas, mis caderas sonaban en cada rebote contra su culo ya que no podía meterla mas al fondo.
Por su parte ella comenzó a tocarse el clítoris y esa estimulación hizo que empezase a llegar otra vez a su orgasmo.
Yo me deje llevar y noté como desde la base de mi miembro comenzaban a llegar las pulsaciones que anuncian el orgasmo.
Una, dos, tres, cuatro.... Con cada pulsación un chorro de esperma entraba en su ano y esa sensación de calentura rodeaba todo mi pene.
Allí quedé quieto y con una sonrisa pícara me dijo...
- Vale por hoy, pero el próximo día me lo debes por delante también.
Se metió las bragas entre los cachetes, me dio un beso en los labios y se fue para su casa que al día siguiente había que trabajar.....
Hace algunos años saliendo de fiesta, coincidimos la pandilla que salíamos con unas compañeras de trabajo mías. El caso es que era el cumpleaños de una de ellas y entre el cachondeo de mis amigos, la bebida y las ganas que todos tenemos a todas horas.... pues comencé a ver a mi compañera con otros ojos.
Nos dijeron de cambiar de garito así que ni cortos ni perezosos hicimos el esfuerzo de acompañarlas.
Durante ese trayecto me quede con la cumpleañera un poco descolgados de la gente.
- No sabía que era tu cumpleaños, si lo hubiera sabido te habría felicitado al menos.
- No pasa nada jejeje
- Bueno pues un regalo por lo menos te llevas.
- ¿Cuál?
- Si lo aceptas, este.
Y en ese momento me acerqué y la bese en los labios, a lo que respondió abriendo la boca y fundiéndonos en un morreo de los que te falta la respiración.
Ese beso fue bestial, se notaba que me tenía ganas como luego me confirmó. Seguimos de camino al bar y como ya estábamos en modo calentura, solo pensábamos en escabullirnos de los amigos, pero claro era su cumpleaños así que mantuvimos las formas y el que escribe se quedó mas caliente que la fragua del martillo de Thor.
A la hora de despedirnos cada uno se repartió en coches según la cercanía a los domicilios, así que como teníamos pisos alquilados cerca uno del otro nos fuimos juntos.
Al llegar al portal nos despedimos y subió con su compañera de piso y al entrar en el ascensor me hizo una seña de que esperase.
Bajó con la basura y sin dejarla en el contenedor me agarró del cuello y me metió a empujones en la sala de contadores.
Todo surgió de manera rápida y brusca, la ropa salía de nuestros cuerpos y caía al suelo como en los probadores de una tienda de ropa, mientras la besaba y sobaba para no dejarme ni una zona de su cuerpo sin explorar.
Se arrodilló y se metió mi miembro en la boca y mamaba como si no hubiera un mañana, apoyado en la pared no tenía escapatoria.
Siguió chupando y babeando tanto que entre los muslos notaba resbalar la saliva, los sonidos guturales, ella arrodillada desnuda con los pechos mojados, su pelo largo y moreno a lo largo de su cara y los movimientos de su cara apartándose de vez en cuando para coger aire y respirar, hacía que estuviera llevando al punto de no retorno.
Como pude la hice levantar y la dije, "es tu turno" y comencé otra vez a sobarla y lamerla por todo el cuerpo.
Era una chica alta de 1,80 ya que me sacaba un poco a mi y rellenita, caderas anchas y buen culo, por contra tenía unos pechos muy pequeños que no iban en consonancia con ese cuerpo.
- Deja de sobarme y méteme la polla de una vez!!
- No tengo preservativo, si eso voy a una farmacia de 24 horas.
- ¡Tú eres tonto!
En eso que se da la vuelta y con las dos manos se separa los cachetes de ese imponente culo...
- Métela y no pares hasta que te diga.
Apunté como pude y con un poco de saliva apreté la punta del capullo contra ese esfinter cerradito y sin pelo.
Noté como ese primer anillo se acomodaba al prepucio y sentí una ligera resistencia, seguí apretando y de repente esa resistencia se liberó de la punta y el pene entró de una vez pasando a ser una sensación de presión en todo en tronco.
Sus gemidos eran continuos, acomodé sus caderas y comencé el ritmo que nos hacía sentir cada embestida.
Mi pensamiento era que no iba a durar ni un minuto, esa pedazo de hembra, follando a pelo, caliente de toda la tarde y encima, ¡la estaba dando por el culo!
Serían los nervios, el caso es que allí seguía, una y otra y otra, cada embestida me hacía sentir mas su cuerpo, ella por su lado no decía nada, solo gemía cada vez mas fuerte y de repente sus piernas se aflojaron, tembló y se corrió apretando su culo contra mí.
Pensaba que me tocaba paja para acabar y cuando comencé a sacarla me dijo.
- ¿Qué te he dicho? No pares hasta que te diga
Y con cara de lelo volví a apretar mi polla dentro de ella, eso sí pensé, ahora te vas a enterar y comencé con un ritmo mas fuerte.
Las embestidas eran duras con golpe y rebote en cada una de ellas, mis caderas sonaban en cada rebote contra su culo ya que no podía meterla mas al fondo.
Por su parte ella comenzó a tocarse el clítoris y esa estimulación hizo que empezase a llegar otra vez a su orgasmo.
Yo me deje llevar y noté como desde la base de mi miembro comenzaban a llegar las pulsaciones que anuncian el orgasmo.
Una, dos, tres, cuatro.... Con cada pulsación un chorro de esperma entraba en su ano y esa sensación de calentura rodeaba todo mi pene.
Allí quedé quieto y con una sonrisa pícara me dijo...
- Vale por hoy, pero el próximo día me lo debes por delante también.
Se metió las bragas entre los cachetes, me dio un beso en los labios y se fue para su casa que al día siguiente había que trabajar.....