Ya comenté en este foro, que perdí la virginidad con mi primo cuando yo
tenía 13 y mi primo 19.
Tanto él como yo sabíamos que nuestra relación nunca sería aceptada por la familia
así que nos encontrábamos a escondidas solo para tener sexo.
Dejamos de vernos cuando mi primo se casó y formó familia.
Pero como no tengo secretos para mi marido, le confesé que fui la amante de mi
primo, y eso le provocó un gran morbo a mi marido.
Muchas veces me preguntó si alguna vez sentía deseos de volver a acostarme con mi
primo.
Una noche tuve un sueño húmedo y soñé que tenía sexo con mi primo.
Fue como nuestra "primera vez" cuando mi primo me forzó en el asiento trasero de un
viejo escarabajo Volkswagen.
Me despeté inquieta y excitada, creo que hablé dormida porque mi esposo también se
despertó y me intentó calmar, aunque al final la única forma de aliviar mi inquietud
fue haciéndome el amor.
Creo que fue mi esposo el que con tantas preguntas sobre mi primo, plantó esa obsesión
en mi persona.
Mi primo está casado y tiene dos hijas, yo no tengo ningún interés en arruinar su familia
o provocar una ruptura entre él y su esposa.
Pero mi marido insistía en que yo deseaba volver a tener sexo con mi primo porque yo le
confesé que mi gusto por el sexo salvaje tuvo su origen en esa "primera vez" donde fuí
tomada por la fuerza por mi primo.
La hija mayor de mi primo está en la Facultad de Medicina, y como mi difunto padre era
médico tengo cantidad de libros de medicina que eran de mi padre.
Con esa excusa llamé a mi primo, y le dije que viniera a casa a buscar esos libros para
su hija que podrían servirle para la facultad.
Mi marido estaba mas entusiasmado que yo con el encuentro, así que despues de hacerme una
y mil recomendaciones, salió de nuestra casa, para dejarme sola esperando por mi primo.
Yo me duché y no me puse perfume ninguno para no dejar ningun aroma en el cuerpo de mi
primo que pudiera "delatarlo" con su esposa.
Apenas me puse una salida de baño sin ropa interior y ni siquiera me sequé el pelo.
Mi primo llegó puntual, y le dije que mi marido estaba de viaje, así se tranquilizaba.
El me dijo que yo estaba mas hermosa que nunca, al final perdimos la cabeza los dos,
nos besamos, y él me arrancó la bata, y me hizo el amor sobre el sofá de la sala.
Fue intenso, salvaje, como siempre había sido durante nuestros encuentros.
Le expliqué que no quería dañar su matrimonio ni destruir su familia, pero que tenía una
extraña necesidad de él y su forma de hacerme el amor, el me dijo que sentía lo mismo.
-Cuando él se fué llamé a mi marido para que regresara a casa, regresó excitado como nunca
y eso me encantó, me besó, y luego hundió su rostro en mi entrepierna y me hizo sexo oral,
seguramente esperando encontrar algun vestigio del esperma que mi primo había dejado en
mi boca y en mi vagina, perdió el control y nos hicimos el amor de forma intensa como
si fueramos dos desconocidos que se acuestan juntos por primera vez.
Con cada embestida de mi esposo su martilleante interrogatorio pidiéndome detalles de
como había sido mi encuentro con mi primo.
A veces no me resulta fácil ser complaciente con mi esposo...
El me hace traspasar nuevos límites solo para satisfacer su morbo y yo le doy el gusto.