He estado leyendo las últimas publicaciones (que son muy interesantes, por cierto, y se agradece un poco de reflexión y emoción de vez en cuando), y se me vienen varias cosas a la cabeza. Lo primero que debería hacer es aclarar un poco mi situación actual, porque como mínimo es particular y las particularidades no siempre pueden tomarse como ejemplo. Como expliqué antes, he aprendido a disfrutar del sexo en la edad madura, cuando queda poco del esplendor sexual, pero llevo media vida con mi pareja, por lo que por un lado tengo una enorme carencia sexual (no he disfrutado ni de lejos todo lo que me hubiera gustado disfrutar), pero por otro mi lado afectivo está supersatisfecho, por lo que a la hora de plantearme un encuentro sexual no me planteo que me transmita algo ni busco conexión sentimental (aunque, por supuesto, montártelo con alguien con quien tienes alguna complicidad siempre es mejor que el puro anonimato), sino básicamente que tenga un rabo funcional y no me eche para atrás por cualquier razón (aunque discrimino muy poco, en ocasiones me encuentro con gente con la que no surge el más mínimo deseo). En los últimos diez años he estado con gente de menos de 30 y con más de 60. Quizás por aquello de irme adaptando a mi edad la gente madura ha comenzado a interesarme cada vez más y me siento más cómodo con ellos que con gente joven (que me asombra mucho que se sientan atraídos por mí, pero una de las conclusiones a las que he llegado últimamente es que en el mercado hay absolutamente para todos los gustos, así que si alguien tiene el concepto de "no le gusto a nadie" tiene que írselo quitando de la cabeza, eso sí, no pretendas llegar a la iglesia y besar el santo, hasta los chulazos más divinos tienen días frustrantes). El comentario sobre discriminar o no tiene que ver con que, a pesar de que busco un rabo funcional, ese rabo va pegado al resto de una persona y es ese resto el que influye, pero bueno, todavía no me he encontrado con el caso de ver un rabo soberbio y que el resto no me interese, pero todo se andará. Esto me lleva a la cuestión fetichista, que no se sabe por qué prolifera mucho más en el mundo gay que en el hetero, y sí que me creo que haya gente a la que le guste sólo las pollas y no los tíos, igual que hay gente que sólo se pone cachonda con los calzoncillos, o el cuero, o la lencería o los tíos que tienen una verruga en la punta de la nariz, yo que sé, pero obviamente no es lo más generalizado. A este respecto, cuando relleno el perfil de una página de contactos y me preguntan por mis fetiches lo dejo en blanco, pero luego veo que casi todo el mundo pone sus cosas. Como han dicho más arriba: ¿soy un gay raro?, pues sí, lo soy, porque apenas me identifico con lo que convencionalmente se concibe como "gay" (hace siglos que dejé de ir por Chueca, me pone los pelos de punta). Y me hace gracia que de pronto se le haya dado la vuelta a la tortilla: antes te obligabas a adoptar cierta imagen para no parecer gay y ahora estás obligado a adoptar otra para parecerlo

. En fin, creo que ha quedado claro que no me adapto a los esquemas: ni edad, ni tipo, ni identificación, ni leches (bueno, leches sí, jajajá). Y creo que se vive más tranquilo sin preocuparse por encajar en alguno de dichos esquemas sino disfrutando de lo que te ofrece la vida (y si no te lo ofrece, otea un poco el horizonte, a ver que hay...) Y vivan los tostones (esto va por Activopsb

).