La Destartalá

Por qué diablos no le cuentan a Elvira sobre la chica del orfanato?, no tiene sentido, además son policías, se están involucrando de mala forma.
Ten paciencia, ahora estaban con lo del excomisario y la malograda Adelaida. Ya han dicho los dos que saben a quien tienen que llamar y se han referido a Elvira, tu amiga.
 
El Comisario confesó. A la cárcel de cabeza, para que le cuiden los suyos, que le ayudarán en "todo" lo que necesite.

Y si la Logia maniobra para colocar a Elvira de Comisario, para controlar al descontrolado Alex?
 
Ten paciencia, ahora estaban con lo del excomisario y la malograda Adelaida. Ya han dicho los dos que saben a quien tienen que llamar y se han referido a Elvira, tu amiga.
Ni viéndola directamente le dijo algo, han actuado a sus espaldas. Si no es por sospechar algo de Elvira, entonces no saben ser policías.
 
El Comisario confesó. A la cárcel de cabeza, para que le cuiden los suyos, que le ayudarán en "todo" lo que necesite.

Y si la Logia maniobra para colocar a Elvira de Comisario, para controlar al descontrolado Alex?
¿Tú crees que Elvira está para ser enviada a la comisaría de una ciudad donde casi nunca pasa nada?

Ella es un "espíritu libre", un "agente especial" ... una "Eraser" ...
 
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Ni viéndola directamente le dijo algo, han actuado a sus espaldas. Si no es por sospechar algo de Elvira, entonces no saben ser policías.
Bueno, es que cuando se la cruzó aún iba en shock con lo de la muerte de Adelaida y, además, aún no había hablado con Dolores, Loli para los amigos. Solo sabía que había huido del orfanato y había llamado a Mónica.
 
Bueno, es que cuando se la cruzó aún iba en shock con lo de la muerte de Adelaida y, además, aún no había hablado con Dolores, Loli para los amigos. Solo sabía que había huido del orfanato y había llamado a Mónica.

No, no sabía nada, como dice @Herpilis lo descubre cuando llega a su apartamento...;)

🥃🥃
 
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...

Benítez llegó a la casa de Susan, llamó al timbre y le abrió ella misma, con una sonrisa después de haberlo visto por la mirilla de la puerta. Se dieron un beso en los labios, él le puso una mano en la cintura y entraron en el salón.

-¿Quieres tomar algo?- Le preguntó animada Susan.
-Primero vamos a sentarnos, quiero decirte algo.- Se sentaron uno junto al otro en el sofá.
-¿Pasa algo?- Preguntaba Susan.
-Es Adelaida.
-Adelaida, no sé nada de ella desde antes de las vacaciones ¿Está bien?

Preguntaba inocente Susan, por la cara que puso Benítez se dio cuenta que algo serio pasaba.

-¿Qué ha pasado Benítez?
-No sé como decírtelo, el comisario… Verás, se fueron de vacaciones y el comisario… la ha matado.
-¿Qué?- Levantó la voz Susan mirando fijamente a Benítez, él le aguantaba la mirada confirmándole lo que le acababa de decir.

Susan se puso las manos en la cabeza y se levantó del sofá, dio varios pasos por el salón.

-¿Se enteró de lo que hacía Adelaida?
-Creo que lo supo siempre, según parece habló con ella, para mejorar su relación, para que ella cambiara, supongo. Por lo visto discutieron y… eso.
-Con lo buena persona que se le veía, si parecía que no había roto un plato en su vida.- Reflexionaba Susan.
-A veces, podemos vernos metidos en unas situaciones que nos hacen tomar decisiones desesperadas…
-¡Coño! Esa es muy desesperada ¡Matar a alguien!
-Cuando lo han sacado de su despacho, se le notaba cansado, triste, lloroso, derrotado, y te aseguro que hacía la misma cara de buena persona de siempre, yo tampoco entiendo cómo ha podido hacer una cosa así.
-Yo pensaba que se separarían, que él le pediría el divorcio, yo sabía que más tarde o más temprano él se enteraría de lo que hacía…
-Por lo visto lo ha sabido siempre, es lo que nos ha explicado Álex, él ha sido quien lo ha interrogado. Por eso cambiaban tanto de ciudad, el comisario esperaba que en uno de esos cambios ella dejara de hacer lo que hacía.
-La gente no cambia.
-Yo creo que sí, creo que merecemos una oportunidad, o varias, las que hagan falta.
-Tú eres muy buena persona.
-Y el comisario también.
-¡Venga hombre! Un asesino no puede ser una buena persona.
-¿Tú no crees que cualquier persona, en según qué contexto podría matar?
-Yo no creo que pudiera hacerlo…
-Y si le estuvieran haciendo daño a uno de tus hijos, y si…
-¡Eh! Por ahí no paso, a mis hijos…- Decía Susan enfadada.
-¿Lo ves? Todo depende del contexto.
-Contexto, contexto ¿Quieres una cerveza?- Preguntaba Susan para acabar con aquella conversación.
-Va, esa cerveza de media tarde.

Susan volvió con dos cervezas, le dio una a Benítez y brindaron.

-Que fuerte lo de Adelaida ¿Dónde está?
-Creo que en Madrid, la encontraron enterrada en un bosque, en el norte, donde fue de vacaciones con el comisario, supongo que la familia se hará cargo.
-Pobres niños, ellos son los que más van a sufrir sin ninguna culpa.
-Así es.- Decía Benítez dándole un trago a la cerveza.- Esos críos se han quedado sin madre y sin padre, cuando el comisario salga de la cárcel, los chavales ya serán hombres y sabrán que fue él quien les quitó a su madre, ha destrozado a su propia familia.
-¡Que fuerte!- Exclamaba Susan, dejándose caer en el respaldo del sofá.


Por la noche, Mónica y Álex llegaron a su apartamento, Dolores, la chica del orfanato, los estaba esperando sentada en el sofá mirando la televisión, se levantó al verlos entrar.

-Hola Dolores ¿Qué tal el día?- Preguntó Álex.
-Bien, tranquila y aburrida, Mónica me ha traído algo de ropa esta tarde, gracias Mónica no sé cómo te lo podré pagar.
-No te preocupes, no me debes nada, lo que tenemos que hacer es solucionar lo tuyo.- Decía Mónica mirando a Álex.

Álex sacaba el móvil del bolsillo y buscaba algo manipulándolo, después se lo puso en el oído.

-¿Elvira?- Dijo Álex mirando a Mónica, para que supiera a quien había llamado.
-¿Por qué preguntas si ya sabes que soy yo? ¿Qué pasa? ¿Se te olvidó decirme algo el otro día? ¡Ah sí! Se te olvidó decirme que tu comisario se cargó a su mujer.
-No podía decirte nada, el jefe de homicidios me lo pidió…
-Ya, ya, venga, menos rollo ¿Qué te pasa?
-Qué prisas chica…
-Estoy con Paco en un restaurante esperando la comida ¡Espabila hombre!
-Vale, pongámonos serios, sabes lo del orfanato…
-Sí, sé lo que os dije, que no metierais las narices en eso, y por lo visto no lo he conseguido…
-No, bueno sí, no sé Elvira, escúchame.
-Te escucho, te escucho.- Se cachondeaba Elvira mirando a Fran.
-A Mónica la llamó Dolores…
-¿Dolores? ¿Quién coño es Dolores?- Preguntaba alterada Elvira, viéndose venir algo que no le iba a gustar.
-Dolores, es la chica con la que habló Mónica en el orfanato, una de las chicas que trabajaban allí.
-¿Y qué tripa se le ha roto a esa Dolores?
-Elvira, Dolores lo vio todo, fue testigo de cómo una procesión de personas vestidas parecidas a un nazareno, de negro, con capuchas, con zapatos grandes rectangulares, llevaban encima de una tabla a una chica drogada ¿A qué te recuerda eso?...
-¡La madre que os parió! Dijo en voz alta Elvira, llamando la atención de varias personas que estaban sentadas en las mesas en el restaurante.

Se levantó de golpe, salió del restaurante con el móvil en el oído, Fran la miraba por detrás con una sonrisilla.

-¿Qué coño es eso de que lo ha visto todo?
-Te lo acabo de decir Elvira, tenemos un testigo presencial de otra secta, o lo que sea, igual que en la universidad, la misma ropa, hacen lo mismo antes de sacrificarla, es todo igual, en ese orfanato están matando gente y podemos acabar con ellos.
-¡Escúchame!- Gritaba Elvira en medio de la calle, volvió a bajar el tono de voz, casi susurrando.- No vais a hacer nada, yo haré lo que sea necesario, ya os dije que estábamos detrás de ellos, que teníamos una investigación abierta…
-Es un testigo Elvira, no tuvimos una prueba tan clara la otra vez…
-Yo me ocuparé del testigo, mañana os diré algo, tengo que pensar.
-Pero…
-Ni pero ni pollas, mañana te diré algo.
-¡Joder Elvira! Qué carácter tienes ¡Hostia!
-Hasta mañana.

Acabó diciendo Elvira colgando la llamada, miró el cielo estrellado resoplando, otra mierda que se me viene encima, pensó antes de volver a entrar en el restaurante. Álex miró a Mónica.

-¿Qué te ha dicho?- Le preguntó Mónica.
-Qué mañana nos dirá algo.
-Solo eso ¿No se ha interesado por Dolores?
-Sí, que ella se ocupará.
-Pues ya está, ella se ocupará de tomarle declaración y después enseñársela a un juez para poder registrar el orfanato o algo ¿No?
-No sé, no lo veo tan claro.

Decía Álex mirando a Mónica, ella se dio cuenta que algo no le cuadraba mucho a Álex, al no saber cómo había ido la conversación no podía hacerse una idea.


Elvira se sentó de nuevo en la mesa con Fran.

-¿Todo bien?- Preguntó Fran viéndole la cara.
-No, mira que les dije que se apartaran de ese caso, tú estabas delante, pues no ha sido posible.
-¿Han seguido investigando después de lo que les dijiste? ¡Qué cojones!
-No, no ha sido eso, es que no sé si es que tienen mala suerte o es que las mierdas les persiguen, pero la han vuelto a liar.
-No lo entiendo.- Decía Fran.
-Ya sé que no lo entiendes, es un caso que se tiene que llevar con mucha discreción, y ellos… bueno, ellos no sé qué pasa que siempre se acaban encontrando en medio de todos los follones.
-Sois todos policías ¿No? Tampoco será tan grave.
-Mejor cenamos y nos olvidamos, mañana ya veré que hago.


A primera hora de la mañana estaban desayunando, Mónica, Dolores y Álex.

-¿Otro día me voy a quedar sola en este apartamento? A ver si se soluciona rápido esto.- Se quejaba Dolores.
-Es peligroso que salgas, te estarán buscando…

Le empezaba a decir Mónica cuando sonó el teléfono de Álex, él miró la pantalla y respondió.

-No pensaba que estuvieras despierta tan temprano.- Se cachondeaba Álex.
-Escúchame, no vayáis esta mañana a la comisaría, estoy de camino y llegaré a media mañana.- Le decía Elvira.
-¿Qué?- Preguntaba sorprendido Álex.
-Ya lo has oído.

Álex miró sorprendido a Mónica.

-¿Qué pasa?
-Me ha colgado.
-¿Quién?
-Elvira.
-¿Qué te ha dicho?
-Que nos quedemos aquí hasta que ella llegue.
-¿Quién es Elvira?- Preguntaba Dolores.
-Esperemos que quien resuelva tu problema, o por lo menos nos diga que hacer.
-Me estoy poniendo nerviosa.- Decía Dolores preocupada.
-Estás en buenas manos, ella se ocupará de todo y nos dirá que hacer.

Intentaba tranquilizarla Álex, Mónica le apretaba una mano a Dolores dándole ánimos también. Se vistieron y esperaron a que llegara Elvira, la vieron atravesar el jardín, Mónica abrió la puerta del apartamento, Elvira pasó por su lado diciéndole un escueto, hola, y se puso al lado de Álex y Dolores.

-Esta es Dolores, la chica que trabajaba en el orfanato…- Empezaba a decir Álex.
-¿Tú lo viste o te lo explicaron?- Le preguntó Elvira.
-Yo lo vi, dormía en el pasillo paralelo, solo tuve…
-No me expliques los detalles, solo quiero saber que viste exactamente.- Le decía Elvira secamente.
-Dos filas de personas, disfrazadas como de… nazarenos, vestidos de negro, con capucha y zapatos raros, grandes y rectangulares, salieron varios de ellos llevando en volandas una tabla con una compañera del orfanato encima, estaba drogada o algo, se movía un poco…
-Vale ya, está claro que viste demasiado.- La cortaba Elvira.
-Pero eso es bueno, puede hacer una declaración y con ella el juez daría permiso para entrar en el orfanato, sabe hasta que hay una puerta secreta, como en ‘La Destartalá’…- Intentaba explicarse Mónica.
-Y sé lo que puedo hacer con su testimonio, yo, no vosotros, vosotros os vais a estar quietos y yo me ocuparé de todo, Dolores recoge lo que tengas de ropa que nos vamos.

Dolores caminó con Mónica detrás, se acercó a un armario que abrió y empezó a sacar la poca ropa que tenía. Mónica sacó de otro armario un bolsa deportiva para qué Dolores pudiera guardar la ropa.

-Tranquila, confía en ella, sé que hace esa pinta de tía dura, pero estoy segura que hará todo lo que pueda por ti, es muy buena policía.
-¿Tan rápido tienes que llevártela?- Preguntaba Álex a Elvira.
-Mira Álex, estoy segura que la están buscando…
-¿Estás segura o lo sabes?

Elvira miró fijamente a Álex.

-Lo sé, si la encuentran la mataran, ya sabes cómo se las gasta esa gente.

En ese momento salieron Mónica y Dolores.

-Vámonos Dolores, tú tranquila, todo saldrá bien, a vosotros ya os diré algo.

Les dijo Elvira, Mónica y Álex se despidieron de Dolores, les volvió a agradecer todo lo que estaban haciendo por ella. Bajaron las dos las escaleras, llegaron al coche de Elvira, le abrió la puerta y apartó el asiento del conductor para que Dolores pudiera acceder a los asientos traseros, el coche solo tenía dos puertas, lo que pasa con los deportivos.

-Estírate detrás Mari Carmen.- Le dijo Elvira.
-Me llamo Dolores.- Respondió la chica, mientras entraba Elvira al coche y se ponía el cinturón de seguridad.
-Para mí te llamas Mari Carmen, y no levantes la cabeza, no quiero que nadie te vea.
-¿A dónde me llevas?
-Eso tampoco te importa, sigue agachada, es mejor que no sepas donde vamos.

Dolores, viendo las respuestas de Elvira y lo seca que era con ella, prefirió cerrar los ojos y no preguntar nada más. Elvira salió de la ciudad, antes dio varias vueltas para confirmar que nadie las seguía, después de un rato conduciendo por varias carreteras de montaña, miró por el retrovisor para volver a confirmar que no la seguían, puso el intermitente y se metió en un camino de tierra, avanzó unos cientos de metros y escondió el coche detrás de unos árboles, esperó allí unos diez minutos, otra manera de comprobar que nadie las iba siguiendo, salió del coche, le dijo a Dolores que no se moviera, caminó un poco y llegó a una zona elevada, desde allí podía ver la carretera y la entrada al camino, no vio a nadie, volvió al coche y siguió conduciendo. Después de más de cuarenta minutos conduciendo por caminos llenos de baches, y haber cambiado varias veces de caminos en algunas intersecciones, llegaron a un pequeño claro con una casita. Elvira le dijo a Dolores que ya podía levantar la cabeza, al incorporarse vio la casa y una persona en la entrada, Elvira paró el coche, dejó la puerta abierta y se abrazó con aquel hombre.

-Muchas gracias papa, eras la única persona en la que podía confiar.
-Ya sabes que te ayudaré en todo lo que pueda, nadie sabe nada de esto, ni la mama. Como me has pedido he traído provisiones para una semana, yo me voy, por cierto, cuando tengas un momento llama a la mama, tiene ganas de hablar contigo.
-Descuida que lo haré, gracias de nuevo, supongo que en pocos días estará resuelto este lio.

Mientras Elvira hablaba con su padre y este se iba, salió Dolores del coche, el padre de Elvira no quiso ni conocer a Dolores, él sabía que era algún asunto policial que no le convenía.

-¿Es tu padre?- Preguntó Dolores.
-Es una de las personas que te van al salvar el culo, es todo lo que puedes saber.

Entraron en la cabaña, Elvira le enseñó la habitación donde dormiría. Mientras Dolores deshacía la pequeña bolsa de ropa, Elvira trasteaba en el coche. Entró Elvira en la habitación.

-¿Tienes algo de ropa que no sea ese chándal?- Le preguntó a Dolores.
-Voy vestida así porque estaba en el apartamento de Mónica y Álex todo el día…
-Te pregunto si tienes algo que no sea el chándal ¿Lo tienes o no?
-Sí, Mónica me compró algunas prendas, tengo una camisa…
-Pues póntela y sal.
-Vale, vale.- Contestó Dolores.

Elvira salió al salón, respiró profundamente mirando por la ventana, pensó que estaba siendo muy borde y muy dura con aquella pobre chica, una chica asustada que no se lo merecía. Escuchó unos pasos detrás de ella, se giró, vio a Dolores en medio del salón, mirando el papel blanco que hacía un momento había colocado ella.

-¿Tienes pinturas?- Preguntó Elvira.
-¿Pinturas?- Preguntó despistada Dolores.
-Para la cara, para pintarte un poco, pareces un cadáver tía.
-No tengo nada, tampoco lo necesito, en el orfanato nunca me pinté.- Contestó Dolores.

Elvira buscó dentro de su bolso, encontró colorete para la cara y un pintalabios.

-Ven aquí.- Le ordenó a Dolores.

La chica se acercó, Elvira le puso algo de colorete por la cara, sobre todo por las mejillas, después le pintó los labios, le miró el pelo, se lo soltó, lo llevaba sujeto por una goma, sacó del bolso un pequeño cepillo de pelo y se lo pasó varias veces, hasta que la dejó como ella quería. Sujetándola por los hombros la puso delante de un espejo para que se viera.

-¿Qué te parece? Estás mucho mejor.- Le decía, por primera vez con un poco de cariño Elvira a Dolores.

Después, volviéndola a sujetar por los hombros la puso delante del papel blanco, agarró una cámara que también había sacado del coche y miró a Dolores.

-Te voy a hacer un par de fotos, después te explicaré lo que ocurrirá a partir de ahora.

Disparó la cámara un par de veces.

-Sonríe ¡Coño! Un poquito de alegría mujer.

Dolores sonrió y Elvira disparó un par de veces más, guardó la cámara y plegó el papel blanco que le hacía de fondo para las fotos.

-Ven, vamos a sentarnos que te explicaré unas cuantas cosas.- Le pidió, ordenó, Elvira a Dolores.- ¿Para qué son las fotos? Te estarás preguntando- Dolores movía la cabeza dándole la razón.- son para hacerte una identidad nueva, serás otra persona con todos los papeles en regla, de eso hablaremos de aquí unos días, cuando lo tenga todo preparado te vendré a buscar. Mientras tanto vives aquí, en los armarios tienes todo lo necesario para comer y beber durante una semana, no creo que tarde tanto. Puedes salir y pasear, sin alejarte demasiado, saliendo de la cabaña, a la izquierda, verás un caminito, si lo sigues llegarás a una charca con ranas y renacuajos, ya sé que no es una gran distracción, pero te servirá para caminar un rato y hacer ejercicio. Como ves hay leña, puedes encender el fuego si tienes frio, escuchar la radio o ver la televisión, aunque la verdad, no se ve muy bien, aquí la cobertura de la antena no es mucha, lo que no tienes es teléfono ni nada por donde te puedan localizar ¿Supongo que no tienes un móvil?
-No, Mónica rompió la tarjeta de mi móvil y además me lo he dejado en su casa.
-Mejor, yo te conseguiré otro, o no, ya veremos ¿Lo tienes todo claro?
-Lo de la cabaña sí, lo que pasará conmigo no mucho.- Le contestaba Dolores.
-Eso te lo contaré cuando nos volvamos a ver, creo que necesitaré un par o tres de días, así que supongo que en cuatro días nos veremos de nuevo.
-Vale.- Aceptó Dolores.
-Muy bien, así me voy, esta misma tarde me pondré a trabajar en lo tuyo.

Elvira se levantó y se dirigió a la puerta de salida.

-Si ves a Mónica y Álex les vuelves a dar las gracias de mi parte, se han portado muy bien conmigo.

Elvira la miró con una sonrisilla.

-Sobre todo a Álex ¿No? Está bueno el tío ¿Verdad?

Dolores bajó la cabeza avergonzada, con la cara más roja que un tomate.

-¿Has oído como canta?
-¿Álex canta?- Preguntó inocente Dolores.
-Si lo llegas a oír cantar se te caen las braguitas nena.

Elvira soltó una carcajada y salió de la casa cerrando la puerta detrás de ella, a Dolores se le puso la cara más roja de lo que la tenía.

Elvira conducía lentamente, intentando no meterse con el coche en todos los baches, pensó que el próximo día vendría con el cuatro por cuatro, no lo pensó aquella mañana cuando salió de viaje y en ese momento conducía que parecía que iba pisando huevos. Mientras tanto pensaba, se daba cuenta que había sido algo o bastante desagradable con Dolores, al final intentó esforzarse para hacerle alguna broma y no dejar que pensara que era una hija de puta, aunque en realidad, un poquito hija de puta sí que lo era. Se acordaba de uno de sus primeros casos en que intentó ayudar a alguien igual que ha Dolores, le faltó experiencia y lo descubrieron, apareció muerto en una cuneta, lo encontraron y lo mataron. En ese momento se dio cuenta que no podía tener confianzas con esas personas, si algo salía mal, ellos morían y ella sufría, así que decidió mantener una distancia en el trato, actuar exclusivamente como una profesional. Con Dolores, después de muchos años, tal vez porque estaba implicado Álex, se dio cuenta de su actitud e intentó cambiarla, por lo menos ser un poco más agradable con la chica.

Dolores se quedó sola, miró por la ventana de la cabaña como el coche de Elvira desaparecía por el camino, después se sentó en un sillón, desde allí miró con atención como era el salón de la cabaña, se fijó especialmente en la chimenea, ya preparada para ser encendida, un montón de ramitas finas abajo, unas cuantas más gruesas encima y arriba del todo, en forma de cabaña india, tres troncos bastante gordos. Pensó que tendría que acordarse como poner la leña cuando tuviera que colocarla ella, al lado de la chimenea, en un hueco, había bastante leña ya preparada para ir metiéndola cuando le hiciera falta. Pensó que el padre de Elvira se lo había dejado todo muy bien preparado, se sentía agradecida, muchas personas que no conocía de nada se habían molestado mucho por ella, por ayudarla. Dolores fue dejando caer la cabeza en el sillón, se le cerraban los ojos, estaba cansada, muchos días nerviosa y con miedo. Se quedó dormida y empezó a soñar, soñó que Álex llegaba en su coche, paraba delante de la cabaña, salía del coche y la melena se le movía con el viento, como en los anuncios esos de champús y cosas así ¡No! Así no, soñó Dolores, volvió a comenzar, Álex entraba en la cabaña, con el pelo recogido con una goma encima de la cabeza, haciéndole esa simpática cola que le caía para los lados, como ella lo había visto en su apartamento. Se acercó a ella, tal como estaba sentada en el sillón, él le levantó los pies, le quitó las zapatillas y los calcetines, apoyó los pies en sus hombros, uno en cada hombro, le agarró el pantalón del chándal por la cintura y de un tirón se lo bajó junto con las bragas, le quitó la ropa de un pie y se la dejó colgando del otro, ella lo miraba fijamente, él le colocó las piernas abiertas, una en cada reposabrazos del sillón, así quedaba ella medio estirada con las piernas y el coño muy abierto.

Álex sin decirle nada se tiraba a comerle el chichi, y como se lo comía, como le pasaba la lengua desde el culo hasta el clítoris, como se entretenía mojándole el agujerito, así, así, que se lo dejara muy mojadito, cuando él quisiera follársela podría hacerlo como quisiera, con todo bien lubricado. Dolores tenía la mano metida por dentro del pantalón y las bragas, se masturbaba, se tocaba el coño con ganas en medio de un sueño. Álex se levantó, ella colocó los pies en el suelo y se incorporó, él se bajó la cremallera del pantalón, se desabrochó el botón y se los bajó con la ropa interior, delante de ella, mirándola con deseo, tenía la polla de Álex, una polla grande y tiesa, dura, muy dura, como ella se la había imaginado, seguramente esa imagen salió del porno que había visto alguna vez, fuera como fuera, tenía la polla de Álex allí, delante de su cara. Así que no se pensó mucho y se la metió en la boca, se la chupaba agarrándola por la parte de abajo, le pasaba la lengua por el glande y se la metía entera hasta la garganta, Álex la sujetaba por el pelo y se la metía lo más profundamente que podía, la notaba en su garganta, eso le producía alguna arcada y que salivara mucho, le llenaba la polla de saliva, cuando él se la sacaba le caían las babas por los lados, le miraba a los ojos y él volvía a metérsela todo lo que podía, ahogándola, haciendo que respirara por la nariz para poder meter aire en los pulmones.

Dolores, con una mano seguía haciéndose una paja, con la otra, juntaba tres dedos y se los metía lo más profundamente posible en la boca, los chupaba, los llenaba de saliva, como si fuera la polla de Álex.

Entonces cambió la posición, Álex la agarró y la giró, la dejó a cuatro encima del sillón, le apuntó aquel tremendo capullo que tenía en el coño y de un empujón la empaló, ella gritó de gusto, él gruñó como una bestia, se la sacó y la volvió a meter con fuerza, con decisión, sacándole otro grito tremendo dejándole una cara de placer de la hostia, una cara de querer más, de que se la follara con más fuerza. Como hacía aquel chico que traía la comida al orfanato, cuando había descargado la mercancía la iba a buscar, tenían su lugar secreto para verse, un pequeño almacén donde guardaban las latas de conservas, él dejaba ese trabajo para el final, cerraban la puerta, se besaban, y sin perder tiempo, él, normalmente, la ponía a cuatro encima de unas cajas, le subía la falda, le bajaba las bragas, él se sacaba la polla, se ponía un condón y sin más se la metía en el coño, se la follaba con prisas, pero aun así ella lograba correrse la mayoría de las veces, desde luego no tenía la polla de Álex, esa polla se la estaba imaginando y se la imaginaba como a ella le daba la gana, para eso era su sueño ¡Qué coño!

Después de estar un buen rato Álex follándose a Dolores, consiguió tener dos orgasmos, Dolores, no Álex. Ella tenía los dedos empapados de metérselos en el coño, de sentirlos dentro, como sentía la polla de Álex follándosela. Él le sacó la polla, se la agarró, le escupió en el agujero del culito a Dolores, apoyó la punta de la polla encima, apretó y… le metió el capullo dentro. Dolores gritó, Álex se la fue metiendo lentamente, sin parar, hasta el fondo, hasta que no pudo más, ella abría los ojos, nunca le habían hecho eso, el repartidor nunca la sodomizó, tampoco tuvo tiempo, siempre era un aquí te pillo aquí te mato. Pero Álex, Álex si lo hizo, y como lo hacía, le follaba el culo con aquella tremenda polla con maestría, no le hacía daño, no le dolía, al revés, sentía placer. Se la estuvo follando un rato más, cuando él quiso, la giró, la arrodilló en el suelo, ella le agarró la polla, se la pajeó con rapidez, se la chupó un par de veces, hasta que él se la sacó de la boca, se masturbó un poco y le tiró la corrida en la cara, ella sonreía contenta levantando la cara, para que se la llenara de semen, la cara, la boca, todo…

Dolores abrió los ojos de golpe, había tenido un orgasmo de la hostia, jadeando miró para abajo, una mano se perdía por dentro del chándal, no sabía como lo hizo para poder meterse dos dedos en el coño y uno en el culo, pero la corrida había sido monumental, sacó la mano, cerró los ojos y sonrió, menudo polvo le había pegado Álex, aunque fuera en sueños.

...
 
Última edición:
Joder con Dolores, se a quedada pillado de verdad por Alex, espero que viva, no merece morir, pero me da que la van a encontrar.
Pues no va a tener tiempo ni ná pa fantasear ... se va a follar a Álex en todos los rincones de la cabaña, hasta en la charca entre ranas y renacuajos. Tanto tiempo sola y con tantas fantasías veremos si luego es capaz de separar realidad de fantasía ... verás como vea a Mónica como un obstáculo para hacer realidad sus fantasías ... o seguir en su "realidad alternativa".
 
Última edición:
Me da a mi que quien se va a follar a Dolores es Fran, porque este no está con Elvira solo porque este buena.
¡Ah, claro! El clon de Álex ... aunque ... :rolleyes: ... Fran también podría recibir un mensaje indicándole su nuevo objetivo ... entonces sí que iba a joder a Dolores, pero en otro sentido.

¡Joder! Tengo la pared llena post-its y de hilos coloraos ... ¡Vaya lio!
 
Última edición:
Que tendrá Alex que las tiene a todas enamoradas.
Espero que se salve Dolores y acaben de una vez con la Logia.
No sé yo si lo de Elvira con Fran tiene mucho recorrido,porque sigue enamorada de Alex.
Aunque quiero que se quede con Mónica, Elvira debería decirle toda la verdad a Alex y que esté decida que hacer.
En el fondo y aunque me daría mucha pena por Mónica, me da que se va a desatar la pasión entre Alex y Elvira y quizás se contienen sus sentimientos. No descarto que acaben juntos.
 

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