MRJH
Miembro muy activo
- Desde
- 11 Feb 2024
- Mensajes
- 1,308
- Reputación
- 1,205
cuarteto de cuerda...o de viento metalMañana si no se cruza nada mi mujer hará su primer cuarteto (yo no estaré presente).
Llevo cachondo toda la semana...

Follow along with the video below to see how to install our site as a web app on your home screen.
Note: This feature may not be available in some browsers.
cuarteto de cuerda...o de viento metalMañana si no se cruza nada mi mujer hará su primer cuarteto (yo no estaré presente).
Llevo cachondo toda la semana...
Pues yo quiero ser el que hace 5. Y que también limpiesA mi novia ya se la follaron 4. Pero llevamos 10 años. Eso si con 3 de esos 4 estuvo fueron varias veces. Y menos uno todos a pelo.
Y yo en casa he limpiado su coño alguna vez (no muchas) con semen.
No me importaría, y por supuesto que limpiaria lo que hiciese faltaPues yo quiero ser el que hace 5. Y que también limpies
Pues hay que ponerse manos a la obra para llevarlo a cabo.No me importaría, y por supuesto que limpiaria lo que hiciese falta![]()
Me lo pido todo jejejePues estaba pensando en abrir un hilo para presentarme "en sociedad" mas bien al foro en el apartado especifico que hay... pero tampoco se que os gustaría ver.. alguna idea? Tengo bastante material fotografico
Deliciosami puta tocandose mientras le manda fotos al amigo
![]()
Que pasada. Eres la mejor.Hoy os dejo una reflexión de una hotwife, espero que os guste...
La sexualidad es algo que está dentro de nosotros, que nos hace relacionarnos con los demás de cierta manera. A medida que vamos explorando el sexo desde la adolescencia acumulamos una serie de experiencias que determinan cómo son esas relaciones. Queramos o no a nivel social existe una manera “correcta” de tener estas relaciones, una pareja, la fidelidad, el matrimonio… pero ¿y si el placer no nos lleva hacia los convencionalismos sociales? ¿Y si dentro de mi hay un fuego mayor que todo eso?
He sido una mujer precoz en el sexo tanto a nivel práctico como en el aspecto de la sensualidad. Desde muy jovencita me gustaba que me miraran, insinuar mis pechos, llevar pantalones ajustados y un buen escote. Ver el deseo en los ojos del que mira, esa chispa que se enciende en su interior o incluso ver cómo aumenta su ritmo respiratorio… Eso queramos o no es poder. El instinto más animal se relaciona con el deseo y por conseguirlo todos hacemos locuras.
Esta idea del placer muchas veces va unida a la idea del “pecado” de “lo prohibido” aquello que no nos dejan alcanzar o que no “deberíamos” conseguir. Otra vez más normas sociales…
Siempre me ha gustado lo prohibido, de jovencita “los chicos malos”, los que eran mayores que yo, los que tenían pareja… o con los que se supone que no podía estar… Con ellos siempre me sentía más deseada, más poderosa, mucho más mujer… Creo que ahí fue donde descubrí lo que era el morbo, el sexo a partir del cerebro, de una fantasía.
Gracias al sexting forzoso por un periodo de separación física con el que es actualmente mi marido, descubrí cuáles eran nuestras fantasías, qué rol me gustaba dentro del sexo, cuál era el de mi pareja y cómo podíamos llevarlo a la práctica. Durante esta temporada compartimos muchas confesiones, de experiencias pasadas, de esos momentos prohibidos que yo había vivido con otros hombres, para mi sorpresa sin celos, con la curiosidad de seguir sabiendo más y más de lo que mi fuego me había llevado a hacer con otras personas.
El morbo de escuchar esas historias, de cómo me había iniciado en los encuentros sexuales, el sexo anal, la masturbación o las relaciones “prohibidas” nos hizo pensar en la posibilidad de una tercera persona en el sexo… Lo llevamos a la práctica con aciertos y aprendizajes para los dos. Ya estábamos en otro nivel, repetimos alguna vez con el mismo chico, hasta que mi marido me dijo ¿y si pruebas tu sola?, me daba vértigo, él siempre era la calma en esas situaciones, sabía que todo iba a ir bien si él estaba conmigo, pero… ¿hacerlo sola? ¿Con quién? ¿Cómo? Nos adentramos en el mundo de la hotwife, del cornudo, del corneador y todas esas palabras que ahora entiendo bastante bien, pero que me sonaban lejanas. Adaptamos la filosofía a nuestros gustos y fuimos “puliendo” prácticas que no salían como pensábamos en un principio, que no nos hacían sentir cómodos o que no nos gustaban.
Ahora puedo decir que no soy una hotwife al uso, que no me gusta el perfil de cornudo sumiso, que mi cornudo es muy activo en mis encuentros con otros hombres, incluso dominante en algunos casos. Soy una mujer que le gusta el rol de sumisa, pero que también sabe pedir lo que quiere y que cada día disfruto más de este sexo no tan habitual que ha nacido de un juego con mi marido y que sigue siendo eso un juego para reforzar más aun el vínculo que tenemos.
Muchas gracias por este desnudo interior.Hoy os dejo una reflexión de una hotwife, espero que os guste...
La sexualidad es algo que está dentro de nosotros, que nos hace relacionarnos con los demás de cierta manera. A medida que vamos explorando el sexo desde la adolescencia acumulamos una serie de experiencias que determinan cómo son esas relaciones. Queramos o no a nivel social existe una manera “correcta” de tener estas relaciones, una pareja, la fidelidad, el matrimonio… pero ¿y si el placer no nos lleva hacia los convencionalismos sociales? ¿Y si dentro de mi hay un fuego mayor que todo eso?
He sido una mujer precoz en el sexo tanto a nivel práctico como en el aspecto de la sensualidad. Desde muy jovencita me gustaba que me miraran, insinuar mis pechos, llevar pantalones ajustados y un buen escote. Ver el deseo en los ojos del que mira, esa chispa que se enciende en su interior o incluso ver cómo aumenta su ritmo respiratorio… Eso queramos o no es poder. El instinto más animal se relaciona con el deseo y por conseguirlo todos hacemos locuras.
Esta idea del placer muchas veces va unida a la idea del “pecado” de “lo prohibido” aquello que no nos dejan alcanzar o que no “deberíamos” conseguir. Otra vez más normas sociales…
Siempre me ha gustado lo prohibido, de jovencita “los chicos malos”, los que eran mayores que yo, los que tenían pareja… o con los que se supone que no podía estar… Con ellos siempre me sentía más deseada, más poderosa, mucho más mujer… Creo que ahí fue donde descubrí lo que era el morbo, el sexo a partir del cerebro, de una fantasía.
Gracias al sexting forzoso por un periodo de separación física con el que es actualmente mi marido, descubrí cuáles eran nuestras fantasías, qué rol me gustaba dentro del sexo, cuál era el de mi pareja y cómo podíamos llevarlo a la práctica. Durante esta temporada compartimos muchas confesiones, de experiencias pasadas, de esos momentos prohibidos que yo había vivido con otros hombres, para mi sorpresa sin celos, con la curiosidad de seguir sabiendo más y más de lo que mi fuego me había llevado a hacer con otras personas.
El morbo de escuchar esas historias, de cómo me había iniciado en los encuentros sexuales, el sexo anal, la masturbación o las relaciones “prohibidas” nos hizo pensar en la posibilidad de una tercera persona en el sexo… Lo llevamos a la práctica con aciertos y aprendizajes para los dos. Ya estábamos en otro nivel, repetimos alguna vez con el mismo chico, hasta que mi marido me dijo ¿y si pruebas tu sola?, me daba vértigo, él siempre era la calma en esas situaciones, sabía que todo iba a ir bien si él estaba conmigo, pero… ¿hacerlo sola? ¿Con quién? ¿Cómo? Nos adentramos en el mundo de la hotwife, del cornudo, del corneador y todas esas palabras que ahora entiendo bastante bien, pero que me sonaban lejanas. Adaptamos la filosofía a nuestros gustos y fuimos “puliendo” prácticas que no salían como pensábamos en un principio, que no nos hacían sentir cómodos o que no nos gustaban.
Ahora puedo decir que no soy una hotwife al uso, que no me gusta el perfil de cornudo sumiso, que mi cornudo es muy activo en mis encuentros con otros hombres, incluso dominante en algunos casos. Soy una mujer que le gusta el rol de sumisa, pero que también sabe pedir lo que quiere y que cada día disfruto más de este sexo no tan habitual que ha nacido de un juego con mi marido y que sigue siendo eso un juego para reforzar más aun el vínculo que tenemos.
Muchas gracias por este desnudo interior.Hoy os dejo una reflexión de una hotwife, espero que os guste...
La sexualidad es algo que está dentro de nosotros, que nos hace relacionarnos con los demás de cierta manera. A medida que vamos explorando el sexo desde la adolescencia acumulamos una serie de experiencias que determinan cómo son esas relaciones. Queramos o no a nivel social existe una manera “correcta” de tener estas relaciones, una pareja, la fidelidad, el matrimonio… pero ¿y si el placer no nos lleva hacia los convencionalismos sociales? ¿Y si dentro de mi hay un fuego mayor que todo eso?
He sido una mujer precoz en el sexo tanto a nivel práctico como en el aspecto de la sensualidad. Desde muy jovencita me gustaba que me miraran, insinuar mis pechos, llevar pantalones ajustados y un buen escote. Ver el deseo en los ojos del que mira, esa chispa que se enciende en su interior o incluso ver cómo aumenta su ritmo respiratorio… Eso queramos o no es poder. El instinto más animal se relaciona con el deseo y por conseguirlo todos hacemos locuras.
Esta idea del placer muchas veces va unida a la idea del “pecado” de “lo prohibido” aquello que no nos dejan alcanzar o que no “deberíamos” conseguir. Otra vez más normas sociales…
Siempre me ha gustado lo prohibido, de jovencita “los chicos malos”, los que eran mayores que yo, los que tenían pareja… o con los que se supone que no podía estar… Con ellos siempre me sentía más deseada, más poderosa, mucho más mujer… Creo que ahí fue donde descubrí lo que era el morbo, el sexo a partir del cerebro, de una fantasía.
Gracias al sexting forzoso por un periodo de separación física con el que es actualmente mi marido, descubrí cuáles eran nuestras fantasías, qué rol me gustaba dentro del sexo, cuál era el de mi pareja y cómo podíamos llevarlo a la práctica. Durante esta temporada compartimos muchas confesiones, de experiencias pasadas, de esos momentos prohibidos que yo había vivido con otros hombres, para mi sorpresa sin celos, con la curiosidad de seguir sabiendo más y más de lo que mi fuego me había llevado a hacer con otras personas.
El morbo de escuchar esas historias, de cómo me había iniciado en los encuentros sexuales, el sexo anal, la masturbación o las relaciones “prohibidas” nos hizo pensar en la posibilidad de una tercera persona en el sexo… Lo llevamos a la práctica con aciertos y aprendizajes para los dos. Ya estábamos en otro nivel, repetimos alguna vez con el mismo chico, hasta que mi marido me dijo ¿y si pruebas tu sola?, me daba vértigo, él siempre era la calma en esas situaciones, sabía que todo iba a ir bien si él estaba conmigo, pero… ¿hacerlo sola? ¿Con quién? ¿Cómo? Nos adentramos en el mundo de la hotwife, del cornudo, del corneador y todas esas palabras que ahora entiendo bastante bien, pero que me sonaban lejanas. Adaptamos la filosofía a nuestros gustos y fuimos “puliendo” prácticas que no salían como pensábamos en un principio, que no nos hacían sentir cómodos o que no nos gustaban.
Ahora puedo decir que no soy una hotwife al uso, que no me gusta el perfil de cornudo sumiso, que mi cornudo es muy activo en mis encuentros con otros hombres, incluso dominante en algunos casos. Soy una mujer que le gusta el rol de sumisa, pero que también sabe pedir lo que quiere y que cada día disfruto más de este sexo no tan habitual que ha nacido de un juego con mi marido y que sigue siendo eso un juego para reforzar más aun el vínculo que tenemos.
Perfecta, excepcional descripción de lo que eres, lo que te gusta y lo que te excita.Hoy os dejo una reflexión de una hotwife, espero que os guste...
La sexualidad es algo que está dentro de nosotros, que nos hace relacionarnos con los demás de cierta manera. A medida que vamos explorando el sexo desde la adolescencia acumulamos una serie de experiencias que determinan cómo son esas relaciones. Queramos o no a nivel social existe una manera “correcta” de tener estas relaciones, una pareja, la fidelidad, el matrimonio… pero ¿y si el placer no nos lleva hacia los convencionalismos sociales? ¿Y si dentro de mi hay un fuego mayor que todo eso?
He sido una mujer precoz en el sexo tanto a nivel práctico como en el aspecto de la sensualidad. Desde muy jovencita me gustaba que me miraran, insinuar mis pechos, llevar pantalones ajustados y un buen escote. Ver el deseo en los ojos del que mira, esa chispa que se enciende en su interior o incluso ver cómo aumenta su ritmo respiratorio… Eso queramos o no es poder. El instinto más animal se relaciona con el deseo y por conseguirlo todos hacemos locuras.
Esta idea del placer muchas veces va unida a la idea del “pecado” de “lo prohibido” aquello que no nos dejan alcanzar o que no “deberíamos” conseguir. Otra vez más normas sociales…
Siempre me ha gustado lo prohibido, de jovencita “los chicos malos”, los que eran mayores que yo, los que tenían pareja… o con los que se supone que no podía estar… Con ellos siempre me sentía más deseada, más poderosa, mucho más mujer… Creo que ahí fue donde descubrí lo que era el morbo, el sexo a partir del cerebro, de una fantasía.
Gracias al sexting forzoso por un periodo de separación física con el que es actualmente mi marido, descubrí cuáles eran nuestras fantasías, qué rol me gustaba dentro del sexo, cuál era el de mi pareja y cómo podíamos llevarlo a la práctica. Durante esta temporada compartimos muchas confesiones, de experiencias pasadas, de esos momentos prohibidos que yo había vivido con otros hombres, para mi sorpresa sin celos, con la curiosidad de seguir sabiendo más y más de lo que mi fuego me había llevado a hacer con otras personas.
El morbo de escuchar esas historias, de cómo me había iniciado en los encuentros sexuales, el sexo anal, la masturbación o las relaciones “prohibidas” nos hizo pensar en la posibilidad de una tercera persona en el sexo… Lo llevamos a la práctica con aciertos y aprendizajes para los dos. Ya estábamos en otro nivel, repetimos alguna vez con el mismo chico, hasta que mi marido me dijo ¿y si pruebas tu sola?, me daba vértigo, él siempre era la calma en esas situaciones, sabía que todo iba a ir bien si él estaba conmigo, pero… ¿hacerlo sola? ¿Con quién? ¿Cómo? Nos adentramos en el mundo de la hotwife, del cornudo, del corneador y todas esas palabras que ahora entiendo bastante bien, pero que me sonaban lejanas. Adaptamos la filosofía a nuestros gustos y fuimos “puliendo” prácticas que no salían como pensábamos en un principio, que no nos hacían sentir cómodos o que no nos gustaban.
Ahora puedo decir que no soy una hotwife al uso, que no me gusta el perfil de cornudo sumiso, que mi cornudo es muy activo en mis encuentros con otros hombres, incluso dominante en algunos casos. Soy una mujer que le gusta el rol de sumisa, pero que también sabe pedir lo que quiere y que cada día disfruto más de este sexo no tan habitual que ha nacido de un juego con mi marido y que sigue siendo eso un juego para reforzar más aun el vínculo que tenemos.
No se si es una diferencia como tal, nosotros en ese aspecto si hacemos rol hotwife, mi marido no tiene "amigas" de ese estilo, soy yo la que sale de casa con esa intención. Le cuento en el momento lo que voy haciendo y le mando contenido visual en forma de fotos y videos, él me va diciendo lo que le gusta y por dónde seguir... y a la vuelta a casa.. suele haber polvazo que temata el díaMuchas gracias por este desnudo interior.
Creo que tú experiencia es muy interesante y me encanta esa diferenciación entre sumisión y relaciones abiertas.
Gracias por compartirlo.
Eres un amujer de 10 y tú marido un hombre con sentido común.No se si es una diferencia como tal, nosotros en ese aspecto si hacemos rol hotwife, mi marido no tiene "amigas" de ese estilo, soy yo la que sale de casa con esa intención. Le cuento en el momento lo que voy haciendo y le mando contenido visual en forma de fotos y videos, él me va diciendo lo que le gusta y por dónde seguir... y a la vuelta a casa.. suele haber polvazo que temata el día![]()
Ay mare mía donde están las mujeres como tuNo se si es una diferencia como tal, nosotros en ese aspecto si hacemos rol hotwife, mi marido no tiene "amigas" de ese estilo, soy yo la que sale de casa con esa intención. Le cuento en el momento lo que voy haciendo y le mando contenido visual en forma de fotos y videos, él me va diciendo lo que le gusta y por dónde seguir... y a la vuelta a casa.. suele haber polvazo que temata el día![]()
Seguro que las hay.. como ves sólo tienes que encontrar el detonante adecuado, el mio fue mi maridoAy mare mía donde están las mujeres como tu
Él me dice que para qué salir a buscar otra mujer si otra como yo no va a encontrarlaEres un amujer de 10 y tú marido un hombre con sentido común.
Eres una mujer muy interesante, hay escasez de chicas como tú, muy muy pocas, por no decir única.Él ne dice que para qué salir a buscar otra mujer si otra como yo no va a encontrarla![]()
No le haces video llamadas que lo vea en tiempo real?No se si es una diferencia como tal, nosotros en ese aspecto si hacemos rol hotwife, mi marido no tiene "amigas" de ese estilo, soy yo la que sale de casa con esa intención. Le cuento en el momento lo que voy haciendo y le mando contenido visual en forma de fotos y videos, él me va diciendo lo que le gusta y por dónde seguir... y a la vuelta a casa.. suele haber polvazo que temata el día![]()
Utilizamos cookies esenciales para que este sitio funcione, y cookies opcionales para mejorar su experiencia.