Baronrojoo
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Me gusta mucho el concepto que propone este hilo.Que pregunta más sencilla, parece banal ¿verdad?
Pues no lo es.
Es la pregunta que hace ya unos añitos buenos me formuló el psiquiatra.
Y me quedé bloqueada, sin nada que responderle y alucinada por no tener nada, nada que decirle.
Y me dijo después, creo que tienes depresión.
Y hoy, en mi hilo, @Ferde4567 me hacía una pregunta parecida, interesado por saber si tenía algún anhelo o deseo, una ilusión al fin y al cabo.
Y rápidamente pude decirle algunas, sin dudar, pequeñitas pero importantes para mí.
Así que os invito a Haceros esa pregunta, ¿hay algo que os haga ilusión?
Y si os apetece, dejar la respuesta por aquí. Será como compartir algo de nuestros sueños.
En la cultura japonesa existe una palabra que encaja perfectamente con esta idea: ikigai (生き甲斐). Este término japonés no tiene una traducción exacta, pero puede entenderse como "la razón de vivir" o "la razón de ser"; aquello que le da sentido a la vida y hace que valga la pena ser vivida. Según la cultura japonesa, cada persona tiene su propio ikigai. Encontrarlo implica una búsqueda profunda, y, a menudo, prolongada. Esta búsqueda es considerada fundamental, ya que se cree que descubrir el propio ikigai aporta un propósito vital y una fuente de satisfacción en la vida.
Algunos autores sostienen que el hecho de tener un ikigai puede influir positivamente en la longevidad. De hecho, se han realizado estudios en determinadas regiones conocidas como "zonas azules"(lugares donde el índice de personas que alcanzan edades muy avanzadas es notablemente alto). Las conclusiones de estas investigaciones señalan que tener un ikigai, un propósito de vida claro y profundo, no solo llena de sentido la existencia, sino que también contribuye a prolongarla.
A menudo confundimos las ilusiones del momento (deseos o motivaciones pasajeras) con un propósito de vida. Las ilusiones, aunque estimulantes, suelen ser temporales y superficiales; en cambio, un propósito de vida verdadero, como el ikigai, ofrece una dirección y una razón de ser que trasciende el día a día.
Cada persona tiene su propio ikigai, único e irrepetible, y, a lo largo de la vida, este puede transformarse.
Tener un ikigai es como encender una chispa que nos impulsa a levantarnos cada día, sabiendo que nuestro camino, aunque pueda cambiar, está lleno de significado.
En mi caso, puedo decir que ahora mismo tengo dos ikigai. No hace falta ponerlos en palabras, porque su esencia está ahí, acompañándome cada día.
Enhorabuena por el hilo