Apariencias

34

Volvía a estar soltero y la verdad, bastante contento, me había quitado un peso de encima, la relación con Lucía no era buena y más conociendo como se las gastaba con los engaños y mentiras. Era totalmente consciente que yo no era un santo, estaba claro que la había engañado y manipulado, pero lo suyo era ya demasiado.

Y volvía a estar en un trío extraño con la pareja. El primer fin de semana que quedamos quise dejar clara la posición de Javi. Hice sentarse a Javi a mirar mientras Sonia y yo echamos un polvazo. Sonia, que estaba feliz y contenta con la nueva situación sin Lucía, estaba muy excitada y encadenada un orgasmo tras otro de una forma espectacular hasta acabar en uno de sus orgasmos brutales. Sonia se quedó tumbada boca abajo temblando y sudando. Lo habíamos llevado al límite porque quería que ella acabara destrozada y sin ganas de nada más. Miré a Javi, que vi que ya se había corrido pero se estaba pajeando otra vez y la tenía dura, esperando. Le dije que se acercara. Entonces separé un poco las nalgas de Sonia y le enseñé el ano aún algo dilatado y del que salía algo de semen. Le dije a Javi:
- ¿Desde cuándo no te follas este culo?

Javi se puso nervioso y excitado, pensando que le iba a decir que la follara. Dijo:
- Desde hace meses
- Pues más tiempo te vas a tirar sin catarlo porque este culo ¿de quién es Sonia?

Sonia, aún boca abajo, respondió rápidamente:
- Es tuyo
- Ya la escuchas, es solo mío, y lo tienes prohibido, tu mierda de polla no es digna de este monumento

Miraba fijamente a Javi, para que supiera que estaba siendo "castigado". Javi se excitó y se puso a pajearse de nuevo, le molaban este tipo de humillaciones. Entonces le dije:
- Córrete sobre él, es lo más cerca que vas a estar

Y cogí y le pellizqué con fuerza un pezón. Él jadeó y no tardó ni 5 segundos en correrse sobre el culo de Sonia. Entonces me tumbé al lado de Sonia y le dije a Javi:
- Por hoy ya te has corrido bastante, trae una toalla y límpiala

Javi salió de la habitación y Sonia me dijo:
- No te pases
- ¿Por qué?
- También querrá follar
- Se ha corrido varias veces, ya tiene bastante, además ¿Tú tienes ganas?
- No, me has dejado destrozada

Javi llegó y la limpió. Sonia le preguntó:
- ¿Tienes más ganas? Si quieres follar o que te la chupe, dímelo

Sonia no quería dejar de lado a Javi después del polvazo y la humillación que acababa de recibir su marido. Javi dijo que ya se había corrido tres veces, que estaba cansado. Entonces Sonia dijo que a dormir y nos dio un beso a cada uno. El tío ni la había tocado y se había corrido solo viéndonos, y tan contento. Sonia se giró hacia mí y me abrazó, y le dijo a Javi que él la abrazara desde atrás, y así nos dormimos, con Sonia entre los dos, totalmente satisfecha por la situación.

A partir de entonces quedábamos cada poco y volvimos a nuestra "rutina", me follaba a Sonia delante de Javi y luego él participaba pero poco porque quería humillarle a tope, que viera como su mujer disfrutaba conmigo y luego él fuera a recoger "las sobras" que Sonia le dejaba. Y naturalmente, nada de chuparme más la polla, iba a pasar mucho tiempo antes de que le perdonara lo cabrón que había sido. Y también quedaba a solas con Sonia para nuestros juegos, dejando a Javi totalmente fuera, pero asegurándome que supiera las cosas que íbamos a hacer.

Sonia estaba contenta, tenía el sexo que le gustaba y con quien le gustaba, nosotros dos. No echaba nada de menos a Lucía. Javi, participando poco, estaba contento porque se excitaba mucho y se corría muchas más veces que yo el muy cabrón, aunque fuera solo mirando. Seguía con su papel de sumiso, sin rechistar a las constantes humillaciones que le hacíamos, al revés, siempre excitado con ese papel. Además, Sonia me contaba que cuando yo no estaba, follaban casi a diario y él le pedía que le contara como me la follaba, lo que a ella le gustaba de mí... buscando la humillación... el tío estaba desatado con eso, le encantaba. Sonia decía que se lo pasaba bien "pero no como contigo, claro".

Con Sonia hablé sobre mi soltería, diciéndole que yo iría a lo mío. Ella no puso pegas, solo dijo que usara condones y que nada de llevarme a chicas para follar con ella o Javi pero la verdad es que no salía mucho a ligar, esperaba los fines de semana con ansia para ir a verla.

A Javi no lo podía tener vigilado pero seguro que estaba tan acojonado que no se atrevería a hacer nada por una temporada. De vez en cuando le daba un toque y él me aseguraba que nada de nada.

A Sara le conté que había roto con Lucía pero sin decirle la causa, solo que no nos entendíamos. Siguió invitándome a cenar a su casa junto a su novio, nada de los dos solos.

Bastantes semanas más tarde, vi a Lucía en una discoteca. Iba con un tipo que por la descripción de Javi y Sonia, supe que era Carlos. Los miré de lejos. Claramente estaban juntos, se besaban mientras bailaban. El tío era atractivo, con cuerpo de gimnasio, pero tenía razón Sonia, se le notaba chulo y engreído por su forma de vestir, moverse, como miraba... y Lucía lo miraba con adoración, estaba pillada por él. Yo había bebido bastante y me acerqué a ellos con ganas de bronca, y cuando Lucía me vio, cambió la cara. Le dijo algo al tipo que me miró chulesco. Miré a Lucía y le dije:
- Menudo zorrón estás hecho, como me engañaste durante meses con este tío

El otro se me acercó pero lo ignoré, solo miraba a Lucía. Ella no me miraba, y le decía al otro de irse. Entonces me giré para mirar al chulo y le dije:
- A ti te caló bien Sonia, podrás engatusar a una chica como Lucía pero en la puta vida te vas a follar a una mujer como Sonia, anda que no nos hemos reído de tu patético intento para follártela

Lucía puso cara de sorprendida y dijo:
- ¿Has intentado follar con Sonia?

El otro, cabreado, me puso una mano en el pecho y me empujó un poco, y le estampé un puñetazo que me supo a gloria. Me echaron de la discoteca pero me fui muy contento porque tumbé al mierda ese que me miró asustado desde el suelo y no respondió al puñetazo, menudo fantoche engreído.

Todo iba bien. Las sesiones de sexo con la pareja eran intensísimas, pero se me hacían escasas y eso que nos veíamos cada dos semanas. En un principio, la situación me parecía genial, yo iba a mi bola y de vez en cuando, polvazo con estos dos, pero al cabo de un tiempo, las vueltas en tren a mi casa se me hacían cada vez más duras, me sabía a poco quedar con Sonia solo una noche cada dos semanas. Empecé a llamarla casi a diario para contarnos cosas del día. Me gustaba sobre todo llamarla por video conferencia cuando estaba haciendo la cena. Ella dejaba el móvil enfocándola mientras preparaba la cena y me contaba cosas del trabajo, de su día, de su familia,… y yo hacía lo mismo mientras no dejaba de mirarla y disfrutar de su conversación.

Pero las cosas siempre pueden empeorar, y así ocurrió. A pesar de que los tres teníamos el mejor sexo desde que empezamos a follar juntos hacía años, y de que Javi no paraba de follar y correrse, pasados unos meses no fue capaz de contenerse y volvió a quedar de nuevo con Carlos por insistencia de éste último a lo que Javi no pudo resistirse. Y Carlos se grabó follándose a Javi y se lo mandó a Sonia, picado por lo que le dije de nuestras risas por su intento de acostarse con ella. Al final el puñetazo me iba a salir caro, muy caro.

Sonia montó en cólera. Primero contra Javi, pero luego contra mí porque Javi le contó prácticamente todo. Lucía también se metió incitada por Carlos y le contó a Sonia mentiras sobre mí, diciéndole que yo estaba al tanto de todo desde el principio, que me reía de Sonia, que le decía que me pensaba follar a su hermana Sara... Javi lo desmintió e intentó defenderme pero Sonia ya no creía a nadie, se sentía traicionada por todos. Echó a Javi y dijo que no quería saber nada de nadie.

Sonia no me respondía a las llamadas y mensajes. Fui a hablar con ella y ni quiso abrirme la puerta. Decidí dejarlo estar un tiempo, para que se calmara. Intenté seguir como si nada diciéndome que ella solo era una amiga, nada más, pero los días se me hacían muy cuesta arriba, la echaba mucho de menos.

En el trabajo no me concentraba, estaba de mal humor, no salía con amigos, solo a beber y olvidar con otras chicas, chicas que no me llenaban nada y me hacían sentir aún más solo porque me daba cuenta de lo que había perdido con el rechazo de Sonia. Al cabo de dos meses, desesperado, la volví a llamar, no me lo cogió. Le escribí, lo leía pero no respondía. Me desesperaba y estaba totalmente descolocado con esta situación.

Hablaba mucho con Gema y le contaba que no entendía lo que me pasaba, que la otra vez que Sonia se enfadó conmigo no sentí el desasosiego que sentía en esos momentos. Y una de las veces, Gema, cansada de escucharme, me dijo:
- Pero nene ¿no te das cuenta?
- ¿De qué?
- Estás totalmente enamorado de Sonia
- ¿Yo? Que va, no es eso
- Jajaja
- Es solo que me siento mal por ella, por no haberle contado lo que sabía de Javi, pero te juro que no lo hice con mala intención, pensaba que la protegía pero…
- Nene, lo sé, lo sé, pero tú mismo lo dices, estás mal, te sientes mal, mal de ánimo, de humor...
- Pero es por eso que te digo, me siento como que le he fallado
- Te sientes enamorado y rechazado
- No, no es eso, joe, si salgo mucho y me acuesto con cualquier tía que se me ponga a tiro
- Ya, porque quieres olvidarla, pero no se te va a olvidar, Sonia es de las que dejan huella
- Dices tonterías, yo nunca me enamoro, no sé hacer eso
- Jajaja
- Tengo enamoramientos pasajeros, ya me conoces, pero me duran poco
- Creo que llevas enamorado de Sonia desde mucho tiempo, nene, es tu tema favorito de conversación siempre que me llamas
- Pero eso es ahora que ha pasado esto y…
- No, nene, llevas así desde hace meses, siempre Sonia esto, Sonia aquello
- Que no, Gema, es solo que Sonia me gusta pero como amiga, es una folla amiga, solo eso
- ¿Solo una folla amiga? Dime cuántas veces hemos hablado de tus otras folla amigas con las que has roto o dejado de verte ¿Cuántas veces? Te lo digo yo, una vez como mucho, pero con Sonia es diferente
- Claro que es diferente, somos folla amigos desde hace más tiempo
- Ayyy, nene, ve a hablar con ella, no puedes vivir sin ella
- Que no me quiere hablar, te lo he dicho y no me escuchas
- Te escucho, y por eso te digo que le insistas, creo que a ella le pasa lo mismo que a ti
- ¿Se emborracha y se folla a lo primero que pilla?
- Jajajaja, noooo, que está enamorada de ti
- ¿Sonia? Anda ya, a ella solo le gusto para la cama
- Ayyy, que tonto
- Verás como en un par de meses me llama para echarme un polvo, como siempre ha hecho
- Te equivocas, no eres solo eso para ella
- Gema, no la conoces como yo, ella tiene todo controlado, toda su vida y trabajo
- ¿Y?
- Y aunque le haya jodido el nuevo engaño de Javi, volverá con él porque es como ha pensado que debe ser su vida, con su marido perfectamente guapo, que será el padre de sus perfectos niños
- Sí, es como le gustaría que fuera su vida, pero te ha descubierto a ti y le has rotos todos sus esquemas
- Sí, le gusta el sexo conmigo, pero solo eso
- Nene, yo creo que ella, desde que os conocéis, ha intentado engañarse respecto a ti, tenerte solo como un folla amigo, pero te lo reconoció, eres como una droga para ella, está enganchada a ti
- Sí, pero solo por el sexo
- No, solo por sexo se acostaría con otros. Eres bueno en la cama pero como muchos otros
- Ella lo intentó, buscar buen sexo con otros, y dijo que no eran tan buenos…
- No la satisfacían tanto como tú porque no siente nada por esos, solo lo siente por ti, está totalmente enamorada de ti
- ¿Sonia? Que tontería, no la conoces, no la conoces como yo, y me lo dijo su hermana, Sonia no se enamora, es pragmática, como yo
- Jajaja, tan pragmática que teniendo el mejor sexo de su vida, rompe con su folla amigo porque se siente engañada… si solo fueras una buena polla para ella, le darían igual los engaños, solo quería follar contigo cuando tuviera ganas
- Ya, pero como nos acostamos desde hace tanto, al final también hay amistad y ella no perdona el engaño y la falta de confianza, es solo eso, nada de enamoramientos, solo confianza y amistad, y lo he roto

Esa conversación no me gustó, sentía que Gema no me entendía o que yo no era capaz de explicarle bien como era la situación. Pensé en dejar de llamarla para quejarme, me estaba comportando como un patético total.

Y seguí con mi triste vida, trabajando haciendo lo mínimo y saliendo para emborracharme y follar. Y una noche, en un bar, recibí un mensaje de Sara:
- Hola Fran

Me quedé mirando el mensaje, eran las dos de la noche y Sara me escribía... raro:
- Hola, unas horas raras para escribir ¿no?
- Jajaja, sí, es que Paco está de viaje y he salido con unas amigas
- Ah (me puse tenso)
- ¿Tú también has salido?
- Sí
- Estoy en el Santi’s y mis amigas ya se van pero yo quiero bailar ¿Dónde estás?

Me quedé mirando el mensaje... peligroso, seguro que había bebido, y yo también. No la veía desde hacía tiempo cuando había ido a preguntarle por Sonia. Sara había estado amigable conmigo, y aunque me dijo que Sonia no le había contado nada más allá de problemas con Javi, se imaginaba que algo había pasado entre nosotros. No le quise contar nada y no volví a llamarla. Y ahora, ella me decía de quedar.

Estaba cerca del bar donde Sara estaba pero dudaba si invitarla o no. Además, esa noche mi plan era el de siempre, emborracharme, ligarme a alguna tía e intentar olvidar a Sonia aunque fuera durante unas horas. Invitar a Sara era una apuesta arriesgada, no sabía si ella querría algo o si yo querría, acostarme con ella significaría decirle adiós definitivamente a Sonia. Me lo pensé un rato, ella insistía. Al final le dije donde estaba.

Llegó al poco, con un vestidito ajustado, no muy provocativo pero resaltando sus curvas y un escote generoso, estaba tremenda. Nos pusimos a bailar, ella conmigo, con mis amigos... me aparté un poco para quedarme solo con una chica y Sara seguía bailando con todos, riéndose y pasándoselo bien. La miré y la tía estaba super buena, mucho más atractiva que la chica con la que estaba pensado montármelo. Vi como uno de mis amigos le metía caña pero Sara se apartaba riéndose, no dejaba opciones. Al rato dejó de bailar y se fue a la barra. Pasó por mi lado y me sonrió, cogiéndome del brazo para que fuera con ella. La seguí a la barra.

Allí pedimos algo y entonces ella me dijo:
- Te quieres follar a la canija esa ¿no?
- Supongo
- No parece tu tipo
- ¿Por?
- Pocas curvas, muy lejos de las curvas de Sonia y Lucía... o las mías

Mirándome provocativamente. Era verdad que la chica estaba planota, pero no me importaba, solo la quería para follar y olvidar a Sonia durante unas horas. Sara siguió:
- ¿Qué pasa? ¿No ves nada más interesante?

Y menuda mirada me lanzó, provocativa a tope, la insinuación era clarísima. La miré y dije:
- Sí, pero no sé si me conviene
- ¿Por qué?
- Muchas complicaciones
- Pero seguro que esas complicaciones merecen mucho la pena
- Seguro, pero luego...
- Una noche es una noche ¿no?

Esta vez ella no quería dar el primer paso, aunque lo dejaba claro. Me dije "esto me va a meter en más problemas". La miré y solo veía a Sonia en ella. “Joder, que se le parece” pensé. Y a Sonia le había prometido no meterme en la vida de Sara, no estropearle su relación, y justo iba a hacer eso. Y Sonia esto jamás me lo perdonaría.

Miré mi vaso y luego a Sara, que me sonreía expectante. Y de repente, todo explotó en mí y le empecé a contar cosas de Sonia, lo que significaba para mí, como me sentía cuando la veía, cuando la tenía cerca, la mujer tan increíble que era, lo mucho que la echaba de menos, las mentiras y engaños de Javi y como yo lo había encubierto, como la había traicionado y que no podía hacerle esto también, acostarme con su hermana,... y le dije que me iba, que me sentía que había llegado a lo más bajo que podía.

Sara me miraba sin decir nada, no sabía si enfadada o qué. Le dije que habíamos bebido demasiado y que la acompañaba a un taxi si quería. Sara sonrió y no dijo nada. No supe interpretar su sonrisa, Sara siempre sonreía mucho, era como su forma de ocultar sus pensamientos y sentimientos, y no supe si estaba enfadada y sonreía para ocultarlo, o era otra cosa, pero me daba igual. La acompañé al taxi y antes de entrar, me miró insinuante y dijo “Te puedes venir si quieres”, dándome una última oportunidad, pero negué con la cabeza. Ella volvió a sonreír y se fue.

En cuanto se fue Sara, le escribí a Sonia. Que la echaba mucho de menos, que no paraba de comparar a todas las chicas con ella y siempre salían perdiendo porque era imposible que alguna fuera mejor que ella, que sentía haberle ocultado las infidelidades de Javi pero que lo había hecho pensando que era lo mejor para ella pero que estaba claro que me había equivocado... le lloré mediante un montón de mensajes lastimeros, productos de la bebida y mi desdicha. Se los envié sabiendo que al día siguiente me sentiría avergonzado.

Dada la hora que era, sabía que no los iba a leer hasta la mañana. Me metí en un taxi y me fui a mi casa, solo y sin ganas de nada, pensando que tenía que ir a ver a Sonia y hablar de verdad con ella... ya no aguantaba más esa situación.

Durante el trayecto en taxi sonó mi móvil, un mensaje de Sonia. Lo leí temblando. Sonia directa al grano:
- ¿Por qué no has querido acostarte con Sara?

Me quedé de piedra ¿ya se lo había contado Sara??? Le escribí:
- Porque no eres tú y porque te lo prometí
- Me has engañado otras veces
- Pero ya no más

Silencio, eterno... entonces Sonia escribió:
- Eso me decía Javi ¿Cómo sé que tú no vas a engañarme una y otra vez como él?
- Porque jamás he tenido ni tendré un sexo tan increíble como contigo, ¿Para qué voy a buscar eso en otra si sé que es insuperable?
- ¿Solo por sexo?
- Y porque te echo tanto de menos que hasta me duele
- Por el sexo
- No, por estar contigo

De nuevo silencio. Al rato Sonia escribió:
- He dejado definitivamente a Javi
- No me lo ha dicho, solo sabía que no estabais viviendo juntos
- Ayer lo hablamos, no confío ya en él, no puedo vivir así, siempre pensando si estará o no con su "novio" o con otra
- ¿Y entonces?
- Me voy a ir, me han ofrecido un trabajo en el extranjero, quiero olvidarme de todos, empezar de cero

Me dio un vuelco al corazón, irse... eso sería el final de todo. Sonia siguió escribiendo:
- Gema me llamó el otro día
- ¿Gema?
- Para contarme como estás
- Ella no... no me ha visto, está fuera, no sabe realmente como estoy
- Ya… Me dijo que teníamos que hablar pero no puedo más, necesito un cambio
- Sonia, yo...
- Pero Sara también me decía lo mismo, me ha convencido para que hable esta noche contigo
- ¿Porque casi le entro esta noche?
- Lo de esta noche era una prueba idea de Sara, yo le había dicho que seguro que aprovecharías e intentarías acostarte con ella, pero ella decía que no, que sabía que no harías nada

Joder, vaya con Sara, sí que confiaba en mí... Me quedé sin saber que escribir. Sonia escribió:
- Me has sorprendido
- ¿Tan cabrón piensas que soy?
- Ya no sé qué pensar, confiaba en ti al 100% pero volviste a traicionarme

De nuevo nos quedamos callados. Le escribí:
- Lo sé, te he defraudado, pero no ha sido con mala intención, de verdad. Podría haber usado lo que sabía de Javi para que te enfadaras con él, pero no quería verte mal
- Pues has conseguido que me sienta fatal
- Ya, y no sabes como me duele saber que te he hecho daño, pero mi intención era controlar a Javi, que dejara de engañarte, que siguieras contenta, porque te veía muy contenta y eso me gustaba, pero me equivoqué, no debería haberlo hecho, debería habértelo contado, he sido un estúpido, la he cagado totalmente

Silencio. La llamé para hablar directamente pero cortó la llamada. Le escribí:
- Sonia, no te vayas, vamos a hablar en persona, no así, tenemos que vernos
- ¿Para qué?
- Para que me perdones y me des una oportunidad
- Para follarme
- No, joder, no solo es para eso

Ella no escribió nada más. El taxi paró en mi casa, pagué y salí. Miré el móvil, nada de Sonia. Le insistí:
- Sabes que tú y yo somos algo más que solo un sexo increíble, esa compenetración que tenemos es mucho más que física

Sonia no escribía nada. Le escribí:
- Sabes que cuando estamos juntos, los dos nos sentimos genial, estamos de buen humor y nos entendemos con solo mirarnos

Sonia leía los mensajes pero no escribía. Le puse:
- Desde hace meses, cuando volvía a mi casa en tren después de estar contigo, me sentía mal por no estar más tiempo contigo y contaba los días para el siguiente fin de semana

Silencio. Seguí escribiendo:
- Pero no era solo por el sexo, recuerda que te llamaba con cualquier excusa, para escucharte, charlar contigo, verte por video ¿Te acuerdas? Llegaba del trabajo cansado y te ponía una video por cualquier chorrada, y era verte y escucharte y se me olvidaba el cansancio y el mal humor del día de trabajo, y sé que a ti te pasaba lo mismo ¿Verdad? Te gustaban esas llamadas tontas

Desesperado, terminé escribiendo:
- Sonia, no te vayas, por favor, te quiero como nunca he querido a nadie y me siento totalmente vacío sin ti, no soy nada sin ti

Sonia no decía nada, y a mí ya no se me ocurría nada más que no fuera aún más lastimoso y patético. Le escribí:
- Me he enamorado de ti y no me he dado cuenta, debería habértelo dicho antes pero soy así de gilipollas… Gema me lo ha dicho muchas veces pero me negaba a creerlo, y hoy con Sara lo he visto clarísimo, ahora sé que te quiero con toda mi alma, no puedo vivir sin ti

La pantalla mostró el check azul pero no escribía. Esperé un rato mirando la pantalla. Desesperado, le hablé al móvil:
- Venga, Sonia, responde, por favor, me estás destrozando

Ella seguía sin escribir. Notaba que la borrachera se me había pasado por el miedo y la tensión. Decidí que esta vez no me iba a quedar a la espera. Escribí:
- Voy a coger el coche y conduciré toda la noche hasta tu casa

De nuevo vi que lo leía pero sin respuesta. Seguí escribiendo:
- Tardaré 3 o 4 horas, no te vayas, por favor, espérame, dame esta última oportunidad

Sonia me leía pero no respondía. Le dije:
- Si no me esperas me da igual, pienso buscarte donde sea que vayas, iré a cualquier país, a todos, no pienso rendirme, te buscaré y te demostraré lo que significas para mí porque te quiero como nunca querré a nadie, ahora lo sé, Sonia, una vida sin ti no es vida, y lucharé por ti, haré lo que sea necesario para que me perdones porque te quiero, Sonia, te quiero

Me quedé mirando la pantalla, intentando pensar algo que escribir que reflejara aunque fuera mínimamente como me sentía. Entonces escuché ruido de tacones y me giré rápidamente, viendo como surgía de las sombras de mi portal una figura inconfundible. Me dio un vuelco al corazón y me quedé totalmente petrificado. Sonia se paró a un metro de mí. Tenía los ojos brillantes, con lágrimas surcándoles las mejillas, pero sonreía mientras decía:
- Yo también te quiero

FIN
 
Un gran relato aunque mi preferido es la ventana de enfrente, reconozco que lo he leído varias veces porque la relación Dani-Marta me encanta.
Si lo publicas por capítulos de nuevo tanto aquí como en la otra web, vas a añadir/modificar cositas como en apariencias, @FranRel ?
 
Un gran relato aunque mi preferido es la ventana de enfrente, reconozco que lo he leído varias veces porque la relación Dani-Marta me encanta.
Si lo publicas por capítulos de nuevo tanto aquí como en la otra web, vas a añadir/modificar cositas como en apariencias, @FranRel ?
También es mi preferido, pero ese creo que es bastante más largo.
La relación Dani-marta es de las más bonitas que he leído.
 
Un gran relato aunque mi preferido es la ventana de enfrente, reconozco que lo he leído varias veces porque la relación Dani-Marta me encanta.
Si lo publicas por capítulos de nuevo tanto aquí como en la otra web, vas a añadir/modificar cositas como en apariencias, @FranRel ?
Ufff, no creo. Intentaré corregir errores y las faltas que vea, pero no voy a releerlo antes. Iré leyendo por encima cada capítulo antes de publicarlos.
 
Me alegra ver que hayas subido este relato aquí, como imagino que harás con el resto. Son demasiado buenos como para no tener mucho sitio donde encontrarlos

También estoy a la espera de un nuevo relato por tu parte, como seguro que tantos otros compañeros y compañeras que hay por aquí, que ya han pasado varios meses desde el último
 
Hasta muy cerca del final, no veía, por lo menos en él, atisbos de amor, sólo deseo.

Se le vino todo de golpe, como un precoz 😅
 
Me alegra ver que hayas subido este relato aquí, como imagino que harás con el resto. Son demasiado buenos como para no tener mucho sitio donde encontrarlos

También estoy a la espera de un nuevo relato por tu parte, como seguro que tantos otros compañeros y compañeras que hay por aquí, que ya han pasado varios meses desde el último
Ufff, lo del nuevo relato lo llevo mal, estoy muy flojo jeje. No tengo tu facilidad para escribir tanto y de forma tan asidua :rolleyes:
 
Hasta muy cerca del final, no veía, por lo menos en él, atisbos de amor, sólo deseo.

Se le vino todo de golpe, como un precoz 😅
Es que era la idea del relato. La historia la cuenta un tío que no cree en el amor, solo en el sexo, y se niega a reconocer que su relación ha pasado del sexo al amor a pesar de las señales y lo que le dicen otros. No es que el amor le llegue de golpe, lo va incubando día a día pero no lo reconoce. El golpe es con la pérdida.
 
La primera vez que lo leí en pajis me pareció fantástico, ahora, pasado el tiempo, en esta nueva lectura me ha parecido mejor que la primera lectura. Gracias infinitas, por no dejar que se pierdan estos relatos

Como ya han comentado algunos compañeros, estaría bien leer un nuevo trabajo tuyo.
 
Me ha encantado volver a leerlo. Y como ya hacía tiempo desde la anterior lectura en Pajis, creo que me ha gustado más.
Es un placer leerte FranRel
 
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Os voy a contar una historia de relaciones, amistades, celos, sexo, peleas, traiciones… Y os la contaré desde mi punto de vista. Me llamo Fran pero antes de presentarme os contaré quien es Sonia, la musa y protagonista de este relato.

Podríamos decir que quien no conoce a Sonia, cuando la ve piensa dos cosas, que es una mujer sumamente atractiva, pero cuando se intenta hablar con ella, lo que ves es a una chica de trato seco, borde, engreída, chulesca e inaguantable por regla general.

Cuando empezó a trabajar en la empresa donde yo trabajaba, no tardó mucho en dar la nota y hacer méritos para que todos le cogiéramos tirria. Es de esas personas que no admite los errores, y si cometes uno, te machaca públicamente. Es muy exigente con ella misma y con todos, y no tiene ningún tacto en las relaciones sociales. Y es muy inteligente. Esa es la imagen que da a los demás. Bueno, no os la he “pintado” muy bien ¿no? Pero es que esa es la imagen que proyecta a los demás aunque no he hablado aún de algo importante, su aspecto.

Físicamente es de esas mujeres que atraen las miradas allá donde va. De cara es guapa sin ser espectacular, o más bien, no es espectacularmente bella porque siempre tiene un gesto serio y seco que hace que empañe su belleza. Siempre va maquillada al trabajo pero sin pasarse, se maquilla sin que casi se note que está maquillada, tiene esa habilidad.

Es morena y tiene una melena abundante. Sus ojos son grandes, marrones con un toque verdoso. Su nariz es pequeña pero algo puntiaguda y tiene unos labios grandes y sensuales, de esos que te mueres de ganas de besarlos.

Mide sobre el metro setenta más o menos, pero siempre lleva tacones en el trabajo. Y siempre lleva falda o pantalones ejecutivos y camisas o blusas que no muestran ni un poquito de canalillo, pero sí dejan claro que tiene unos senos grandes, potentes. De cuerpo es delgada pero sin pasarse, tiene buenas curvas en la cadera y en los pechos como ya he comentado. Y las faldas y pantalones le hacen un culo fantástico. Y cuando lleva falda, deja ver unas piernas bien moldeadas. Tiene 28 años.

Cuando la ves o te la cruzas, no puedes evitar fijarte en ella y mirarla, llama la atención su físico, su porte, su aplomo, y su forma de andar, segura y, a la vez, sensual aunque no lo hace adrede, se nota que es algo innato en ella. Y es una mujer elegante. Pero su carácter lo empaña todo. En la empresa a nadie le gusta trabajar o charlar con ella. No come con compañeros, alguna vez con jefes pero casi siempre con su novio que trabaja cerca y la recoge. El novio es un tipo muy bien parecido, guapo, atractivo, con buena percha... le pega como pareja, hacen buena pareja.

Sonia es una de las protagonistas principales de esta historia. Ahora me presento yo. Soy Fran, tengo 29 años, mido 1,90 m pero soy de complexión más bien delgada. Me cuido bastante pero no me lo tomo en serio, no soy culturista ni mucho menos, solo lo suficiente para marcar un poquito los músculos. Soy moreno, pelo corto. No soy guapo, alguna chica me ha clasificado como un feo atractivo, y debo serlo porque no suelo tener problemas a la hora de ligar. Y mi "arma" es normalita de grande, entre 16-18cm, pero de grosor sí está por encima de la media, es lo que más les llama la atención a las chicas, de forma muy positiva. No soy de tener relaciones duraderas, al revés, me gusta ir por libre.

Vivo con una compañera de piso, antigua ex y con la que pasé de relación estable a folla-amigos y luego a vivir juntos, la vida da muchas vueltas. Ella es Gema, 24 añitos, es bajita, muy delgada, muy sonriente y atractiva, tetas como unas manzanas (más bien pequeñitas pero muy sugerentes). Hace mucho deporte, casi que se dedica a eso y tiene el cuerpo fibroso, cero grasa, y un pequeño pero redondito y duro culo. A veces es rubia, otras pelirroja, otras a saber de qué color... y en la cama es un volcán, le encanta el sexo y lo disfruta a tope, y luego está muy loca en su día a día. Cuando éramos pareja, me dejó por una chica pero luego ha tenido de todo, le va todo. Le pasa lo mismo que a mí, no es de tener parejas, cambia mucho de opinión y gustos, pero a veces seguimos follando porque la chica es tremenda en la cama, aunque cada vez lo hacemos menos, ahora somos más amigos que otra cosa.

Y esta historia empezó en Madrid. La empresa nos envió a varios compañeros a esa ciudad, a un trabajo en las instalaciones de un cliente. La cosa se complicó y Sonia y yo acabamos pringados hasta arriba. Fuimos los únicos que nos quedamos hasta el final, echando horas extras a punta pala, pero conseguimos terminar con éxito y a tiempo. La experiencia de trabajar a solas con Sonia fue una pesadilla, si de normal era exigente y borde, con estrés era aún mucho peor. Sonia y yo, profesionalmente hablando, éramos del mismo nivel pero ella, por su forma de ser, siempre buscaba imponer sus ideas y mandar, y yo aunque tengo que reconocer que sabe adaptarse a otras ideas cuando se la convence de que son mejores. Esto nos llevó a muchas discusiones y broncas, pero conseguimos terminar el trabajo sin mandarnos a la mierda y sacarnos los ojos, y encima nos llevamos felicitaciones de clientes y jefes.

El día que ya nos teníamos que volver, el cliente insistió en invitarnos a cenar y, a regañadientes porque a ninguno de los dos nos apetecía, nos tuvimos que quedar una noche más. En casi 3 semanas en Madrid, era el primer día que cenaba con Sonia, ni siquiera habíamos salido a comer juntos, de lo cansados que acabábamos el uno del otro. También era verdad que solíamos comer en las instalaciones del cliente, algo rápido mientras seguíamos trabajando, incluido fines de semana.

El día de la cena, tras almorzar algo rápido en la cafetería del cliente y despedirnos de ellos hasta la noche, cogimos un taxi para ir al hotel. Yo estaba destrozado, deseando echarme en la cama y dormir una larga siesta, e iba pensando en ello cuando Sonia interrumpió mis pensamientos preguntándome:
- ¿Qué piensas ponerte para la cena?
- Puessss…. Me pondré uno de los trajes que me he traído, no tengo mucho más aquí

Ella, con cara de cabreo, me replicó:
- Claro, los tíos con el traje lo tenéis todo solucionado, pero yo tengo que ir a comprarme algo, que solo he traído ropa de oficina

Le dije que de acuerdo, que hiciera lo que quisiera, me daba igual, yo solo pensaba en la siesta que me iba a pegar tras tantos días de madrugones y acostarme tarde. Entonces me sorprendió diciendo:
- Ven conmigo y te compras una camisa, que no tendrás ninguna limpia
- Alguna tendré decente
- Mejor te vienes, que estoy harta de ver las tres camisas que te has traído

La miré extrañado por ese comentario pensando que era muy observadora, pero también algo fastidiado por esa intromisión en mis cosas, y le dije:
- Mira, Sonia, estoy muerto, paso de ir de tiendas, necesito echarme un rato

Sonia me miró enfadada, pero ya estaba tan acostumbrado a esas miradas que no me hizo replantearme nada. Pensé que ya habíamos acabado cuando me dijo:
- Si quieres te compro una ¿Qué traje te vas a poner?
- No sé, no lo he pensado… Déjalo, me pondré la que tenga más limpia

Y ahí quedó la conversación. Me fui a mi habitación y me eché en la cama. A las dos horas, me despertaron unos golpes en mi puerta. Abrí y era Sonia. Me dio una bolsa mientras me decía:
- Ponte el traje marengo, es el que mejor te queda. La camisa que te he comprado es para ese traje y te la he dejado para planchar, luego te la suben. La factura de la camisa está dentro de la bolsa, luego me la pagas. No te pongas corbata.

Y se fue, dejándome sin reaccionar, aún medio dormido. Más tarde me trajeron la camisa y cuando me vestí, estuve a punto de no ponerme la camisa por rebote con Sonia, por no darle el gusto, pero es que la camisa me había gustado y me quedaba perfecta, la chica tenía buen ojo para las tallas, y buen gusto. La verdad es que no sabía si era un detalle de ella o que buscaba causar aún mejor impresión a los clientes.

Bajé a la entrada del hotel a esperarla y cuando apareció, provocó que todos los tíos la miráramos, atraía todas las miradas, llevaba un vestido muy ajustado, negro, con la falda a medio muslo, tacones... No enseñaba nada de nada por arriba, ni un pequeño escote, pero mostraba claramente el generoso volumen de sus pechos. Estaba elegante y tremenda, es de ese tipo de mujeres que sabe vestir bien y con gusto. En cuanto me vio, se puso a darme instrucciones para la cena, que decir, por donde enfocar la conversación... Tuve claro que para ella era una cena de negocios, no una celebración de fin de trabajo.

En el taxi, al sentarnos, se le subió un poco la falda y pude ver que no llevaba pantis sino medias de encaje, y eso me puso un montón aunque no me planteaba nada con Sonia, ni de lejos me veía liado con alguien como ella. La miré, seguía muy seria, estresada, repasando cosas que decir a los clientes pero tuve que reconocer que estaba increíble.

La cena fue muy bien, pero a Sonia no se la veía nada relajada. Cuando los clientes querían hablar de tonterías, a ella se le notaba a la legua que le incomodaba ese tipo de conversación, no lo puede evitar. Y cuando le hacían alguna broma o halago, podía ver el esfuerzo que le costaba reír la gracia, la pobre lo estaba pasando mal. Pero en líneas generales, fue muy bien la cena.

Al terminar y despedirnos de los clientes, fui a buscar un taxi para volver al hotel pero Sonia me dijo:
- Fran, estoy muy tensa, que horror de cena
- Ha ido muy bien, hemos causado muy buena impresión
- Estas cosas no se me dan bien, me cuesta mucho adular a la gente y reírme de sus tonterías

Me reí por dentro, anda que se le notaba poco a la pobre. Entonces me dijo:
- Necesito tomarme una copa, conozco un sitio que me gusta de cuando vengo con mi novio

La miré extrañado y ella insistió:
- Venga, vamos a ir
- No, paso, estoy destrozado, necesito dormir durante dos días seguidos
- No, te vienes, yo así no puedo dormir, necesito tomarme algo y relajarme, estoy muy estresada

Ella, como siempre, tajante y exigente. Pensé en las ganas que me daban de mandarla a tomar por culo cuando se ponía en ese plan. Pero entonces me sorprendió diciendo:
- Tú has estado muy bien, ahora en la cena y durante el proyecto, sé que soy difícil de aguantar en el trabajo, pero me he sentido cómoda y confiada trabajando contigo y eso es raro, déjame invitarte a una copa, por favor. Te prometo no hablar de trabajo.

Me dejó pasmado... ¡¡¡Un halago!!!

Al final fuimos al local, que tenía barra, mesas y zona de baile. Empezamos tomando algo en la barra y ella pronto se comenzó a relajar. Se le soltó la lengua y se puso a criticar a los compañeros. El resumen, para ella todos eran unos inútiles. No se salvaba nadie. Decía cosas como "Nuria, esa es subnormal, tiene que tener las rodillas destrozadas porque si no, no me explico qué hace ahí". Luego insistió en bailar, y me llamó la atención que se le daba bien el baile, era raro de cojones verla tan suelta y distendida. No es que riera mucho pero sí se notaba que estaba más relajada de lo normal, parecía que le habían quitado el palo del culo como siempre decía un compañero.

Estuvimos allí un par de horas y bien, me lo pasé sorprendentemente bien. Además, era un placer verla bailar, siempre está bien bailar con una mujer guapa y atractiva. En cuanto la dejaba sola, se le acercaban moscones porque llamaba muchísimo la atención pero entonces volvía la Sonia normal con su bordería innata y los alejaba rápido.

Ya cansados de bailar, ella empezó a quejarse de los tacones y que quería volver así que salimos para buscar un taxi. Me fui a adelantar un poco para mirar donde podía haber una parada de taxis pero ella me cogió del brazo, me giró y me besó, arrinconándome contra una pared mientras su lengua buscaba la mía. Otra vez me dejaba de piedra, no lo esperaba para nada. Habíamos estado hablando mucho de su novio, sus viajes... y de pronto, este ataque... no me lo esperaba, en ningún momento me había dado indicios de interés de este tipo por su parte.

El morreo se prolongó un buen rato y aproveché para bajar una mano a su culo y otra a un pecho, y ella no puso ninguna objeción, siguió con el largo morreo. Cuando terminamos, dijo:
- Sigamos en el hotel
- Claro
- No entiendas mal esto, es un revolcón porque necesitamos eliminar el estrés de estos días, solo eso, nos usamos y ya está
- Vale

En el taxi seguimos la fiesta, me faltaban manos, pero a ella también. El taxista no nos quitaba ojo pero a ella le daba igual. Fuimos directos a mi habitación y nos metimos sin encender la luz. Nos desnudamos rápidamente y, gracias a la luz que entraba por la ventana abierta, pude admirar su cuerpazo, unas tetas de infarto, un culo espectacular... tenía un condón en la cartera de casualidad, y me lo puse rápidamente. Fue un buen polvo, con Sonia muy caliente y cachonda. Lo que más me gustó fue verla encima cabalgándome, con esas tetazas moviéndose al compás de sus embestidas a mi polla. Además, solo se dejó las medias y eso le daba un aspecto aún más sexy. No tardó en correrse con un gran gemido. Luego cambiamos de postura, me puse encima y estuvimos un buen rato besándonos y tocándonos mientras la follaba. Noté que tenía un orgasmo cuando me clavó las uñas en la espalda y se estiró con una sacudida y ya no pude aguantar más y descargué dentro de ella, en el condón.

Hasta aquí es el típico caso de polvo entre compañeros de trabajo tras pasar muchos días juntos y estresados ¿no? pero entonces pasó lo que ya no considero tan normal...

Al poco, Sonia se levantó y se puso a buscar su ropa. Encendió la luz y, sin ningún pudor, siguió buscando hasta encontrar su tanga y sujetador, que se puso rápidamente. La observé atentamente, en ropa interior, con las medias de encaje, estaba tremenda.

Entonces, sin motivo aparente, empezó a mostrarse borde y agresiva. Me empezó a soltar gilipolleces e insultos sin venir a cuento hasta que me harté, me levanté desnudo para ponerme enfrente suya y le dije que se fuera a la mierda y ella me replicó:
- No sé qué coño he pensado para follar contigo, no eres más que un neandertal
- Serás pija de mierda, menuda niñata
- Subnormal
- Vete de una puta vez
- Sí, a ver dónde coño me has tirado el bolso, gilipollas

Y así todo el rato... no entendía nada de este enfado repentino que le había dado pero cada vez estaba más cabreado con la situación. La veía dar vueltas buscando el puto bolso y venga a insultarme. Y el remate fue cuando dijo:
- Tanta polla y ni sabes follar en condiciones

Aquí ya me harté del todo, la tía se había corrido dos veces, estaba seguro de ello, y se estaba quejando como si hubiera sido un mal polvo, no me lo podía creer:
- Mira, loca pija de los cojones, ¿no será más bien que eres un palo seco?
- ¿No será que eres maricón?
- Serás puta
- ¿Te van las pollas o qué?

Me acerqué a ella amenazadoramente, a punto de coger y echarla de la habitación a empujones, tal como estaba en ropa interior
- Eres una zorra calienta pollas
- Pues no será tu polla la que se calienta
- Puto zorrón
- Maricón
- Coño, Sonia, deja de joder y tengamos la fiesta en paz, que me estás tocando mucho los cojones
- ¿Qué cojones, maricón? Te estoy insultando y no eres capaz de hacerme callar y mucho menos de joderme en condiciones

Y entonces me di cuenta, la tía me estaba provocando de mala manera, llevaba un rato tonteando sin vestirse, quería caña y me provocaba, ¿Buscaba que yo la insultara? ¿Que fuera agresivo con ella? Pensé que sí aunque no estaba seguro. La miré unos segundos y entonces la cogí por el cuello, y la empujé contra la pared mientras le decía:
- Te voy a joder como nunca lo han hecho, zorra

De repente se quedó callada, mirándome, sin intentar soltarse ni moverse. Nos miramos a los ojos y vi deseo en esos bonitos ojos. Le dije:
- Me vas a chupar la polla como la puta que eres

Ella seguía mirándome, sin rechistar ni sonreír ni nada, pero la notaba excitada. Con la mano libre le agarré una teta y noté el pezón duro a través del sujetador de encaje
- Y luego te voy a follar ese coño de puta que tienes hasta destrozarte, zorra

Le bajé el tirante y le dejé el pecho fuera del sujetador, con el pezón visiblemente duro. Se lo acaricié y ella soltó un gemido de placer... realmente estaba excitada...

Apreté un poco la mano en su cuello y ella jadeó, pero sin moverse, sin dejar de mirarme. Pegué mi cara a la de ella, casi besándola, notando su aliento, y le dije:
- ¿A qué esperas para chupármela, zorra?

La solté y ella se puso de rodillas y me miró desde abajo. Le hice un gesto y me cogió la polla que la tenía semi erecta por la situación. Sacó la lengua y me lamió la punta, para luego metérsela en la boca. Empezó una mamada lenta pero sin pausa. yo seguí insultándola y ella me miraba sin parar de chupar. Le ordené:
- Cómeme los huevos, zorra

Y ella paró y me lamió los testículos y luego se los metió en la boca, primero uno, luego el otro. Estuvo un rato y luego le dije:
- Sigue chupándomela, putita

Ella obedeció rápidamente. Yo estaba alucinado, no me podía creer esa sumisión de Sonia. Entonces le apreté la cabeza obligándola a meterse más y más polla en la boca. Le costaba debido al grosor, como a todas, pero no me paró. Seguí apretándola hasta que ya no aguantó más y se salió, tosiendo y diciendo "joder, que me vas a ahogar". Le dije:
- Pues aprende a hacer una mamada, puta

Me miró con mala leche y pensé que me había pasado, pero fue algo pasajero, volvió a meterse mi polla en la boca y a reanudar la mamada, intentando ella sola metérsela entera, con mucho esfuerzo y ruidos de atragantamiento.

La dejé un rato hasta que le dije;
- Ya está bien, ahora te voy a follar, puta, desnúdate

Ella se levantó, se quitó el sujetador y el tanga, quedándose solo con las medias. Le dije
- Joder, que pinta de fulana tienes con esas medias de puta

Y la besé, Sonia estaba increíblemente sexy con las medias, me tenía malísimo. Le cogí las tetas, el culo, me podía el ansia... ella me besaba con ardor mientras me cogía la polla, moviendo la mano a lo largo de ella.
- Estás deseando que te folle ¿Verdad, zorrita? Venga, vete a la cama

Sonia se subió a la cama y se puso a cuatro patas, esperándome. La visión era alucinante, verla así, mostrándome el culo y el coño, un pedazo de mujer en toda regla, tremendo... me acerqué y le toqué los labios vaginales, estaban húmedos. Le metí un dedo, estaba muy mojada, la tía estaba muy cachonda. Entonces recordé que no tenía más condones y me quedé parado, pero esa visión que tenía delante, eso no lo podía aguantar. Se la metí a pelo. Gocé de ella un buen rato, follándola duro, insultándola, cogiéndola del cuello, diciéndole que hacer... ella obedeciendo sin rechistar, corriéndose claramente varias veces... yo lo estaba pasando de fábula pero ella también.

Entonces, cuando ya me cansé, le dije que se pusiera de rodillas, que me iba a correr en su cara de zorra. Ella obedeció de nuevo, poniéndose delante de mí. Le dije que chupara, y lo hizo con muchas ganas, rápidamente, para que me corriera. Cuando ya no pude más, se la saqué de la boca y me corrí en su boca y cara, ella con la lengua fuera, esperando mi leche. La dejé totalmente pringada de mi leche. Ella me miraba, esperando algo. Le cogí un poco le leche de su mejilla y le metí el dedo en la boca, y ella chupó con ansia. Luego le dije que se limpiara con los dedos y los chupara, y eso hizo, de una forma muy erótica. Fui al baño a buscar una toalla y se la di. Sonia se limpió con ella sin dejar de mirarme.

Me tumbé en la cama destrozado. El primer polvo había sido bueno pero el segundo había sido salvaje total, estaba alucinado. Sonia se terminó de quitar la leche de la cara y se tumbó a mi lado, callada. La miré, estaba tranquila, mirando al techo. Alargué una mano y le acaricié suavemente un pecho. Ella me dejó, sin mirarme. Me empecé a adormilar, estábamos los dos tumbados, desnudos, con la luz encendida, tras haber echado uno de los polvos más raros y salvajes de mi vida.

Entonces ella se giró y dijo:
- Estoy un poco mareada
- ¿Por la bebida?
- Sí, y por todo esto, ha sido muy intenso
- ¿Te pareció malo el primer polvo?
- No
- ¿Entonces?
- No sé, estaba borracha y quería seguir jugando
- Joder Sonia, te podría haber hecho daño, otro tío te podría haber dado una buena hostia
- Lo tenía controlado
- Eso es jugar con fuego
- Además, eso hubiera sido parte del juego
- ¿La hostia?
- Sí

Entonces se levantó y se fue al baño. Cada vez estaba más sorprendido con Sonia. Escuché como orinaba y pensé "esta mujer está mal de la cabeza".

Sonia volvió del baño y se me quedó mirando para decir a continuación:
- Bueno, ¿me voy o eres capaz de otro?

La miré sorprendido:
- ¿Otro?
- Sí ¿Por qué no? Una noche es una noche
- Pero ¿igual de cañero?
- Tú sabrás
- Joder, sí que eres un zorrón

Me miró con una media sonrisa algo chulesca. Le pregunté:
- ¿Qué pasa? ¿Tu novio no te folla bien?
- Mi novio folla genial, pero él no está y yo tengo mis necesidades, así que me conformo contigo
- Ven aquí, putita

Y se acercó a la cama despacio, totalmente desnuda, solo con las medias, super sensual. Por cierto, creo que no he dicho que está casi completamente depilada ahí abajo, solo tiene una pequeña franja de pelo, cosa que me ponía aún más que si lo tuviera totalmente depilado. Le dije:
- Gírate, quiero verte el culo

Se giró, enseñándome su excitante trasero
- Joder, vaya culo que tienes, puta, estoy pensando en follártelo ahora
- No, eso no
- ¿No te gusta?
- No

A pesar de sus palabras, quiso provocarme más y, sin volverse a mí, se inclinó un poco, para dejarme una visión aún más espectacular de su culo
- Sepárate las nalgas

Y lo hizo, en silencio, mostrándome el ano. Se me puso dura al momento, la tía estaba demasiado buena como para no ponerme malo al instante
- Ven aquí, putita

Se giró y se acercó a la cama, mirando mi polla erecta y sonriendo levemente
- Tienes ganas de mi polla ¿no putita?
- Sí
- ¿Quieres volver a chupármela o tienes más ganas de tenerla dentro de tu coño de zorra?

Me miraba sin contestar y entonces le pegué una palmada en una teta, diciéndole
- Contesta puta

Sonia puso cara de dolor pero no protestó ni gritó. Tampoco dijo nada. Le volví a dar otra palmada en la otra teta, un poco más fuerte. Esta vez sí soltó un quejido
- Dí, zorra, ¿qué quieres?
- Quiero chupártela y que luego me folles por el coño
- ¿Tu coño de qué?
- Mi coño de puta

La cogí del brazo y la tumbé en la cama donde nos besamos. Volvía a estar super cachondo, cómo me ponía esa sumisión de Sonia, con lo cabrona que era siempre, verla así me ponía cerca del infarto. Nos dimos un buen morreo mientras nos tocábamos y luego le comí las tetas, qué tetas tiene la cabrona, una maravilla. Volví a por su boca y luego a su cuello. Le dije al oído
- Joder Sonia, qué buena estás
- Puta
- ¿Qué?
- Que me insultes, no digas mi nombre, insúltame

Con el calentón me tenía loco y se me había olvidado el juego de dominación pero ella lo tenía muy presente. La miré y dije
- Qué buena estás, puta

Ella aceptó el insulto con un pequeño gemido. Desde su cuello fui bajando tomándome mi tiempo en sus tetas, vientre, ombligo... hasta llegar a su coño. Lo miré de cerca, hinchado, mojado, precioso... y me lancé a comérselo. Cuando se corrió, volví a su boca, la besé y le dije
- Sabe a coño de puta ¿verdad?
- Sí
- Cómeme la polla

Me tumbé boca arriba y ella bajó a hacerme una buena mamada mientras yo la llamaba zorra, puta...

Tras un buen rato, le dije que se pusiera a cuatro patas sobre la cama, que la quería follar. Ella obedeció de inmediato. Me puse detrás de ella pero al ver su culo, volví a pensar en follármelo. Le dije
- Te voy a follar el culo, zorra
- No

Le pegué una palmada en una nalga. Ella dio un respingo y le dije:
- No te pido permiso, puta, te digo que te lo voy a follar
- No

Otra palmada, esta vez fuerte de verdad, se tuvo que escuchar en toda la planta del hotel. Ella dio otro respingo y soltó un quejido, pero no se movió, siguió a cuatro delante de mí
- Te voy a follar este precioso culo, putita
- Sigue pegándome

La miré sorprendido y ella giró su cabeza para mirarme, esperando. Le pegué tres o cuatro azotes más. Con cada uno, ella lanzaba un quejido pero no se movía ni me paraba. Me sentía raro azotándola, pero a la vez excitado. Me cogí la polla y le puse la punta en el ano pensando que ella se apartaría, pero no, Sonia ni se apartó ni se quejó. Pensé "¿Me va a dejar?" Eché saliva en su ano y la restregué por él con mi polla. Apreté un poco. Sonia no se apartaba, se dejaba hacer. Entonces me agaché y se lo lamí. Ella lanzó un gemido de placer. Se lo lamí varias veces y le metí un dedo en su coño, que estaba muy mojado. Luego, lo saqué y le acaricié el clítoris. Sonia se retorcía de gusto, gimiendo. Cuando vi que estaba muy cachonda, me incorporé. Eché más saliva sobre mi polla, y volví a apretar, entrando un poco en su ano. Sonia se quejó diciendo "ahhhhh" pero no se apartó. Apreté más, entrando la punta entera. Sonia volvió a quejarse, agachando la cabeza y me fijé que tenía agarrada con fuerza las sábanas.
- Relájate, putita, te acabará gustando si te relajas

Sonia se recolocó un poco, dejando de estar a cuatro patas para tumbar la cabeza y brazos y levantar un poco más el culo. Seguí metiéndola... tenía el culo super apretado, me dolía la polla de lo cerrado que lo tenía.
- Relájate, lo tienes bien apretado, tócate, eso te ayudará

Me obedeció y se empezó a tocar. Me quedé quieto, con poco más del glande metido en su culo. Le pregunté:
- ¿Estás bien?
- Sí
- ¿Sigues cachonda?
- Sí
- Voy a moverme
- Sí

Eché un poco más de saliva y volví a apretar. Sonia volvió a quejarse, pero no paró de tocarse. Cuando llevaba la mitad de la polla dentro paré y la empecé a sacar lentamente, para luego volver a meterla. Fui moviéndome más rápido y conseguí un buen ritmo de folleteo de su culo, siempre sin metérsela entera. Ella se quejaba y gemía, pero ya se notaba otro tono, era placer. Acabó corriéndose gracias a su mano.

Me salí y me tumbé a su lado, ella estaba boca abajo, con la cara en la almohada, recuperándose de su orgasmo. Entonces me miró, tenía el maquillaje hecho un desastre, se le habían saltado las lágrimas y le corrían por la cara unas líneas negras. Le limpié un poco la cara con los dedos y le di un beso tierno.

Le dije:
- Quiero follarte por el coño

Ella no decía nada, solo me miraba seria:
- Pero antes límpiame la polla con la boca, chúpamela

Sonia ni lo dudó, se incorporó y volvió a chupármela, de su culo a su boca directamente, menuda zorra estaba hecha. Luego le dije que se pusiera encima y me cabalgó un rato, mientras yo disfrutaba del bamboleo de sus tetazas. Al rato le dije
- Ahora por el culo, zorra

Sonia me miró y se sacó mi polla de su coño. Se colocó para poner la punta en su ano y apretó. Le costó varios intentos pero logró metérsela. Me dolió bastante y a ella también por la cara que puso. Le dije:
- Joder, mejor echa saliva, que lubrique algo
- Espera, tengo una idea

Se levantó y buscó su bolso, que curiosamente, encontró enseguida, no como antes del segundo polvo. Sacó un botecito de crema y se untó en las manos y luego en el culo. Luego me puso en la polla. Se volvió a poner encima. Esta vez le costó aún más metérsela porque resbalaba pero cuando lo logró, ya no me dolió. Fue despacio, colocándose varias veces para facilitar mejor la entrada hasta que dio con una buena postura que me dejó ver bien su coño y mi polla dentro de su culo ya que se inclinó para atrás, con las piernas hacia delante, como a cuatro patas pero invertida. Empezó un lento folleteo, mezclando gestos de dolor y placer aunque pronto fueron solo de vicio.

Alargué la mano y le toqué el coño. Le metí un dedo, estaba muy mojado. La masturbé mientras ella se movía cada vez más rápido. Durante los polvos, Sonia había gemido mucho pero casi sin gritar, en esta ocasión se puso a gritar de placer, a las cinco de la madrugada... se la tuvo que escuchar en todo el hotel. Ya no aguanté más y me corrí dentro de su culo, y ella me siguió al momento, con un gran orgasmo.

Después de aquello, se tumbó a mi lado y se quedó dormida casi al instante. La miré pensando que todo había sido muy loco, que no me esperaba que Sonia fuera así en la cama. Al poco, también me quedé dormido.

Este es el que estaba esperando, dale con todo FranRel, trataba de buscarlo pero no lo encontré ya que no me acordaba el título, vamos que me lo releo de nuevo, este es muy bueno. :aplausos1::aplausos1::aplausos1:
 
Este relato lo he leido 4 veces con esta, desde que lo descubrí en el otro foro, igual que el de La Ventana. Son espectaculares!!!.

Y seguiré leyéndolo de vez en cuando.


PD: Lei que tus relatos los tenías en PDF. Me puedes decir donde descargarlos?. Me refiero a este de Apariencias. El de la Ventana me lo estoy descargando a duras penas
 
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