Cachonda zorrita a los 61

[Perrita61]

CONTINUO...
Note como me rodeaban hombres y empezaban a poner mis manos en sus poyas, que yo movía masturbándolas, y ellos tocaban mi cuerpo, hasta que uno me hizo que me arrodillara y se la mamara, entonces pasaron no se cuántas poyas por mi boca y manos por mis pechos y coño, tenía ganas de ser follada, muy follada y por muchas poyas y las tenía hay a mi disposición, así que me puse a cuatro patas, con ganas de que me la metieran, con mi cuerpo lleno de leche, note enseguida una que me penetraba.

No lo hagas, intervino Antonio, ya tendréis tiempo, correros en su coño, pero no la metáis.

La saco de inmediato, y las poyas empezaron a pasar de mi boca a correrse rozando mi coño, lo que me hizo entrar en un orgasmo interminable.

Me cogió Antonio, me levanto y pude ver un poco a través de mi venda que estaba húmeda de la lefa que había caído, en ella ummm, siluetas de hombres desnudo.

La gusta la luvia dorada a mi mujercita, necesita una buena lluvia esta cerda.

Me agarro de la mano y me llevo al servicio me metió en la ducha y empecé a sentir como mi cuerpo se llenaba de agüita dorada, que apuntaban a todos sitios, pero sobre todo en mi cara y pechos, no sé cuánto duro, pero lo disfrute mucho, sentirme cerda, muy cerda, me excitaba.

Se metió esta vez Marcos para lavarme, me follo el culo en la ducha, me volvió a limpiar, me puso otra venda y me ato las manos con una cuerda, entonces entro Pedro y me llevo al comedor donde estuve antes.

• Mirar bien a la puta de mi esposa, la queréis follarla, queréis follaros este coño y este culo, lo dijo tocándolos.
• Siiii, gritaron
• Pues con condón, y uno por uno.

Me entro en la habitación me ato boca abajo con la almohada debajo del vientre con mis piernas bien abiertas y el culo en pompa para facilitar la penetración de mis dos agujeros sin obstáculos.

Lubrícame bien, tengo un bote en el bolso. Le dije

cogió el bote y me puso bien lubricado mi culo y coño dejándome en esa posición expuesta y sin posibilidad de escapar, en mi vida había estado en esa situación tan excitante, no saber el aspecto físico, si me daría por el culo o preferiría mi coño, si se comerían mi coño o preferiría mi boca, la verdad es que hubo de todo y deje de contar los que me follaron, de todas las maneras posibles, utilizaron todo mi cuerpo para correrse y algunos sin condón, porque note sus fluidos como inundaban mi coño.

Los últimos en follarme fueron los tres rumanos, que lo hicieron a la vez, repitiéndome que tomara una ducha antes de meterme en la cama con ellos, y me follaron de nuevo como una muñeca en sus manos, penetrándome por donde quisieron, yo solo tenía fuerzas para un orgasmo mas al notar como metían dos poyas en mi coño, aunque el placer placer no me abandono ni un rato de pura zorra que soy, al sentirme deseada, tocada, penetrada y complacida en mis deseos mas morbosos.