Soy de pueblo pequeño, cuando no tienes dineri para tener coche, pues follas donde puedes. Y este hombre, Paco, le llamaré, la verdad que tenía una entrada de cemento de puta madre para entrar a su chalet. Así que íbamos mi novia y yo después del botellón o alguna tarde/noche y festín, os podéis imaginar. Nos pilló un par de veces, hasta que en ese verano, en las fiestas del pueblo coincidimos en temas de festejos, montar escenario, carpa de bebidas y esas cosas. Y ahí nos conocimos más, salió el tema del folleteo y en esas fiestas la última noche, el ayuntamiento pues hace una cena para los del pueblo, ya te digo pueblo pequeño y tal y paga unos cubatas a la gente que colabora. En fin en medio de esa noche, me presenta a Ana, su mujer, la conocía del pueblo de verla pero ya está. Rubia, pelo corto, gordita 1,69 y buenas tetas. Esa noche con la borrachera y tal no me coscaba, pero Paco le decía, este es el chico que te decía y yo veía que ella me miraba de forma cariñosa. Ahí no pasó nada, pero por cuestiones de la vida un mes después de las fiestas. Nos cogen a currar a Paco y a mi en el mismo sitio. Y ahí es cuando comenzó a explicarme el candaulismo, la relación que tenía con su mujer y que buscaba.
A día de hoy y casi 20 años después aun mantenemos el contacto y hacemos videollamadas entre los 3. No sé si queréis saber más, o si es un tochaco.