No a todo el mundo le gusta ser follado por el culo. No a todas las chicas y tampoco a todos los chicos.
Influyen multitud de factores. El primero es tu actitud de deseo y desinhibición. Y el número dos, que el follador sepa cómo follarte. Que no sea un conejo egoísta y tenga la paciencia suficiente en preliminares y el ritmo adecuado a la hora de entrar. Y esto creo que es igual para chicos que para chicas, aunque es lógico que en el modelo heteronormativo que vivimos sea más difícil la desinhibición para los chicos. Hablo de la experiencia sexual anal, no de si a uno le gustan los chicos o las chicas, los rubios o las morenas, o las altas o los delgados.
A mí encanta, es más que un simple orgasmo, eso lo tengo con una paja. Sentir al tío percutiendo dentro de mí, su respiración, su excitación, la tensión del placer sin frenos… Cuando se corre dentro de mí, buf, es una de las sensaciones más intensas que se pueden tener. Correrme sin más ha ocurrido muy pocas veces, pero, si no pasa, me masturbo cuando siento que él se va a correr y termino en segundos. Me excita sobremanera sentir una polla de verdad, dura, suave, caliente, entrando poco a poco en mi culo.
Y olvídate del porno. Te voy a confesar un secreto: es todo mentira, una puesta en escena donde no se piensa en quienes están teniendo sexo, sino en un tercero que mira a través de un encuadre.