12
Gema
Abrí los ojos con cuidado, ya entraba bastante luz por la persiana a medio bajar. Nunca la bajaba del todo, no podía dormir si todo estaba a oscuras, y no me molestaba la luz de la mañana porque normalmente me despertaba temprano, pero esa mañana me estaba costando levantarme, y era normal, la noche anterior, con la fiesta, me había acostado tarde.
Cogí el móvil y miré la hora “Ufff, las ocho y media… se me pasó la hora de salir a correr”. Me estiré todo lo que pude y sonreí. Me sentía bien. La fiesta había sido genial. Me había divertido mucho con Ali, Sofi, y sobre todo, con Dani.
Esta vez no había bebido nada de alcohol, la noche anterior me había pasado mucho, demasiado, había bebido mucho y me había comportado como… mmmm había sido un poco guarrilla… bueno, mucho. Aún estaba alucinada con el sexo que había tenido con Dani hacía dos noches. Había sido el mejor sexo que había tenido en muuuucho tiempo, mil veces mejor que cualquier polvo con Jack, de eso no tenía dudas, pero estaba un poco asustada por mi comportamiento. Me había desinhibido totalmente con Dani ¿Qué pensaría él de mí? “Que soy una guarrilla, eso seguro”.
Suspiré. De esa forma solo me había comportado con Fran, pero claro, con Fran tenía plena confianza en aquella época y lo quería con locura, pero a Dani casi no lo conocía y mucho menos, lo quería, por eso me resultaba tan extraño mi comportamiento, no era propio de mí. Es que no solo era que estuviera completamente desinhibida, es que había estado ansiosa de sexo… Solo con Fran me había pasado eso.
Suspiré de nuevo, ahora contrariada y pensé “Deja de comparar con Fran… Fran es el pasado, eso está cerrado y bien cerrado, tiene novia, me ha olvidado”. Pero seguía incómoda pensando en mi comportamiento. Dani era muy atractivo, de eso no cabía dudas, y tenía cuerpazo pero eso para mí no era tan, tan importante. Jack era igual de atractivo y también tenía cuerpazo, y jamás me había comportado así con él. ¿Cuánto tiempo pasó con Jack hasta que empezamos a hacer posturas diferentes a la del misionero o yo encima? Meses tardé en ponerme a cuatro con Jack y lo hice por insistencia de él. Pero con Dani fui yo la que se puso a cuatro en el sofá.
“¿Será que ahora me atraen tíos con cara de malotes?” pensé. Nunca me habían atraído, tenía como referente a Fran, un chico sensible, bueno, atento… Y Jack era parecido a Fran en esos aspectos aunque al final me saliera rana con los cuernos que me puso, pero pinta de malo no tenía, todo lo contrario. En cambio Dani sí, la mirada un poco soberbia, sus gestos, su seguridad, sus tatuajes… todo gritaba al mundo “Soy malote”. Sonreí. “¿Será que una vez pasada página con Fran esté huyendo de los chicos como él y ahora me gustan los que son lo contrario a él?” medité, podía ser porque lo cierto era que incluso los chicos tipo Dani me habían producido algo de repulsión, pero estaba claro que ahora no.
Y recordé la insistencia de Dani anoche para que me quedara con él. Quería sexo y yo también, pero no sentía ese ansia del día anterior, tenía ganas pero me podía controlar. Así que le di largas para mantener un poco la dignidad y no parecer una guarrilla sedienta de sexo, no quería darle esa imagen, aunque era una tontería, no quería una relación seria con él… o no por ahora. “Que tonta eres, Gema, si en menos de dos meses te vas de vuelta a EEUU ¿Qué relación seria vas a tener?” y me reí de mis ocurrencias. Dani solo podía ser diversión, solo eso.
Me levanté con trabajo. Hoy venía Sofi para pasar el día. Anoche la había notado rara, se divirtió pero no como otras veces, no la había visto tontear o enrollarse con nadie, y eso que había chicos muy atractivos. Me dijo que era algo del trabajo y le quitó importancia, pero no me engañaba, algo le pasaba. Hoy intentaría sonsacárselo. Sofi era muy extrovertida y hablaba por los codos, pero con sus cosas personales no, nos mantenía al margen. Contaba poco de sus trabajos, de sus chicos, de sus preocupaciones… bromeaba constantemente y reía mucho, pero a veces se la notaba tan… mmm tan desanimada... no lo tenía claro, a veces se le notaba que intentaba simular su ánimo con esas bromas. Hoy le preguntaría en serio, y le preguntaría por Dani, la había notado un poco seca con él. Todo lo contrario que Ali que había alucinado con él.
Me puse las zapatillas y fui al baño.
Carlos
Escuché pasos bajando por la escalera. Por la cadencia, supe que era Gema. Encendí la cafetera mientras escuchaba “Buenos días, papi”. La miré sonriendo. Mi preciosa Gema. Le pasaba como a su madre, recién levantada y ya estaba guapa y fresca como una flor. Le dije:
- Buenos días, hoy se te han pegado las sábanas
Se me acercó y me dio un beso en la mejilla mientras decía:
- Anoche llegué un pelín tarde
- Ya, ya, tú y tu hermano
- ¡¡¡Papá!!! ¿Sigues sin dormirte cuando salimos? Pensaba que eso ya lo habías superado
- No, hija, eso nunca se superaba
Gema meneó la cabeza pero era algo que no podía evitar. Silvia sí se dormía, pero yo me quedaba pendiente hasta tener la tranquilidad de que estaban todos en casa. Lo mal que lo pasé los primeros meses de Gema viviendo en EEUU solo lo sabía Silvia.
Gema me miró seria y dijo:
- Y aún te queda Cristi cuando empiece a salir
- No me lo recuerdes
- Ayyy, papá, que tonto
- Contigo estoy más tranquilo pero con Fer y esa moto…
- Fer controla, papá, y casi no bebe
- Lo sé, lo sé, pero no es por él… es que de noche con la moto, y tanto loco que sí bebe con sus coches… No estoy tranquilo, Gema
- Ya, pero no puedes quedarte horas en la cama pensando en eso
- Son cosas de viejos, hija jeje
- Ayyyy
Gema sonrió tristemente y me dio un abrazo achuchón diciendo:
- Que papá más tontorrón tengo
- ¿Qué te preparo de desayuno?
- Ya me lo pongo yo
- No, si ahora no tengo nada que hacer ¿Unas tostadas?
- Prepara el café y yo me hago las tostadas ¿Y mamá? ¿En el despacho?
- No, hoy no podía teletrabajar, tenía reuniones presenciales, se ha ido temprano a la oficina
- Oh, vaya
- Pero viene a comer
- Guay… ah, también viene Sofi ¿Vale?
- Perfecto ¿Y Ali?
- No, no puede, tiene que ir por la tarde con la madre a algo
- Ah, eso me recuerda que esta mañana he hablado con Fran cuando estaba trabajando en el jardín, me ha contado que ayer tuvieron un buen susto
Gema se giró rápidamente y me miró:
- ¿Qué pasa?
- Su padre se desmayó y se golpeó en el hombro
- ¡¡¡No me digas!!! ¿Está en el hospital?
- No, le hicieron pruebas pero no vieron nada, dijeron que el desmayo fue algo de la tensión y lo mandaron a la casa
- Que susto se llevarían
- Sí, hija, sí… esta tarde iremos tu madre y yo a verlo
Gema titubeó un poco hasta que preguntó:
- ¿Cómo estaba… Fran?
- Bien, bueno, preocupado, con el susto aún en el cuerpo
- Ya
- Le he dicho que se fuera a casa, pero ya sabes que terco es, que antes quería terminar el trabajo y… bueno, lo de siempre, tan responsable como siempre, quiere hacer bien el trabajo para no dejar mal a su padre
- Ya
- Cuando hables con él, a ver si le convences de que baje el ritmo, este chico me preocupa, su padre dice que siempre está cansado y…
- Papá, Fran es como es, déjalo estar
- Ya, pero a su padre, a tu madre, a mí… no nos hace caso… contigo siempre ha sido…
- Nada, papá, te recuerdo que pasó de mí, no soy nada para él
- No digas eso, Gema, él siempre te ha querido mucho… que no funcionara lo vuestro no quiere decir que…
- Paso de Fran, papá, no pienso meterme en su vida ni nada parecido… es mayorcito… y dejemos el tema ¿Vale? No me gusta hablar de él
Asentí. Aún le duraba el resquemor de aquella ruptura de adolescentes. “Supongo que el primer amor nunca se olvida y duele siempre” pensé y cambié de tema:
- Ayer conseguí sacar a Cristi de la casa
- Vaya acontecimiento jeje
- Sí, aunque fue cosa de ella
- Oh, aún más raro ¿Dónde quiso ir?
- Aquí al lado, a casa de los Fortens
- Ah
La miré extrañado, ese “Ah” había sonado a “Ya lo entiendo”. Le pregunté:
- ¿Sabías algo?
- No, no
- Me había parecido que…
- ¿A qué fue?
- A ver un concierto, bueno, un ensayo para un concierto de unos compañeros suyos del colegio
- Ajá ¿Y por qué fuiste tú? Ella ya es mayorcita para ir hasta la casa de los Fortens, está a diez minutos andando, papá
- La acompañé porque, aunque es aquí cerca, esa carretera cuando oscurece no me gusta y…
- Ya
En la vida iba a dejar a mi pequeña Cristi ir sola por ahí casi de noche. Y más después de lo que le pasó a Gema a su edad, vamos, ni de broma la dejaba sola. Como siempre, me estremecí al recordar lo de Gema. Intenté que no se me notara y dije:
- El “concierto” fue horrible, jeje
- Jeje ¿Tan malos son?
- Sí, pero bueno, por lo menos Cristi estuvo allí con sus compañeros, tiene que salir más
- Ya saldrá, papá, ya saldrá, y entonces dirás “Con lo tranquilo que estaba yo cuando no salía”
- Jajaja, es verdad
Gema
Me reí por dentro. Tenía que hablar con Cristi. Los últimos días casi no la había visto, culpa mía con mis líos. Me imagina que es lo que había pasado, el niño que le gustaba era un Fortens, el tal Germán, y no había podido resistirse a verlo con su banda o lo que fuera. Sonreí por dentro mientras mi padre seguía contándome lo malos que eran y pensé “Ay, papá, papá, tu niñita empieza a hacerse mujer, que mal lo vas a pasar de nuevo cuando empiece a salir”.
Sofi
Abrí los ojos de repente, me había quedado dormida tomando el sol en la hamaca y es que era la hora de la siesta. Me tapé un bostezo y miré a mi alrededor. No había nadie. Carlos y Silvia se habían ido a visitar a alguien pero ¿Y Gema? ¿Dónde estaba? Antes de dormirme había dicho que iba a hacer pipí pero ya hacía rato ¿O solo me había dormido un minuto? Quizás, no tenía ni idea.
Pensé en levantarme y tirarme a la piscina pero estaba muy bien al solecito. El chalet de los padres de Gema era una pasada, me encantaba. Era grande, con un jardín enorme, su piscina enorme, la zona de barbacoa… un sueño imposible para mí. Sabía que le echaba mucha cara viendo aquí cada dos por tres pero es que me encantaba y más el ambiente familiar de Carlos y Silvia.
Entonces pensé en el interrogatorio de Gema. Había estado muy pesada con “A ti te pasa algo”. Estaba claro que era bastante perceptiva, pero es que anoche sí me pasaba, estaba muy mal de ánimo, pero hoy estaba mucho mejor gracias a la promesa de curro que había conseguido esa mañana. También se había mostrado muy pesada con Dani, sobre mi opinión. No había querido decirle nada, si era solo un rollete para alegrarse el cuerpo no se lo quería fastidiar con mis recelos. Si veía que iba más en serio, sí hablaría con ella.
Me giré y me puse boca abajo desabrochándome el bikini por la espalda. Y pensé en lo ocurrido esa mañana. Me levanté de buen humor, con ganas de enfrentarme al mundo. Sabía que era gracias a Fer, me hacía sentir especial, deseada y atractiva. Era consciente de que podría convertirse en un problema, que uno de los dos nos enchocháramos del otro, más Fer de mí que al contrario, pero no podía evitar recurrir a él, me levantaba la moral de una forma que nadie más podía hacerlo. Sabía que lo usaba pero esperaba que él también se sintiera satisfecho del uso que hacía de mí.
Y con ese buen humor, había decidido ir a las oficinas de las empresas con las que normalmente trabajaba. Lo de llamar por móvil no había resultado, pero quizás si iba en persona y les insistía… Al menos lo tenía que intentar. Y hubo suerte, conseguí hablar con una jefa con la que me llevaba bien, le había casi suplicado y había conseguido el compromiso de que me llamaran para una semana completa de trabajo. Estaba flipando, no días sueltos, una semana. Eso me arreglaría el mes. Con eso tendría asegurado el alquiler del mes y me sobraría algo. Lo malo es que sería para la semana siguiente, pasaría varios días sin curro ni ingresos. Tendría que extremar el ahorro pero no era problema, estaba acostumbrada.
Y cuando salí de la oficina, me crucé en la puerta con Tere:
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Unas horas antes
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“Sofi, guapa, ¿Qué haces aquí?” Me giré y vi a Tere esperando al ascensor. Nos dimos dos besos y le expliqué. Ella dijo:
- Me alegro mucho, yo a ese congreso no voy, salgo de viaje con mi novio
- Ah ¿Y qué haces aquí? El congreso aún no ha terminado ¿No?
- No, pero hoy libro y he venido a recoger unos papeles para llevarlos mañana, que me pillaba esto de paso
- Ah, bien
- Voy bien de tiempo ¿Nos tomamos un café?
Inmediatamente empecé a darle excusas. No podía permitírmelo, mi plan de ahorro extremo ya estaba en marcha. Tere me interrumpió:
- Ven, yo invito
- Pero es que…
- Sofi, conozco bien esas excusas, yo también las he dado
Me sentí abochornada pero Tere siguió insistiendo y fui con ella. Cuando nos trajeron el café, dijo:
- Yo también tuve malas épocas de no tener ni para café
- Pero no es eso, es solo que…
- Sofi, cariño, llevo en esto desde los 18 y ahora tengo 24 años ¿Tú cuántos?
- 20
- He visto de todo, y sé lo que veo ahora, no te avergüences, son rachas ¿Verdad?
Asentí, avergonzada. Cogí la taza y bebí, más que nada para disimular. Tere me miraba fijamente. Entonces preguntó:
- ¿Qué has hecho con la tarjeta que te di? ¿La has tirado?
Negué con la cabeza. Ella sonrió:
- Pero no has llamado
- Es que no necesito…
- Ya, ya…
Se me quedó mirando y preguntó:
- ¿Te puede ser sincera?
- Claro
- Te lo dije el otro día… tienes que espabilar, Sofi
- Ya
- No, en serio… Llevas más de un año en este mundillo. Puedes seguir igual, no hay problema, pero cada vez te costará más que te llamen porque siempre hay nuevas chicas y chicas más… mmmm ambiciosas ¿Entiendes?
- Sí
- Y estás cogiendo fama de estrecha y borde
- ¿Qué? ¿Quién…?
- Eso no importa… lo que importa es que se va diciendo y eso cierra muchas puertas
- Pero…
- Mira, nena, no eres tonta, y sabes que una mamadita a tiempo te puede solucionar muchos problemas en meses
La miré pero no dije nada. Ella continuó:
- Lo de Mar del otro día… el tío se te insinuó antes ¿Verdad?
Asentí sorprendida. Ella continuó:
- ¿Sabes por qué lo sé? Porque se lo escuché mientras hablaba con nuestro jefe “A la canija estrecha no la quiero más”
Abrí la boca sorprendida. Ella continuó:
- Y ahí tienes a Mar, tranquila y contenta por cinco minutos de rodillas
Miré el café. Todo esto ya lo sabía pero es que me negaba a hacerlo. Tere continuó:
- ¿Conoces a Charo?
- ¿Charo?
- La del complejo de los Ventanales
- Ah, sí
- Esa fue mi primera vez, no fue una polla si no un coño, y no fueron cinco minutos, fue una cena y la noche, pero lo mismo es, y el resultado parecido
Pensé en Charo. También se me había insinuado. Una mujer de unos 50 años. Salí despavorida cuando me di cuenta de lo que me pedía. Tere me preguntó:
- ¿Charo se te insinuó?
Asentí. Ella rio y dijo:
- ¿A que no te han vuelto llamar para algo en Los Ventanales?
Dije:
- Me imaginaba que fue por eso
- Pues claro, Sofi, ayyy, nena, tienes que espabilar
Entonces se me acercó más y me dijo en tono confidencial:
- Te voy a proponer una cosa
La miré con dudas. Ella rio y dijo:
- Mi novio está fuera de viaje de trabajo y me estaba planteando llamar a Sara porque, aunque lo quiero mucho, en la cama es aburridillo y, además, estaba pensando que me vendría bien la pasta para comprarme algunas cosillas que he visto, y aprovechar para divertirme un poco
La miré con la boca abierta. Tere continuó:
- Así que estaba pensando llamar esta tarde a Sara para pedirle un par de servicios, pero te propongo una cosa ¿Quieres que le pida uno que sea un trío y te vienes?
Me quedé pasmada. Ella siguió hablando como si nada:
- Así entras en el negocio con una amiga, no sola que es más duro
Entonces me acarició la mano con la que agarraba la taza y dijo insinuante:
- Y te aseguro que las dos nos vamos a divertir mucho aunque el tío sea una mierda
Y me guiñó un ojo. Aparté la mano rápidamente y me levanté:
- Yo… yo… no… no… lo siento
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Y salí corriendo. Me había costado recuperarme de la impresión aunque luego, ya recapacitando, me reí. Tere era una guarrilla, hacerle eso al novio… pero no estaba de acuerdo con ella, yo llevaba ganándome la vida con esto durante más de un año y ni una sola vez había tenido que hacer algo así. Si no me llamaban de un sitio, pues bien, había más. Lo importante era que ese día había conseguido trabajo, con eso ya estaba feliz, y pasaba totalmente de cosas raras.
Levanté la cabeza al escuchar venir a alguien. Era Gema que se echó en la otra hamaca. Le dije:
- Tía, que meada más larga
- Jajaja, que bruta eres
- Ah, que era lo otro… joe, que cagada más larga
- No, idiota, jajaja, pero que bruta eres cuando quieres jajaja
Me reí con ganas, Gema siempre era muy educada y femenina, y cuando me hacía la verdulera se sentía muy incómoda. Cuando me paré de reír, le pregunté:
- ¿Dónde estabas?
- Hablando con Cristi
Miró hacia la puerta y, bajando la voz, dijo:
- Le hace tilín un amiguito jiji
- Ahhh, aleluya, al final vamos a conseguir que no sea una friki rara
- Jajaja
- Pero, espera, espera ¿no será otro frikazo como ella?
- Pero ¿Qué manía tienes con los frikis? Mi padre lo es, y mi tío, y son un amor
- Tu padre y Héctor son tíos buenorros, que no solo Ali le haría un favor a Héctor ¿Eh? Jajaja
Gema meneó la cabeza riéndose. Seguí hablando:
- Si es un friki de ese estilo no digo nada, pero como sea como el de Ali que ni sale a la calle, ufff
- Creo que le gusta mucho el fútbol y la música
- Ah, menos mal, un niño normal que sale a la calle a jugar
- Pero no le digas nada, es un secreto
- Sin problema, me haré la tonta y se lo sonsacaré jajaja
- Jajaja
- Oye ¿Y tu hermano? ¿Por dónde anda? ¿Se ha ido con sus amigos?
- No, está en su cuarto, hoy te quedas sin tostarte las tetas
- No es por eso, es que me tiene que hacer un favor
Gema
La miré extrañada y temerosa, a ver ahora la que se traía entre manos y las discusiones que conllevaría. Gritó:
- FEOOOOOOOO
Al poco respondieron:
- ¿Qué pasa?
- Acuérdate de lo que me prometiste ayer
- Sí, sí, estaba terminando una serie, ya voy
- Vale, gracias
Ahora sí que tenía curiosidad. La miré interrogativamente y me dijo:
- Ayer me prometió que miraría mi moto, que está haciendo un ruido raro
- Ah, sí, le gusta enredar con su moto
- Por eso, a ver si sabe que le pasa… como se me rompa, me muero
- A ver si te la rompe él trasteando con ella
- No jodas
Y se incorporó cogiendo el bikini. Rápidamente se lo ató a la espalda diciendo:
- Mejor voy y lo controlo, a ver si se emociona y me la desmonta y luego no sabe volver a montarla
- Jaja
- Y así aprovecho y aprendo algo, que me vendrá bien por si acaso se estropea
- Vale
- ¿Vienes?
- Paso, no me gustan las motos
- Ya
- Y no os peleéis
- Que no, tonta
Entonces llegó Fer y le dijo a Sofi:
- Dame las llaves que escuche ese ruido
Sofi se levantó para ponerse las sandalias mientras decía:
- Voy contigo, feo, que a saber lo que le haces a mi pobre moto
- No te fías de mí
- Claro que sí, feo, es solo que no me fío jajajaja
- Te fías y no te fías ¿No? Vale, me queda claro
- ¿A qué sí? Es que tengo el don de la palabra jajaja anda, vamos
Meneé la cabeza. Ya mismo estarían discutiendo, de broma, pero discutiendo. Me maravillaba el aguante de Fer con las pullas de Sofi, pero lo cierto es que nunca le caían mal y por eso ella no paraba de bromear y darle caña, porque sabía que ella estaba de broma.
Los miré irse y grité:
- No os peleéis
- Que no, pesada, si yo quiero mucho a mi feo ¿Verdad, Feo?
- Me quieres para reírte de mí
- Y lo que nos divertimos juntos jajaja
Y los dos se fueron mientras escuchaba sus risas. Me reí “Vaya dos” y cerré los ojos para tomar el sol tranquilamente. Me adormilé pronto pero al rato me incorporé. Miré la hora “Ufff, llevan estos dos más de media hora con la moto, Fer debe estar ya negro de las pullas de Sofi, voy a rescatarlo”.
Me calcé y salí fuera. Me quedé pasmada al verlos junto a la moto, los dos hablando normal mientras limpiaban piezas. Me acerqué y dije asombrada:
- ¡¡Dios mío!! No me lo puedo creer, los dos juntos sin gritos y peleas
Sofi se rio y dijo:
- Que nunca nos peleamos, tonta, ¿Verdad, feo?
- Verdad
Meneé la cabeza y pregunté:
- ¿Y la moto va a arrancar cuando la volváis a montar?
- Sí, claro, si tu hermanito es un genio de las motos, ya la ha revisado y ya no suena… pero ahora me está enseñando a mantenerla limpia
- Anda, un elogio… Fer, la has sorprendido y todo
- Le he dicho que cuando cobre, le invito al burger
- Que generosa, jaja
- Lo que me permiten mis millones en el banco jajaja
Me quedé mirándolos y pensé una cosa. Le hice una señal a Sofi que se me acercó con mirada interrogativa. Bajando la voz, le pregunté:
- ¿Os queda mucho?
- No, casi hemos acabado ¿Por?
- ¿Puedes entretenerlo un ratito?
- ¿Y eso?
- Voy a llamar a Dani y quiero algo de intimidad
Sofi enarcó una ceja y preguntó:
- ¿Vas a tener sexo telefónico?
- Noooo, tonta, jaja
- ¿Entonces?
- Para estar más cómoda hablando con él
- Pues vete a tu cuarto
- Si no lo puedes entretener iré, pero si puedes, me quedo en la pisci tomando el sol y, quizás, mandándole alguna fotito jiji
- ¿Fotos guarras? ¿Te vas a despelotar en la piscina?
- Noooo, pero que ideas tienes… fotos en bikini en la pisci, normales, o poner una video
- Ahhh, calentando el ambiente para la noche… entendido, yo me encargo de Fer, sin problema
- Gracias, guapa
Y me fui contenta.
Sofi
Volví con Fer sonriendo. Él me miró enarcando una ceja y le dije:
- Nada, cosa de chicas
- Ya
- ¿Está todo montado?
- Sí, arranca
Eso hice y todo sin problema. Estaba encantada, había aprendido un montón y ya no tenía ese ruidito que me tenía mosca. Quité el contacto y le sonreí feliz:
- Muchas gracias, feo
- De nada
- ¿Dónde podemos hablar con tranquilidad?
- Aquí ¿No?
- No, que ya has visto, si no te llego a decir que nos teníamos que comportar bien, nos pilla tu hermana tonteando
- Ya… pues… ¿Mi cuarto?
- No, tonto, ese es el peor sitio
- Ah, espera, sé uno… ven
Y se dirigió a la parte trasera del garaje. Andamos un poco y llegamos a la parte de atrás del jardín, junto al muro. Abrió una caseta diciendo:
- Aquí guardábamos antes las cosas del jardín, pero cuando llueve mucho se cala, así que hicimos la otra caseta, la que se ve desde la piscina
- ¿Y aquí no vienen tus hermanas?
- Que va, ni se acordarán que existe
- Vale, perfecto
Y entramos. Era una caseta pequeña pero estaba vacía. Cogí a Fer de la mano y lo atraje a mí para decirle:
- Muchas gracias, Fer
- Que no es nada, ya te lo he dicho, lo que necesites me dices y…
- No, bueno, sí, por eso pero sobre todo por lo de anoche
- Ah
- Anoche estaba bastante tocadilla y hoy me he levantado de muy buen humor, gracias a ti
- Tuve miedo de parecerte ridículo
- Que tontería, me encantó
Y le di un beso en los labios. Nos miramos a los ojos y volví a besarlo, esta vez abriendo la boca y buscando su lengua. Nos liamos en un largo y húmedo beso. Noté sus manos en mi espalda, acariciándome, mientras su erección se hacía palpable en su bañador.
Cuando terminamos, le pregunté:
- ¿Te vienes esta noche a mi casa?
Fer sonrió ampliamente y dijo:
- Claro
Le cogí el paquete y le dije:
- Pero esto no lo puedo dejar así hasta esta noche
Y le guiñé un ojo. Fui a agacharme pero él me retuvo:
- Espera, Sofi
Lo miré extrañada. Él titubeó pero terminó diciendo:
- Anoche…
- ¿Qué?
- Me quedé con las ganas de… mmm tocártelas ¿Puedes quitarte el bikini?
Me reí y rápidamente me desaté el nudo de la espalda y dejé caer la parte superior. Su mirada me lo dijo todo “que le gustaban mis tetitas”. Sus manos me las cogieron, acariciaron, jugaron con mis pezones que se pusieron de inmediato duros, y entonces comenzó a chupármelos, primero uno y luego el otro. Gemí de gusto. Una de sus manos apretó fuerte mi culo pero pronto se coló por dentro de mi bañador y comenzó a masturbarme mientras yo me derretía con su boca y lengua en mis pezones. Comencé a gemir más fuerte pero entonces, no sé como, lo paré:
- Espera, espera
Él me miró extrañado. Pensé “Joe, solo quería hacerle una mamada rápida, pero ahora estoy cachondísima”. Miré a mi alrededor, nerviosa. Solo había una vieja mesa llena de polvo. Le pregunté:
- ¿Seguro que no vienen nunca por aquí?
- Seguro
Me aparté de él y me fui a la mesa. Me bajé la parte inferior del bikini quedándome desnuda y me senté en la mesa, en el borde, abriendo las piernas y diciéndole:
- Ven, fóllame, rápido
Fer, sonrió lascivamente y se puso enfrente mía. Se bajó el bañador y me la metió rápido en mi húmedo coño. Gemí de placer. Se movió rápido pero le dije:
- Más rápido, estoy a punto, fóllame más rápido
Cuando me corrí, me abracé a él y le mordí en el hombro para ahogar mi grito. Inmediatamente noté como explotaba dentro de mí. Nos quedamos así unos segundos, recuperándonos hasta que se separó de mí.
Nos vestimos en silencio, mirándonos y sonriendo tontamente. Cuando íbamos a salir, le cogí de la mano y le dije:
- Estoy pensando que esta noche quiero bailar, y luego a mi casa, necesito más y mejor
- ¿No ha sido bueno?
- Buenísimo, pero te debo una mamada
Fer me cogió la cara con ternura y me dijo:
- Tú nunca me deberás nada, Sofi, soy yo el que te debe todo
Y me besó tiernamente. Luego, salimos de la caseta. Cuando llegamos a la moto, terminamos de recoger todo. Y para hacer tiempo y no molestar a Gema, le pedí que me enseñara cosas de su moto. Un rato después llegó Gema diciendo:
- ¿Habéis acabado?
- Sí
- ¿Y todo bien?
- Todo perfecto
- Estoy contenta, habéis sabido estar juntos sin gritos ni pullas
- Claro, me lo ha explicado todo estupendamente
- ¿Sí? Mira que bien, a ver si vas a ser buen profe, Fer
- Sabe enseñar muy bien, y todo muy práctico ¿Verdad, feo?
Y lo miré sonriendo y pensando “mi feo”.
Horas después
Gema
Busqué mi móvil en el bolso y llamé a Sofi. Tardó un poco en contestar:
- Dime, Gema
- Oye, Sofi ¿Dónde estás? Hay mucho ruido
- Acabo de llegar al centro
- Ah, yo también estoy aquí, esperando a Dani
- ¿Dónde?
- Frente al Zara
- Estoy al lado, voy
- Vale
Colgué y a los dos minutos vi llegar a Sofi, andando a pasos rápidos, con su larga melena rubia al aire, un vestido muy corto y unos taconazos. Me dio dos besos y dijo:
- Tía, vas de muerte
- Y tú ¿Al final has quedado con alguien o vas sola?
Sofi era tan independiente que muchas veces salía sola y luego se juntaba con quien se encontrara o si le entraba alguien y le molaba, se quedaba con ese alguien o sus amigos, ella no tenía problemas en socializar. Sofi rio y dijo:
- Bueno, eso espero, quedar con alguien jeje
Meneé la cabeza, como siempre, a su bola. Entonces me dijo:
- Éste es el vestido que te compraste el otro día ¿no? Joder, que tipazo tienes, que envidia, con esas tetas yo sería muy feliz jajajaja
Me reí, pero lo cierto es que me sentía muy sexy. Me había esmerado con el maquillaje y los detalles. Le dije:
- Es que Dani me lleva a cenar a un sitio elegante
- Que bien
- Estoy hasta nerviosa y he llegado antes de tiempo
- ¿Por eso me has llamado?
- Ah, no, era para pedirte un favor
- Dime
- Por si te pregunta mi madre, esta noche me quedo contigo ¿Eh? Jeje
- Ahhhhh, jajajaja
Entonces empezó a troncharse de risa. La miré sin entender bien la gracia. Cuando paró dijo:
- Hoy mi cama va a parecer el camarote de los hermanos Marx
- ¿Por qué?
- Ali me ha dicho lo mismo jajaja, así que nada, esta noche orgía, nosotras tres y mi chico jajajaja
La miré sorprendida y le pregunté:
- ¿Tu chico?
- Bueno, el que me lleve a la cama
- Pero ¿al final has quedado con alguien?
- Sí, bueno, con mi amigo
- ¿Otra vez? ¿Y ahora es tu chico?
- No, no, es una forma de hablar, tonta, no te voy a decir “mi folla amigo”
La miré con suspicacia y dije:
- Esta noche estás muy contenta, todo lo contrario a como estabas anoche
- Estoy contenta, ya te lo he dicho
- Ya
Entonces escuchamos unos bocinazos y vimos un Audi descapotable precioso con Dani dentro saludando. Sofi silbó por lo bajo y dijo:
- Joder, cochazo y tío buenorro… y tía buenorra a tope… menudo trío jajaja
Me reí mientras saludaba a Dani. Estaba impresionante en el descapotable, guapísimo. Me volví a Sofi y le di dos besos:
- Que te lo pases bien con “tu chico”
- Que tonta eres… pero no nos hagas esperar para la orgía ¿eh? Jajaja
Y me fui rápido para el coche. Entré y Dani me dio un buen beso y luego dijo:
- Guau, estás espectacular, Gema
- Gracias, tú también estás muy guapo ¿Dónde me llevas?
- ¿Conoces el Chopel? En la sierra
Lo miré asombrada, era un sitio muy bueno y caro. Él se rio y arrancó. Me volví y me despedí a Sofi con la mano.
Sofi
Los vi alejarse. El tío tenía pasta, eso sin duda, y clase. Y hacían muy buena pareja, los dos guapísimos, pero seguía sin gustarme. Suspiré y escribí en el móvil:
- ¿Te queda mucho, feo?
- Un poco
- Jo, no debes hacer esperar a una chica, feo, muy mal
- Es que me han distraído
- ¿Quién?
- Una rubia cañón que está frente al Zara, no puedo dejar de mirarle el culo
Me reí con ganas y miré a mi alrededor. Vi a Fer a unos pasos, sonriendo. Esperé mientras él venía hacia mí. Cuando lo tuve enfrente le dije:
- Las rubias son unas guarras, ten cuidado con ellas
- Ah ¿Sí?
- Sobre todo las cañonas
- ¿Y eso?
- Es que esas guarras solo piensan en follarse una y otra vez a los críos hasta dejarlos muertos
- Ah, gracias por el aviso, me mantendré alejado de ellas
Y dio dos pasos para atrás… Me reí y tiré de él para besarlo con ganas.
Fran
Miré a la pista de baile mientras bebía un sorbo de mi bebida. Había salido con unos amigos para intentar relajarme un poco. Llevaba unos días horribles entre el susto de mi padre y el reencuentro con Gema. Sí, me vendría bien desconectar un poco.
Mis ojos se sintieron atraídos hacia una rubia de larga melena que bailaba sola con movimientos sensuales. La miré notando algo familiar en ella. Cuando se giró, la reconocí de inmediato, era Sofi, la amiga de Gema y me puse nervioso. Si Sofi estaba allí, había muchas posibilidades de que Gema también estuviera y no quería otro encontronazo con ella ni ver como le entraban tíos.
Revisé los alrededores pero no vi a Gema. Entonces distinguí a Fer, su hermano. Iba con un vaso en la mano y se dirigía hacia Sofi. Cuando llegó a ella, le dio el vaso. Sofi bebió, rió y entonces, le dio un morreo a Fer. Me sorprendió aunque no me extrañó, Sofi era una chica un poco loca pero bastante atractiva aunque no era mi tipo, demasiado delgada y con poco pecho. No tenía ni idea de que esos dos estaban juntos pero también era normal, me había distanciado mucho de todos ellos, solo mantenía relación con Carlos y Silvia y era más por mi padre que por otra cosa.
Vi como Sofi bailaba con Fer, provocándole a tope, la chica sabía moverse. Me iba a ir pero entonces Sofi me vio y se quedó quieta mirándome de una forma extraña. Fer se dio cuenta de que algo pasaba y miró hacia donde Sofi miraba. Los dos se quedaron mirándome quietos. Pensé “Parece como si los hubiera pillado haciendo algo que no debían”. Levanté mi vaso a modo de saludo, de manera amigable, y pensé “Mejor me voy por si aparece Gema”. Me giré y salí fuera.