Confesiones

Confieso que casi nunca puedo dejar la cama hecha antes de irme a currar y ahora que veo que todo el mundo se asombra me siento mal. Lo mismo soy la única desordenada por aquí.
Está sobrevalorado hacer la cama; uno la hace en un momento. Sin embargo, para deshacerla, hacen falta al menos dos. Y se tarda más.
 
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