Esto que voy a relatar, es algo que me está sucediendo realmente, aunque bien podría ser el guion de una fantasía.
Aún no sé como se desarrollarán los acontecimientos, porque lo voy a contar tal cual me va sucediendo.
Variaré nombres por motivos obvios.
Todo comenzó la semana de nochebuena. Como suele ser tradición quedábamos antiguos compañeros de universidad por estas fechas. Como con el paso de los años (ya 21 desde que nos conocimos) el grupo era más reducido, fuimos quedando a cuentagotas, en esta ocasión quedé tan solo con un amigo, Armando.
Quedamos por el centro para tomar unas cervezas y charlar un poco, hacía un par de años que no nos veíamos.
Armando en su momento me presentó a un amigo suyo, Edu, porque tenía un problema y necesitaba de un profesional que lo ayudase.
Charlando sobre Edu, y ya con unas cervezas me preguntó. ¿Conoces a su mujer? Le comenté que no, que tan solo había tratado con él, de la mujer únicamente el nombre y poco más.
-Pues es una conejita de Playboy - me dijo Armando.
Se me abrieron los ojos como platos.
-Sí, empezó a a hacer mucho deporte, y ahora le patrocinan marcas del tirón que tiene por lo buena que está. Mira, abre el insta y búscala.
No costó mucho encontrarla. La verdad es que la tía estaba bien buena. Unas tetas bien generosas, una cara bonita y un culazo de esos con los que sueñas tenerlos botando sin parar sobre ti.
-Qué cabrón Edu, vaya vaya - comentaba yo sin parar de mirar sus fotos.
Comentamos un poco más sobre ella, pero ahí quedó la cosa.
A la mañana siguiente tenía algo de resaca, y suele ser habitual en mí que esos días de resaca me encuentro especialmente cachondo. Así que abrí el insta y me puse a ver las fotos de la mujer de Edu. La verdad es que está muy buena, cuando más miraba más me gustaba. Eran fotos en bañador, vestido o entrenando. Así comencé a pajearme imaginando que la pegaba un buen polvazo y me corría en esas deliciosas tetas.
Como ya he comentado, esos días de resaca estoy especialmente revoltoso, y como mi mente no paraba de pensar en ella, básicamente por el morbazo que me daba, volví a abrir su insta, tenía mucho material, para un buen maratón de pajas. Pero esta vez ocurrió algo que me sorprendió mucho.
Viendo fotos suyas, en algunas salía con amigas, por supuesto todo tías cañón, debe ser que subir fotos con las amigas feas no vende. Fijándome en una, me recordó muchísimo a una actriz porno española que siempre ha sido mi fetiche. Me dio un vuelco al corazón, no puede ser... me dije. Pero sí, revisando tatuajes y demás, era ella! Salía en bastantes fotos con ella, luego debían tener bastante relación. Estaba etiquetada en la foto con otro nombre al que tenía como artístico, y el Insta privado. El morbazo ahora era absoluto. Tenía a la tía que había sido mi fantasía durante muchos años a un contacto de distancia.
Evidentemente ahora el pajote cayó aún con más ganas, fantaseando con un trío entre la mujer de Edu y mi pornstar favorita.
Lo que no sabía en ese momento es que estaba a pocos días de hablar directamente con ella.
Aún no sé como se desarrollarán los acontecimientos, porque lo voy a contar tal cual me va sucediendo.
Variaré nombres por motivos obvios.
Todo comenzó la semana de nochebuena. Como suele ser tradición quedábamos antiguos compañeros de universidad por estas fechas. Como con el paso de los años (ya 21 desde que nos conocimos) el grupo era más reducido, fuimos quedando a cuentagotas, en esta ocasión quedé tan solo con un amigo, Armando.
Quedamos por el centro para tomar unas cervezas y charlar un poco, hacía un par de años que no nos veíamos.
Armando en su momento me presentó a un amigo suyo, Edu, porque tenía un problema y necesitaba de un profesional que lo ayudase.
Charlando sobre Edu, y ya con unas cervezas me preguntó. ¿Conoces a su mujer? Le comenté que no, que tan solo había tratado con él, de la mujer únicamente el nombre y poco más.
-Pues es una conejita de Playboy - me dijo Armando.
Se me abrieron los ojos como platos.
-Sí, empezó a a hacer mucho deporte, y ahora le patrocinan marcas del tirón que tiene por lo buena que está. Mira, abre el insta y búscala.
No costó mucho encontrarla. La verdad es que la tía estaba bien buena. Unas tetas bien generosas, una cara bonita y un culazo de esos con los que sueñas tenerlos botando sin parar sobre ti.
-Qué cabrón Edu, vaya vaya - comentaba yo sin parar de mirar sus fotos.
Comentamos un poco más sobre ella, pero ahí quedó la cosa.
A la mañana siguiente tenía algo de resaca, y suele ser habitual en mí que esos días de resaca me encuentro especialmente cachondo. Así que abrí el insta y me puse a ver las fotos de la mujer de Edu. La verdad es que está muy buena, cuando más miraba más me gustaba. Eran fotos en bañador, vestido o entrenando. Así comencé a pajearme imaginando que la pegaba un buen polvazo y me corría en esas deliciosas tetas.
Como ya he comentado, esos días de resaca estoy especialmente revoltoso, y como mi mente no paraba de pensar en ella, básicamente por el morbazo que me daba, volví a abrir su insta, tenía mucho material, para un buen maratón de pajas. Pero esta vez ocurrió algo que me sorprendió mucho.
Viendo fotos suyas, en algunas salía con amigas, por supuesto todo tías cañón, debe ser que subir fotos con las amigas feas no vende. Fijándome en una, me recordó muchísimo a una actriz porno española que siempre ha sido mi fetiche. Me dio un vuelco al corazón, no puede ser... me dije. Pero sí, revisando tatuajes y demás, era ella! Salía en bastantes fotos con ella, luego debían tener bastante relación. Estaba etiquetada en la foto con otro nombre al que tenía como artístico, y el Insta privado. El morbazo ahora era absoluto. Tenía a la tía que había sido mi fantasía durante muchos años a un contacto de distancia.
Evidentemente ahora el pajote cayó aún con más ganas, fantaseando con un trío entre la mujer de Edu y mi pornstar favorita.
Lo que no sabía en ese momento es que estaba a pocos días de hablar directamente con ella.
Última edición: