Nicobi
Miembro muy activo
- Desde
- 31 Ago 2023
- Mensajes
- 348
- Reputación
- 1,077
Ya conté en otro hilo la experiencia de mi amigo cornudo. En resumen, sorprendido por su mujer viendo porno de preñadas y lactantes, ella decidió vengarse de una forma muy cruel. Exhibirse ante él sin dejarle que la tocara y sin permitir, más que en muy contadas ocasiones, que se corriera.
Luego conté también que nuestro amo quiso tener un hijo y, después de probar con mi mujer, se convirtió en marido de esta amiga nuestra, haciendo al verdadero marido cornudo y preñándola a ella. El amo proveería de sobra económicamente al matrimonio para que le criaran el hijo, y les puso dos asistentas, dos mujeres para ayudar en ello.
Pero una vez conseguido su propósito de ser padre, el amo dejó de atender a su amante y se distanció un tanto del matrimonio amigo. Aquí es donde comienza esta segunda parte de la historia del cornudo y la preñada (ahora ya madre), que narro ateniéndome a hechos reales, aunque aderezados literariamente para su mejor comprensión.
En principio, la decepción de Mina, que así se llama nuestra amiga, fue grande: se vio abandonada por el hombre que la había preñado. Le amaba todavia, y le dolía su distanciamiento que esperaba fuese transitorio, pero también seguía amando a su marido, el cornudo que tanto había sacrificado por ella, que tantas humillaciones había suportado, incluso para consentir que su esposa fuese embarazada por otro hombre, y que ahora era su más rendido admirador.
Pero ahora, aunque las ansias de venganza de MIna ya se habían disipado, su interés se centraba en su hijo y se mostraba aparentemente desganada respecto al marido, que, desesperado, no sabía cómo abordarla para reanudar con ella la sexualidad tan rica y morbosa que tenían anteriormente.
Mina hablaba con frecuencia con mi esposa, Ana, y le contaba sobre el bebé, las asistentas, la vida actual de su familia y, claro, sobre el marido. Este a su vez se consolaba conmigo hablándome de sus sufrimientos con una mujer hermosísima, altamente sensual y activa, que le había proporcionado momentos y escenas de tanto morbo con su amante -el amo- y que ahora parecía no tener ningún interés por el sexo ni por él mismo.
Si gusta el asunto, seguiré con este hilo, con esta historia que tan compleja y morbosa fue y todavía es. Acepto sugerencias.
Luego conté también que nuestro amo quiso tener un hijo y, después de probar con mi mujer, se convirtió en marido de esta amiga nuestra, haciendo al verdadero marido cornudo y preñándola a ella. El amo proveería de sobra económicamente al matrimonio para que le criaran el hijo, y les puso dos asistentas, dos mujeres para ayudar en ello.
Pero una vez conseguido su propósito de ser padre, el amo dejó de atender a su amante y se distanció un tanto del matrimonio amigo. Aquí es donde comienza esta segunda parte de la historia del cornudo y la preñada (ahora ya madre), que narro ateniéndome a hechos reales, aunque aderezados literariamente para su mejor comprensión.
En principio, la decepción de Mina, que así se llama nuestra amiga, fue grande: se vio abandonada por el hombre que la había preñado. Le amaba todavia, y le dolía su distanciamiento que esperaba fuese transitorio, pero también seguía amando a su marido, el cornudo que tanto había sacrificado por ella, que tantas humillaciones había suportado, incluso para consentir que su esposa fuese embarazada por otro hombre, y que ahora era su más rendido admirador.
Pero ahora, aunque las ansias de venganza de MIna ya se habían disipado, su interés se centraba en su hijo y se mostraba aparentemente desganada respecto al marido, que, desesperado, no sabía cómo abordarla para reanudar con ella la sexualidad tan rica y morbosa que tenían anteriormente.
Mina hablaba con frecuencia con mi esposa, Ana, y le contaba sobre el bebé, las asistentas, la vida actual de su familia y, claro, sobre el marido. Este a su vez se consolaba conmigo hablándome de sus sufrimientos con una mujer hermosísima, altamente sensual y activa, que le había proporcionado momentos y escenas de tanto morbo con su amante -el amo- y que ahora parecía no tener ningún interés por el sexo ni por él mismo.
Si gusta el asunto, seguiré con este hilo, con esta historia que tan compleja y morbosa fue y todavía es. Acepto sugerencias.