No somos pocos los que tenemos esa fantasía, yo lo intenté, pero no lo conseguí, aún que tengo la sospecha de que si en el momento en que estábamos follando, hubiese aparecido otra polla por sorpresa, la habría aceptado.
En varias ocasiones, cuando follábamos, fantaseamos con esa situación; utilizábamos un consolador, si mi polla estaba en su coño, este ocupaba su culo, o viceversa.
Y a medida que iba aumentando la excitación, y a punto de alcanzar el éxtasis, le susurraba al oído si no prefería sustituir el aparato por una polla natural, entre gemidos decía que ¡¡¡Siiii!!!, ¡¡¡Siiii!, moviéndose cómo una posesa, sin parar de asentir.
Cuando, después de haber conseguido arrancarle varios orgasmos, estábamos exhaustos sobre la cama, le preguntaba si no le hubiese gustado recibir la leche de dos pollas, su respuesta era afirmativa.
Pero cuando, al pasar unos días, le planteaba realizar un trio, se cerraba en banda.
Así debí conformarme con seguir compartiéndola con aquel aparato frío, inerte y sin vida.